Secret Sex - Christopher Vélez y Tú

Capítulo 4

– ¡Dios! Por poco y no reconozco a mi mejor amiga – Habló Dany, cuando ya estuve dentro del auto. Sonreí y la abracé.

– Tonta, te he extrañado tanto. Me hacían falta tus palabras.

– Pero ya estoy aquí cariño – Aceptó mi abrazo y luego nos separamos. Ella me miró sonriente. – Me he enterado de tu discusión con Vélez hoy, ¿Que paso? – Dijo mientras arrancaba el auto, suspire.

– Pues ha vuelto a decir una mentira. De esas que suele decir sobre mi. Entonces fui a buscarlo, le grite y termino por hacerme esto – Le enseñe las marcas y Dany abrió los ojos como plato.

– ¡Dios Mío! ¿Te dejaste?

— ¡No! ¡Pero no pude zafarme de su agarre!

– Ya veo – Dijo no muy convencida y dando vuelta en una calle.

– ¿No me crees?

– ¡Claro que te creo cariño!

– ¿Entonces? Por que ese tono

– No, es solo que...ya lo veía venir – Sonrió y la miré.

– ¿Que? – Pregunté confundida y Dany río.

– Tu estabas cegada por tu odio y repugnancia, que no veías las cosas, Christopher ha estado babeando por ti, desde hace rato. Incluso las porristas dijeron, Christopher dijo, que hacerte enojar lo excitaba – Me sonrojé – ¿Ahora lo entiendes?.

– ¡Si! – Suspiré – Hoy pasaron tantas cosas Dany. Christopher se ha tomado demasiada libertad conmigo – Dany levanto las cejas picarona.

– ¡Uy! Esta noche será buena para ti ____ – Giró en una calle y se estaciono frente a el nuevo local. Cuando el auto estuvo apagado, estuve a punto de salir pero Dany me detuvo – Es un pequeño regalito, ya sabes, de mejores amigas – Mire el pequeño sobresito que había metido en mis pechos y reí ¡Un Condon! Dany no cambia.

– Pues te agradezco, pero no creo que pases desapercibida.

– Apostemos.

– ¿Qué?

– ¡Si! Si te llevas a la cama a Christopher Vélez, yo...

– ¡Te llevas a la cama a Zabdiel de Jesus!

– ¿Que? ¡No! Lo aborrezco.

– Y yo a Christopher – Levante los hombros – ¿Trató? – Le tendí mi mano y Dany la miro por unos segundos. Después sonrío.

– Trato – Dijo Dany.

Bajamos del auto tomadas de la mano y entramos entre la multitud. Apenas eran las nueve y las parejas ya estaban besándose y tocándose. Reí para mis adentros. "Desesperados". Pensé. La nueva disco-bar era demasiada grande y aún así estaba hasta el tope de jóvenes. Había sillones a los costados, una barra de bebidas inmensa, una bola de disco arriba y solo con esa luz se veía la pista. – ¡Vamos a bailar! – Gritó Dany cerca de mi oído. No dije nada, solo tome su muñeca y caminamos entre la multitud hasta hacernos un lugar en la pista. La música Pop junto con algo de Reggaeton retumbaba en mis oídos. Así de fácil. Me deje llevar por el ritmo.

Disfrutaba tanto del baile. Mis movimientos no eran exagerados, eran lentos y muy placenteros. Y aún lo mejor, era sentir la mirada de los chicos, sobre mi cuerpo. Algo único y excitante. Dany se acerco a mi y pegamos nuestros cuerpos. Algo que siempre hacíamos y a los chicos les encantaba. Justo en ese movimiento, sentí una mirada. Una mas pesada a las otras. La podía sentir sobre mi, sobre mi cuerpo. Entreabrí los ojos y lo vi.

Afuera de la pista, con una mano en su bolsillo y en la otra sostenía una cerveza. Miraba detenidamente mis movimientos. Mordiendo su labio inferior, y con su mirada penetrante. Como si me estuviese desnudando con la mirada. Eché mi cabello hacia atrás y volví a mirarlo, pero ya no lo vi. Suspiré aliviada y Dany me dijo algo que no alcancé a escuchar. Sólo la vi alejarse a la barra de bebidas. Continúe bailando sin mucha importancia. Esta vez cerré los ojos dejándome llevar.

La música entro en mi y por un momento me olvide de todo. Sentí ser la única. Aunque hubiese más de 100 personas en la misma pista. No obstante, unos brazos se posaron en mi cintura, pegándome al cuerpo del dueño. Me estremecí al contacto y miré sobre mi hombro. Sonreí y me giré sin palabra alguna. Esta vez no caería, no esta vez.