— ¡Yoongi no me sueltes! — Jimin se aferraba firmemente al cuerpo del alfa.
—No lo haré cachorro, pero quédate tranquilo, no dejaré que te pase nada malo— Yoongi sostenía la mano de Jimin y con la otra lo abrazaba ya que el omega no se quería separar de el.
— ¡Me voy a ahogar! — Jimin cerró los ojos y dejó reposar su frente en el pecho del alfa.
—No dejaré que te ahogues Jimin— Yoongi sonreía debido a la ternura que le provocaba el miedo que tenía el omega.
— ¿Y si me lleva la marea? Ay, Yoongi mejor salgamos, tengo miedo... — dijo cuando sintió una ola chocar con su espalda, Jimin era algo miedoso y más con el mar ya que no sabía nadar.
— ¿Quieres que salgamos? — ofreció el alfa, ya comenzaba a hacer frío, estaban a finales de verano y comienzo de otoño. Entonces el clima tendía a cambiar un poco y cuando la temperatura bajaba era muy notorio. — Y tomamos algo...
— ¿Un té? — Dijo Jimin separándose un poco del pecho del alfa y mirándolo a los ojos.
— Un té me parece bien... — El alfa sonrió un poco y besó la frente del omega para luego salir del agua salada y comenzar a caminar hasta la casa.
Llegaron a la cocina ya limpios y frescos. Jimin se sentó en una silla frente a la mesa que se encontraba en el centro de la cocina, mientras Yoongi preparaba el té para ambos.
— Yoongi... — Lo llamó Jimin justo cuando Yoongi venía con las dos tazas de té y las dejaba sobre la mesa.
— Dime cachorro...— Dijo el alfa sentándose al lado de Jimin.
— Cuando dijiste que querías sentir mi aroma, ¿Hablabas en serio? — El omega le dió un sorbo a su té, algo nervioso, el tema de su aroma lo alteraba un poco.
— Por supuesto, hablaba muy en serio — Yoongi observaba al omega con atención — Te dije que es el aroma más hermoso de todos, déjame disfrutarlo por completo algún día. No te estoy forzando a que lo hagas solo que... me encanta tu aroma.
— Es que tendría que tomar un supresor ahora, pero no lo haré y se que corro el riesgo de que no definas mi aroma como todos los demás — Jimin algo apenado.
— Tranquilo cachorro, no te preocupes por eso, si te tranquiliza un poco... — Yoongi le sonrió levemente — todo de tí me encanta Jimin, eres la flor más hermosa de todas.
Jimin se sonrojó.
Yoongi tenía esa facilidad de generar sentimientos desconocidos en Jimin con sus palabras.
— Yoongi, en dos horas se irá el efecto. — Jimin levantó su mirada a los ojos del alfa
— En dos horas podríamos ir a la habitación —
— ¿Que?— Jimin era un tomate de lo rojo que estaba.
— Oh no cachorro, es solo para estar juntos no pienses cualquier cosa — Yoongi se mordió el labio inferior con una sonrisa, la verdad que una invitación a la habitación en estos tiempos resultaba muy indecente. — Sabes que voy a esperarte a que estés listo y...
—Entiendo, lo mal pensé perdón — interrumpió Jimin soltando una pequeña risita — Vayamos a la habitación ahora mejor, hace frío...
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Las manos del alfa se aferraban a la cintura de Jimin, habían ido a la habitación y entre largas charlas el omega se durmió en sus brazos, lejos de molestarle a Yoongi le parecía magnífico tener al omega descansando plácidamente en sus brazos, lucía calmo y sereno. Yoongi aprovechó tener al omega tan cerca de él para admirar las bellas facciones de su rostro dormido y tranquilo. Sus gruesos labios lucían aún más encantadores, sus mejillas tenían un leve tono rosa y sus lindos ojos formaban una pequeña linea.
Tal vez no se dió cuenta de cuánto tiempo llevaba examinando las bellas facciones de Jimin, había oscurecido y el seguía junto a su omega.
De golpe el aroma dulzón se coló por sus fosas nasales nuevamente haciéndolo recordar aquella vez que Jimin entró en celo y... Era más que encantador.
Jimin había dejado de tomar su supresor para que Yoongi pueda sentirlo nuevamente.
Cerró sus ojos inhalando con demasía el dulce aroma, no hacía falta aclarar que lo estaba volviendo loco. Si el aroma de Jimin fuera una droga, Yoongi sería un adicto sin solución a el.
Su lobo interno estaba disfrutando del dulce aroma del omega, estaba hecho especialmente para él.
Yoongi intentando no despertar al omega, acercó su nariz al cuello de éste para así olfatearlo con atención y devoción. Con la punta de su nariz rozaba levemente el cuello del omega, estaba intentando definir el aroma. No sería tan difícil, es su predestinado, Yoongi en menos de dos segundos le acertó. Ya sabía el aroma a Jimin, lo había definido y era incluso más hermoso de lo que esperaba. Tanto su aroma como el significado, sonrió nuevamente y dejó un pequeño beso en el cuello de su omega. Logrando así despertarlo poco a poco con varios besos que a Jimin le causaban algunas cosquillas.
El Omega despertó de a poco y sintió al alfa tan cerca, sintiendo su aroma. Estaba algo avergonzado de tenerlo así, no quería que después de oler su aroma se vaya y lo deje. Todavía tenía ese miedo dentro de el.
— Y-yoongi... — Susurró el omega, y Yoongi lo escuchó perfectamente.
— Cariño... — Dijo el alfa con voz ronca.
— ¿Esta todo bien? — Yoongi interpretó rápidamente a que se debía esa pregunta, la inseguridad de Jimin se notaba y el tenía que tranquilizarlo.
— De maravilla — el alfa frotó su mejilla con el cuello de Jimin, quería que su aroma se impregne en su ropa, en su piel y en todos lados por qué ya no podía vivir sin sentirlo en el. — Me encanta Jimin, tu aroma es hermoso...
— ¿H-hablas en serio?... — El omega debido a sus nervios no podía hablar con normalidad, estaba tan feliz de haber oído lo que dijo Yoongi. Algo dentro de él se alivió, pero su corazon se aceleró al darse cuenta que ya nada podría separarlo del alfa, la emoción lo estaba consumiendo y sin pensarlo sus ojos comenzaron a humedecerse.
— Nunca hablé más en serio en mi vida Jimin — el alfa dejó por unos segundos el cuello del omega para verlo a los ojos, era momento de hablar con total seriedad y ser claro con Jimin. — Eres mi destinado Jimin, desde el primer momento en que te vi lo supe, cuando te conocí me cautivaste y ahora estoy cien por ciento seguro de que te amo con locura. Me he enamorado de ti como no lo he hecho de nadie, sentí tu aroma y ahora mismo te puedo decir que lo he definido a la perfección. Sólo bastaron unos pocos segundos para reconocer el aroma de mi omega, si Jimin tú eres mi omega.
Jimin para ese entonces ya estaba llorando en silencio, prestándole atención a cada palabra que salía de los labios de Yoongi. Lloraba de plena felicidad, era la primera vez en toda su vida que se emocionaba de felicidad. Yoongi solo podría ser capaz de definir su aroma y no le importaba nada más, solo quería que el lo sepa.
—¿ Los haz definido? — Jimin decía entre lágrimas y sonrisas. — ¿y que es?
—Hibisco — susurró el alfa.
—Belleza delicada— Jimin completó con su significado.
— Lila...— El alfa le regaló una sonrisa, secando las lágrimas del omega.
— Humildad —
— Margarita — Dijo por último el alfa depositando un suave beso en los labios de su omega — Inocencia y pureza...
Siguió besando los labios del omega.
—Jimin, nadie definía tu aroma por qué nadie se tomó el tiempo de apreciarlo. Tu aroma es hermoso y te define a la perfección. Hueles a las flores más hermosas que habitan en esta tierra — Yoongi dejó otro beso en los labios de Jimin — Estamos hechos para estar juntos, estás hecho para mí y yo para ti...
— Yoongi...— El Omega se separó un poco para verlo a los ojos — Te amo...
El lobo interno del alfa ya no sabía cómo reaccionar, estaban felices y nada podría cambiar eso. Estaban regocijandose de amor por Jimin.
— Sé mi pareja Jimin — El alfa entrelazó sus dedos — mi novio, mi omega, mi todo. Déjame poder gritarle al mundo lo enamorado que estoy de tí y cuánto te pertenezco.
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