Secret Sex - Christopher Vélez y Tú

Capítulo 16

_____'S POV

Mis ojos se abrieron a tope al sentir sus cálidos labios contra los míos. Sentí una inmensa felicidad al ver que me había besado. ¡El me había besado! "Y claro _____ de tonta que se deja". Comencé a moverme desesperada por que me soltara. Pero sus brazos me tenían atrapada. El beso fue brusco, pero a la vez sentía que al igual que yo estaba desesperado por besarme.

– No sabes cuanto te he extrañado – Murmuró en mis labios, y volvió a besarme. Esta vez no hice nada. Me dejé llevar por aquel beso, que poco a poco se volvía tierno y dulce. Me separé de el para tomar aire. Y aproveché para mirarlo. Dios, como amaba sus ojos.

– _____ necesitamos hablar – Dijo y eso me sorprendió ¿Quería hablar?.

– ¿De que? ¿De como me trataste el Lunes pasado? - Dije cínica.

– _____ , yo.. – Llevó sus manos a su hermoso cabello y lo despeinó – Vámonos.

– ¿Que? ¡No!

– ¡Anda _____! – Su mano izquierda tomó la mía y me percaté de que ya no tenía la venda en su mano derecha. La tomé y la observé por varios segundos.

– ¿Ya no te duele? – Pregunté.

– No, ya no – Medio sonreí y después regresé mi mirada a sus ojos – _____, vámonos. Tenemos que hablar.

– Christopher no puedo...

– ¿Porqués? ¿Tienes miedo?

– ¡No! Es solo que ya he faltado una semana, no quiero volver a hacerlo.

– Sólo hoy, te lo prometo – Lo miré varios segundos, él sonrió haciendo un pequeño puchero, haciéndome sonreír.

– Sólo hoy – Le dije suspirando. "Maldito sea Christopher, por ser tan perfecto".

Christopher sonrió victorioso, me atrajo hacía el de manera que pude respirar todo su aroma varonil. Me llevó hasta su auto, me abrió la puerta del copiloto, me ayudó a sentarme bien, cerró la puerta y luego rodeó el auto para subirse y comenzó a conducir.

En el camino, Christopher volteaba a verme, podía sentir su mirada sobre mi. Mas sin embargo no me digne a verlo a los ojos. Sólo miraba por la ventana. En realidad estaba dolida por todo lo que había pasado, pero la esperanza de que todo se arreglara aún estaba en mi corazón.

Después de un largo y silencioso camino, Christopher se estacionó en una playa al parecer privada, ya que estaba un gran portón con candado. Bajó del auto y rodeó para abrirme. Me ofreció su mano la cual tomé.

– ¿Que es aquí? – Pregunté curiosa.

– Ya lo veras – Cerró la puerta del auto y activó la alarma.

Unos de sus brazos se posó sobre mi cintura, mientras me dirigía a la entrada del gran portón. Sacó unas llaves y abrió el candado. Al abrir el portón, este rechino, haciendo que tapara mis oídos. Entramos y Christopher volvió a poner el candado cerrándolo. Miró a los lados y luego sin decir nada me abrazó por atrás. Respiró el aroma de mi cabello y luego comenzamos a caminar.

– Te he extrañado tanto estos días – Murmuró cerca de mi cuello mientras me daba un leve beso.

– ¿En serio?

– Si – Me dijo sonriendo, caminamos unos pasos y me di cuenta de que había una cabaña algo grande, luego miré al frente y me di cuenta de que era un mar no tan grande, miré mis pies y me encontré con la arena. – ¿Te gusta? – Preguntó y lo miré sonriente.

– ¡Me encanta ! – Dije sin dejar de sonreír, quite mis tacones y los aventé cerca de la cabaña. Comencé a jugar con la arena, dejando que esta tocara mis pies descalzos – Mi pedicura se arruina, pero eso no importa – Dije y el río. El cielo comenzó a nublarse, y el Sol poco a poco fue desapareciendo.

– Ven, vamos a hablar – Dijo, me tendió su mano, la tomé y lo seguí. Nos sentamos en la arena, justamente frente al amr. Christopher se quitó su tenis y suspiró.

Me miró unos segundos y quitó uno de mis mechones que el aire había puesto en mi cara. Lo llevó atrás de mi oreja y sonrió – Eres tan hermosa _____ – Le sonreí – No tengo un discurso o algo así, Dios, _____ perdóname por como te traté el Lunes. Yo no quería hacerlo, pero me sentía tan dolido que no pensé en lo que dije.

– ¿Dolido?

– Si _____ heriste mi orgullo. No, rompiste mi corazón. Yo te declaré mi amor y tu lo que hiciste fue huir.

– Lo lamento – Agaché mi cabeza – Yo no sabia lo que sentía por ti en esos momentos.

– ¿Ahora lo sabes?

– Si – Volví a mirarlo a los ojos – Ahora lo sé.

– ¿Me lo dirás? – Asentí sin dejar de mirarlo – Bien, te escucho.

– Siento que... – Mire sus ojos – Que cada que veo esos ojos cafés y penetrantes, siento que me pierdo, que cada que esos labios hacen contacto con cualquier parte de mi piel, muero en vida, que cada que toco ese cuerpo, Dios, creo que... me vuelvo loca. En realidad, que cada vez que te veo, mi corazón late a 1000 x hora y mi estomago se revuelve. Siento que yo – Suspiré – Estoy enamorada de ti.

Christopher sonrió.

– Dios _____. Te Amo – Dicho esto, se acercó a mi y me besó.

– También Te Amo Christopher – Dije separándome de él, la felicidad invadió cada parte de mi ser, una gran sonrisa apareció en mi rostro, y en mi corazón. ¿Cosa mas feliz que esta? ¡Ninguna! Nos habíamos declarado nuestro amor, y podía ver en sus ojos que era real. – Tenemos que celebrar esto – Dije y el frunció el ceño. Me levanté y comencé a quitar cada prenda de mi cuerpo.