Capítulo 3
Un cansado Severus, volvía a casa tras su guardia, pero aún y así nada más abrir y entrar en casa, sonrió ante la escena que vio.
Harry estaba sentado en el sofá, durmiendo, y se encontraba abrazado a su hijo, quien dormía recostado en el pecho de su papá.
Aún con una sonrisa, dejó sus cosas a un lado de la puerta y se acerco a ellos.
Verlos dormir juntos le hacía recordar el pasado, todas las veces que había llegado de guardia y había encontrado a Harry durmiendo con Sev en su cama.
Con cariño, besó la frente de su hijo y le acarició el cabello, antes de besar los labios de su marido.
-Mmh, Severus -Harry entreabrió los ojos y sonrió al recibir una caricia en la mejilla-. Hola. ¿Hace mucho que has vuelto?
-Acabo de llegar y no he podido resistir acercarme al veros dormir en el sofá.
Harry bajó la mirada y su sonrisa se ensanchó al ver a su bebé. Le acarició con ternura el pelo.
-Cuando los niños se fueron a dormir, nosotros nos hemos quedado hasta tarde hablando sobre su día con James.
-¿Debo suponer que lo sigue malcriando?
-Como siempre.
-Siempre lo sabéis todo.
Harry y Severus miraron a su hijo y rieron al ver como los miraba.
-Es nuestro deber saber todo sobre vosotros -dijo Severus.
-Claro que si -dijo Sev con diversión. Besó la mejilla de Harry antes de soltarlo y levantarse-. Iré a preparar algo para que puedas comer antes de que vayas a descansar -abrazo a su padre antes de ir a la cocina.
Harry imitó a su hijo y se levantó del sofá.
-Bienvenido -Harry abrazó a su marido y lo besó-. ¿Mucho trabajo?
-Ha sido una noche tranquila. ¿Y tú? ¿Has pasado buena noche con nuestro niño?
-Bastante buena.
-Me alegro.
-Según mis cálculos, Alan va a despertar en 10 minutos -anunció Sev asomándose desde la cocina-. Si queréis comer algo es mejor que os deis prisa.
Las dos se rieron de las ocurrencias de su hijo, pero le hicieron caso.
-En eso todos habéis salido a Harry.
-Mentiroso -golpeó a su marido-. Pero tiene razón. Tú tienes que dormir y Sev debe prepararse para su cita con Chris.
-Veo que hoy vas a tener un día ocupado compensando a Chris por ir a casa de tu madrina unos días -se burló Severus haciendo reír a su marido.
-Dejadlo ya.
Harry y Severus volvieron a reír.
-Desde el primer momento, Hermione me dijo que no me metiera en vuestra relación tía-sobrino -informó Harry-. ¿Qué te hizo pensar que un novio sería bien recibido por ella?
-Hermione te permite salir con Chris, solo porque es de la familia y sabe que te puede secuestrar cuando ella quiera y mandar a Chris a paseo -se burló Severus.
-En serio -Sev fulminó a sus padres con la mirada-, parad.
Harry y Severus volvieron a reirse.
-No te enfades, cariño. Tan solo nos divierten las locuras de Hermione.
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Unos días después, los chicos estaban junto a la entrada, cargando unas mochilas.
-¿Lo tenéis todo para ir a casa de Hermione?
-Si, padre -respondió Sev por todos.
-Bien, pues vamos.
Salieron de casa y, en lugar de aparecerse, fueron paseando a través del pueblo hasta llegar a casa de Hermione.
Fuera de casa, como siempre, los esperaban Hermione y las hijas de esta.
-¡Mi cosita! ¡Sev!
Hermione y las niñas se abalanzaron sobre Sev, quien se vió rodeado por los brazos de Hermione y de las gemelas.
-Parece ser que, como siempre, nosotros sobramos -dijo Alan burlonamente.
-No digas tonterías -Hermione se separó de su ahijado, tras dejarlo sin aire en los pulmones, y abrazó al resto de sus sobrinos-. Vuestra tía Hermione os quiere a todos, ¿verdad chicas?
-¡Si!
Elisabeth y Jeanne imitaron a su madre y rodearon a sus primos.
-Bien, ahora que os tengo en mi poder, vamos a echar a vuestros padres y vamos a divertirnos -dijo Hermione frotándose las manos de anticipación.
Los chicos se acercaron a sus padres y se despidieron de ellos con besos y abrazos antes de entrar en casa de su tía, junto a sus primas.
-Supongo que nos vemos en un par de días -dijo Harry inquieto.
-Todo irá bien, hermanito -Hermione se le acercó y lo abrazó con fuerza-. Yo me ocupo de los niños. Tu ocupate de tu "encantador" esposo, quien seguro te tendrá retenido en la cama todo el día -bromeó Hermione, logrando así que Harry se riera.
-Gracias. No se que haríamos sin ti.
-Os habría ido bien, pero yo hago la vida más interesante.
Harry se rio por la ocurrencia de su amiga.
-Viviríamos más tranquilos -dijo Severus burlón-, de eso no hay duda.
-Considera como regalo de aniversario el que no te golpee -Hermione miraba furiosa a Severus-. Ahora iros antes de que cambie de opinión.
Hermione se encaminó hacia la puerta de su casa.
-Venga, Harry, alejemonos de esta loca.
-Ya verás, Snape. Me quedaré con los niños de por vida -amenazó desde la puerta.
-Inténtalo y...
Hermione no lo dejo acabar la frase, ya que cerró la puerta.
Sonriendo triumfal, se giro hacia los chicos que la miraron impresionados unos segundos, pero finalmente, se echaron a reír.
Ver las peleas entre su padre y su tía siempre los divertía.
-Un día de estos uno de los dos acabará matando al otro -dijo Alan, secándose las lágrimas provocadas por la risa.
-Nah. Es nuestra forma de demostrarnos cariño -Hermione hizo a menos las palabras de su sobrino-. Ahora, vamos a comer, que las niñas y yo hemos estado todo el día cocinando. Y después, empezaremos la diversión.
Por su parte, Harry y Severus paseaban por el pueblo de vuelta a su casa. Harry aún no quería volver a casa, por lo que Severus lo complació llevándolo a comer algo por ahí para distraer a su marido de la fecha que era.
No era algo fácil para Harry, por lo que siempre se aseguraba de que ellos, junto a Hermione, tuvieran los días libres.
Harry y Severus, mandaban a los niños a casa de Hermione y Severus se dedicaba a entretener a su marido.
Tal y como había previsto Harry, esperar su aniversario de boda siempre le daba fuerzas para pasar ese día. Al igualque pensar en sus hijos, en la vida feliz que tenía ahora con su familia.
Tras la comida, volvieron a casa y Severus insistió en que fueran a su habitación a descansar un rato.
Se acomodaron sentados en la cama, con Severus rodeando el cuerpo de Harry con sus brazos.
-Este año... está siendo algo difícil -murmuró Harry.
-Tranquilo, mi amor -Severus besó la frente de su marido.
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-¿Qué? No puede ser. ¿Te lo has dejado? -se quejó Elisabeth.
-Pero Sev, nos habías prometido que nos mostrarías tu regalo de graduación -dijo Jeanne.
-Las has hecho buena. Ahora las gemelas no dejaran de molestarte en todo el tiempo que estemos aquí -le murmuró James a su hermano mayor.
-Si -suspiró Sev-. Vale chicas, tranquilidad. Iré un momento a casa y lo buscaré.
-Si tía Hermione se entera que te has ido, pondrá el grito en el cielo, llorando porque la has abandonado -dijo Eileen.
-Por eso mismo, vosotros 5, me cubrireis -dijo Sev caminando hacia la puerta de salida-. No voy a tardar mucho.
Sev salió de la casa y para ahorrar tiempo se apareció frente a la suya.
No queriendo molestar a sus padres en su tiempo juntos, entró con cuidado y silenciosamente fue hasta su habitación pasando por el cuarto de sus padres y viéndolos acurrucados juntos en su cama. Entró en su habitación y cogió una caja antes de volver a salir.
Iba a irse cuando oyó hablar extraño a su papá.
-Este año... está siendo algo difícil -murmuró Harry.
-Tranquilo, mi amor.
Preocupado por su papá, Sev se quedó escuchando la conversación entre sus padres.
-Estos últimos días, es como si me hubiesen estado llegando recordatorios por todas partes. Incluso Sev... -Harry respiró hondo-. Incluso Sev ha dicho que nunca nos habríamos conformado con él.
-Harry, él no...
-Lo se. Es solo que... no se que habríamos hecho sin ti -dijo murmuró Harry-. Después de aquello no teníamos a nadie.
-Mi amor, ten por seguro que habrías salido adelante. Tú y Sev habríais estado bien.
-No. Tú has sido mi roca todos estos años. A pesar de aquello tú me amas. Nos amas.
-Harry -Severus se preocupaba cada vez más. Con cariño le acarició el rostro-, sabes que no fue tu culpa.
-Lo se. Pero no puedo dejar de dar gracias de que estuvieras de guardia aquel día y que nos ayudaras a Sev y a mi. Gracias por salvarnos; gracias por convertirte en el padre de mi hijo.
Impactado por todo lo que acababa de oir, Sev dejó caer la caja que había ido a buscar, alertando así de su presencia.
Sobresaltados, Harry y Severus miraron hacia la puerta.
-Sev -Harry palideció aún más.
Rápidamente, Severus se levantó de la cama e intentó acercarce a su hijo.
-Sev, escucha...
Sin querer oir nada más, Sev empezó a correr, hasta salir de la casa, donde se apareció.
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¿Qué tal, gente?
Aquí está el tercer capítulo.
¿Bueno, qué creéis que hará Sev con lo que ha escuchado?
Como podéis ver, no me estoy extendiendo mucho en la vida de los hijos de Harry y Severus, más allá de daros una idea de lo que hacen y como son.
Y hablando de como son, alguien me comentó en el capítulo anterior que no he descrito la apariencia física de los niños y en parte tiene razón.
No he descrito a Eileen y James, pero la apariencia de Sev y Alan la dije en la primera parte del fic.
Pero bueno, estoy pensando en añadir esta información en el primer capítulo, así que si veis que os vuelve a saltar el primer capítulo ya sabéis porqué es.
Bueno, lo vamos a dejar hasta aquí.
El próximo jueves más y espero que mejor.