Bajamos del auto. Dany se había quedado dormida, y ahora sólo quedábamos Zabdiel y yo. Le había dado la dirección de la pequeña playa de la familia de Chris. A la cual me había llevado unos días atrás. Era mi única opción, tenía la esperanza de que estuviera ahí.
– Está cerrado – Murmuré, mientras veía el candado.
– ¿Puedes brincarte? – Me preguntó Zabdiel. Asentí.
– Dame tu mano – Le murmuré, el se puso de rodillas, y yo me apoyé en una de sus piernas, me agarré del portón y pasé una pierna, me agarré bien y pase la otra – ¿Y ahora? – Dije debatiéndome entre si saltar o no.
– Pues brinca cariño – Me dijo riendo, lo miré sarcástica y brinqué. Solté un pequeño gemido cuando caí, mientras me limpiaba la arena del trasero.
– Estoy bien – Le dije a Zabdiel, él levantó el pulgar sonriente. Comencé a caminar, rápido y sin hacer ruido.
Las luces de la cabaña estaban encendidas y la puerta estaba abierta. Y lancé un suspiro al ver un cuerpo, tirado en la arena. Corrí hasta donde estaba aquel cuerpo, y me di cuenta de que era Christopher. Cuando estuve a dos pasos de él, me percaté de que estaba dormido, y me reí.
– ¡Chris! ¡Christopher despierta! – Le dije mientras lo movía, abrió los ojos y se levantó de golpe. Me miró confundido y luego suspiró.
– ¿______? ¿Qué haces aquí?
– Yo, bueno... Es una larga historia...
– ¿Que hora es? – Me preguntó.
– Las seis – Dije suspirando, luego lo vi y las ganas de llorar se apoderaron de mi. Sin decir nada, lo atraje hacia mi y lo abracé – Oh, Christopher, estas bien... Me has asustado, mierda – Una lágrima recorrió mi mejilla y cayó en su hombro – No se que haría si un día yo te perdiera. Te amo más que a mi vida – Esas palabras solo salieron por si solas, sorprendiéndome.
Christopher por fin me abrazó y besó mi frente, me atrajo hacia él, subiéndome a sus piernas.
– También Te amo, _____. Eres toda mi vida, ahora – Lo besé, un beso tierno y rápido. Había tenido miedo, de no volverlo a ver nunca. Lo amaba, lo amaba tanto.
– Espera – Le dije, separándome de él. Caminé hasta donde estaba Zabdiel – ¡El esta bien! – Le grité, él sonrió – Llévate a Dany, vayan a dormir, me quedaré con Chris – Él asintió y volvió al auto, para después encenderlo e irse. Regresé a donde estaba Christopher.
– Listo – Dije mientras me sentaba junto a él sobre la arena, me pegó a él y nos acostamos sobre esta. Entrelazamos nuestras manos, y él comenzó a jugar con mis dedos – Me has dado un susto horrible – Dije, mientras me acomodaba bien entre sus brazos.
– No fue mi culpa cariño – Suspiró – Te vi con ese cabrón en el restaurante.
– Mmm – Sonreí – Ese "Cabrón" es el hijo de los nuevos socios de mis padres – Le aclaré – Y es muy lindo, es divertido y muy apuesto.
– ¿Te gustó? – Preguntó serio, amaba tanto sus celos.
– No, no me ha gustado – Suspiré – Es my apuesto, pero no es mi tipo.
– ¿Quien es tu tipo, entonces? – Preguntó, lo miré mordiendo mi labio inferior.
– Tú – Susurré y lo besé, este llevó sus manos a mi cintura, me subí a él, dejando mis piernas a los costados de su cintura. Sus manos fueron a mi trasero, y justo cuando empezaba a pasar algo más, me detuvo.
–¿Que pasa? – Pregunté.
– Preciosa, no más Sexo Secreto ¿Entiendes?
– ¿Como que no más Sexo Secreto? Pregunté incrédula. ¿Quería terminar con esto, ya?.
– Si – Murmuró – No quiero Sexo Secreto contigo, no quiero sexo. Quiero hacerte el amor, siempre, demostrarte lo mucho que Te amo – Lo miré enternecida, pero confundida.
– ¿Eso significa que...?
– ¿Quieres ser mi novia? – Eso fue una bomba, para mi. Dios, mi corazón se aceleró. "No cometas el mismo error de hace tiempo ______".
– Si – Le dije sonriendo, las lágrimas ya estaban saliendo de mis ojos – No más Sexo Secreto mi amor – Suspiré – Si quiero ser tu novia – Él sonrió. Una sonrisa matadora y hermosa. De esas que te roban el aliento, y capturó mis labios, en un beso tierno y sincero. El mejor de todos. Se separó de mi y sonrió de nuevo.
– Entonces mi amor, no más Sexo Secreto.
FIN