Salí por la puerta de mi habitación temporal, con ropa más cómoda de la que llevaba antes, y me encontré a Guille y a Vegetta jugando a la Play Station 4.
Como si nada, me senté en medio de los dos, y ellos me miraron con una sonrisa.
- ¿Puedo jugar? - Dije cogiéndole el mando a Guille sin permiso.
Él me miró sorprendido y le saque la lengua, a lo que sonrió como los villanos de las películas y me empezó a hacer cosquillas.
No podía parar de reírme y Vegetta se unió a Guille. Empecé a removerme por el sofá pero ellos no me dejaban.
Intenté gritar un "parad" pero no lo conseguía por mas que lo intentase, y seguidamente, el timbre sonó pero ellos no hicieron nada.
- Voy yo, tú no pares. - Se rió Guille y se levantó para abrir.
Aunque sólo fuera uno, las cosquillas me afectaban igual y seguía riéndome como una loca.
Entre risas, pude ver como Guille abría la puerta y detrás de ella estaba Alex con una gran sonrisa. La qual se borró al verme así con Vegetta.
"No..."
- Solo venia a buscar mi chaqueta. - Dijo él, cogió la chaqueta y se fue.
"Es que eres muy gafe." - Pensé hacia mi misma.
Tenía que hablar con Alex, pero Vegetta seguía dándome cosquillas, y yo riéndo, aunque en mi interior solo quería llorar.
- ¡Para! - Conseguí gritar y que no sonara de broma.
Vegetta paró de golpe y me miró preocupado, al igual que Guille.
Yo no dije nada, solo salí corriendo hacia la puerta y la abrí, para ir a picar el ascensor.
Llevaba dos segundos esperando el ascensor pero en aquel momento era una eternidad, así que empecé a correr por las escaleras, cuando llegué a bajo, vi a Alex andando rápido, casi corriendo mirando al suelo.
Corriendo, abrí la puerta, y fui hacia él.
Alex golpeó sin querer, a una chica que pasaba por la calle con una maleta, la qual tiró al suelo y se abrió.
La chica, flipando, se alejó y se quedó mirando a Alex.
Llegué al lado de mi novio, o lo que fuera en aquel momento, y le empezé a explicar.
- Perdona, no es....
- Es culpa mia, por ser un celoso de mierda, te quiero. - Me dijo tan rápidamente que lo entendí a palabras. Dicho esto me besó apasionadamente, demasiado por el echo que estabamos en la calle, aunque viniendo de él me encantaba.
- Cálmate. - Dije riendo al separarnos, y el sonrió con un suspiro, aliviado.
- No sé porque he actuado así, sólo... yo... Tenia miedo de perderte.
Le besé.
- Sólo me estaba haciendo cosquillas. - Reí yo.
- Lo sé, pero... - Le puse un dedo en la boca para que callase y lo volví a besar. Alex me levantó y yo enredé mis piernas en sus caderas.
Noté un ruido detrás mio y me separé de él para mirar en esa direccion. Era la chica de antes, acercandose cuidadosamente a coger su maleta. Debió creer que Alex era un borracho o alguien que no estaba bien de la cabeza.
La chica, al verme, se quedó quieta. Yo le sonreí amistosamente y me bajé de Alex.
- Perdonale. - Le dije, ayudando a volver a meter sus cosas en la maleta, que habían quedado escampadas por el suelo.
Alex se acercó y también ayudó, no sin antes pedirle disculpas.
Cuando terminamos, le alargué el brazo para darle la maleta, y ella la cogió con una sonrisa.
-Muchas gacias. - Dijo ella.
-De nada, era lo minimo que podíamos hacer. - Le respondí - ¿Como te llamas?
- Soy Sarah, ¿y vosotros?
- Yo soy _____, y éste es Alex. - Dije señalándole.
- Pues encantada de conoceros, aunque no fuera la forma mas normal de hacerlo. - Rió.
- Igualmente, ya nos veremos, adiós. - Le sonreí.
Sarah se fue y yo me quedé con Alex, que fuimos a un bar cercano.