Estábamos Ana y yo, tiradas en el sofá de su casa viendo el concierto del bernanbeu, por vigésima vez y contadas eh. Ana estaba con la cabeza en mis piernas y acariciando mi mano que estaba posada en su barriga.
- Buah Mimi es que es alucinante --me dijo volviendo a mirarme.
Que sonrisa más bonita tiene la cabrona.
- Si, la verdad es que cantar el Albarracín contigo es alucinante ya de por sí, en el Bernabeu ya ni te cuento. --Le dije devolviéndole una sonrisa.
- Mimi eres tontisima de verdad. --me dijo con una sonrisa de oreja a oreja.
- Tontísima estoy yo por ti Banana... -- Le susurré, pero lo suficiente alto para que lo escuchase ella.
Se giró para mirarme.
- Mimi ya hemos hablado de esto antes... -- me dijo mientras se sentaba bien. - Te quiero y lo sabes, pero no de esa forma sabes que estoy con él y estoy feliz.
Ah por si no lo sabíais Ana y Miguel Ángel están juntos desde hacía 6 meses. Cuando me lo contó finjí entusiasmo, no es que no estuviese feliz ante aquella situación porque verdaderamente se le veía feliz junto a él.
- Ya lo sé Ana - Le dije quitando mi sonrisa- pero eso no quita que no sienta nada por ti...
- Mimi sé lo que sientes por mi, se que cuando te lo dije no te gustó mucho saberlo y sé que no estás feliz cuando me ves con él --iba a decir algo pero me cortó, suplicandome con la mirada que la dejase terminar -- no intentes negarlo, porque no, sé que cuando me ves junto a él se te borra esa sonrisa tan preciosa que tienes e intentas huir de ese momento tan incómodo para ti. - en eso no le faltaba razón.
- Ya lo sé Ana, pero yo estoy feliz porque sé que tu estás feliz con él -- dije un poco cabizbaja- aunque me duela veros, pero lo último que quiero es ser un incordio para vosotros dos.
- Mimi no eres un incordio pero cada vez que te vas porque eso, se me quitan las ganas de todo Mimi. -- dijo clavando su mirada en mis ojos.
- Ana lo último que quiero es que se te quiten las ganas de todo enserio, no quiero confundirte -- dije cabizbaja.
- Pero Mimi ¿que confundirme? -- me dice algo alterada- Si creo que te lo dije claro aquella noche cuando me dijiste que seguías sintiendo lo mismo que en la academia y que iba a más y yo te dije que por ti nunca he sentido lo mismo.
Tras escuchar aquellas palabras me fuí corriendo al baño mientras se me empezaban a caer las lágrimas. Estaba envuelta en mis pensamiento cuando escuché su voz.
- Mimi por favor sal, necesito hablar contigo. -- me dijo con la voz un poco rota.
Abrí la puerta y ahí la vi con lágrimas cayendo por sus ojos y con la respiración algo acelerada de haber llorado.
Le limpié las lágrimas que caían por sus mejillas y la abracé, me era imposible verla así, era tan trasparente ante mi.
- Mimi lo último que quiero es confundirte -- me dijo con la cabeza mirando el suelo - quiero que sepas que soy feliz con él y que siento muchas cosas por él-- eso último que dijo me sentó como una patada en el estómago-
- Ana, ¿sabes que?-- Le pregunté pero sin dejarle decir algo continué - estoy enamorada de ti hasta las trancas, me encantas y me encanta pasar tiempo contigo, y eso no lo puedo evitar por nada del mundo, ¿que siento celos? pues claro, ¿qué me muero de ganas por besarte esos labios otra vez? Pues también --Iba a seguir pero me cortó.
- Mimi por favor para... -- me pide medio suplicando.
- Que pare por que Ana, ¿por que? Porque te da miedo darte cuenta de que te puedo gustar, tienes miedo de decir me gusta una chica porque solo has estado con chicos, tienes miedo de admitir lo que sentiste en aquel beso-- Iba a seguir pero me cortó.
- Mimi ya, para ya, no me pongas las cosas más difícil. Me resulta difícil estar con una persona que sé que está enamorada de mi y pensar que en algún momento puede meterse en medio de mi relación.
Ante eso último que me acababa de decir me acababa de encender, no doy crédito de lo que me acaba de decir.
- Te resulta difícil por que puede ser verdad lo que te he dicho. - dije empezando a cabrearme y mucho-- Enserio Ana me estás diciendo eso. -- dije en un tono muy serio. - Me estás diciendo que soy un estorbo para ti en tu relación, no te has parado a pensar que a lo mejor es difícil porque no sabes lo que sientes y tienes miedo a darte cuenta de lo que verdaderamente sientes?, después de todo lo que hemos pasado me estás diciendo esto? -- Eso último lo he dicho rompiendo me en mil pedazos sin poder aguantar mis lágrimas que caían ya por mis mejillas.
Se quedó callada durante un momento. Y a final respondió.
- Si, es eso, es verdad pienso eso que me resulta difícil estar contigo, pero que te quede claro que no estoy enamorada de ti, ni nada eso que tu piensas-- me dice señalandome con el dedo.
Me acabó rompiendo definitivamente y con lágrimas en los ojos y muy alterada le dije lo último que quería que me respondiera.
- Si es así Ana, dime que soy un estorbo para ti en tu puta relación, que no sientes nada por mi y dime que lo quieres que es el amor de tu vida y que te deje en paz, pero dímelo mirándome a los ojos y yo me iré y te dejaré tranquila. -- Dije completamente rota.
- Mimi... -- dice con la cabeza gacha.
- Ni Mimi ni ostias Ana, dilo Ana, lo has dicho antes que te cuesta decirlo una vez más y mirándome a los ojos sin apartar la mirada de los míos, dilo si es lo que quieres, si es lo que de verdad piensas y sientes. -- dije cabreada muy cabreada.
Se quedó en silencio con alguna lágrima cayendo por sus mejillas.
- Genial Ana, ahora no lo dices porque lo que he dicho es verdad, eh? Pero tienes miedo de admitir la realidad. -- Dije tajante.
Me iba a ir cabreada a coger mis cosas e irme pero cuando me iba a ir me cogió de la muñeca y clavando sus ojos en los míos dijo.
- Mimi eres un estorbo para mi relación porque no me siento cómoda contigo y pienso que te vas a meter para intentar que lo deje con él, no siento absolutamente nada por ti y lo quiero con toda mi alma me ha cambiado la vida a mejor y si vete de aquí porque no siento nada y ese beso fue un puto error que cometí.
Cuando terminó de decir esas palabras me rompí.
- Me has perdido Ana, te dejaré en paz. Adiós. -- dije gritandole y dando un portazo.
Bajé las escaleras de su casa corriendo, mientras no paraba de llorar. Cuando abrí la puerta de su portal vi que estaba lloviendo y muy fuerte, genial ahora me toca irme hasta mi casa así y encima lloviendo Algo peor me puede pasar hoy, que digo hoy y en mi vida ¡Esto es una mierda! - pensé mientras me rompía aún más.
Cuando llegué a mi casa de lo único que tenía ganas era de ducharme despejarme e irme a dormir o mejor dicho a intentarlo. Eso mismo hice, me duché intentando despejarme cosa que no fue posible, cuando terminé de ducharme me fuí a mi cama y seguí llorando hasta que caí rendida a la hora de haberme acostado en la cama.
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Al día siguiente me levanté muy cansada. Tras desperezarme un poco en mi cama me dirigí al baño a lavarme la cara, pero cuando me miré en el espejo vi las ojeras tan grandes que tenía y los ojos hinchados de tanto llorar y entonces me di cuenta de que todo era real, que no había sido ningún sueño, que había discutido con Ana y no una discusión precisamente de las que se arreglan muy fácil.
Tras hacer mis cosas en el baño cogí mi móvil y me metí en WhatsApp, tras contestar a mi madre, me hice el desayuno y me vestí.
Me fui a casa de Ricky ya que lo único que necesitaba era hablar con el desahogarme y contarle todo lo que había pasado esa noche, que el me dijese que hacer, que me consolase y me escuchase.
Llegué a su casa y toqué el timbre 5 veces, porque como me imaginaba estaría durmiendo como siempre ya que solo eran las 9:30 de la mañana y a esa hora no iba a estar despierto ni de casualidad. Iba a tocar otra vez el timbre pero por fin se dignó a abrirme la puerta de su casa.
- Dios Mimi te odio, que quieres ahora son solo las 9:30 de la mañana estaba durmiendo yo tan
No terminó la frase porque por fin se había parado a mirar mi cara de cansada, de estar echa mierda y de todo lo malo. Así que lo primero que hizo fue cogerme y abrazarme cada vez más fuerte mientras yo lloraba cada vez más y más.
- Eh Mimi ¿que pasa? -- Me dijo separándose y cogiendo mi cara entre sus manos - ¿es Ana? -- Tras escucharlo decir su nombre me rompí más- Vale sí, definitiavente es Ana. --Yo asentí con mi cabeza sobre su pecho.
- Ricky...
- Ey, cuéntame que pasa tenemos todo el tiempo del mundo. Voy a hacerme un café y otro a ti y me lo cuentas todo, vale? -- Me dijo con un tono muy tranquilizador, mientras yo asentía a eso último que me acababa de decir.
Se lo conté todo, con todos los detalles del mundo mientras el me miraba con los ojos como platos y sin dar crédito a lo que acababa de decir.
- Ricky, por favor, di algo -- dije suplicandole
- Mimi sois las dos tontisimas enserio, como se le ocurre decir y pensar eso, como es capaz de repetir la mayor tontería que tu le has soltado, como se te ocurre decirle que te olvide, que no quieres saber nada más de ella es que sois tontas, estoy flipando. -- Dijo con un tono de estar alucinando y a veces lo decía un poco cabreado.
- Ricky yo... No se que hacer, porque yo la he cagado si y ella también, y tengo miedo de saber que si lo que dijo era verdad.
- Mimi por favor estaría cabreada seguro, verás como al final se planta en tu casa hoy o mañana o te dice de quedar y lo arreglais todo ya verás. -- Dijo intentando tranquilizarme mientras me abrazaba cada vez más fuerte.
-Pero Ricky me miró con sus ojos, muy convencida de lo que me dijo, sus ojos mostraban furia, mucha furia.
- Mimi por favor habrá sido un arrebato ya verás como pasa eso que te acabo de decir cuando se tranquilice y vea lo que ha hecho.
Y tras la charla de la discusión, me dijo de quedarme en su casa todo el tiempo que necesitase hasta tranquilizarme.
Nos pasamos todo el día en su casa hablando de cosas, el intentando hacer que me riese pero lo vio medianamente imposible, así que se dió por vencido después de estar 1 hora intentando hacer que me riese. Puso nuestra serie favorita en Netflix, me hizo mi comida favorita que por supuesto no le podía faltar aguacate y cantamos y bailamos como locos, digo como locos porque vino un vecino a llamarnos la atención y todo y por supuesto bebimos pero poco eh.
Cuando me iba ir me dio un abrazo muy fuerte y me dijo verás como todo se arregla Mimi. Así que me fui a mi casa un poco más despejada e intentando convencerme de que todo se arreglaría y que todo volvería a ser como antes de la discusión.
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Pasaron los días, las semanas, los meses e incluso los dos años y nada volvió a ser como antes, nos intentábamos evitar por todos lados, cuando decían de quedar si una decía que sí la otra decía que no. Ricky hablaba con ella y quedaba con ella y eso lo sabía, pero nunca me la mencionaba.
Ricky y muchos de los 14 restantes intentaron quitarnos el orgullo, incluidos Noemí y Manu, pero no había forma de juntarnos a los 16 porque nuestro orgullo era superior a nosotras y nos aferrabamos a él, así que desde el último concierto en el Palau Sant Jordi no nos hemos vuelto a juntar los 16, todo por Ana y por mi.
Es increíble como una simple frase puede dar un giro tan brusco en una milésima de segundo, como un momento tan bueno y placentero como aquel podía cambiar mi vida por completo.
2 meses después de nuestra discusión fueron noticias en todos los canales de televisión tras confirmar su relación y a día de hoy aún siguen, 2 años más tarde aún siguen. Os preguntaréis ¿como lo sabes?, fácil, por sus redes sociales, por las noticias que hablan de ellos siempre que pueden y porque siempre que voy a alguna entrevista me preguntan, ¿que me parece su relación? Y yo siempre respondo lo mismo -que sean felices-.
También diréis - ¿en estos dos años no os habéis visto ninguna vez por las calles? - Si que nos hemos visto, pero siempre una de las dos se cambiaba de acera en cuanto nos veíamos con tal de no pasar casi tocandonos, fijaros hasta donde ha llegado nuestro orgullo de hacer eso, nuestras miradas se cruzaban 5 segundos pero eran miradas que mataban.