______'s POV
La familia con la que mis padres iban a negociar, era muy amable y divertida. Tenían un hijo de 20 años. Richard Camacho, era muy apuesto y divertido. ¿Para que negarlo? Pero a pesar de sonreír con cada chiste de decía, me sentía mal por dentro. No me gustaba pelear con Christopher, no con él.
La cena había terminado, y nos despedimos de la familia Camacho. Richard me dio su número de celular y yo le di el mío. Habíamos llegado a casa, y realmente estaba cansada.
Me quité los tacones dejándolos en el baño, luego me recogí el cabello en una coleta alta y me puse una pijama negra. Levanté las cobijas y me acurruqué en ellas, cayendo en un sueño profundo.
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– ¡_____! ¡Despierta! – Escuché como me susurraban, negué con la cabeza sin abrir los ojos. Escuché murmullos, luego comenzaron a mover la cama.
– ¡Mierda! – Grité destapándome la cara, abrí los ojos y miré incrédula.
– ¿Zabdiel? ¿Dany? ¿Que hacen en mi habitación? – Sus rostros se miraban preocupados.
– Entramos por la ventana, pero eso no es lo importante – Dijo Dany acercándose a mi.
– ¿Entonces? – Pregunté confundida.
– Christopher – Mi corazón comenzó a latir rápidamente.
– No, no sabemos donde esta – Dijo Dany preocupada.
– ¿Como que no saben donde estás? – Dije levantándome rápidamente, caminé hasta mi armario, saqué lo primero que encontré y me vestí.
– ¿Que no se supone, que estaría con ustedes en Hot? – Pregunté mientras entraba al baño.
– Si, pero supimos de su pelea, entonces fuimos al restaurante donde estaban tus padres y tú, a buscarte – Dany hablaba rápido mientras tartamudeaba – Él dijo que tú te estabas divirtiendo con un cabrón, luego me pidió que nos fuéramos y así lo hicimos. Mierda _____, lo hubieras visto, echaba fuego por los ojos. Nos estacionamos en un lugar , y sin decir nada, se bajó y comenzó a correr. Tratamos de alcanzarlo, pero desapareció de nuestra vista. No sabemos donde esta, apagó su celular y pensamos que estaba contigo, pero vemos que no.
– Si, ya lo note. ¿Que hora es? – Pregunté, mientras me cepillaba los dientes.
– Son las 2:00 de la madrugada – Me contestó Zabdiel – No sabemos a donde pudo haber ido. Pero les juro que ha de haber hecho alguna tontería.
– Mierda, mil veces mierda – Dije entre dientes – Rápido, vamos a buscarlo – Les dije, mis manos estaban temblando y mi corazón latía muy rápido. Si le pasara algo a Chris, no me lo perdonaría nunca.
Salimos de mi casa, y nos fuimos en el auto de Zabdiel. Él silencio incómodo se hizo presente. Los tres sabíamos que Christopher, podía hacer cualquier estupidez.
– ¿Alguna idea de donde pueda estar? – Pregunté.
– Quizás, haya ido a Hot – Dijo Zabdiel.
– Bien, vamos a Hot – Le dije, Zabdiel aumentó la velocidad. Estaba nervioso. En realidad todos lo estábamos. En cuestión de minutos, estábamos afuera de Hot, el cual estaba lleno de gente.
– Yo bajo, ustedes quédense aquí – Les dije.
– No, yo voy contigo. _____ ahí hay muchos hombres ebrios, podrían hacerte algo – Me dijo Zabdiel desabrochando su cinturón de seguridad.
– ¡No, mierda, no Zabdiel, quédate aquí – Le grité, pero el no me hizo caso.
– ¡Mierda, _____ te pueden hacer algo! – Me gritó, suspiré y lo miré varios segundos.
– Bien.
Entramos a Hot, y tomé la mano de Zabdiel para no perderlo. Entramos con dificultad. Olía demasiado fuerte a Alcohol mezclado con cigarros y fornicación. Zabdiel me jaló, hacia un lado evitando que chocara con una pareja, fuimos donde estaba el DJ, y Zabdiel le dijo algo, el DJ negó, y Zabdiel me miró, se acercó a mi y me dijo.
– Christopher no ha venido aquí.
– ¿Como lo sabes?
– Joel lo conoce. Dice que no lo ha visto – Suspiré, y de nuevo comenzamos a caminar hacia afuera.
Las horas pasaban, y aun no sabíamos donde estaba Christopher y para colmo había empezado a llover. Buscamos en los parques de la ciudad, cerca de su casa y aún así no lo podíamos encontrar. Me sentía culpable y tonta. ¿Y si le pasara algo? Sería todo por mi culpa.
– Será mejor que nos vayamos a casa – Dijo Zabdiel.
– ¡No! ¡No podemos! – Hablé de golpe.
– ______, son casi las 6:00 de la mañana – Dijo Zabdiel.
– Bien, entonces mojémonos la cara si quiera – Dijo Dany, haciéndome recordar algo.
– ¡Espera! – Dije poniéndome a pensar. "Mojémonos" "Mojar" "Agua" "Mar". Sonreí – ¡Ya se donde esta! – Grité.