Les faltaban cosas.
México es una potencia en ingenieros, pero si algo les ponía trabas era la falta de tecnología.
No tenían las maquinas necesarias para llevar a cabo sus mejoras a Baymax.
Las tenían que reconstruir, por supuesto no sería tan difícil teniendo los planos y códigos específicos como ellos los tenían. Necesitaban volver a hacer la máquina de combate que Honey utilizaba cuando hacían de héroes en San Fransonyo.
¿De qué serviría esto para un robot "asistente médico personal"?
Bueno, así como las esferas que ocupaba la rubia servían para detener malvados, de igual manera podían funcionar para el robot. El simple hecho de tener en el interior de robot la capacidad de crear un polímero capaz de convertirse en hielo al contacto sin afectar los sistemas de Baymax en peso o temperatura ya era ganancia.
Aquello no era tan difícil al tener los planos y forma de programación.
Sin embargo no tenían el material necesario.
Y por eso se encontraban, ahora, en el centro de la ciudad.
Lo que Hiro no terminaba de entender era el por qué Miguel y Leo estaban acompañándolos.
-Y ¿Cuál es tu apellido?-
Leo se golpeó el rostro.
-¡¿Cómo es posible que ayer le dijiste que lo amas si ni siquiera sabías su apellido?!
-Leo idiota ¿No conoces eso a lo que le llaman am...-
Uff
Casi lo decía.
-...que te guste alguien a primera vista?-
El muchacho rodó los ojos. Su amigo no tenía remedio.
Pero... Si, el sabía que era el "que te guste alguien" a primera vista.
-¿Ya casi llegamos Hiro?-
-¡Tu eres el que vive aquí! ¿Yo cómo voy a saber?-
Dijo Hiro alzando los brazos por encima de su cabeza exasperado.
Desde la noche anterior Hiro, por alguna razón, comenzaba a relajarse ante la presencia del mexicano, algo extraño en el chico que era como un gato. Huraño la mayor parte del tiempo pero que con ciertas personas suele esconder las uñas y responder al toque.
-Ya te dije que soy de Santa Cecilia- contestó el mexicano entre dientes con un puchero mientras Leo revisaba google maps para revisas si ya estaban cerca.
Según ellos la plaza de la tecnología en el centro podría tener alguna que otra cosa de las que buscaban a un muy buen precio.
Honey sin embargo, curiosa como todo científico se paraba a cada cinco pasos que daba, mirando los puestos ambulantes a lo largo de las anchas calles que cruzaban.
Y aunque no quisiera admitirlo la situación del japo-americano no era muy diferente. Al chico le llamaba la atención las construcciones en el centro. Eran grandes, pero no como lo eran los edificios en San Fransokyo.
Es cierto que había edificios como allá pero de la misma forma había esas casas enormes con arquitectónica colonial que le daba ese toque mexicano al asunto.
Así nunca llegarían.
Ni que decir cuando pararon en frente del Palacio de Bellas Artes.
Ahí todos pararon.
Los extranjeros sorprendidos por lo mucho que sobresalía la construcción de las demás, sobre unos escalones de mármol blanco.
Simplemente hermoso.
-Fue construido en el porfiriato- comenzó a decir Leo. -Una época de mucha pobreza, demasiado marcada, con influencia de la cultura francesa. En esta época también se formaron los cimientos de la cultura mexicana que conocen los extranjeros. Los bailes, la música,los sombreros, los trajes folclóricos, las adelitas...-
-Si Adelita se fuera con otro la seguiría por tierra y por mar~
Cantó Honey.
-Si es por mar en un buque de guerra~
Le siguió Miguel.
-Si es por tierra en un tren militar~
Cantaron a coro Leo, Miguel y Honey Lemmon.
Hiro sonrió, mostrando ese pequeño espacio entre los dientes delanteros que le recordaba a la gente su descendencia japonesa.
El de ojos rasgados les aplaudió riendo ligeramente para luego mirar nuevamente hacia la construcción.
-Algún día...-
Dijo Miguel de forma que solo Hiro lo escuchara, sin dejar de ver el palacio.
-...Voy a tocar ahí-
~BUM BUM~
Los ojos del moreno brillaban con esperanza y ensoñación. El muchacho era todo pasión y alegría. Era creativo, talentoso, persistente.
Miguel era un músico.
Hiro no pudo apartar la mirada de el chico.
-Algún día te vendré a escuchar tocar aquí- le dedicó una sonrisa.
Tal vez... Si le gustaría regresar en un futuro a México.
-AIUDAAAAAAA-
Todos los chicos estaban tan concentrados en su propio mundo que no se dieron cuenta cuando un grupo de personas con penacho y vestimenta azteca jalaron a su amiga a un circuló de baile que la muchacha no entendía como seguir.
El moreno volteó a ver a Hiro con unos ojos que causaron escalofríos en el chico.
-NO, nonononono MIGUEEEEEEEL-
Tarde.
El mexicano ya había tomado de la muñeca al güero atrayéndolo al círculo de baile donde la flauta y las percusiones eran los instrumentos principales.
El chino ponía resistencia a bailar. Estaba tenso, sus dientes estaban apretados y sus manos en puños mientras los bailarines danzaban al rededor suyo.
Miguel no paraba de reír metiéndose con los bailarines que se acercaban y alejaban de Hiro en el centro, con un ritmo que "solo los mexicanos entienden".
El muchacho en el centro seguía tenso hasta que se dio cuenta de los profundos y bonitos ojitos negros de cierto mexicano sobre los suyos.
"Baila"
Lo invitaba con la mirada.
Mientras se daba una vuelta y se volvía a acercar con una sonrisa malditamente encantadora que el científico sentía que era solo para el.
Poco a poco Hiro comenzó a relajarse y sin darse cuenta su cuerpo comenzó a moverse por si solo en movimientos descoordinados que difícilmente se podrían describir como pasos de baile.
-No está tan mal para ser los pasos de un chino-
El nombrado alzó una ceja.
-¡Ya verás que bailo mejor que tu ! -
-No estoy muy seguro de que a eso que haces se le llame bailar...-
-¡C-Callate que tu me metiste en esto!- le reclamó el de ojos rasgados sonrojandose al decirlo.
Quevirgüeeenza.
Miguel soltó una carcajada, se acercó al oído del otro y le susurró: Te miras remono.
El japo-americano ya tenía en ese momento las orejas rojas a más no poder.
-Bailas bien bonito chino-
-¡Ay ya callate!- dijo Hiro dándose una vuelta para evitar la mirada del moreno.
Leo observaba afuera del círculo.
Podía ver a Miguel.
Con una sonrisa que mostraba el hoyuelo que tanto lo caracterizaba y el tan famoso "lunar que tiene cielito lindo junto a la boca".
Podía ver a Hiro.
Sus cabellos desordenados brillando con las gotas de sudor que comenzaban a formarse con el movimiento que el muchacho realizaba, sus delgados labios formando una hermosa sonrisa que terminaba en unas mejillas con "chapitas" que gritaban apachurrame.
Ambos con los ojos cerrados, bailando uno en frente del otro, diciéndose cosas al oído.
Leo se mordió el labio.
Que no existe el amor a primera vista decía...
Una sonrisa lastimera se formó en su rostro.
Si no supiera que se acaban de conocer hacía dos semanas el moreno de rasgos indígenas juraría que ambos se conocían de toda la vida.
Apretó inconscientemente los puños y sus ojos se cristalizaron un poco.
La intervención de Honey le hizo volver a la realidad.
Al verlo lejos de la bulla la chica lo atrajo hacia el lugar de la danza sin notar el estado emocional en el que se encontraba el muchacho, que lo más que pudo conseguir fue forzar una sonrisa.
~~~~~
Ese día no encontraron nada de lo que buscaban.
Honey esperaba que Hiro estuviera frustrado, quizá preocupado porque seis meses tal vez no fuera una cantidad de tiempo suficiente para terminar la nueva versión de Baymax.
Pero no.
Hiro estaba sonriendo.
Con un Miguel a su lado que le contaba el como los antiguos aztecas bailaban ese tipo de danzas para brindar tributo a los dioses.
Soltó una risita por lo bajo.
Le encantaba ver a su amigo contento. Era difícil que no estuviera estresado por alguna cosa de la universidad y verlo así era realmente reconfortante para la rubia.
En cambio Leo se quería morir en ese preciso instante.
Esa sonrisa no era falsa, estaba seguro. Los ojos destellantes que no podían separarse de los otros se lo decían.
Hiro estaba cayendo por Miguel.
~~~~~
-¡La regla de las cinco horas!- Gritó Miguel mientras levantaba del suelo la peleta de chamoy de una marca con su mismo nombre que se le había caído para acto seguido metérsela a la boca.
-¿Qué no eran cinco segundos?-
-Vamos Leo es igual!-
-Tus glóbulos blancos en tu cuerpo no piensan lo mismo...- dijo Hiro que entraba al, recién invadido por mexicanos, laboratorio.
-¡¿Cómo no les puede picar eso?!- les preguntó Honey que aún respiraba entrecortadamente al haber aceptado, ingenuamente, el reto de los chicos de comerse una bolsa de Takis fuego completa.
-Pica rico...-Dijo Leo mientras se echaba a la boca uno.
-¿Qué ustedes nunca descansan? Ya llevamos tres horas aquí encerradoooos- Le reclamó Miguel recargando casi la mitad de su cuerpo en la mesa.
-Es difícil concentrarse contigo aquí-
Silencio.
No, esperen, no había querido decir eso.
Aún con la cara cubierta por su cabello al estar recargado en la mesa las orejas rojas de Miguel lo delataban.
-¡No es lo que crees!- intento aclarar el chico sabiendo que ya era demasiado tarde para arreglar lo que había dicho.
Honey se sonrojó igualmente por la situación y a Leo le estaba dando un tic en el ojo.
-Está grabado en mi memoria.-
-¡No! ¡Borralo!- le exigió el muchacho de tez clara, como si estuviera viendo al otro realizar toda la operación en una computadora
-Transfiriendo documento a la carpeta "para la eternidad"-
-¡No!-
-Transferencia terminada.
El archivo esta guardado de por vida en su memoria.-
Silencio.
-aaaAAAAyy-
¡Fuck!
El blanquito casi se cae del susto.
-¿Qué demonios Miguel?-
-¡Le gusto a mi crush!-
-¡Ya te dije que fue un error!-
El mexicano mostró una sonrisa coqueta y de triunfo. Sip, le gustaba a su crush.
-¿Cuándo dije que tu eras mi crush?-
Antes de que Hiro lograra replicar Baymax ya estaba detrás suyo.
-Hola, soy Baymax, tu asistente médico personal.-
Esta vez fue turno de Miguel para casi desmayarse del susto.
-Escuché un "auch"-
-¡¿EL MALVAVISCO DE LOS CAZA FANTASMAS ES TU PROPUESTA PARA EL CONCURSO?!-
Dijo Leo emocionado, obteniendo como respuesta un Hiro confundido que procedió a ignorar la pregunta.
-Baymax, estamos bien muchas gracias, vuelve s tu estación.-
-Hiro tus mejillas tiene un tono inusualmente rojo, realizaré un escáner-
-¡No!-
-Escáner terminado.
Tu respiración y el ritmo de latidos por minutos de tu corazón está acelerado. Tus pupilas se encuentran ligeramente dilatadas y estás soltando adrenalina, es por esto que las venas se dilatan y permiten que pase más sangre de lo común a tu rostro.
Diagnóstico final: Recibiste un estímulo que te provocó lo que se denomina "sonrojo".
Ya ésta, Hiro se iba a morir aquí y ahora.
Al notar que Hiro estaba demasiado bugeado para contestar Honey Lemmon decidió salvar a su amigo por esta ocasión diciendole al robot. "Estoy satisfecha con mi cuidado".
Ya hablarían sobre eso después.
-¡Suficiente por hoy! ¡Honey y yo necesitamos trabajar!, muchas gracias por su visita, no vuelvan nunca, esperamos sus declaraciones de guerra por la mañana- cerró la puerta fuertemente dejando al par de mexicanos afuera sin que hubieran podido poner resistencia alguna.
-....-
-....-
-¿El chino es complicado verdad?- sonrió Leo.
-Así me gusta- contestó Miguel con la misma sonrisa boba en los labios.-Así que los mayores son complicados...-
-¿Cuántos años tiene?-
-19-
-¡Ya es legal!-
-¡Pero yo no!, estúpido- le dio un golpe en el hombro a su compañero.
-¡Es cierto! El bebé de 17 años- le apretó los cachetes haciéndole recordar a Miguel los saludos de mamá Elena.
-¡Ay! ¡Pero si tu no eres mucho mayor!-
-Pero tengo 18. Ya puedo robarte al novio-
-Oye no amigo, buscate el tuyo-
Ambos rieron a carcajadas retomando su camino hacia la salida del edificio. Todo estaba tranquilo hasta que miguel decidió empujar a Leo alejándose del mismo mientras gritaba "Eres".
El de rasgos indígenas sabía que aquel no era el lugar, ni el momento; que ya no eran niños de 10 años para jugar eso; que los podían correr del recinto por revoltosos. Había 1000 razones para no seguirle el juego a Miguel.
Pero "Chingue su madre".
-Eres-
-Oye no se vale "chicle pegado"-
-¡Tu no me diste tiempo de correr!- Gritó Leo alejándose rápidamente de su amigo.
Así estuvieron corriendo por los pasillos, evitando chocar contra alumnos y profesores hasta que en una de las ocasiones en las que a Leo le tocaba atrapar Miguel decidió esconderse en uno de los salones, curiosamente cerca del laboratorio de Hiro, sin notar que en aquel oscuro lugar se leía en la entrada un letrero que decía "Solo personal autorizado".
El mexicano no quiso prender la luz para no ser descubierto al ser el único salón en ese pasillo, además del de Hiro, pero se acercó curioso a lo que ahí se encontraba.
Sus conocimientos en ciencia no eran suficientes para saber que era aquello verde que brillaba, y su impulisividad era demasiada para detenerse a pensar si era peligroso.
-¡Te encontré!-
Abrió de un portazo Leo borrando su sonrisa de triunfo al notar aquello verde que resplandecía, que a diferencia de Miguel encendía alarmas en el cerebro del chico.
-No deberíamos estar aquí...-
Dijo Leo posicionándose a lado de Miguel.
Había planos sobre la mesa cubiertos por un papel que decía "Limpieza el 13 de septiembre" estaban a 7.
-Salgamos de aquí...-
El chico no lo escuchó y se acercó aún más al artefacto.
Había envases de vidrio con pequeños orificios.
¿Que no Hiro había mencionado algo de unas ranas radioactivas?...
-¡MIGUEL!-
Demasiado rápido para que el músico reaccionara, lo suficiente para que Leo lo hiciera.
Una rana, inusualmente luminosa, había tirado el cristal fosforescente haciendo que se partiera en pedazos, salpicando un líquido en su interior que le cayó en mayor cantidad a Leo que se puso entre Miguel y la cosa para protegerlo.
Todo se volvió oscuro.
Se escuchó el golpe en el salón de a lado, donde Hiro se encontraba. Honey y el se miraron y corrieron al salón adyacente.
Ambos chicos estaban inconscientes en el piso.
Había 1000 razones para no seguirle el juego a Miguel...
¤Pero tu querías volver a llamar su atención, ¿No es así Leo?~¤
¡
¿?!
Esa voz en su mente no era suya...
-¡Honey! ¡Trae a Baymax!- la chica sin perder la calma y sin pensárselo mucho corrió por el robot.
-Van a estar bien...-
++++++++++++++++++++++++++++++++
Ah verdad?, creyeron que las ranas radioactivas de Honey eran broma? Pues no.
True story
Dos capítulos y ya se nos murieron los mexicanos xd, okay no, pero casi (?)
Ahora si esto ya se tornó interesante 7u7.
¿Los chicos vivirán?
¿Leo ya enloqueció?
¿Quién es la voz en la cabeza del poblano?
¿Estás leyendo esto con voz de presentador?
Jajajajaja
Ya me dejo de mis chistes malos y sigo con las notas normales.
Bueno, ahora puse un par de palabritas y expresiones que son quizá demasiado "locales" para que todos las entendiendan así que voy aclarar eso aquí.
Eres: Es sinónimo de "atrapas" :v
Chicle pegado: Se dice cuando no dejas tiempo para correr y con la misma mano con la que te tocaron para que atraparas devuelves el "eres" (?)...
Ni yo me entendí xd, es difícil de explicar, ni yo conocía la expresión como hasta los 10 años que jugaba con mi mamá y me dijo "no se vale chicle pegado" y yo así así como .-.
Otra cosa.
No estoy muy segura de que los colombianos conozcan la canción de Adelita pero una vez unos amigos de ese país me sorprendieron cantando el aventurero así que todo se puede (?)
De cualquier forma les dejo la canción por si quieren escucharla.
Bueno, sin más por agregar aquí me despido :3.
Celaena fuera.