Los días pasaron rápido y a la vez muy lento cuando estaba metido en su habitación a veces todo el día, repasando sus libros mientras escuchaba los tomos en su estéreo a volumen moderado y otras en la biblioteca leyendo otros libros de medicina o averiguando un poco del país al que quería irse.
Había decidido concentrarse por completo en su postulación y se sentía más nervioso conforme los días pasaban y se acercaba la fecha de su examen, respondía de vez en cuando a sus amigos y otras solo dejaba que la batería de su celular muriera a propósito. Sus siestas eran prolongadas y muchas veces se levantaba de mal humor por no dormir bien ya que se había quedado pegado en su escritorio con libros de francés y diccionarios multilingües.
—Chanyeol-ah, ¿sabes porque la factura de tu tarjeta subió tanto? — su madre un día le pregunto y Chanyeol escupió el arroz que estaba masticando. Recordando que no les había dicho nada sobre que había hecho demasiados gastos, quizás excesivos pero todos eran…
—Ahm, ayude a un amigo a pagar los gastos médicos de su padre, ¿no te molesta cierto? — dejo sus palillos y se giró a su madre que termino de colocarle el gui y el namul sobre la mesa.
Su madre suspiró retirando la silla junto a Chanyeol y se sentó mirándolo de frente, —Que voy hacer contigo hijo mío, — dijo y Chanyeol sonrió alargando su torso y abrazar a su madre. —Voy a extrañarte tanto mi pequeño.
—También yo, no sabes cuánto mamá. — murmuró besando su mejilla y apretó más fuerte sus brazos sobre su madre.
Chanyeol extrañaría todo, extrañaría su casa, su cama, su almohada favorita, a sus amigos, a su cuñado, a su sobrina, a su hermana, a su padre, a su madre y a…
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— ¿Y por cuanto tiempo te vas? ¿Y porque recién nos estamos enterando de que nos estas dejando? — Kyungsoo le dio esa mirada de reproche un poco espeluznante pero Chanyeol intento dejarla pasar alzándose de hombros.
—Será porque si no es que Baekhyun te obligo a presentarte a esta cena, ni te acordarías de que tienes otros amigos aparte de tu computadora y esas cuatro paredes de tu casa.
—Yeollie tiene razón Kyungsoo, debes salir más, estas más pálido que nunca. — Minseok dijo llevando con una cuchara un poco de caldo de carne a la boca de un pedazo de dumplings, Kyungsoo puso los ojos en blanco y Chanyeol sabía que ni estaba escuchando a su Hyung. —Así que suiza, ¿eso no está cerca de Francia?
Chanyeol asintió comiendo una cucharada de tteokbokki, — En dos semanas tengo que rendir un examen de ingreso allá y he estado estudiando un poco el idioma aparte del semestre que hice en la universidad y luego tomare un año más.
—Dos semanas es bastante pronto. — Jongdae que tenía libre esa noche comentaba robándole un poco de su comida y Baekhyun hacia lo mismo con Kyungsoo pero fue descubierto y que se ganó un golpe en la mano con sus palillos.
—Si te soy sincero, deseo que no te vayas, — Baekhyun se llenó la boca de carne y fideos masticando, elevo la mirada y lo enfrento cruzándose de brazos. —Pero si es lo que quieres, adelante. Tienes todo mi apoyo.
Chanyeol sonrió ante el gesto amable exagero de su amigo. —Gracias por tu permiso.
—De nada.
— ¿Quieres que te hagamos una fiesta de despedida? — Minseok le dio una palmada en el hombro y Chanyeol no lo había pensado. —Mayormente no apruebo las fiestas festejando nada pero esta vez pienso que estaría bien.
— ¡Sí! Fiesta. — Baekhyun y Jongdae gritaron en conjunto y Chanyeol ya se imaginaba como acabaría.
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Chanyeol bostezó un poco malhumorado cuando el sonido de su celular lo despertó dándose cuenta que otra vez se había quedado dormido sobre uno de sus libros. Su celular seguía sonando en algún lugar debajo de todos los libros que tenía esparcido en su escritorio.
—Hola mamá, ¿Paso algo? — respondió aguantando un bostezo luego de ver que era su madre quien insistió en la llamada.
—Algo así cielo. ¿Estabas haciendo algo?, ¿te interrumpí? — Chanyeol giró y el reloj junto a su cama decía ser las siete de la noche. Chanyeol estirándose un poco se levantó de su asiento.
—No, — dijo saltando a propósito de decirle que lo había despertado de la mini incomoda siesta que había tomado sobre su escritorio sin saberlo. — ¿Está todo bien? ¿Sucedió algo en el restaurante?
—Ah, hijo. Siento pedirte esto, sé que estas estudiando duro pero es que te necesitamos hoy aquí. — Chanyeol frunció un poco la frente pensando.
— ¿Hay demasiadas personas?, ¿no están siendo suficiente Jongin y la nueva chica?
—Es que es eso cariño.
—Hay demasiad…
—No, es Jongin. Hace algunos días que no se presenta y no te dije que vinieras porque estabas bastante ocupado con tus tramites que no quis…
—Es-está bien mamá, en media hora estoy allá. — Chanyeol sonrió incluso si sabía que su madre no podía verlo, tratando de expulsar todos sus pensamientos que querían adueñarse por completo de su cabeza. —No te preocupes.
Cuando colgó la llamada sus ojos se quedaron clavados en la pantalla negra de su celular y sus manos que lo sostenían. Acaricio con su pulgar la superficie tratando de no pensar, diciéndose a sí mismo que estaba bien. Jongin sabia cuidarse solo y pronto volvería a trabajar y así él podría despedirse, de verdad.
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Pero Jongin no había regresado, ni al otro día, ni los siguientes.
Chanyeol todos los siguientes días espero que el chico apareciera temprano por la puerta del restaurante y tomara su uniforme como siempre, pero no fue así. Incluso si Chanyeol guardo esperanzas y las ansias crecían porque los días pasaban y su viaje se acercaba, Jongin no estaba apareciendo por esa puerta dejando que el sol de la tarde le hiciera aquel halo que Chanyeol siempre veía alrededor del chico.
— ¿Qué pasa hijo? Haz estado distraído. — Su padre se detuvo junto a él y Chanyeol presiono la bandeja vacía más a su pecho y le sonrió.
—No, no pasa nada. Solo me distraje un momento. — Trato de sonar convincente y de paso intentarlo consigo mismo.
—De acuerdo. Tu madre y yo podemos terminar de cerrar, puedes ir a esa reunión que nos dijiste el otro día. ¿Es hoy, cierto? — Su padre lo miró por unos segundos más antes de que Chanyeol asintiera, le dio un par de palmadas suaves en su espalda y siguió su camino hacia la caja donde estaba su madre sumando las facturas de la noche.
Cierto, la fiesta que armarían los chicos, saco su celular del bolsillo de su pantalón, miro la hora, la fecha y los mensajes de Jongdae. Baekhyun no tardaría en llamarlo para preguntarle donde estaba.
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—Hey, entra. — Dijo estirándose un poco para abrir la puerta del pasajero y Jongdae ingresaba a su auto. — ¿Cómo estás? — pregunto a su amigo que aun traía su uniforme de interno y ojos cansados.
—Si me hubieran dicho que estudiar medicina iba a ser así, ni la hubiera mirado siquiera. — Jongdae suspiro apoyando por completo su espalda y cabeza en el asiento dando un suspiro.
—Alégrate que pronto seremos colegas, — Chanyeol dijo encendiendo su auto para salir del estacionamiento y Jongdae desde su posición todavía vaga, estiro un brazo para encender la radio y sonó desde la mitad la canción lenta que estaba escuchado antes de apagar su auto para mensajear a su amigo diciéndole que se apurara. — ¿Qué especialidad dijiste queri…
—Nefrología. Que a diferencia de ti, me quedare aquí y la hare. — Jongdae respondió al instante y Chanyeol rió y recordó que fue por su madre que le habían diagnosticado un par de años atrás esa enfermedad que su amigo había escogido esa especialidad y si se había atrasado un año por cuidar a su madre, decía no se arrepentía. Jongdae era un buen hijo, también sería un buen médico.
—Solo serán tres años, volveré si es eso lo que te preocupa. No se desharán tan fácil de mí. — dijo girando hacia la autopista y Jongdae tarareo en respuesta con los ojos cerrados.
Y dejo que la canción en la parte instrumental de este cantante chino que estaba promocionado en el país envolviera la noche mientras él conducía tratando de no pensar mucho y distraerse con la letra de la canción pero estaba siendo imposible. Ella le estaba haciendo recuerdo…
— ¿Cómo ha sido tus rondas? — habló tratando de distraerse y Jongdae abrió un ojo suspirando para sentarse mejor y responderle.
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— ¿Por qué tardaron tanto? Es más de media noche. — Baekhyun pregunto cuando los vio llegar al departamento que compartía con Jongdae que paso directo a su habitación murmurando se cambiaría primero antes de saludar a todos correctamente.
—Lo siento, Jongdae tenía hambre y nos detuvimos en un KFC para comer algo. — se encogió de hombros y miro alrededor dándose cuenta que habían varios compañeros de la universidad y de sus prácticas, sonrió saludando desde su lugar a algunos de ellos que lo vieron y un par estaba acercándose. — ¿A cuántas personas invitaste? ¿Cómo es que sabes quienes eran mis compañeros de clase?
— ¿Disculpa? — Baekhyun lo miro indignado, —pertenecía a la carrera más popular, y, saque los contactos de tu teléfono. — Baekhyun sonrió mostrando su sonrisa cuadrada tratando de verse inocente. Chanyeol se preguntó en que tiempo su amigo fue capaz de tomar su teléfono y hurgarlo a su antojo.
—Chanyeol-ah, — un compañero del hospital lo saludo y Chanyeol tomo el saludo mirando como Baekhyun se alejaba de ellos y empezaba a conversar con otras personas. —Baekhyun nos contactó invitándonos a una reunión de despedida porque te estas yendo al extranjero. — dijo el chico y Chanyeol asintió sonriendo un poco avergonzado.
—Ah, sí. En tres días me voy.
— ¿A dónde…
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—No te ves muy alegre que digamos, incluso si esto se organizó por ti. — Kyungsoo apareció de la nada y asusto a Chanyeol que dio un salto.
—Dios, no asustes de ese modo. — se quejó mirando a su amigo que sonrió satisfecho y tomo un poco de lo que sea tenía en su vaso. — ¿Quién? No, solo estaba recodando algo. — Se excusó pero los ojos y expresión casi sin gusto de su amigo no cambio ante su respuesta como si no estuviera creyendo lo que dijo.
—Pues pareces que quieres largarte de este lugar lo antes posible, así como yo. — dijo tomando otro trago y eso hizo reír a Chanyeol. —No te rías que es cierto.
—Adelante, puedes hacerlo. Nadie se dará cuenta. — dijo mirando a todos que estaban alegres conversando entre todos y Chanyeol se dio cuenta que esto parecía más, una reunión organizada de la escuela secundaria.
— ¿A qué hora es tu vuelo?
—Siete de la noche, ¿iras?
—Por supuesto, ¿Qué me crees? — Kyungsoo dejo caer sus hombros dándole una mirada amenazadora, — No soy tan mal amigo como aparento.
Chanyeol miro como su amigo saco su celular del bolsillo y suspiro. —Vete, no le diré a nadie. — dijo con una sonrisa y Kyungsoo elevo su rostro con una expresión que pocas veces mostraba.
—No es que aborrezca las fiestas pero estoy con mi fecha límite y necesito entregar algo antes de que mi agente me mate.
—De acuerdo. — Chanyeol empezó a caminar y arrastro a su bajo amigo con él. —Solo dime cuando salga tu libro y yo le pida a mi ma…
—No te preocupes, te mandare una copia firmada. — Chanyeol asintió cuando llegaron a la puerta. —Bueno, adiós. Relájate y pasa una buena noche. Recuerda que los chicos hicieron esto por ti. — Kyungsoo abrió la puerta, miro unos segundos al rededor y Chanyeol le dijo adiós con una agitación de mano.
—Era Kyungsoo, ¿cierto?
— ¡Rayos! Porque todos me asustan de ese modo. — dijo frustrado por ser segunda vez que lo asustaban de esa manera en menos de una hora.
— ¿Qué pasa? ¿Por qué tan sensible? — Jongdae pregunto uniéndose a Minseok y él. —Ya te hacía por lo menos quejándote de Baekhyun. — Jongdae suspendió sus cejas y mostro su sonrisa insinuadora.
—Kyungsoo escapo. —Su Hyung suspiro porque no era la primera vez que Kyungsoo hacia eso, desaparecer de las reuniones sin que nadie se dé cuenta.
—Yo le dije que se fuera Hyung. Se veía cansado y no iba a retenerlo en un lugar que no quería estar.
—Si tú lo dices. — Minseok le paso su vaso y Chanyeol lo miro por un segundo antes de agarrarlo y tomar su contenido. Hizo un gesto amargo.
Jongdae y Minseok se rieron al mismo tiempo de su expresión. Dios, odiaba el vodka.
—Iré por la botella. — dijo Minseok y Jongdae junto a Chanyeol avanzaron un poco hacia la sala para mirar más a las personas en el lugar.
—Dije que no iba a preguntarte sobre esto pero… ¿Recuerdas al chico este que trajiste al hospital aquella vez?
Chanyeol lo miro por un momento para comprender de lo que estaba hablando su amigo. — ¿Jongin? — preguntó y Jongdae asintió acomodándose junto a él para tener la misma vista. Chanyeol suspiro al recordar la última vez que se vieron. Luego de que terminaran las vueltas asignadas en la rueda, Jongin se había despegado de su lado y salió en silencio y solo le había dicho que se iría al restaurante. Chanyeol lo había visto irse hasta que desapareció por completo de su vista, ni siquiera le había dejado despedirse. Chanyeol negó. —No. No sé nada de él, — dijo mirando en como su Hyung se había detenido en un pequeño grupo con Baekhyun que le había presentado a un par de chicas que Chanyeol no conocía.
—Hmm, no sé si está bien lo que te voy a decir pero, — Chanyeol bajó la mirada encontrarse con los ojos pequeños y afiliados de su amigo que parecía estar luchando con algo.
— ¿Qué pasa Hyung? — dijo y Jongdae por primera vez no se indignó que le dijera así, no le agradaba que se refiriera a él de ese modo, no después que Chanyeol siendo menor que él por solo mes y medio se hubiera graduado antes. En cambio en esta ocasión solo mantuvo su mirada. — ¿Qué estas…
—Hace como un par de días llego otra vez con su padre en la espalda pidiendo ayuda. — Comenzó y Chanyeol sintió dejar de respirar, acaso… — No lo conozco realmente pero lo recuerdo bien por lo que murmuran las enfermeras cuando pasa por el hospital y por esa madrugada que llego contigo y porque estabas tan apegado a él que incluso pagaste su deuda y…
—Al grano Hyung. — No quiso sonar brusco pero Jongdae estaba dando demasiadas vueltas y eso no estaba ayudando a su ansiedad, — ¿Qué paso con su padre? ¿Aún está en el hospital? ¿Por qué lo llevo? ¿Él está bien? — eso podría ser la razón por la que Jongin no había aparecido por el…
Pero cuando Jongdae negó Chanyeol se confundió y cuando abrió la boca para preguntar su amigo lo hizo. —No, luego de intentar todo no se pudo, el hombre falleció en el quirófano por heridas múltiples. Chanyeol.
— ¿Qué? — Chanyeol abrió los ojos sorprendido, no podría estar diciendo eso, quizás…
—Quise decírtelo ese mismo momento pero tenía mucho trabajo y me cambiaron de área y…
Chanyeol dejo salir su respiración con pesadez cerrando los ojos sintiendo un nudo en su estómago debatiéndose con esa información porque si era cierto... en realidad no sabía qué hacer, no iba a negarlo.
— ¿Sabes algo más? ¿Aún debe algo allí?
Jongdae abrió los ojos con expresión fuerte. —Ah no. Ni se te ocurra volver a pagar una deuda ajena y menos por alguien que tú mismo dices no tienes nada…
—Hyung. — lo detuvo en su monologo, Chanyeol sintió que su cabeza empezaba a dolerle. —Cállate por favor.
Jongdae lo miro pero Chanyeol estaba pensando que hacer en ese instante, una parte suya simplemente quería salir de inmediato de allí pero la otra estaba que ahora se encontraba en medio de un monto de personas que solo habían asistido por compartir con él y despedirlo, no sabía qué hacer.
—Necesito un trago. — murmuro empezando a caminar hacia la mesa donde había botellas de alcohol y cuando tomo el vaso de soju que se sirvió e hizo gestos, pensó dos segundos más y decidió. —Lo siento chicos. — dijo al aire.
Dejó el vaso en la mesa y también dejo el departamento sin mirar atrás. Ahora solo tenía que pensar donde buscarlo.
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Chanyeol jamás imagino estar haciendo esto, pero era lo único que tenía en sus manos.
Había pasado por aquel mini-market y fingió entrar a comprar algo, pero cuando llego a la caja, era otra persona que lo atendió e incluso le pregunto si conocía al anterior cajero la nueva chica solo negó con un no rotundo, estuvo sentado por más de una hora en una banqueta de aquella noche cuando lo ayudo con su padre y lo llevaron al hospital y cuando llego a aquel almacén donde Jongin recogía sus cartones de leche se dio cuenta que ninguna caja decía su nombre esta vez. ¿Cuántos días Jongin había faltado para que ya no tuviera su nombre en ellas?
Suspiró ingresando a su auto y vio la hora. Faltaba menos de un par de horas para que amaneciera y Chanyeol decidió ir al último lugar que conocía de Jongin. Estaba un poco lejos y esperaría más tiempo de lo que espero en esa calle, lo esperaría ahí hasta verlo.
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Cuando llego, el cielo todavía estaba estrellado y oscuro con indicios que en poco tiempo empezaría a aclarar, Chanyeol miro el lugar exacto donde Jongin lo había dirigido esa noche que lo acompaño. La misma calle terrosa, la misma casa amarilla con la farola quemada en una esquina y la misma casa con el portón con la pintura escarchada y vieja.
Chanyeol miro alrededor y el vecindario estaba silencioso, solo los ladridos de los perros se escuchaban de vez en cuando y frunció las cejas cuando toco el metal y el portón se abrió sin ningún esfuerzo.
Volvió a mirar alrededor y se dio valentía en ingresar a la casa, dentro de ella había un patio de tierra igual a las calles de afuera, en el lado derecho estaba una mesa de patas cortas vieja y empolvada que se entremezclaba las ramas de una planta musgosa. Y a unos pasos estaba la pequeña humilde casa techo de dos hojas y puerta corrediza.
Chanyeol se detuvo frente a la puerta apretando un poco más sus manos en la bolsa blanca que llevaba con lo que compro en el mini-market, suspiro pisando sus talones para quitarse los tenis y abrió la puerta para ingresar con los pies descalzos. Miró confundido todo alrededor oscuro, busco el interruptor que cuando lo hizo, la luz brillante le mostro que la habitación estaba totalmente desierta, con un par de prendas tiradas alrededor en algún rincón y uno que otro libro o revistas tirados en el suelo. Chanyeol se detuvo al escuchar el sonido de una llave mal cerrada.
— ¿Jongin? — hablo en voz alta caminando alrededor del lugar buscando el sonido de las gotas de agua caer, giro a la izquierda y allí encontró al lavado y a la llave que goteaba. — ¿Jongin? — volvió a llamar buscando en todo el lugar cuando cerro bien la llave de lava platos.
Se detuvo en una puerta cerrada, sus manos le sudaban y cuando la abrió la luz de la que una vez fue una sala de estar reflejó la habitación pequeña y Chanyeol abrió los ojos, corrió al ver el cuerpo acostado en el suelo dándole la espalda.
—Jongin. — murmuró deslizándose de rodillas frente al chico que estaba como un ovillo en el frio piso de madera, Jongin tenía los ojos cerrados abrazando algo a su pecho. —Oh dios, Jongin. — Chanyeol se lamentó al ver el estado del rostro del chico. ¿Por qué rayos Jongdae no le había dicho el estado de Jongin? Si lo hubiera hecho ni siquiera hubiera dudado un segundo en correr tras él.
Chanyeol miro todo alrededor de la habitación igual de vacía que toda la casa, sintiendo como su pulso se había acelerado y sus manos se pusieron frías, respiraba entrecortado y su cuerpo empezó a temblar. Tocó con su palma la frente de Jongin pero su temperatura era normal, miro un lio de ropa en el suelo en una equina de la habitación y busco en ella algo con que cubrirlo.
Había esta pequeña manta a cuadros, cubrió a Jongin con ella antes de tomarlo en sus brazos y solo se quejó cuando Chanyeol dio el primer paso fuera de la habitación. Chanyeol sintió alivio al escuchar aunque sea eso.
—Vamos a casa Jongin-ah, no cumplí mi promesa. Lo siento. — murmuro saliendo del interior de la casa y se colocó sus tenis como pudo.
Sin importarle nada, lo único que deseaba Chanyeol era llevar a Jongin a un lugar seguro.
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—Lo siento, no era mi intensión despertarte. — Chanyeol murmuró haciendo que su voz grave se quebrara por parte. Su madre miro su cama y luego a Chanyeol asintiendo.
—De todas maneras estaba por levantarme, — su madre se sentó en el borde de la cama de Chanyeol y giro para ver a Jongin todavía durmiendo pero su rostro estaba más limpio a como Chanyeol lo encontró, pero cada vez que pasaba el paño con el suero fisiológico y el hisopo podía ver los golpes y cortaduras en el rostro de Jongin y eso lo fue derrumbando poco a poco. —De todas maneras, ¿no sería mejor llevarlo a un hospital?, aun no me has contado como lo encontraste.
—No lo sé, lo único que se me paso por la mente fue traerlo a casa. — Dijo mirando el cuadro que sostenía en sus manos, aquel retrato le había quitado a Jongin cuando lo acostó en su cama y su estómago se retorció más al reconocer el tipo de fotografía que Jongin todo ese tiempo sostuvo en su pecho, luego a la intravenosa que le coloco a Jongin porque se había dado cuenta que el chico estaba con deficiencia alimentaria, y estaba agradecido que su madre no botara todos los medicamentos de muestra que traía a casa gracias a los visitadores médicos que le regalaban. —Yo solo…, ve a descansar un poco mamá, yo me encargo. Gracias por tu ayuda. — Miró a su madre y luego dejo el cuadro en su mesa de noche junto a su cama.
Era tonto mandar a dormir a su madre cuando era las seis de la mañana y el cielo estaba claro, pero Chanyeol necesitaba que su madre saliera de su habitación.
—Hare el desayuno, tu padre no tarda en despertar si no me siente. Te llamare cuando este. — Chanyeol asintió mirando como el pecho de Jongin bajaba y subía con tranquilidad y los moretones en sus brazos eran más visibles por la luz blanca del día y el resto de ellos su cuerpo los cubría la sudadera que Chanyeol le cambio por esa camisa sucia y con manchas de sangre, su madre alzo del suelo la camisa que una vez fue blanca y el pantalón de tela sucio que traía puesto Jongin.
Escuchó la puerta de su habitación cerrarse y Chanyeol camino hasta la cama para echarse de costado sobre el borde tratando de no estirar la intravenosa, miro detenidamente a Jongin. Viendo como el cuello de la sudadera de Chanyeol le quedaba grande a Jongin y descubría más piel magullada de sus clavículas, como los costados de su rostro estaba marchitados, como sus labios estaban secos y partidos en más de un lugar, su ceja partida que Chanyeol rogaba que no se abriera su herida y una mejilla tenia raspaduras que cuando despertara le dolería. Los moretones debajo de la sudadera eran los que no quería recordar.
Acomodó un poco más su cabeza y la apoyo en el hombro de Jongin, tomo su mano y la cubrió con las de él. —Saldrás adelante Jongin-ah, incluso si yo no estaré junto a ti durante un tiempo. Ya lo veras. — Susurro dándole un beso sobre las raspaduras en el dorso de la mano de Jongin.
Chanyeol quería olvidarse por un rato de todo, de que era un nuevo día, de que estaba a solo horas de irse, de que sus maletas estaban ya hechas y descansaban en una esquina de su habitación y de que Jongin no estaba sufriendo en ese momento y que nadie podía calmar ese dolor con nada.
Chanyeol de pronto tenía menos ganas de irse.
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Cuando Chanyeol despertó la luz naranja de la calle era lo único que alumbraba su habitación, miro a alrededor y luego sus ojos cayeron a la espalda frente a él, Jongin había tomado la misma postura que cuando lo encontró y Chanyeol se giró para mirar la hora en su reloj de la mesa de noche. Suspiro al ver muerto su celular junto al retrato de Jongin y se dio cuenta que su madre había entrado a su habitación porque el resto de la intravenosa que le había quitado a Jongin horas atrás ya no estaban y la luz de su habitación estaba apagada. Se volvió a girar y asentó su frente en la espalda de Jongin que su respiración subía y bajaba. Por un segundo pensó en que sí debería llevarlo al hospital.
— ¿Desde cuándo estoy aquí? — Chanyeol abrió los ojos al escuchar hablar a Jongin pero que no había hecho otro movimiento o ruido. Solo su voz ronca y débil.
—Hoy, te encontré inconsciente en tu casa. — Chanyeol murmuró temiendo hacer demasiado ruido, y esperó hasta que las sabanas de la cama crujieron y sintió el cuerpo de Jongin moverse, se retiró unos centímetros y vio en la oscuridad el rostro de Jongin.
Ahora mirarlo tan de cerca dolía más recordar su estado, levanto por instinto su brazo y aparto el cabello de la frente de Jongin y su pulgar paso con cuidado sobre la protuberancia de sus cejas.
— ¿Qué paso Jongin? ¿Quién te hizo esto? — preguntó y los ojos de Jongin cambiaron de estar adormilados y crudos a algo más, se habían ablandado, una mirada que Chanyeol quiso ver durante tanto tiempo pero cuando sintió como algo caliente cayo en su brazo, ya no quiso verla más.
—Le dije que me daba vergüenza ser su hijo. — Jongin murmuró hipando y Chanyeol solo se acercó más hasta el cuerpo de Jongin, —Le grite que por su culpa mi madre había muerto y que no iba a pagar nunca más sus deudas de apuestas. — Chanyeol tomo aire y lo envolvió en sus brazos escondiendo Jongin el rostro en su pecho y empezando a llorar más fuerte.
Acarició con su mano libre el cabello de Jongin dejando que el niño se desahogara, estaba confirmando porque Jongin estaba en ese estado y porque tenía un cuadro familiar con él protegiéndolo.
Chanyeol solo abrazo hasta que Jongin dejo de hipar y empezó a respirar con normalidad y eso había tomado bastante tiempo y cada segundo Chanyeol lucho por ser fuerte y no unirse a Jongin.
— ¿Quieres comer algo? Tus huesos están muy pronunciados, — bajó un poco su rostro para hablarle al oído a Jongin pero Jongin negó de inmediato. Chanyeol suspiró. —Debes hacerlo, ¿hace cuánto no has comido? — preguntó todavía acariciando el cabello de Jongin y con la otra su espalda. —Jongin…
No pudo decir más porque le sorprendió un poco cuando sintió las manos de Jongin asentarse entre su cintura y sus costillas. Sonrió, Jongin estaba devolviéndole el abrazo y quizás quedarse un rato mas así estaría bien.
/ /
Chanyeol estaba calentando el plato de gachas que pidió por delivery cuando sus padres ingresaron a la casa, su madre fue la primera en aparecer en la cocina y Chanyeol le sonrió, — llegaron. — les dio la bienvenida batiendo para que no se quemaran. Su madre asintió mirándolo de pies a cabeza y Chanyeol entendió. —Está durmiendo.
— ¿Aún no ha despertado? Hay que…
—Él lo hizo, solo que se volvió a dormir. — Chanyeol sonrió al ver a su madre queriendo alterarse, miro entrar a su padre y luego volvió a la estufa para apagarla.
— ¿Sabes algo, Te dijo que le paso? — Su padre se sentó en una silla que retiro de la mesa y Chanyeol fue a los estantes donde tenían los platos para sacar uno, sirvió un poco de las gachas en él y lo dejo en el mesón para sentarse junto a sus padres.
—Aun no me ha dicho mucho, solo sé que su padre falleció hace unos días. — respiró tomando una mano de su madre que le dio una mirada preocupada, quizás él había heredado su carácter ahora que lo pensaba. —Puedes intentar darle de comer, hace unas horas le pregunte si quería pero se negó, quizás contigo no lo haga. — Pidió y su madre tal vez vio la súplica verdadera en sus ojos que asintió.
Chanyeol miro en silencio como su madre tomo una bandeja y coloco el plato con una cuchara, una servilleta en ella junto a un vaso de agua. Chanyeol la vio irse de la cocina y subir las escaleras. Volvió sus ojos a su padre que lo veían con detenimiento, Chanyeol intento sonreírle pero sus padres lo conocían tan bien que no hizo falta preguntar nada simplemente su padre hablo:
—Esa semana fueron unos hombres al restaurante. — Comenzó a decir y Chanyeol lo miro alentándolo a seguir. —Preguntaron por Jongin, en ese momento el chico estaba en la cocina esperando órdenes y yo les dije que no trabajaba ninguna persona con ese nombre. — Su padre miro la lámpara de techo y Chanyeol espero que siguiera. —No soy tonto, soy viejo pero no tonto, sé qué clase de personas eran. Al final creo que no resulto tanto.
—Hiciste bien papá, — Chanyeol estiro su brazo hasta alcanzar las manos arrugadas y callosas de su padre. Esas manos que por años trabajaron en una cocina y se quemaron tantas veces que solo podía sentir orgullo por ello. Chanyeol le sonrió. —Él nos tiene ahora papá, él los tendrá de ahora en adelante, ¿Verdad? — Chanyeol apretó su mano en la de su padre y miro más allá de la puerta de la cocina.
Si, Jongin no estaría solo otra vez.
/ /
Chanyeol entornó los ojos sorprendido cuando abrió la puerta del baño y se encontró de frente con Jongin que sostenía un lado de su cuerpo.
— ¿Quieres entrar?, ¿Necesitas ayuda? — preguntó haciéndose a un lado para darle espacio para que Jongin entrara. —Si quieres…
—No, solo cierra la puerta. — Jongin le hablo tan brusco como siempre y Chanyeol se desinflo por ello. Obedeció en silencio y salió del baño cerrando la puerta al paso. Miro el pasillo de la casa y cruzo hasta su puerta.
Dejó a un lado su toalla mojada con la que estaba secándose el pelo cuando salió del baño, se sentó en su cama durante unos minutos y el silencio de la casa lo dejo escuchar la llave de la ducha en el baño y se levantó a su armario para escoger ropa para Jongin.
—Jongin, — llamo tocando la puerta pero todavía podía escuchar la ducha, abrió con cuidado la puerta y dejo la pila de prendas sobre el mesón del lavado, dio una fugaz mirada a la ducha y sobre el vidrio empañado de ella vio la figura de Jongin moverse.
En silencio volvió a salir del baño. Volvió a su habitación solo para escuchar sonar a su teléfono recién con batería. Miró la pantalla y salía la sonrisa de Jongdae con su pose de manos en v.
—Hmm, — respondió solo para escuchar una reprimenda del otro lado, ya sabía lo que le esperaba.
—Pero que rayos Park Chanyeol, como se te ocurre irte así como si nada. ¿Sabes que hicimos esa fiesta por ti, ahm? tuve que mentir a todas las personas que preguntaron por ti cuando no te vieron. ¿Qué fue tan importante para dejar plantados a tus invitados, tus amigos, a mí? — y ahí estaba. El regaño del siglo por parte de Baekhyun, el más escandaloso de sus amigos.
— ¿Terminaste?
— ¡No! Pero…
—De acuerdo, sé que fue descortés que me fuera así pero en primer lugar jamás acepte que me hicieras una fiesta de despedida. Una salida a comer algo con ustedes hubiera bastado. No todo ese circo que hiciste.
—Pero es que nos estas dejando de un día para otro y por mucho tiempo. — Chanyeol sonrió al cambio de tono de su amigo, ahora solo era de un niño quejándose lindamente. Baekhyun con ese tono no parecía que fuera pasante en una firma de abogados.
—En realidad mi vuelo sale en dos días, — se rió. —Y solo son tres años. No exageres.
—Si exagero. Lo hago porque quiero y…
La puerta de la habitación se abrió y Chanyeol giro para ver que Jongin ingresaba con la ropa que le dejo en el baño y el pelo mojado. Chanyeol le sonrió. —Te dejo, nos vemos luego. — Se despidió sin escuchar más quejas de Baekhyun y antes que ingresara otro llamada de él de cualquier otro número que intentara prestar, Chanyeol presiono el botón a un costado de su celular y escogió el modo avión. — ¿Mucho mejor? — pregunto a Jongin que se acercó un poco y se detuvo a mitad de su camino.
Chanyeol copió la dirección que tomaban sus ojos y adivino sus pensamientos. —Ven, siéntate aquí. — Palmeo el lugar junto a él pero Jongin lo miro por un instante. —No morderé, lo prometo. — levanto una mano y Jongin chisto para seguir caminando hasta sentarse junto a él, Chanyeol por segunda vez en la noche se sorprendió que Jongin lo escuchara e hiciera algún contacto más cercano a él.
Se sintió feliz, tomo la toalla del cuello de Jongin y se giró para estar más cómodo al secarle un poco más él pelo. —Mi madre me dijo que te comiste todo el plato de gachas. — converso pasando con cuidado la toalla por el pelo de Jongin que en húmedo se veía cual realmente largo estaba pero a Chanyeol le gustaba, el pelo de Jongin se veía suave y brillante de lejos aunque no lo era del todo cuando lo acaricio hace unas horas atrás. — ¿Aun tienes sueño?
Jongin asintió, —un poco. — dijo deteniendo las manos Chanyeol.
—Oh, falta algo. — Chanyeol se levantó de inmediato saliendo de su habitación hasta el baño y entre los gabinetes busco el ungüento de su botiquín de primeros auxilios que tenía en casa. Cuando volvió Jongin estaba echado con la sabana hasta el pecho. —Esto. — lo mostró.
Caminó al otro lado de la cama para saltar a ella un poco más entusiasta de lo usual. Echado de estómago sosteniendo su peso sobre sus codos abrió el ungüento y pasó la yema de su índice con cuidado. —Esto te ayudara a que sanen más rápidos tus heridas. — dijo arrastrándose un poco más a Jongin que solo suspiro y no se movió. Solo siguió con los ojos la mirada de Chanyeol.
— ¿Cómo supiste donde encontrarme? — Jongin pregunto y cuando Chanyeol pasó su dedo con crema por la raspadura que Chanyeol pensó antes le dolería más, Jongin siseo.
—Lo siento, — se disculpó. —Baja la sabana un poco, déjame ver tu costado. — ordenó esperando que Jongin con lentitud lo hiciera y Chanyeol trago saliva al ver cuando golpeado estaba su cuerpo. Esas arañas rojas y esos dos grandes moretones debajo de su tercer y cuarta costilla lo preocuparon. Se acercó y con mucho cuidado lleno de crema los hematomas. —Te busque toda la noche y el último lugar que se me ocurrió fue tu casa, debí ir primero allí. Fueron ellos, ¿cierto?
Jongin dudo por unos segundos pero asintió. —Hmm, intente detenerlos pero se llevaron todo.
Chanyeol suspiro cuando terminó, —Listo, debes colocarte esto todos los días. — Deposito en la mesita de noche la crema quedándose sentado sobre sus rodillas y miro por unos segundos a Jongin que le detuvo la mirada. Chanyeol quería decirle que no importaba, ahora estaba con él y que haría todo lo posible por cuidar de él todo lo que pudiera pero también recordó que estaba a horas de irse y si decía todo eso, solo se vería como un mentiroso que solo quería quedar bien. Chanyeol sonrió sin embargo. —Ahora a dormir, mañana quiero llevarte conmigo a un lugar. — Dijo y se acomodó de espaldas en la cama a lado de Jongin y miro el techo de su habitación aun sin creer que esto estaba pasando.
—Debo ir a casa. — Jongin murmuró y por lo silencio de su habitación Chanyeol lo escucho.
—Estas en ella. — dijo elevando las manos y jugando con ellas y la luz de la lámpara de techo, Chanyeol estaba feliz porque Jongin estaba con él y le estaba sosteniendo la conversación con tranquilidad.
Todos esos días anteriores había extrañado a Jongin, extrañaba ver sus ojos, sus cejas fruncidas cada vez que Chanyeol era demasiado entusiasta o cuando le decía que lo dejara en paz y ahora Jongin estaba echado en su misma cama un poco magullado pero estaba con él, compartiendo sabana con él y dormirán una vez más juntos.
Todo lo que estaba pasando le alegraba de algún modo, todo lo que Jongin estaba sufriendo ahora, un día seria compensado con cosas buenas y por lo pronto estaban juntos.
Sintió a Jongin moverse y la luz de la habitación se apagó, Chanyeol aprovecho para girarse de costado dejando a su brazo como almohada y miro a Jongin que estaba de espalda con los ojos cerrados. Si, esto estaba bien. Chanyeol pensó que Jongin ahora si estaba donde pertenecía, Chanyeol cerró los ojos pensando en que solo quería verlo sonreír aunque sea una sola vez antes de irse, ese sería su último propósito y su único anhelo.
Abrió los ojos cuando sintió un peso sobre su brazo y lo estiro mejor cuando entendió, sonrió para sí mismo cuando Jongin acomodo mejor la cabeza debajo de la barbilla de Chanyeol y Chanyeol pasó su brazo sobre la espalda de Jongin.
El olor de su champú en el cabello aun húmedo de Jongin le dio un poco de tranquilidad y algo ligero se asentó en su pecho. —Buenas noches Jongin-ah. — Murmuró enterrando más el rostro en el pelo de Jongin.