nuevoo. Por favor ayudadme a difundir mi retorno, lo agradecería infinitamente.
pd.: Esta historia es ficción, por lo cual la enfermedad que se plantea en uno de los personajes es creada en nombre de preservar la trama de ésta.
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Capitulo seis
"Give in to me"
—Mhm... –gimió Louis, intentó apretar sus labios para contenerse, pero resultó imposible, terminó jadeando como si fuera la única solución a su gran problema que tenía entre sus piernas— Esto...esta... ma—mal... –logró decir mientras esa boca de deslizaba desde su vientre hasta su manzana de Adán que tragaba duramente— Por dios... –soltó— Har...
—Shsh... Louis... –decía aquella voz ronca detrás de su oído— Déjame comerte... –Esta iba a ser la muerte para él, sobre todo cuando sintió una mano acariciar uno de sus pezones— Louis... –susurro aquél—
—Por...por favor... —Louis arqueo su cuerpo frenéticamente ante la sensación avasalladora—
—Louis... –pronunció una vez más aquella voz que se hacía cada vez mas audible—
—Louis... ¡Louis! –vociferó esta vez más fuerte, como si fuera una exigencia— ¡LOUIS JODER! –Entonces el ojiazul abrió sus ojos fuertemente—
Miró entonces hacia el lado derecho de su cama y ahí parado con una cara de chiste estaba su primo Zack, y Louis se quería matar rápidamente, joder, joder, joder... el... había ¿fantaseado con... oh dios.
—Dios mío, realmente debes extrañar a tu esposa. –soltó Zack con una sonrisa burlona al darse cuenta de un detallito que sobresalía—
—¿De qué demonio... –Louis no terminó de formular la pregunta al darse cuenta de que, estaba completamente sudado, jadeante y con su pene sobre saliendo de la sábana blanca, oh por el amor de Dios, quería matarse— Eh... –tomó rápidamente las sabanas y se tapo— Y...yo
—¡No te preocupes, primo! –exclamó Zack, para luego soltar unas carcajadas que le incitaron a inclinarse producto de tanta risa— Oh dios, de verdad no sabes lo que eras... –decía con lágrimas en sus ojos— Bueno, bueno, de todas formas he venido a decir que tienes que levantarte, iremos a tomar los huevos de las gallinas. –Ordenaba Zack mientras se limpiaba las lágrimas de sus ojos producto de tanta risa— Y am... ¿Louis?
—¿Si? –Contestó el ojiazul, sentándose en la cama aún muy avergonzado de lo que había sucedido—
—Date una ducha fría, porque digo... esa cosa no te baja ni con la mano. –Atendió Zack mientras soltaba una última carcajada y salía de la habitación—
Louis se tiro hacia atrás mirando hacia el techo, se quería suicidar ¿Qué demonios le pasaba? Cerró sus ojos y tomó aire, intentó recordar de quién se trataba la persona que le estaba haciendo el mejor sexo oral de la vida en sus sueños, pero... de pronto su cuerpo se congelo al recordar una mata de cabellos enrulados entre medio de sus piernas abiertas.
Joder soltó Louis, el solo conocía a una persona con rulos. Negó ante el pensamiento para luego ponerse de pie rápidamente y buscar en sus maletas que gracias al cielo ayer se las habían traído de vuelta.
—No tengo ropa sureña... –Se decía así mismo, claro había traído algunos jeans pero, pensaba en que ensuciarlos o dañarlos allí sería algo terrible sumado a lo que había gastado por ellos, pero con el dolor de su alma tomo unos de color café sumado a una camisa clara, tomó luego unos bóxer y se arreglo el pantalón de su pijama azul de seda para bajar por las escaleras e ingresar al baño.
Jade junto a Cler estaban allí.
—Um... buenos días... –articuló Louis amable, viendo a sus primas que le miraban divertidas—
—Hola Louisin... –respondía Jade— Vas a tener que esperar primo, adentro esta Jackson bañando a Tom, y luego se bañará él, y luego yo entraré con Cler para bañarla y enseguida me baño yo...
—Oh por dios ¿es broma? –Articuló el ojiazul con una mueca en su rostro—
—No, es real primo... –decía Cler, mientras le miraba con sus lindos ojos pardos—
—¿No hay otro lugar donde...me pueda bañar? Zack me espera para ir a por los huevos... de las aves.
—¿Van a ir a tomar los huevos? ¿Por qué no me dijiste Jady? ¡Sabes que me gusta ir! –Pronunciaba Cler mientras le tironeaba el pijama a la morena—
—Porque esta vez irán para recolectarlos en las bandejas para venderlos Cler, por eso irán solo los grandes... –explicaba Jade— Oh, eh, Louisin, detrás de la casona hay una ducha pero es con agua de pozo, te congelaras la vida primo... –advertía Jade. El ojiazul asintió, sin remedio alguno tuvo que ir hacia aquella ducha—
Dios, Louis ni siquiera podía creer que estuviera debajo de una ducha de madera y ramas de árboles, el agua caía por una manguera pequeña, y el ojiazul palideció, dejó su ropa sobre una roca que había allí y entró. El agua estaba helada como el hielo, y no evitó quejarse, cielos, en momentos como estos deseaba estar en Londres, bajo su agua cálida y baños de burbujas. Muy valiente.
Unas cuantas sacudidas más y desajustó el corredor de agua, se colocó su ropa y salió para encontrarse con Zack y Harry que estaban amarrando las bandejas sobre los caballos. El rostro del ojiazul se torno rosa, no, no, no, lo menos que esperaba en este momento era toparse con la imagen de su primo Harry allí, intento ser indiferente, intento calmarse, nadie nunca podría saber lo ridículo —y a la vez apasionante— de haber soñado... una cosa así, todo estaba en su mente, nadie mencionaría esto jamás.
—Vaya me hiciste caso primito, optaste por la ducha fría... –bromeaba Zack soltando una carcajada, Louis palideció al instante—
—¿De qué me he perdido? –preguntó Harry y Louis quería morir, sus mejillas se tornaron de un rojo carmesí, oh, no, no, por favor...—
—Nada, es que nuestro primo tuvo uno de esos sueños... eróticos ¿no es así ojitos? –Zack decía mientras sus cejas de movían de arriba abajo. Louis comenzó a toser dios, esto era humillante, vio como Harry bajaba su mentón con una sonrisa pasmada en su rostro.
¿Cuál era lo gracioso? ¡Claro! Como él no sabía que justamente él había sido el dueño de aquella fantasía...Jesús, no se supone que debo admitir nada, pensó Louis.
—Harry lo hubieras visto... ¡parecía perro que no tomaba agua hace un año! –Articulaba Zack, mientras imitaba los jadeos de los perros sedientos en referencia a Louis—
—Oh por dios ¡Cierra la boca Zack! –exclamó Louis, Zack no podía dejar de reír, mientras que Harry por otro lado miraba directamente a la cara enfurecida de Louis— ¿No te vas a reír tu también? ¡Adelante! ¡No voy a poner objeción a ello! –exclamó Louis para apartarse de sus primos y sentarse sobre una de las cercas de madera que habían allí—
—No te enojes riquillo, es solo una broma... –se excusaba Harry mientras terminaba de amarrar las bandejas— Bueno, bueno, ¿cómo lo haremos, hay dos caballos, con quién te vas Louis? –preguntó Harry y Louis miro a sus primos, Zack ya estaba montado en su caballo negro, y Harry estaba parado sobre el suyo café, casi esperando por ser elegido. Louis no se iba a arriesgar a nada, así que decidió rápido—
—Me iré con Zack. –soltó y Harry le quedo mirando fijamente para luego asentir—
—¡De acuerdo, ven entonces riquillo! –exclamo Zack, con una sonrisa en su rostro, Harry se subió a su caballo café, y partió antes que ellos, y Louis no le quito la mirada en todo el camino—
Cuando llegaron los tres se bajaron y Zack a diferencia de Harry no ayudó a Louis a bajar del potro, Harry desató las bandejas del tercer caballo que llevaba la carga, mientras que Zack iba hacia la casona donde estaban los polluelos. Louis miró a Harry no sabiendo muy bien que decir, sentía que había hecho algo malo, pero no, el no había hecho nada... Aún así Harry ni siquiera le miraba.
—¿Quieres... que... uh te ayude con las bandejas? –preguntó Louis con sus manos entrelazadas por la parte de su espalda—
—Puedo hacerlo solo, además te puedes quebrar una de tus uñas. –Harry decía mientras que con sus fuertes brazos tomaba las casi dieciochos bandejas—
—¡No tengo uñas! –gritoneó Louis algo histérico, Harry le estaba diciendo que era un hombre mimado o algo así?—
—¡Muchachos, vengan con las bandejas, las gallinas nos han dado el chipe libre! –Exclamaba Zack desde la casona y Harry avanzó. Louis soltó el aire que tenía retenido y siguió al ojiverde para luego entrar al gallinero—
—Santo cielo, cuantos nidos... –decía Louis mientras veía la paja y la cantidad de nidos que había allí—
—Bueno, son doce huevos por cada bandeja, así que manos a la obra. –Ordenaba Zack mientras los tres comenzaban a recaudar los huevos.
Harry y Zack lucían sobre su ropa una jardinera que les permitía dejar depositado los huevos allí, Louis por el contrario los echaba en el pequeño espacio que había entre sus bolsillos delanteros que se acoplaban a sus muslos, ellos llevaban de a diez huevos en sus jardineras y Louis tres, estaba siendo un fracaso.
Cuando ya tenían las primeras ocho bandejas listas, Zack fue a dejarlas a la casa de la abuela dejando a Harry y a Louis en un silencio incomodo, el ojiverde intentaba fingir que Louis no estaba ahí pero los constantes suspiros y los estornudos de Louis le hacían recordar que estaba ahí y que lucía unos bellos y esquicitos pantalones cafés apretaditos.
—¿No tienes ropa... sureña? –Preguntó Harry, mientras que con su brazo limpiaba la transpiración de su frente—
—¿Tiene algo malo esta? –Louis contestó con otra pregunta, mientras se ponía una de sus manos en la cadera. Harry lo evaluó de pies a cabeza, algo estaba sucediendo entre ellos, pero ninguno iba a ser lo suficientemente valiente como para confirmar—
—No, tú en realidad... tienes unos bonitos muslos... –soltó el ojiverde sin filtro. Louis se sonrojó al instante y miró hacia otro lado—
—Gracias tu... tienes lindos ojos. –Contestó Louis en su defensa. Realmente esto estaba siendo demasiado estúpido, no se supone que los primos deban decirse ese tipo de cumplidos, no, de ninguna manera, aún siendo hombres, que era mucho peor—
—Tengo los ojos de mi papá. –Harry respondió dejando los diez huevos nuevos en la bandeja, se sentó en un fardo de paja para descansar unos minutos. Louis dejó sus tres huevos nuevos en la bandeja y caminó temeroso hacia donde estaba su primo, y con delicadeza le miro—
—¿Tienes a tu padre contigo? –Se atrevió a preguntar. Temió que Harry le dijese que no veía a su padre hace mucho, que solo se dedicaba a trabajar y por las noches a hacerle el amor a su muy bonita esposa campesina.
—Claro, vivimos juntos en la casa que queda hacia el norte de la casona de la abuela, cuando cumplí los seis, mamá nos dejó así que con papá nos mudamos a Tennesse con el fin de que si le sucediera algo, yo no quedaría en la calle, sino quedaría con la abuela.
Louis no sabía si quería haber escuchado eso, pero algo dentro de él emergió y quiso saber más, quería saberlo todo, todo en cuanto a su primo Harry.
—¿Cómo se llama tu padre? –Preguntó Louis mirando Harry y este le sonrió—
—Es Robert, creo que ya habías escuchado de él. –Louis abrió sus azules ojos y recordó que había oído hablar de él en la casona de la abuela—
—Oh si, si, Zack lo va a ver a menudo... ¿no? –Decía para sentarse en el suelo. Harry asintió con una sonrisa—
—Zack le lleva el desayuno, el tío Ted le lleva el almuerzo y yo comparto la once con él... –respondía Harry y Louis sintió un enorme alivio al darse cuenta que en aquella casa solo vivía Harry y su tío Robert—
—¿Por qué no solo va donde la abuela? ¿Es su mamá no? –preguntó el ojiazul y Harry dejo de sonreír, su rostro cambió y Louis lo notó—
—Papá tiene una especie de cáncer viral... y por eso no... Puede salir de casa. –Louis enmudeció, no esperaba una verdad así, el chico no tenía mamá, el chico vivía solo con su padre que estaba invalido sin poder ejercer algún trabajo, el padre tenía cáncer viral... no era justo para nada—
—¿Es... contagioso? –se atrevió a preguntar Louis y Harry asintió—
—Pero no te preocupes, si tienes la vacuna aun que exista traspaso de saliva, no se contagia. –Louis arqueó una de sus cejas ¿Qué le estaba queriendo decir su PRIMO?—
—Oh... –logró contestar el ojiazul removiéndose en su lugar— Y um... ¿cómo Zack y el tío Ted le llevan la comida?
—Zack y yo tenemos la vacuna, no todos la pueden tener es cara, y la abuela no podía ponérsela porque en ese momento estaba internada... por el asunto de la diabetes así que solo fuimos nosotros...
—¿Y el tío Ted? ¿Se vacunó también? –Louis preguntó—
—Oh no, no, Ted no se vacunó, el dice que es como un roble, y es verdad al parecer nada se le ha pegado, en todos estos años nunca ha tenido una recaída o algo así...-Respondía Harry mientras se ponía de pie. Louis le quedó mirando; el hombre que estaba en frente de él, había vivido mucho más a pesar de no estar en el primer mundo, entonces el comprendió que era pequeño, una nimiedad al lado de él—
—Entonces, yo... ¿puedo ir a verlo sin problema alguno? –Louis preguntó con un rostro inocente. Harry tuvo que apretar sus dedos en la palma de su mano porque por dios que quería hacer algo al respecto; entonces lentamente esbozó una de sus sonrisas y ladeó su rostro—
—¿Quieres verlo entonces? –Harry le preguntó, Louis con una de sus sonrisas enriquecedoramente adorables, asintió y Harry asintió también en respuesta— De acuerdo... iremos pronto a verle. –El ojiverde alzó su mano para que su primo se tomara de ella y se pusiera de pie, Louis no muy convencido le dio la mano y se puso de pie sintiendo la piel cálida de Harry azotar su mano derecha—
—Gracias... –contestó el ojiazul para quedar cerca de su primo, podía casi sentir el olor corporal del ojiverde, y podía notar las bonitas y largas pestañas de este, entonces se preguntó ¿por qué de pronto estaba mirando tan a doradamente al hombre que tenía frente a él?—
—La abuela dice que estamos bien con las bandejas que le lleve... –Interrumpía Zack mientras entraba a la casa de las aves. Louis por inercia se apartó de la proximidad de Harry y fue hasta donde Zack se encontraba—
—Entonces... ¿ya terminamos? –Preguntó Louis, mirando de reojo a Harry—
—Sí, pero igual llevaremos las que han terminado y la que terminaré ahora para que no perdamos el viaje... –Zack contestó— Harry... ¿Cómo te fue ayer con el tío? Hoy en la mañana le lleve el queso pero... estaba dormido...
—Uh... –Harry se estiro de brazos— Bien, es decir, le dieron medicamentos por los dolores y una dieta, le encontraron panzón –decía el ojiverde soltando una carcajada la cual Zack siguió de golpe. Louis no encontraba la gracia, la situación era horrible, el padre de Harry moría lentamente pero sin embargo ellos reían—
—Bueno, bueno, vamos a terminar la última bandeja para ir a almorzar... –motivaba Zack—
Los chicos se dispusieron a terminar un par de bandejas más para luego dejarlas sobre el caballo y partir a la casona. Esta vez Zack iba junto a los huevos y Louis por no haber otra opción tuvo que sin remedio irse una vez más pegado a la fuerte espalda de su primo Harry. El trayecto no fue tan duro, Zack y Harry hablaban cosas sobre el ganado y Louis tenía su cabeza sobre el hombro del ojiverde, iba cansado, había despertado a las ocho y no había desayunado, sus ojos prácticamente se cerraban, el esperaba que este viaje fuera de descanso para encontrar su "yo" interior, no sacarle la leche a la vaca, tomar los huevos de la gallina, bañarse en una regadera de agua de pozo y ponerle los ojos a un cuerpo descomunal que por lo demás es masculino y como bonus, su primito.
Sin más demora llegaron a la casona, Zack se bajó de su caballo y mientras desataba las cuerdas de las bandejas, Harry bajó de su potro para ayudar a Louis a bajar, ambos se respondieron con una sonrisa amistosa para posteriormente ayudar a Zack con las bandejas. Entraron con ellas por la puerta de la cocina, ahí estaba la abuela revolviendo la olla quién les recibió con una bella sonrisa.
—Mis muchachos.,. –Articuló la anciana, para acercarse a los chicos y besarles sus frentes— ¿tienen mucha hambre? –preguntó, mientras abrazaba a Louis—
—Yo desayune ¿tú, Harry? –Preguntó Zack mirando al ruloso—
—Sí, yo desayune también... –Harry respondió para tomar una manzana verde del canasto de la mesa centro—
—¿Y tú cariño, desayunaste? –preguntó Liss mirando al ojiazul, este se sonrojó no iba a decirle a su abuela que había sido un flojo y que solo se levanto para ir a trabajar—
—Eh, si yo... tomé... un desayuno...
—Está mintiendo abuela. –Decía Harry con una sonrisa burlona en su rostro mientras le daba una mordida a su manzana, Louis abrió sus ojos junto a su boca de manera reprochante hacia su primo—
—Dime la verdad cielito, ¿has desayunado?, no importa si no, el almuerzo tardará en salir... –pronunciaba la abuela mientras iba hacia unas bolsas que habían en la mesa— Tuve que acompañar a Jade y Cler a ver las inscripciones para la escuela de verano, ya sabes... Jade tiene que trabajar conmigo y la nena no puede quedarse aquí tomando los huevos de las gallinas...
—Cler no quiere ir a la escuela de verano... –decía Zack para sacar una manzana, al parecer ver a Harry comer con tantas ganas le produjo el deseo de comer— ¿Están buenas, eh? –preguntó mirando a Harry quién no apartaba su grande boca de la fruta jugosa—
—Riquísimas... –contestó el ojiverde— Voy a ir a ver si papá desayuno... regreso para el almuerzo... –Harry tomo otra manzana y se percató que Louis le miraba— ¿Quieres probar? –Preguntó inocentemente, notó como su primo se ponía colorado así que solo sonrió para luego besar la frente de su abuela y salir de la cocina—
—¿Dónde está Ted? Mi caballo necesita que le cambien las patas, el pobre ya ni trota... –contaba Zack—
—Esta con Tom, creo que le está enseñando como montar, anda y le dices que pasa... ¡ah! Y por favor dile que no demoren en venir, ese niñito esta recién bañado y si la madre lo ve todo sucio golpeara a Jackson... ya sabes como es. –Decía la abuela y Zack carcajeo. Imitando la misma acción que el primo Harry, se acercó a la abuela y le beso la frente para más tarde salir de la cocina, dejando a Louis y a la anciana solos—
—Ellos... te quieren... mucho ¿no? –Pronunció Louis mientras se apoyaba en el mueble azul. Liss le quedó mirando unos segundos para luego sonreír por lo bajo mientras pelaba algunas patatas—
—Soy su abuela, han estado conmigo prácticamente toda su vida... y yo les adoro. –Respondió Liss. Louis asintió, no sabía muy bien que decir respecto a ello, el era como el bicho raro de la familia, de hecho... sabía que pertenecía allí pero era como si no lo fuera— Pero sin embargo, nunca he vivido con ellos lo que es, que te quiten un pedazo de vida... –agregaba la anciana mientras soltaba el servicio y miraba a su nieto, Louis le miró sin mueca alguna, no sabía específicamente a lo que se refería— Es justo lo que viví contigo cielito... –El ojiazul sintió como su corazón comenzaba a bombear de una manera extraña... miró a su abuela la cual sus ojos verdes como el pasto se cristalizaban— Cuando eras un nene me dijiste que volverías... pero esperé todos los veranos a que regresarás... no tenía teléfono para llamar a Johanna, y ella nunca vino a verme... o a decirme que tú estabas bien...
Liss se sentó en la mesa mientras que con un pañuelo se limpiaba sus lágrimas. Louis sintió un nudo en su garganta, aquellas palabras eran reales y nunca en su vida había sentido en su corazón algo sin igual... era como si se estuviera dando hacia a ella... como si ella fuera su salvación. La piedra gris que le vestía parecía quebrantarse poco a poco.
—¿No me extrañaste en todo este tiempo mi Louisin? –preguntó y Louis no pudo articular palabra alguna, salvo correr hacía donde estaba Liss y estrellarse en sus brazos respirando con sus ojos cerrados el dulce aroma de aquella mujer maravillosa que le regalo tantos momentos hermosos en su niñez—
—Claro que si abuela... –susurro Louis— Es solo que...mi vida ha cambiado tanto... no soy el mismo, soy una persona fría... –el ojiazul no pensó que diría una cosa así, menos que sus ojos al decirlo se llenarían de lágrimas— Quiero ser el de mi niñez, sin preocupaciones... que le gustaba ensuciarse... –carraspeó sin vergüenza alguna mientras Liss le acariciaba la espalda— Por eso estoy aquí... quiero descongelarme...
—Has venido al mejor lugar entonces... mi pequeño Louisin, aquí te reencontrarás contigo... con tu verdadero nombre.
Louis se aferro mucho más a su abuela, cada palabra era la respuesta que esperaba oír y estaba eternamente agradecido de la señora Cherry, de no ser por ella, el no estaría aquí, respirando en paz y en los brazos de su amada abuela.
—Te adoro mi cielito.
—Te... quiero también abuela... –decía el ojiazul para separarse de los brazos de su abuela amada y por primera vez en este tiempo, el colocó ambas manos a los lados de las mejillas rosas de Liss y acercó sus labios a la frente de su abuela, de su abuela querida Liss y le besó.
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Graacias.
Macire.