-¿cómo?- pregunto confundido por tercera vez wybie- no entiendo
Coraline lo miraba con una expresión de fastidio, ya se lo había intentado explicar cómo tres veces en la hora que llevaban, su amigo estaba bastante confundido, ella le había explicado la teoría que tenía con pelos y señales pero el chico moreno parecía no querer entenderla
-Elizabeth te eligió por ser el nieto de la dueña del palacio rosa-dijo Coraline suspirando cansada y tomando toda la paciencia que tenía para no ahorcara su amigo- pero ella no se esperaba que tu jamás pisaras el palacio rosa, debido a eso decidió buscar a otra persona y fue cuando se topó conmigo, mis padres vivían aquí cerca cuando estaban recién casados, tal vez fue coincidencia o el destino
El gato asentía de vez en cuando como diciendo que estaba totalmente de acuerdo con la chica de cabellos azules, wybie solo se limitaba a mirar a su amiga, parecía perdido en sus pensamientos, estaba mirando a Coraline y el gato, la puerta de la habitación quedaba justo frente a él, la cual estaba abierta de par en par, había visto pasar a la madre de Coraline hace 20 minutos, seguía mirando la puerta ignorando lo que su amiga decía...hasta que la vio
Una mano de tonos grisáceos con las uñas pintadas de un color rojo sangre, estaba justo en el marco de la puerta, como si estuviera esperando que la vieran, la mano al notarlo salió corriendo a toda prisa, inmediatamente se levantó haciendo que la peli azul y el gato voltearan a la puerta, wybie salió corriendo siendo seguido por una muy confundida Coraline y un gato bastante preocupada, peor en algún punto había perdido por completo la mano de vita, en la primera planta miro hacia todos lados y logro distinguir una tenue sombra que se adentraba en la sala, rápidamente inicio su caminata hacia dicho lugar...miro en todas direcciones y ya no había rastro de la mano, pero había algo muy extraño, sus ojos se abrieron tanto que lograban confundirse con los de un búho, llevo su mano hacia su oca intentando detener el grito que amenazaba con salir
-abierta-murmuro wybie asustado- está abierta
Unos segundos después Coraline llego, junto con un muy agitado gato detrás de ella, la chica miro al su amigo y al ver la enorme expresión de horror, miro en la dirección donde lo hacia su amigo y justo entonces fue cuando la vio...la pequeña puerta oculta detrás del tapiz de la pared estaba abierta de par en par, se lograban ver las telarañas y la tierra, incluso podía ver los bultos de juguetes que habían envejecido con el paso de los tiempos
-que es todo ese escándalo- se escuchó decir a la mama de la peli azul-¿Qué demonios?
La mujer había entrado en la sala, la molestia salía de los poros de la mujer, pero al intentar regañarlos su vista se fijó en la puerta de tamaño pequeño y se sorprendió al verla abierta, y sobre todo al ver que había un túnel, cuando anterior mente había una pared de ladrillos...la mujer miro con asombro a su hija, Coraline miro a su madre y rápidamente a la puerta
-¿la vez?- pregunto incrédula Coraline-¿Cómo es que la ve?
Esa última pregunta iba dirigida al gato, el cual la miraba igual de confundido que ella, el gato movía los ojos de un lado al otro buscando respuestas, pero por más que lo intentaba no encontraba una explicación lógica, wybie llamo la atención de todos debido a un pequeño grito que salió de sus labios
-¿la llave?- pregunto wybie desesperado- ¿Dónde está la llave Coraline?
-en mi cuello- dijo la niña de cabellos azules y pecas en el rostro, mostrando desconcierto
Coraline llevo las manos a su cuello buscando la llave que había colgado, pero no estaba, busco y busco, sus manos pasaban por su cuello y por todas las bolsas que contenía su atuendo, palmeando incansablemente, mas no encontraba nada, hizo memoria pero no encontraba un recuerdo en el que ella se quitara la llave...¿la había perdido?
Todos miraban a Coraline expectantes, la tención estaba en el aire, wybie comenzó a hiperventilar moviendo las manos de arriba abajo para darse un poco de aire el gato de ojos azules la miraba con miedo, Coraline intentaba recordar donde la pudo haber perdido pero por mas intentos que hacia esta no encontraba nada útil, seguía buscando en sus bolsillos, y cuando estuvo dispuesta a correr a su habitación su madre hablo
-¿hablas de esta?- dijo la madre de Coraline mostrando una llave de color negra que en un extremo tenía la forma de un botón
-si- dijeron wybie y Coraline al mismo tiempo
-¿Cómo es que usted la tiene?- pregunto wybie
-anoche se la quite a Coraline, entre a la habitación porque me pareció a ver visto a alguien entrar, peor no había nadie, Coraline parecía estarse ahogando con el cordón así que se la quite y la guarde, no pensé que fuera tan importante- contesto la mujer, dándole la llave a Coraline-¿Qué hay detrás de esa puerta?
-No le creería si se lo contara- dijo una voz bastante conocida detrás de la mujer
Todos los presentes se giraron y miraron rumbo al pasillo, se encontraba una niña pequeña que sonreía de manera macabra, la apariencia dulce y agradable que tenía al conocerla se había ido, una apariencia más esquelética se mostraba en ella ahora, sus ojos grises ahora parecían hundidos, como si de un momento a otro s ele fuerana caer, su piel pálida se veía grisácea, muy extraña
-¿qué haces aquí?- pregunto Coraline colocándose frente a su madre haciendo que esta retrocediera-¿Por qué la puerta está abierta?
La chica sonrió de manera forzada, su mirada se clavó en la puerta y sus ojos se abrieron...Coraline lo noto al igual que todos, había algo más raro que su apariencia, se veía triste y cansada, el muñeco que sostenía se veía destrozado, Elizabeth se acercó solo dos pasos hacia Coraline y le tendió la mano, lentamente la abrió mostrándole un pequeño collar con un talismán de color azul oscuro con la forma de un triángulo, Coraline lo tomo y miro el agujero se encontraba en el medio del talismán, ella recordaba haber tenido un objeto parecido antes...se lo había entregado las señoritas spink y forcible, el instrumento con el que pudo encontrar los ojos de los niños
-mamá está enojada, está furiosa, pero sin esto no podrás presentar una batalla digna Coraline- dijo la chica con voz cansada- encuentra a nuestra madre...a nuestra verdadera mamá... ¿sabes?, ya no recuerdo a mi verdadera mami
Esto último lo dijo mirando hacia el gato, el cual la miraba con un deje de tristeza en los ojos, la madre de Coraline seguía sin saber que pasaba pero decidió mantenerse en silencio, podía sentir el dolor en la voz de la niña de apariencia macabra, la mujer bajo la mirada y vio que la sombra de la niña no concordaba con la dueña, una sombra extraña, parecía mucho más alta y esquelética que la dueña de dicha sombra
Un viento frio se apodero de la sala, un viento frio que salía de la puerta pequeña, todos dirigieron su vista hacia ese lugar...''ya viene'' se escuchó decir a Elizabeth, se distinguía el miedo que la niña sentía, su cuerpo temblaba al igual que su voz, la mirada llena de horror la hacía ponerse peor, las lágrimas inundaron los ojos de Elizabeth, el viento frio se hacía cada vez más fuerte e insoportable...el crujir de la madera retumbo por toda la sala, la vista de Coraline y de los presentes se centró en la puerta de donde provenía el sonido. Algo se arrastraba dentro de ese túnel y cada vez se hacía más fuerte...una mano de tez grisácea salió agarrándose del pequeño marco de la puerta, la cabellera de la otra madre comenzó a notarse, ambas manos salieron del pequeño túnel
-no- murmuro Elizabeth corriendo hacia la entrada- mamá no lo hagas
Los presentes se asustaron, al ver como la otra madre comenzaba a salir de ese túnel viejo y lleno de polvo, la mirada sonriente de la mujer de cabellos negros les helaba la sangre ya no se veía igual a la madre d Coraline esta vez su apariencia era diferente, su cabello largo y ondulado...pero el miedo pudo más todos corrieron junto a Elizabeth, pero las puertas se encontraban cerradas, incluso las ventana... no había salida
la risa de la otra madre retumbo por toda la casa, el viento helado se hacía dada vez más fuerte, incluso el respirar se les dificultaba, Coraline subió corriendo las escaleras sujetando a su madre y a wybie, los cuales la siguieron inmediatamente, mientras subían podían sentir la respiración de la mujer en la nuca, sentían que en cualquier momento caerían y serian arrasados por ese ser malévolo...corrieron hasta el cuarto de Coraline y se encerraron y colocaron los muebles frente a la puerta
-¿Por qué salió?- pregunto aterrado wybie-¿tu abriste la puerta?
-no...yo no ser porque salió- dijo Elizabeth abrazando sus rodillas, hundiendo su cabeza en sus piernas- mamá ya no la pudo detener,
-la mano- dijo wybie- de seguro el tomo cuando se descuida la madre de Coraline, abrió la puerta y luego la regreso
-¿pero porque la regreso?- pregunto Coraline confundida algo no cuadraba
-el desconcierto y el miedo le parecen divertidos- dijo Elizabeth levantando la cabeza- de seguro fue un plan de ella para que la confusión nos nublara la mente
-¿qué está pasando?- pregunto la madre de Coraline a su hija, la cual abrazaba con fuerza
Coraline le conto lo ocurrido con anterioridad, lo hizo lo más breve posible ganándose una mirada de sorpresa por parte de su madre, pero esta solo la abrazo con más fuerza intentando reconfortar a su hija, jalo levemente a wybie para darle algo de seguridad, y aunque no conociera bien al chico sabía que el pequeño debía sentir mucho miedo
-yo los protegeré- dijo la mujer abrazando con fuerza a los dos chicos- y en cuanto a ustedes, el gato y la niña los protegeré de la misma forma que a mi hija, vengan
La mujer de cabellos negros extendió una mano, Elizabeth y el gato miraron a la mujer, confundidos... un rápido recuerdo cruzo su mente, recordaban a su madre, la recordaban en su último momento de vida diciéndoles que ella los protegería sin importar que, lo cual hizo, las lágrimas salieron sin poder contenerse, corrieron a los brazos de la mujer y se dejaron abrazar
Se escuchaba el crujir del piso, las uñas que rasgaban las paredes, se sentía la respiración de la otra madre, la risa resonaba en sus oídos, la perilla de la puerta comenzó a moverse, Coraline la había cerrado con seguro pero ella estaba segura que no duraría demasiado, el aire en la habitación comenzaba a helarse a tal grado que los cristales se comenzaron a empañar...ya no había tiempo
-la llave- murmuro Elizabeth mirando en dirección al gato
El levemente asintió con la cabeza, la chica de cabellos negros y complexión delgada se levantó bruscamente y se separó de los brazos de la madre de Coraline y camino sigilosamente a la puerta, haciendo el menor ruido posible, se lograba escuchar la risa macabra de la que antes fue su madre detrás de la puerta, Coraline estuvo a punto de reprocharle pero las patas del gato la hicieron callarse
-la llave- dijo el gato sorprendiendo a todos
-¿el gato hablo?- dijo la madre de Coraline con horror en su expresión- el gato hablo
-si- dijo Coraline tendiéndole la llave al gato- ya te lo había contado, se llama Alexander
El gato ignoro la plática por completo, con pasos cautelosos se acercó con la llave entregándosela a su hermana, Elizabeth tomo la llave con manos temblorosas, lentamente la introdujo en la cerradura y la giro, in ''clic'' se escuchó y después un espeluznante silencio, Elizabeth le dio la llave al gato nuevamente el cual corrió a toda velocidad hacia Coraline entregándole la llave nuevamente
Elizabeth abrió la puerta y para sorpresa de todos exceptuándola a ella y al gato estaban en la otra dimensión... ¿Cómo lo sabían?, el hombre frente a la puerta era el padre de Coraline pero los ojos de botón lo hacían diferente del real, el hombre los miraba extrañado, Elizabeth levanto su mano y de un solo tajo destrozo al hombre, haciendo que todos a miraran sorprendidos
-no era necesario- dijo Coraline mirando el cuerpo del que supuestamente era la copia de su padre-él era bueno
Elizabeth giro su cabeza y miro a Coraline, dándole una negativa con la mirada, la peli azul miro al gato y este solo veía el cuerpo del hombre que poco a poco iba deshaciéndose, y de sus heridas brotaba aserrín igual que con el otro wybie
-te equivocas, él era el más fiel seguidor, era un poco torpe pero no era bueno, créelo Coraline, si te ayudo una vez solo fue por haberse redimido un poco, la otra mare lo mato volvió a crear el otro ya no está, el gusano que conociste fue asesinado...en el único que si pudimos haber confiado era en el otro wybie...pero ya no mas
Coraline miraba el cuerpo ya desfigurado del hombre, la madre de Coraline, veía con horro todo a su alrededor, su hija siempre había dicho la verdad y ella nunca le había creído, estaba bastante equivocada, miro con suplica en sus ojos a su hija pero Elizabeth las interrumpió
-la otra madre no puede salir de la casa Coraline, tienes que volver y cerrar la puerta de la cocina y la entrada, así ella quedara atrapada, la llave creara una protección que la mantendrá cautiva...pero tienes que ser rápida Coraline
Coraline corrió en dirección al agujero por el que había entrado una vez, no quería volver a toparse con la otra madre, no en estos momento, se adentró al túnel que conectaba el otra mundo con el suyo y al estar dentro del pozo espero la ráfaga de aire que la elevara...pero no paso.
-no...ser...virá- dijo un murmullo procedente del pozo- te...miente
Coraline miro a todos lados pero no lograba ver a nadie, supo que debía ser la madre de Elizabeth, movía los brazos de un lado a otro intentando tocarla, pero no había nadie, era solo el viento
-¿qué hago entonces?- pregunto confundida Coraline, las lágrimas amenazaban con salir
-te ayudare- dijo la voz
Una fuerte ráfaga de aire golpeo a Coraline haciendo que esta saliera volando en dirección hacia el palacio rosa, Coraline se levantó rápidamente, el airé la mando de regreso, no la dejo salir a su mundo
-te ayudare- escuchaba las palabras en su oído como un murmullo del viento
Asintió con la cabeza, y camino a paso rápido hacia el palacio rosa, decidida a entrar, pero una ráfaga de viento la detuvo y la hizo girar, en las escaleras de la caza, la tierra comenzó a levantarse, el polvo dejo ver levemente la figura de una mujer de apariencia amable pero cansada, la cual le señalaba las escaleras que daban a la casa del sr. B
-ve- dijo la mujer desapareciendo nuevamente
Coraline se puso en marcha, hacia donde la mujer le indicaba, algo le decía que tenía que confiar completamente en ella, a solo dos pasos se encontraba la puerta del departamento, donde había tenido un encuentro anteriormente con unas muy grandes ratas, acero su mano a la perilla y la giro, el sonido de la puerta abriéndose llego a sus oído, la habitación oscura estaba frente a ella...con pasos decididos se adentró al gran cuarto oscuro, escuchando como la puerta se cerraba detrás de ella