El Precio De Un Amor ©

By alexawithx

179K 8.1K 864

Segunda parte de la novela "EL PRECIO DE UNA TRAICIÓN" Es necesario haber leído la primera parte para poder e... More

Prólogo
Capítulo 1 | Nueva Vida
Capítulo 2 | El Pasado
Capítulo 3 | "Papá"
AMOR DE VERANO
Capítulo 4 | ¿Eres tú?
Capítulo 5 | Última Advertencia
Capítulo 6 | Esperanza
Capítulo 7 | Única Pista
Capítulo 8 | Cerca y Lejos
Capítulo 9 | Acepto
Capítulo 10 | Secretaria
Capítulo 11 | Todos Son Iguales
Capítulo 12 | Destino
Capítulo 13 | Volver a Verte
Capítulo 14 | Elección
Capítulo 15 | Dolor
Capítulo 16 | Quédate
Capítulo 17 | No Te Vayas
Capítulo 18 | Rayito De Luz
Capítulo 19 | Amnesia
Capítulo 20 | Recuerdos
Capítulo 21 | Avanzando
Capítulo 22 | De Vuelta A Casa
Capítulo 24 | Graduación Parte 1
Capítulo 25 | Graduación Parte 2
Capítulo 26 | El Juicio
Capítulo 27 | Desde Cero
Capítulo 28 | Propuesta A La Eternidad
Capítulo 29 | El Principio De Todo
Capítulo 30 | Peligrosa despedida
Capítulo 31 | Plantado
Capítulo 32 | BODA
Capítulo 33 | Arrepentimiento
Capítulo 34 | Regalo Inesperado
Capítulo 35 | Sorpresa
Capítulo 36 | Revelaciones
Capítulo 37 | El gran final
Extras

Capítulo 23 | Normalidad

4.4K 221 14
By alexawithx

Capítulo dedicado a:            FabiiLaraGonzalez

VEINTITRÉS


•NORMALIDAD•


CLARISSA


Despierto por costumbre más que por cualquier otra razón. Adelynn, como nunca, se encuentra durmiendo pacíficamente en medio de Jake y yo.

Anoche acordamos de que aún no es tiempo de que duerma sola en su cuna, a parte de que esta aún sigue en su caja y sin armar, es demasiado pequeña para estar alejada de nosotros. No quiero que sienta que no la queremos con nosotros, o mucho menos que piense que no tiene nuestro cariño.

Sonrío al mirarlos y percatarme de que tienen rasgos tan similares entre ellos. Me desperezo en mi lugar sin hacer mucho ruido para no levantarlos y extiendo mi mano hacia la cámara de Alexia que se encuentra en uno de los veladores laterales de la cama. Para pasar el rato miro las fotografías de anoche y sigo pasando, en varias de ella veo a mi amiga con el mismo chico, quizás él es el Ezequiel del que hablaba, continúo mirándolas hasta llegar a una que me resulta extrañamente familiar: Jake recostado en su cama con la boca abierta mientras dormía. Omito una risa al ver lo gracioso y tierno que se ve en la pantalla.

—¿Qué haces? —Murmulla Jake despertando. Rápidamente dejo la cámara en su lugar y me giro como si nada.

—Nada. —Respondo inocentemente.

—¿A caso me mirabas? —Pregunta gracioso.

—Shhh. —Lo callo señalando a Adelynn— Se puede despertar. Tomaré una ducha.

Agarro velozmente mis prendas de vestir que aún no he sacado de la maleta y me entro al baño.

—¡No me respondiste! —Dice más alto detrás de la puerta— Sé que me observabas, acosadora.

No lo veo sonreír, pero de alguna manera estoy segura de que lo está haciendo, al igual que yo en este momento.





JAKE


—Arréglate. —Le digo a Clarissa quien ha salido con una toalla en la cabeza y con los ojos totalmente negros por, lo que asumo yo, su maquillaje.

"Aún con esos ojos de mapache te ves hermosa" estaba a punto de comentarle, pero luego de pensar por varios segundos, no es tan romántico que digamos.

—¿Para qué?

—Para dar la vuelta al mundo. —Bromeo y ella rueda los ojos.

—¡No hagas eso! —Ríe y cepilla su rubio cabello con cuidado— Saldremos a un lugar especial.

Ella asiente, y aunque no la veo sonreír, sé que está totalmente emocionada por ir a dar una vuelta. Cambio de ropa a nuestra hija y le pongo un gorrito que, a mi parecer, la hace ver muy tierna.

Le doy privacidad a Clarissa para que se cambie de ropa y se maquille, aunque para mí se vería perfecta de todos modos. Saco a Adelynn en uno de sus coches y antes de bajar las gradas me detengo cuando escucho algunos gritos.

—¡No puede ser posible! —Grita mi hermana en su cuarto.

Me asomo por la abertura de su puerta y la veo agarrar su ropa para cambiarse y un bolso "a juego" como dicen las mujeres. La abro totalmente y entro, Alex se percata de mi presencia y luego de colgar el teléfono me abraza con fuerza.

—¿Por qué lloras? —Le pregunto acariciando su cabello.

—Ezequiel. —Es lo único que logro entender de todos sus murmullos— Necesito ir.

Asiento pensando en sus palabras y todo lo que me acaba de resumir en medio minuto.

—Yo te cubro con mis padres, ve. Y si necesitas algo, llámame.

Alex se mete con su ropa al baño para ducharse, pero antes me lanza una última mirada de agradecimiento.

—No le digas nada a Clarissa, por favor. —Me pide, o más bien, me ruega— Ella ya tiene demasiado problemas que enfrentar.

Asiento concordando con ella y bajo a la cocina para preparar algo de comer. Intento seguir todos los pasos de la única receta que me sé de memoria y rezo para que me salga bien.





CLARISSA

Salgo de la habitación de Jake y miro al frente a la de Alex, en la entrada logro ver unas pantuflas de conejito que me resultan familiares. En mi cabeza se plasma un recuerdo visual de mi amiga subiendo por aquellas escaleras mientras juega con sus pies e intenta no derramar su café.

Bajo apresurada intentando encontrarla y preguntarle de que ocasión es aquel recuerdo que tuve. La veo frente a la puerta buscando en su bolso, lo que creo yo, son sus llaves.

—¿No irás con nosotros? —Le pregunto al verla a punto de salir de la casa.

Ella niega con la cabeza y revisa su móvil que no deja de sonar por, seguramente, tantos mensajes.

—Tengo que resolver un par de problemillas. —Intenta sonar natural, pero se ve algo nerviosa y preocupada.

—Está bien, suerte. —Me despido antes de verla salir apresuradamente como si después de aquella puerta existiera el cielo entero, o tal vez para ella así es. Con Alex nunca se sabe.

Voy hacia la cocina en donde Jake prepara el almuerzo y ha dejado a Adelynn recostada en uno de sus coches. Percibo el aroma que desprende la olla y sonrío interiormente, al parecer si sabe cocinar.

—¿Y tus padres? —Le pregunto al no verlos por ningún lado.

—Al trabajo. —Pica con cuidado algunas verduras en una tabla de cristal— Ayer ya faltaron y deben volver a sus asuntos.

Tomo asiento junto a mi pequeña niña quien muerde, o hace un intento de morder ya que no tiene dientes, un juguete de agua de los que Jake tenía en su cuarto para ella precisamente.

—¿Y Alex? —Cuestiona él.

—Salió. —Es lo único que puedo decir ya que no tengo más información que brindarle.

—Vaya. —Mueve algo dentro de una olla grande y le coloca un poco de sal— ¿Alex aprendiendo a vivir sin estar a tu lado cada segundo como en estos meses? —Ríe— Al parecer todo ha vuelto a la normalidad.

—Parece que si. —Digo ayudándolo a poner la mesa mientras termina de comer.

Al pasar de una hora entera conversando de cosas cualquiera, Jake informa que la comida por fin está lista. ¡Gracias al cielo, estoy hambrienta!

—Está delicioso. —Digo saboreando la comida y metiendo a mi boca en repetidas ocasiones varias porciones de arroz— ¿Dónde aprendiste a cocinar así?

Se sonroja un poco por mis halagos y le da una cucharada de la papilla a Adelynn.

—Alex me enseñó. —Responde feliz.

—¿Alexia cocina? —Digo asombrada al no conocer ese dato peculiar de mi amiga.

—¿Qué si cocina? —Ríe— Ella no cocina, hace magia con sus manos.

—Entiendo entiendo. —Bebo un poco del jugo que ha hecho Jake, ni eso sabe mal— Necesitaré pedirle que me enseñe.

Jake mira con tristeza su plato y clava el mar de sus ojos en el mío.

—En realidad, ya lo hizo.

Dejo de comer mis alimentos y lo miro expectante de obtener alguna explicación a lo que ha dicho.

—Cuando nos mudamos juntos, ella te enseñó a cocinar algunas cosas. —Explica tristemente.

—¿Y qué tal lo hacía? —Le pregunto intentando ocultar mi melancolía ante no poder recordar aquello.

—Lo hacías delicioso. —Dice con una gran sonrisa y recogiendo los platos de la mesa ya vacíos— Y también cocinabas bien. —Suelta una pequeña risa y deja que el lavavajillas haga su trabajo.

Me sonrojo por sus palabras e intento no imaginarme esas escenas. Si bien es cierto, tenemos una hija, y vamos, yo no he olvidado como se hace un niño. Pero lo que si no puedo recordar a ciencia cierta, es como hice a la mía.

—Ve a cambiarla, saldremos en un minuto. —Jake me señala la ropa de Adelynn que tiene varias manchas de papilla de manzana. A pesar de que ha usado babero, se ha manchado. Rebelde como su padre, seguramente.

Busco entre las maletas de Adelynn ropa que ponerle, pero me encuentro con un gorro mío muy similar al de ella. Sonrío al notar que el pequeño gorro de ella no tiene ninguna mancha de comida y al saber que hoy nos veremos muy similares.

—¿Lista madame? —Me pregunta Jake sonriente y extendiendo caballerosamente su mano hacia mí.

—Lista.

Con un poco de dificultad saco el coche de Adelynn del umbral de la puerta principal y nos subimos a un auto que según Jake dijo, era la nueva adquisición de su padre, pero no lo llevaba al trabajo porque se iba junto a su madre. Aunque repetidas veces le pedí a Jake que me dijera hacia donde nos dirigíamos, decidió mantenerlo como "sorpresa". Cantábamos alegremente canciones que sonaban en la radio y en muchas de ellas sonreíamos sin razón alguna, como si el único motivo para hacerlo fuese estar vivos.

Cuando mi pequeña debe de comer algo, me veo obligada a bajar de mi blusa y darle el pecho. Aunque e intentado no avergonzarme por ello, aún no logro hacerlo por completo. Es muy incómodo que más de una persona regrese a ver dentro del carro por la única razón de morbosear un rato.

—Ten. —Jake me extiende de los asientos traseros una bufanda grande que sirve para tapar perfectamente aquella zona que nadie debe de mirar, ni si quiera él.

—Gracias.

Pasamos comprando comida por el autoservicio de McDonald's y continuamos con el viaje en auto, al paso de una hora mi hija y yo ya habíamos caído rendidas en un profundo sueño. No tengo la noción exacta del tiempo desde que comencé a dormir, ni mucho menos cuando desperté. Pero cuando lo hice el auto estaba parado en medio de varios árboles y la puerta del piloto se encontraba abierta, sólo que Jake ni si quiera se encontraba dentro.

Me levanto con cuidado de no despertar a mi pequeña, y con mis pupilas acostumbrándose a la luz, lo busco por los alrededores, pero nada. Ni señal de Jake.

Me despierto más por instinto que por otra razón, ya que el miedo de pensar que algo le ocurrió a Jake me ha invadido. Salgo del auto con mi hija en brazos e intento seguir los pequeños murmullos que se escuchaban al centro del bosque. Con unos cuantos pasos más llego a mi destino y encuentro de todo un poco, pero no a Jake.

—¡Bu! —Grita a mis espaldas logrando que me sobresalte y abrace inconscientemente a Adelynn, como si quisiera protegerla de algo o alguien.

Le doy un pequeño golpe en el hombro por haberme asustado y doy media vuelta molesta y decidida a irme.

—¿Qué haces? —Pregunta gracioso mientras me sigue.

—¿Qué no ves? —Digo señalando lo obvio— Me estoy yendo.

—Pues no deberías irte. —Habla natural, como si el hecho de que estuvo a punto de provocarme un paro cardíaco no fue nada.

—Casi me matas y quieres que me quede. —Se pone en frente de mi y me toma suavemente del rostro, dándole pequeñas caricias a mis delgadas mejillas.

—Por favor. —Insiste y no tengo más remedio que sonreír y asentir.

—¿Y esto? —Le pregunto una vez que llegamos de nuevo al lugar donde me asustó.

Hay una gran manta en el centro del césped y la sombra de los árboles es más que perfecta para armar un escenario cálido y que a la vez no tenga sol para no quemarse. La comida está servida en varios platos y hay una botella de vino con dos copas en el medio.

—Es nuestra cena. —Dice feliz.

—Pero son las cuatro de la tarde aún. —Observo la hora en mi móvil.

—Shhh. —Agarra a Adelynn en sus manos y se sienta con ella en la manta. Da pequeñas palmaditas a su lado, invitándome a tomar asiento junto a ellos— En el bosque no hay teléfonos deja eso.

—No habrá móviles, pero la hora no cambia aunque estés aquí. —Me siento junto a ellos y acaricio la diminuta mano de mi hija mientras la veo dormir pacíficamente en los hombros del que dicen, es su padre.

—Tú detienes el tiempo en mi reloj. —Jake habla con firmeza en sus palabras y ocasiona que una pequeña sonrisa se escape de mi rostro.

—¿Vamos a comer o qué? —Señalo la comida, pero él no le presta la más mínima atención. Lo único que hace es mirarme fijamente.

—Clarissa por favor. —Ríe y toma una postura graciosamente elegante— No preguntes esas cosas delante de la niña. —Señala a nuestra hija quien parece querer despertarse de su siesta.

—¡Jake! —Regaño al ver por donde iba— No me refería a eso. —Ruedo los ojos y tomo una hamburguesa para devorarla.

—Lo sé, lo sé. —Agarra otra de las envolturas y la mira con deseo. No soy la única hambrienta— Aunque tú y yo... podríamos. —Miro cierta chispa encenderse en sus ojos.

—¡Ni lo sueñes! —Me río y al ver su mala cara decido plantarle un beso con sabor a queso en sus labios.

—Eso bastará. —Dice feliz cuando me he separado de él a causa del llanto de Adelynn.

Termino de comer mi segunda hamburguesa y tomo deseosa otra, ya he comido dos cajas de papas fritas y he tomado dos vasos de gaseosa. Pero mi barriguita al parecer quiere seguir saboreando estas delicias.

—En verdad tienes mucha hambre. —Jake se ríe de mí y toma una servilleta para limpiar mi boca toda embarrada por la salsa.

—No comí por algunos meses Jake, dormí demasiado. ¿Qué esperabas? —Le digo intentando sonar graciosa, pero al parecer Jake no le ha encontrado sentido del humor alguno. Todo lo contrario, ha cambiado el semblante a uno serio e incluso dejó su comida a un lado para observar pensativo el cielo.

—Nunca bromees con eso. —Jake tiene la voz quebrantada y de alguna manera me siento culpable por intentar jugar con algo tan grave como eso.

—Lo siento. —Me disculpo y sigo comiendo en silencio.

—Tal vez tú vida no se detuvo cuando te marchaste, pero la mía lo hizo por tu ausencia. —Mira el horizonte y su mirada refleja su inquietud por miles de preguntas o quizá respuestas. No le digo nada, pues no quiero interrumpir ni una de sus palabras, al parecer está siendo sincero después de todo este "accidente"— Creí que lo peor que pudo pasarme es que tú te hayas lejos con mi hija, hasta que te vi en coma en una cama de hospital, entre la vida y la muerte, preguntándome si algún día despertarías, preguntándome si algún jodido día Adelynn vería a su madre tan si quiera reír.

Sus pupilas azules se cristalizan con cada una de sus palabras, sin embargo,no veo caer una lágrima de ellas. Escucho con prudencia y no lo interrumpo, sólo lo tomo de la mano y entrelazo nuestros dedos en señal de que, aunque las cosas no han marchado bien últimamente, todo mejorará.

—No vuelvas a jugar con la peor cosa que me ha pasado en la vida. —Suena serio y se nota tenso. Lo abrazo cálidamente y noto como poco a poco vuelve a respirar con normalidad.

Finalizamos nuestra comida, y aprovechando que Jake se ha traído la cámara de Alexia comenzamos a tomar un par de fotos de nosotros y de la naturaleza. El sentir el aire puro emanando de los árboles es una de las mejores sensaciones del mundo, nada comparado con la gran ciudad.

Regresamos a su casa algo temprano ya que en la noche son los ensayos para la fiesta de graduación y debemos de asistir puntualmente. Al parecer las cosas vuelven a la normalidad, como dice Jake, pero... no lo sé. Hay más de una pesadilla en mi mente que no me deja dormir cada noche, y tiene un sólo nombre.

Crystal.

































No olviden comentar y votar!
Estaré dedicando capítulos a las personas que más voten y me sigan💕
No olvides seguirme en instagram: @liss.merizalde
•Nos leemos luego•

Continue Reading

You'll Also Like

361K 18.9K 40
- Incluso antes de que se lo dijeran, ambos ya se amaban-. No acepto: -Copia -Plagio -Adaptación (Sin permiso) Obra registrada Esta historia es 100%...
426K 21.8K 63
Laura trabaja para una de las constructoras más importantes de España, abocada a su carrera hasta que conoce a James, uno de los directores de la emp...
2.6M 157K 105
Libro uno de la Duología [Dominantes] Damon. Un hombre frío, amante de los retos, calculador... decidido. Se adentra en un mundo desconocido, donde l...
94.5K 7.6K 39
No se puede describir lo que sientes cuando todo lo que has soñado en tú vida se vuelve en tú contra y aún así, sigues permitiendo que esa persona te...