Nuevo, otrooo. Sé que probablemente la edición no esté quedando bien del todo. Hay detallitos que se me puede pasar por alto, lo importante es que quiero que sepan, le estoy poniendo onda; agregando detalles beios y todo. Un saludo especial a quienes dejan su voto, su impresión, y me están ayudando a difundir.
Les debo la luna, de verdad.
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Capítulo Siete
"Give love a try"
Louis había amanecido maravillosamente bien, miro la hora a través de su teléfono y no tenía señal; como era de suponerse. Se dio una ducha rápida con el agua tibia que terminó siendo helada, carcajeó porque ya se estaba acostumbrando a esto. Cuando se asomó para desayunar, estaba Jackson, Cler y su abuela tomando leche recién hervida, los cuatro felices desayunaron, no sin antes de que Louis les saladura a todos y con un beso en la frente a su amada abuela Liss, posteriormente se sentó en la mesa para disfrutar el bello desayuno.
Más tarde Cler y la abuela limpiaron todo y Jackson se fue para llevar a su hijo a la escuela de verano...
—¿No vas a ir tu a la escuela esa? –preguntaba Louis, mientras miraba por la ventana. Hoy no había visto a Zack, ni a su tío Ted ni... a su primo Harry—
—No, Jade cree que es lo mejor que puedo hacer ¡pero ella no sabe lo que dice! –Exclamaba la pequeña. Liss sonrió mientras miraba a Louis y este esbozó una sonrisa—
—Tú no sabes lo que quieres aún nena... –Decía la anciana, Cler dejó de limpiar para luego tomar un vaso de agua, miró a su abuela y se cruzó de brazos en modo de expresar su molestia—
—¡Si lo sé! –Respondió— ¡y no iré a esa tonta escuela!
—De acuerdo... —Liss se dio la vuelta— No irás, pero no te quedaras aquí, haciendo actividades de vaquera, vas a repasar las matemáticas. –Ordenó Liss— y luego ayudarás a ordenar la casa.
—¡Estoy siendo una nena aún! ¡Esas son cosas de mamás y abuelas! –Decía la chica. Louis no pudo evitar soltar una carcajada—
—Tú no te rías, trasero de mamut –le gritó la chica y Louis se sonrojó al instante—
—¡Que son esas palabras! ¡Se va a su cuarto ahora! –reprendió Liss y la chica se fue corriendo. La cocina quedó en silencio unos momentos hasta que Louis habló—
—No...no había sido gran cosa... de todas maneras no... tengo el trasero... así ¿no? –Preguntaba el ojiazul y Liss soltó una carcajada—
—Oh vamos cariño, no es un problema, pero sí lo es tu bonita ropa...
—¿Qué hay de eso abuela? Mi ropa es muy bonita... —Respondía Louis extrañado—
—Louis, lo sé, es hermosa, pero estas aquí y me duele el alma que tengas que arruinarla por los trabajos de la granja cielito... –Explicaba la anciana mujer. Louis suspiró para él no era problema, el podía comprarse más ropa cuando... regresara—
—No es un problema, abuela yo puedo comprar más y...
—No, no, no cariño, no voy a permitir que eso pase, escucha, en el sótano hay unas cajas, hay ropa de Zack ahí... no está en malas condiciones pero te servirá al menos el tiempo en el que estés aquí...
—¿Qué? –Soltó Louis sin poder creerlo— No, de ninguna manera, estoy bien así... por dios, no voy a...
—¿Qué tiene que te la pongas? ¿Te da impresión porque es vieja y usada? –Decía Liss provocando un sentimiento no muy agradable en Louis— ¿O en la ciudad ese tipo de cosas no se hacen entre la familia?...
—Abuela... —el ojiazul susurró— No es... eso, yo...
—¿Tú qué Louis? Me dijiste que seguías siendo el mismo, cuando pequeño todos mis nietos compartían la ropa... ahora estas aquí y la necesitas, tienes la oportunidad, la tomas o la dejas. ¿lo harás? –Presionó.
Entonces Louis cerró sus ojos fuertemente, su abuela tenía la razón.
—No puedo creer que esté haciendo esto... –decía el ojiazul mientras abría las cajas del sótano—
—No puedo creer que esté acompañándole, cuando podría estar chismeando con mis amigas... –respondía Cler, ayudando a Louis a hurguetear en las cajas— ¡y todo por no ir a esa tonta escuela de verano!
—¿Cómo sabes que no te gusta? No has ido... –Louis contestó mientras veía unas camisas verdes a cuadro—
—Solo porque lo sé, no es difícil saber qué es lo tuyo o no... Dime una cosa ¿te gusta esa camisa? –Preguntó la nena—
—Eh... ¿si? –Respondió Louis—
—¡Ves! es todo, ¡no hay más! Ni siquiera te la has puesto y quizás cuando lo hagas te verás realmente mal. –la chica decía mientras soltaba una carcajada— Pero sin embargo la encuentras linda. Eso me sucede, vi la escuela y no me gusto...es horrible.
—Vaya, ese si es un argumento. –Pronunció el ojiazul mientras tomaba la camisa y se la colocaba—
—Soy muy achentiva.. –contestó—
—Lo dices mal... –corregía Louis mirándola— Se dice "asertiva" ¿comprendes?
—Claro que entiende, es míster cerebro... –decía una voz bastante familiar.
Louis y Cler miraron hacia la escalera, Harry venía bajando luciendo unos bellos pantalones negros, botines cafés y una sudadera blanca.
—¡Harry! –Exclamó Cler para correr a los brazos de su primo. Este la tomó y le besó la mejilla—
—¿Cómo estas cerebrito? –preguntó dulcemente Harry. Louis se sonrojó el estaba hurgueteando en la ropa vieja de quien sabe qué persona y Harry estaba allí viendo aquello—
—Bien, no fui a la tonta escuela de verano y la abuela me mandó en castigo a ordenar mi cama, aprender las matemáticas y ser la guardaespaldas del primo Louis... –Cler lo decía mientras hacia un puchero adorable a Harry. Este la abrazo mucho más fuerte y luego la bajo—
—Bueno, puedes ir a jugar solo un momento, no creo que la abuela lo sepa... a menos que... –Harry miró a Louis— que al primo Louis se le salga...
—Oh no, no... No ¡no me metan en sus mentiras! –Louis respondió, mientras negaba con sus manos— No, no...
—Oh ¡por favor Louis! ¡Prometo nunca más reírme de tu trasero dotado! –prometía la chica y Louis abrió grandemente sus ojos. El rubor le apareció una vez más y vio como Harry se reía por lo bajo—
—¡Esta bien! –Exclamó Louis— Ya está, pero si la abuela te ve, le diré que no tengo que ver en esto.
—¡De acuerdo! –Decía la niña para darle un beso en la mejilla a Louis y subir rápidamente por las escaleras para salir del sótano—
El sótano quedo en completo silencio, estaba oscuro pero el rayo de sol que entraba por la pequeña rendija de la ventana apuntaba la lechosa y hermosa piel de Harry, Louis bajo su vista hacia la camisa a cuadro color verde que lucía...
Harry sonrió de lado y camino un par de pasos más hacia donde estaba su primo.
—¿Te gusta cómo te queda la camisa? –Preguntó el ojiverde, Louis alzó su rostro para mirar los bellos ojos de Harry—
—No lo sé, es... linda... —Louis contestó. Harry entrecerró sus ojos—
—Pero... no te pregunté eso, te pregunté... si te gusta como te queda...
—Uh... yo... no lo sé, ¿me queda bien? –Louis pregunto inocente. Harry se mordió su labio inferior apreciando el lindo y pequeño cuerpo que tenía delante de sus ojos—
—Te queda fantástica, pero... ¿a ti te gusta? –continuó y Louis asintió—
—Creo...me gusta... este color... tal vez. –Harry alzó una de sus cejas y se acercó a una de las cajas y se sentó—
—¿No sabes cuál es tu color favorito, Louis? –se atrevió a preguntar—
—Sí, yo... ¿verde? –Louis contestó algo nervioso—
—¿Cómo mis ojos? –Decía Harry y Louis le miro detenidamente—
—Supongo... todos ustedes tienen los ojos verdes o algo así... yo... no... –Harry hizo una mueca, Louis estaba divagando era muy seguro, así que sonrió y decidió cambiar la dirección de la charla—
—Sin embargo tienes unos hermosos ojos zafiros, como un diamante... –piropeó el ojiverde— ¿Por qué estas buscando ropa de todas maneras? ¿No tienes? Me parece extraño... vi que traías un montón de cosas.
—Oh, es... la abuela, dice que no quiere que arruine la mía y me mando a ver la ropa vieja de Zack... y al parecer... me queda.. –Louis respondía, mientras se sacaba la camisa y la dejaba a un lado junto a unos jeans que había encontrado antes—
—Y... uhm sabías que venías al sur... ¿Por qué viniste con esa ropa entonces? –Louis alzó su vista hacia Harry— Estoy siendo... un idiota lo que realmente quiero preguntarte es porque has venido... luego de tanto tiempo...
Vaya, Louis no se esperaba una pregunta así, soltó un suspiro y se sentó sobre otra caja, miró divertido a su bello primo, luego miro sus pequeñas manos.
—Veinte años que no sabía como estaba mi abuela, no le veía porque mis padres nunca me volvieron a traer pasar a mis vacaciones aquí, fue por lo de la prima Michelle... –contó Louis. Harry asentía expectante a cada palabra que el ojiazul decía— Olvidé todo esto ¿sabes? Viví muchas cosas aquí, pero luego las olvide. Cuando decidí venir, lo hice porque necesitaba huir según mi psicóloga personal... lo hice porque ella decía que yo no tenía registro de lo que quería realmente para mi vida, pero estoy en una paradoja estúpida en donde... intento buscar algo que me ayude a estabilizarme pero no hay tiempo porque... ya tengo una vida... estabilizada. –pronunciaba Louis mientras soltaba una amarga carcajada. Harry pudo ver la cara de derrota de su primo, y sintió compasión... y algo más...—
—Nunca es tan tarde Louis... —Contestó Harry mirando el rostro de su primo. Louis le siguió con la mirada, no comprendía a lo que el ojiverde se refería. Harry lo notó— Me refiero a que... cualquiera puede partir de cero si se lo propone...
—Oh no, no es tan fácil como lo planteas Harry... –Louis respondió—
—¿Sabes que sí? Solo mira tus manos... —El ojiverde se puso en pie, acercándose al lugar en donde se ubicaba el más bajo. —Ahí tienes una camisa sureña que probablemente en el mundo que vives jamás la usarías, pero te gusta... y por eso la has escogido... –Cantó Harry y Louis se perdió en ese consejo— Son mínimos detalles que puedes cambiar... –los dedos fuertes del ojiverde cayeron sobre la mano de Louis que sostenía aquella blusa.
El ojizafiro se perdió en ese suave toque. ¿Qué demonios estaba haciendo?! Harry era un hombre, probablemente con alguna chica especial en su corazón y el era un hombre casado con una bella esposa, tal y como DEBÍA ser. No había nada que pensar, nada que admitir, el chico que tenía frente a él era precioso, pero nada más, y debía cortar esto de una vez por todas.
—Si yo... bueno... –Louis no sabía muy bien que decir salvo que apartó su mano de la de Harry para ir hasta donde se encontraba otra caja con ropa—
—Es así de simple, no lo hagas complicado, si ves algo de aquí que te guste cógelo y sé feliz. Dale una oportunidad a tus gustos reales y no ficticios. –Louis no tenía intención de pensar más allá de lo que su primo le estaba diciendo 'si ves algo aquí que te guste cógelo' si, definitivamente había algo que le gustaba al ojiazul, pero el ya lo había detenido rápidamente antes de erupcionar y acabar con su vida perfecta—
—Me voy a llevar esta caja, quiero seleccionar y... yo, bueno, permiso... –articuló Louis, mientras guardaba la camisa verde a cuadros dentro de la caja y la cerraba—
—¿No quieres que te la lleve? –Preguntó Harry amablemente— Se ve muy pesada...
—No, no, no yo... puedo solo... –Louis respondió, dándole la espalda a su grandote primo—
—No creo que puedas, tienes los brazos bastante cortos... –Harry pronunció con una sonrisa en su rostro. Louis enarcó una de sus cejas y miró a su primo—
—¿Disculpa? No porque midas un metro noventa, vas a tener mayor fuerza que yo, te recuerdo que tengo más edad que tu. Puedo manejarlo.
—Oh Louis, por dios, ¿Cuántos años más? Los años no tienen que ver, yo trabajo en el campo, puedo apostar que no podrás llevar esa caja.
—¡Soy lo suficientemente hombre para soportarlo, la puta madre! –gritoneó para tomar la caja, y en el primer intento cayó hacia delante contra el piso, con caja y todo quedando en el suelo, sobre ella—
La escena era comiquísima, Harry se relamió sus labios para luego oprimirlos, quería reírse, reírse tan mal, pero no lo hizo por respeto al orgullo herido de su primo Louis. Por otro lado estaba Louis, con sus ojos cerrados y sus mejillas sonrojadas, tomo aire, estaba muy molesto, luego soltó lo que tenía dentro y habló.
—De acuerdo, ayúdame... –Pronunció Louis aún sin mirar a la cara a Harry—
—Ya que insistes. –Harry contesto para acercarse a Louis y tomarle de las caderas—
—¡Qué diablos estás haciendo! –Exclamó Louis, para rodar sobre sí mismo y ponerse de pie en cosas de segundos— ¡Me refería a la caja, yo puedo pararme solo, como ya te has dado cuenta... –
—De acuerdo, lo siento. –Decía Harry con una sonrisa burlona en su rostro. Louis quería matarle— ¿Y donde quieres que la coloque? –
—En mi cuarto. –soltó Louis sin evitarlo. Harry enarcó una ceja divertida, si bien toda esa mini charla había sonado de lo más sexual, sabía que Louis no se refería a eso, ¿no?— Que... en mi cuarto quiero revisar las... prendas y ... me gustaría...
—Si entendí Louis. –Harry respondió con una carcajada. De un solo movimiento tomó la caja y subió las escaleras, salió del sótano delante de Louis. El ojiazul soltó el aire y juntos entraron a la casona por la puerta de la cocina—
—¡Harry, cariño! –exclamaba la abuela para ir hasta donde su amado nieto— ¿Cómo esta Robert?
—Está bien abuela, le han dado nuevos medicamentos y está con bastante apetito... –decía Harry con una sonrisa. La anciana se alegró de escuchar sobre el estado de salud de su hijo que no veía hace bastante—
—Quiero ir a verle Harold, he pensando en que, Ted va sin problema alguno puedo hacerlo también, soy su madre... —Harry abrió sus ojos—
—Bajo ningún motivo ¿Qué es lo que estas pensando? ¡No ves que es peligroso abuela! ¡No puedes arriesgar tu vida! –exclamó Harry, molesto—
—Estamos hablando de tu padre Harry, el cual es mi hijo ¡Mi hijo! –respondía Liss.
Louis estaba atónico ante la escena, no sabía muy bien como proceder, y es que no sabía que le atemorizaba más, la aparente personalidad efusiva de su primo, o la terquedad sin remedio de su abuela.
—No vamos a seguir hablando de esto enfrente de él... –soltó Harry apuntando con su nariz a Louis, miró a su abuela una vez más— Después hablaremos... y no hagas una idiotez, sabes que conozco a mucha gente por aquí. –Sin más Harry miró a Louis quién pálido le miraba— Vamos, no sé dónde queda tu cuarto. –Decía, férreo—
—Oh... si... va-vamos... –contestó Louis con un hilo de voz, vio a su abuela de brazos cruzados mirando hacia la ventana con un rostro de enojo, pero decidió ignorarlo por miedo a que Harry le matara... si estaba siendo ridículamente extremista—
En completo silenció subieron la escalera de fierro, llegando hasta el cuartito en donde Louis se hospedaba. Ambos entraron y Harry dejó caer la caja sobre la cama. Louis le miró desde la puerta, estaba nervioso... hace un rato había conocido al comprensivo y adorable Harry, pero ahora tenía enfrente de él, al idealista, autoritario y dominante hombre del sur, a pesar que en esta última faceta demostraba no ser la mejor persona... le resultaba inquietamente sorprendente.
En un acto de nerviosismo se mordió su labio inferior, sin saber qué hacer, Harry seguía dándole la espalda, una gran espalda cabe decir.
—Lamento que hayas tenido que... presenciar... esto. –soltó Harry sin voltear su vista hacia la de Louis. El ojiazul dejó su labio inferior libre y asintió—
—No te preocupes... entiendo. –contestó—
—¿Entiendes? –Replicó Harry para darse la vuelta y mirar a su primo. Louis no se esperó que Harry le pidiera explicaciones por lo que había dicho y en ese momento su boca se paralizó—
—Yo... intento... com...prender... –pronunció Louis, casi en un susurro—
—Es mi padre, está muriendo cada día Louis... –explicó— se irá y no creo poder soportar que otra persona más se fuera por culpa de esa estúpida enfermedad... ¡Liss no entiende un carajo! La amo lo suficiente como para permitir que haga una tontería así...
—¿Por qué entonces permites una 'tontería así' de parte del tío Ted? –Louis no quería decir eso, pero intentaba ponerse en el lugar de su abuela, o al menos que Harry pudiera ver el punto que tenía Liss para decir una cosa así— Me dijiste que él no estaba vacunado... sin embargo dejas que vea al tío Robert de todas maneras.
—No intentes decirme que soy inconsecuente... –Contestó Harry en un tono casi molesto. Louis relamió su labio inferior—
—No estoy diciéndote nada, dar una oportunidad, eso es lo que estoy diciendo, la abuela es la madre de tu padre, le quiere... y necesita verle... ¿no sabes lo que es querer ver a alguien y no poder hacerlo? –Louis soltó esta vez sin miedo alguno. Harry le quedó mirando atónico, no comprendía esta nueva faceta de Louis, comprendió que había mucho que quizás no sabía del sujeto que estaba enfrente de él, y su corazón rebotó porque él quería saberlo todo—
—¿Lo dices porque... le estas dando una nueva oportunidad al sur, no?... no se trata de dar cualquier oportunidad posible... –articuló Harry para dar un par de pasos y quedar a centímetros de Louis— Estamos hablando de mi padre, su cáncer y mi abuela. –le miró penetrantemente y Louis tuvo que tragar duro para luego responderle—
—Estoy hablando de darle una oportunidad al amor. –Fue todo lo que Louis soltó para dejar a Harry sin respuesta— Lo que mueve a la abuela a querer ver a tu padre, no es el peligro, es el amor, de una madre a su hijo. Probablemente cuando seas padre lo comprendas. –Sin más, Louis se salió de su lugar para caminar hacia la caja y abrirla, luego de unos segundos, guardó silencio para ver si su primo seguía allí, pero el fuerte estruendo de la puerta cerrarse le confirmó que Harry se había ido, bastante molesto.
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Es todo, Anclas, mañana otro :)
pd.: Se viene INJERTO!!!!!!!!!!! ay me emociona demasiado, es que de verdad adoro como va quedando.
macire.