Arcoiris en la tormenta »Yoon...

Par DarlingOfSoumi

261K 29.7K 30.7K

|| Jimin es un chico educado, respetado y querido por muchas personas. Estudia medicina y trabaja en un resta... Plus

// Booktrailer //
|| Prólogo ||
// 01 //
// 02 //
// 03 //
// 04 //
// 05 //
// 06 //
// 07 //
// 08 //
// 09 //
// 10 //
// 11 //
// 12 //
// 14 //
// 15 //
// 16 //
// 17 //
// 18 //
// 19 //
// 20 : Fin //

// 13 //

12.1K 1.2K 1.9K
Par DarlingOfSoumi

Bien, las vacaciones han acabado... Es hora de que vuelva a la universidad, bien. Supongo que es algo que tenía que pasar. 

Me duele un poco, porque me acostumbré a tener días libres, además de la compañía del chico malo todo el tiempo. Ajustarse al nuevo horario será bastante tedioso, pues solo trabajaré los fines de semana. 

Aunque no lo crean, medicina es una carrera bastante liosa. En mi caso, no soy mal estudiante, pero sí requiere de invertir en ello. En el tiempo, prepararte para los exámenes, proyectos...

Hoy es mi primer día de regreso a clases, afortunadamente, con mi promedio alto me dieron el derecho de escoger el orden de mis clases. Los profesores, las horas, etcétera. Es por eso que, estoy bastante feliz.

Sinceramente, conozco a muchas personas en el ámbito académico. Me desenvuelvo muy bien con mis superiores, creo que es un don, realmente lo aprecio. 
¡Gracias a ello, he tenido la oportunidad de forjar varias amistades!

Cabe aclarar que no todos son considerados amigos, sino compañeros de estudio. Al cambiar constantemente de clases, de salones, te topas con un sinfín de personas que es casi imposible establecer lazos amistosos. 

Aunque cierta chica, me comentó que soy bastante "popular" por mi desempeño en medicina, mi excelencia académica además de mi amistad con Taemin hyung. 

Sip, Taemin hyung es superior a mí. Está por graduarse, este año. Es un chico bastante roba miradas en todos los semestres, por su agraciada apariencia y perfectas notas. Podría decirse que es el hombre perfecto que todas las chicas quisieran como novio.

He de admitir, que muchas personas me conocen por ese título. "El amigo de Taemin sunbaenim". Porque sí, así como yo me ofrecí como voluntario en la campaña también lo hizo él.

Gracias a ello, pude conocerle.

Es alguien a quien siempre he admirado, quisiera ser como él, talentoso, atractivo y con tanta magnificencia. 

Ahora que me pongo a pensarlo, usualmente Taemin subaenim me recoge cuando voy a la universidad. Me lleva en su automóvil hasta mi departamento, casi todos los días. Digamos que cuatro de los cinco días de la semana.

Eso significa que, si ya tengo a Yoongi hyung, ¿me llevará en su motocicleta todos los días al departamento? Eso me haría sumamente feliz, tan solo imaginarlo recargado en las afueras de la universidad junto a su motocicleta... Se me hace agua la boca.

Ya saben, con esa chaqueta de cuero que le queda como anillo al dedo, su cabello pelinegro como miles de zafiros negros, su piel pálida como la nieve, no olvidemos mencionar sus labios tan delgados...

¡MIN YOONGI ES HERMOSO!

Me encantaría que mi hyung vaya por mí hoy. Creo que sería el detalle perfecto, pero lo dudo. Además, no quiero molestarlo. Puede estar trabajando en sus obras o en el taller, no quiero hacerle perder tiempo conmigo.

Actualmente, me encuentro en la clase del profesor más aburrido de todos: sólo presenta sus clases con diapositivas. ¿Pueden creerlo? Me esfuerzo demasiado para no quedarme dormido, porque en serio, sus clases son perfectas como una canción de cuna.

Dibujo garabatos en mi libreta, puedo sentir que alguien está observándome... Así que me doy la vuelta para chocar con la mirada de una chica, quien me mira fijamente.

—¿Necesitas algo? —comparto una sonrisa mientras abandono mi actividad con el lapicero.

—Sí, bueno, escribiste Yoongi allí —señala con el mentón mi garabateo.

No puedo evitar sonrojarme ante eso, porque entre su nombre y el mío (porque sí, abajo escribí "Jimin"), coloqué un corazón de por medio.

—Oh, no me di cuenta —desvío la mirada con vergüenza, no estoy mintiendo, no me percaté de que escribí nuestros nombres.

—¿Le conoces? Ya sabes, a Min Yoongi —susurra para evitar que el profesor nos escuche.

¿Cómo sabe quién es? Quizá se conocen de algún lado...

—Somos muy cercanos —me limito a responder con una sonrisa tímida —¿Ustedes son amigos?

—Te advierto que tengas cuidado, es un chico peligroso.

Esa última palabra captó mi atención por completo, así que decido girar parte de mi torso hacia la dirección de la chica, para escucharla con atención. ¿Quién es?

—¿De que estás hablando? —ladeo la cabeza, confundido, sin dejar de susurrar.

—Me robó mi celular —forma una mueca de molestia —Es un ladrón. 

Bien, no estoy entendiendo nada. Me cuesta creer aquello, es imposible que Yoongi hiciera algo como eso. No pienso confiar en esta chica hasta que lo escuche directamente de él.
Ahora tengo bastante curiosidad...
Río en bajito después de su comentario.

—Lo lamento, es muy gracioso —cubro mi boca con mi mano —Yoongi no haría algo así.

—Es tu problema si no quieres creerme, yo sólo te digo la verdad. Es bastante atractivo, te conquista para después robarte. Lo usa a su favor.

Segundos después, se aleja de mí para volver a su actividad. Realmente no sé que pensar, es decir, que ella sepa el nombre completo de mi hyung es bastante extraño. Además, dudo muchísimo que robara su celular. Es ridículo.

El toque suena, al parecer ya han terminado las clases. Fue más rápido de lo que pensé, realmente me alegra saber que no fue lento. Espero que sea así los días restantes de la semana.
Guardo todas mis pertenencias en mi mochila, me despido de unos compañeros para después encaminarme hacia la salida.

Apenas salgo por la puerta, me sorprendo al toparme con Taemin hyung, lo saludo con una leve reverencia. Parece como si estuviera esperando a que terminara mi clase.

—¡Hyung! —le sonrío —¿Qué sucede?

—Estaba esperándote, ya sabes, para dejarte en tu departamento —se da la vuelta esperando que lo siga.

—Gracias hyung, realmente me ayudas.

Es entonces cuando escucho mi celular, una llamada está entrando. Pido a Taemin que me espere un momento, contesto sin observar el nombre antes.

—Estoy en tu universidad, si no estás aquí en cinco minutos, te castigaré.

Es lo único que me alcanza a decir Yoongi, quien terminó la llamada al instante después de decirme aquello. Ni siquiera me dio tiempo para contestarle.
No puedo evitar dar saltitos en mi sitio, mientras sonrío como idiota. Me hace realmente feliz que viniera hasta aquí por mí.

Esperen, ¿cómo consiguió mi horario? ¡Yoongi acosador!

Entonces recuerdo, supuestamente me llevaría Taemin hyung... Bien, rechazarle su propuesta me dolerá mucho, estuvo esperándome desde no sé cuanto tiempo. Creo que es injusto irme con el pelinegro y dejar solo a mi amigo.

—¿Sucede algo? —esa sonrisa, no quiero destrozarla con lo que voy a decir.

—Parece que vinieron por mí —sonrío apenado —Pero rechazaré hyung, vamos.

—No Jimin, creo que fue mi error. Debí preguntarte si debía esperarte, ya sabes, no sueles tener planes después de clases —aparenta estar feliz pero parece decepcionado en el fondo.

—Supongo que hoy es una excepción —bajo la mirada —De verdad lo siento, hyung.

—No tienes que disculparte. Tengo cosas que hacer, así que, nos vemos mañana —me despide sin más corriendo hacia su automóvil, donde se sube al instante.

Creo que realmente lo lastimé, después de todo esperó por tanto tiempo... Seguramente Yoongi apenas llegó nada más al azar, es bastante injusto. Pero bueno, ya he cancelado. Camino hacia la salida de la universidad, pero un grupo de chicas de mi salón me detienen.

—¡Jimin-ah! ¿Conoces a ese chico? —señala con la mirada al pelinegro —Es bastante caliente —sonríe ladinamente.

No puedo evitar reírme al percatarme de que ese chico es Yoongi. Aunque sinceramente, sí, se ve bastante bien de esa forma. Es tal cual lo imaginé, recargado en su motocicleta esperándome. 

¡Es como un sueño hecho realidad!

—Sí que lo es —respondo mordiendo mi labio inferior con una sonrisa.

—Está esperando a alguien —parece desilusionada —¡Esa chica debe ser muy afortunada!

—Sí que debe serlo —una sonrisa se forma en mi rostro, después me despido con una reverencia —Las veo mañana.

Mi sonrisa ladina sigue presente en mis labios, a pesar de que aquellas compañeras de clase me vean de espaldas. Camino a paso lento hacia mi chico, quien no se ha percatado de mí. Con mi mano derecha, echo mi cabello hacia atrás.

|•••|

Hace tiempo que no me paro en una universidad. La sensación es extraña, no por lo anterior sino que... Puedo sentir muchas miradas en mí. No entiendo el por qué, quizá temen que sea un delincuente vagabundo.

Me encuentro recargado en mi motocicleta, mientras cruzo mis brazos. Es entonces cuando observo pasar a un automóvil, sinceramente se me hace bastante familiar. Al lado mío, a una velocidad lenta, puedo reconocer aquel rostro dentro: Taemin.

Sus ojos se mantienen fijos sobre los míos, parece querer matarme allí mismo. Aunque, creo que me asesinó en su cabeza. No me quedo atrás, le dedico una mirada amenazante aunque más podría catalogarla como dominante. 

Nuestro contacto visual es muy corto, pero intenso. No entiendo lo que se trae conmigo, después de todo solo nos hemos visto una vez en tooooda la vida.

Giro mi vista para enfocarla en un chico pelirrosa bastante atractivo, quien camina hacia mí con su mochila-portafolio bastante entusiasmado. Su sonrisa es algo distinta en esta ocasión, parece una de victoria.

Nos encontramos frente a frente.

—No pensé que vendrías —acomoda su mochila con nerviosismo y puedo ver como el carmín se apodera de sus mejillas regordetas.

Entonces paso mi mano en su cintura, aferrándolo a mí para unir nuestros labios. Al parecer lo tomé por sorpresa, sin embargo sigue mi ritmo casi al instante. Hago un poco de presión en su piel con mis dedos. 

—Ahora sabrán que eres mi chico —baja la mirada mientras sonríe orgulloso.

—¿Acaso no lo sabían? 

Observo como me niega con la cabeza apenado, yo me limito a darle un golpe leve en su cabeza. 

—Es un día especial —miro al cielo —¿Sabes por qué?

—Hace tres meses que estamos juntos —confiesa pestañeando varias veces.

Joder, es tan tierno.

—Correcto —le extiendo un boleto —Has ganado una entrada para ver una película conmigo.

—¿En serio? ¡Gracias hyung! —me abraza con fuerza impidiéndome respirar.

Después de sus constantes sacudidas, me subo a la motocicleta. Jimin me sigue, como es de costumbre, sujetándose de mi cintura. Recarga su mejilla en mi espalda, es entonces cuando sé que está listo para arrancar.

Llegamos al cine en el menor tiempo del que me esperaba, ambos entramos a la sala que nos indicaba la entrada para sentarnos en nuestros respectivos lugares.

Está bastante emocionado, creo que le gustan mucho las palomitas.
Acarameladas.

Ahg, como las odio. Pero él insistió, extrañamente no puedo negarme cuando él me ordena algo...

—¿Cómo conseguiste mi horario? Eres un acosador, hyung —me guiña el ojo para después reír como un idiota.  

—Estuve esperando hasta que salieras —confieso, cruzándome de brazos.

Observo como abandona su actividad con el alimento para dedicarme una mirada bastante sorprendida. Sin embargo, sigue masticando sus palomitas.

—Eso es realmente romántico, es...

Es entonces cuando tomo unas cuantas de esas asquerosas cosas amarillas para llevarme a la boca.

—En realidad, iba pasando por ahí y te vi desde afuera.

Observo como los ojos de Jimin me miran como sospechoso, entrecerrándolos. Arruga su nariz y puedo darme cuenta de que está decepcionado por mi actitud. Me dedico a reírme a carcajadas. Ignorándome, vuelve a comer de su caja.

Esta vez decidí que el pelirrosa escogiera la película. Después de todo, siempre soy yo quien las selecciona. Nunca lo dejo hacerlo, pero aún así no se enfada conmigo, al contrario. Está feliz de ver algo que me guste.

De verdad lo amo.

Coloco mi mano sobre la suya, observo como tiembla un poco ante mi tacto. Normalmente soy de piel fría, es por eso que suelo darle escalofríos cuando lo toco.
Con la que tiene libre, toma la mía para colocarla sobre su pierna.

Sin mirarme, sigue comiendo. ¿Qué intenta? ¡Sólo quiere provocarme!

No puedo evitar ceder ante eso, por lo que acaricio lentamente sobre su ropa. Noto como se pone cada vez más nervioso con mi tacto, por lo que una sonrisa ladina se forma en mi rostro. Tú te llevas y no te aguantas, Mochi.

Es entonces, cuando siento que unos labios se estampan contra los míos. Llevo mi mano hacia su mejilla para intensificar nuestra unión. Intentamos silenciar nuestros chasquidos, pero es algo difícil. Nuestras lenguas entran en contacto, con suavidad se acarician una a la otra.

Después de unos minutos en ese estado, logramos separarnos por fin para cobrar algo de aire.
A pesar de que está oscuro, puedo apreciar las rosadas mejillas de mi chico. Sonrío al verlas.

  |•••| 

Desvío la mirada al sentir la suya, sinceramente me avergüenza mucho verlo a los ojos después de un beso. Siento que me veo como un tonto, por eso miro hacia otro lugar.

Retomo la película, no soy de besarlo mucho pero... En esta ocasión, no pude evitarlo. ¡Se ve tan hermoso! 

Ambos continuamos con nuestro primer objetivo, sin embargo, nuestras manos ahora están entrelazadas. 

La película ha finalizado, nos levantamos con cuidado, ya que la sala estaba totalmente llena por lo que todos caminan de aquí para allá... Es por eso que nuestras manos siguen unidas, para evitar que nos separen.

Cuando ya nos encontramos fuera, podemos apreciar que ha anochecido, el tiempo en el cine se pasa volando, llevo mis manos a mis brazos, abrazándome a mí mismo. El frío recorre todas las calles, puedo escuchar el viento también.

Yoongi hace lo de siempre, quitarse su chaqueta de cuero para dármela. La acepto de inmediato, después me dedico a abrazarlo para cruzar la calle. De esta forma siempre le doy calor, ya que mi piel es más cálida que la suya.

Nos sentamos a un lado de la motocicleta, en una banca. Aseguro de acurrucarme bien en su pecho, él me deposita un beso en la frente. No puedo estar más feliz, bueno, eso creía.

Hasta que recuerdo lo que ocurrió en el colegio, sobre la chica afirmando que Yoongi robó. Es algo inaceptable hasta irrespetuoso que hable así de él, pero necesito decirle. Para que tenga cuidado si pasa algo... No me gusta que hablen mal.

—Hyung, una chica me dijo algo sobre ti —levanto la mirada para encontrarme con la suya, que mira al frente.

—No sé que fue, pero miente.

Suelto una risa en bajito, asintiendo levemente.

—Claro que sí, tú no pudiste haber robado —me recuesto en su hombro pero siento como Yoongi corrige su postura a una más recta.

—... ¿Robado?

—Un celular —acompleto —Esa chica dijo que robaste su celular, pero por supuesto que es mentira.

Empiezo a sentir un silencio incómodo por parte del contrario, es bastante extraño así que decido levantar mi postura. Ahora me encuentro viéndolo cara a cara, pero él se mantiene observando hacia el frente. Parece que está nervioso...

—¿Cómo era? La chica —después de mil años, se gira para hacer contacto visual.

—Su cabello era ondulado, piel clara —ruedo los ojos intentando recordar algo más —Bastante maquillaje.

Yoongi cierra sus ojos mientras deja salir un suspiro de sus labios, se queda en silencio por varios segundos hasta que decide hablar.

—Lo robé.

Bien, toda la felicidad que tenía acumulada desde esta mañana se ha ido a la basura. Mi sonrisa que no había desaparecido en todo el día, se esfumó en unos segundos gracias a esas dos palabras. 

—¿¡CÓMO PUDISTE-

—Cálmate, ni siquiera has escuchado la explicación —se cruza de brazos mientras ladea la cabeza.

Su tranquilidad ahora mismo hace que me asuste, realmente no puedo creerlo. Yoongi no es un delincuente, no lo es, pero ahora ya todo cambia. Puedo sentir como todas esas advertencias por parte de mis amigos, se convierten en realidades.

  |•••|

—¡NO PUEDE HABER EXPLICACIÓN BUENA! —se levanta de la banca bastante alterado.

—Eres tan ruidoso —chasqueo la lengua —Aunque no te parezca, existe una explicación. 

—Robaste, Yoongi —sus ojos se abren más de lo normal, asustándome —Eres un ladrón, Yoongi.

Bien. Eso último ha dolido, pero tiene razón, creo. No sé si pueda considerarme como un ladrón. Es una buena idea que cuente toda la historia, así que empezaré.

Hace tiempo, en la universidad... Me gustaba una chica. No puedo decir que la quería, porque es una vil mentira, sólo me atraía. Físicamente. Recuerdo que un día fuimos los dos al gimnasio, ella llevó a una de sus amigas que conoció en el club de teatro.

La chica que me gustaba, salió a comprar una bebida energética, por supuesto que quise acompañarla. Entonces, dejó al cuidado de su amiga su bolso. Dentro tenía su dinero, celular, entre otras pertenencias que realmente no me interesaban. Sólo sabía que eran cosas importantes.

Recordar lo que pasó ese día afuera de la tienda, me hace reír. Ella estaba allí de pie, con esa ropa deportiva que realmente me volvía loco. Su cabello estaba bañado en sudor, sinceramente era bastante atractiva.  

Sin más, la tomé por la cintura para besarla. Fue un beso bastante lujurioso, sin tiempo para tomar aire, desaté todos mis deseos retenidos en ese momento. Mis manos hacían presión en sus curvas, mi lengua se movía dentro de su boca con locura.

Que puedo decir, esa chica estaba realmente buena. Pero nada más me gustaba por eso, su personalidad no era la mejor ni mucho menos su ideología...

Como sea, terminamos el acto (del beso, no se asusten) y nos dirigimos hacia el gimnasio de nuevo. No nos dijimos absolutamente nada durante el transcurso del camino, recuerdo que ella se mantenía con una sonrisa pervertida como si deseara más de mí.

Llegamos al lugar, su amiga seguía allí. Pocos segundos después de que nos vio llegar, sacó una tonta excusa de que tenía que irse hacia un compromiso que olvidó. La despedimos, es entonces cuando la rubia buscó entre sus pertenencias su celular para ver la hora.

Ya era demasiado tarde...

Su "amiga" se había ido con su celular en mano, por supuesto que esa era la razón de que estuviera tan nerviosa cuando se dio cuenta de que llegamos. Me enojé mucho, demasiado. No porque me importara la rubia, sino porque era bastante molesto que alguien considerada como tu amiga, te haga estas cosas deplorables.

Por supuesto que mi rubia teñida se enojó, estaba furiosa porque ella misma se compró su celular con mucho esfuerzo. 

Pasaron alrededor de dos semanas después, cuando me encontré a la ladrona caminando cerca de un parque. A lo lejos estaba texteando, pude darme cuenta de que ese teléfono era el de mi chica, porque ni siquiera cambió la carátula. 

Entonces se me ocurrió una idea. Me subí a mi motocicleta, pasé a su lado como un rayo extendiendo mi mano para arrebatarle el dispositivo.

Estaba más que claro, me reconoció. Se puso a gritar como loca que yo le había robado, aquello me dio bastante gracia. Me reía mientras estaba conduciendo, esa chica es patética.

Cité a la rubia, entregándole lo que era suyo desde un principio. Me agradeció con otro de esos besos fogosos, si mi celular no hubiera sonado... Seguramente, en ese momento, hubiéramos tenido relaciones. Quizá fue el destino, quien me guardó para mi Jiminnie.

Desde entonces, esa chica con burbujas en el cerebro se la pasó difamando mi nombre, diciendo que yo le robé, blah, blah. Pero en ningún momento aceptó, que ella fue la ladrona desde el comienzo.

Pero claro, estoy seguro de que mi Mochi no querrá escucharme. Siempre actúa sin pensar, dice las cosas sin pensarlo... Estoy bastante acostumbrado. 

Me levanto de la banca para acercarme hacia él, quien me mira con una expresión de total decepción.

—Si tan sólo escucharas, Jimin... 

—¡NO QUIERO ESCUCHARTE! ¡ME DECEPCIONASTE!

Se da la vuelta para abandonarme en mi sitio, no puedo evitar reírme solo. Después, observo algo que quizá me costará la vida.

Ay mi Mochi, podrías ser más cuidadoso. Las calles son peligrosas, ¿acaso olvidas que los autos pasan como locos? Al parecer ni siquiera te percataste de esas luces emergentes blancas que te apuntaban todo el cuerpo.

Pero él tiene más futuro que yo, así que... 
Además, no le tengo miedo a la muerte. Desde hace tiempo que estoy preparado para esto, pero me resulta difícil abandonar a mi chico de cabellitos coloridos...

Lo empujo al otro lado de la calle con toda la fuerza que me es posible, siento como mi cuerpo se destroza en segundos, puedo escuchar una voz ahogada en sollozos por parte de mi chico que grita mi nombre, desesperado. Es entonces cuando pierdo toda la conciencia que puedo tener.

  |•••|

—¡YOONGI! ¡YOONGI! —mis lágrimas me empapan todo el rostro y me nublan la vista, sin embargo no es impedimento para que me acerque corriendo hacia el pálido, quien yace en el suelo.

Me siento tan mal ahora mismo, no sé que pensar. Mi chico se ha sacrificado por mí, por mi estupidez al no fijarme cuando cruzo la calle. Han atropellado a mi Yoongi, mi hermoso Yoongi.

Lo acuesto rápidamente sobre mi regazo, tomo mi celular y llamo al número de emergencias lo más rápido posible. Solicito el servicio en las direcciones correctas, me contestan que vienen en camino... Pero el tiempo se me está haciendo eterno.

Acaricio lentamente su cabello mientras mis lágrimas no dejan de caer. Afortunadamente, el conductor se baja de su automóvil para enterarse del estado de mi chico. Ni siquiera me giro para observar de quien se trata, solamente permanezco allí rogando que mi chico malo esté bien.

La ambulancia llega antes de lo normal, me hace sentir tan aliviado observar como los paramédicos cargan a Yoongi en sus camillas, para subirlo a la camioneta.

Mi vista es tan nublosa gracias a mis lágrimas que no dejan de salir, mis sollozos ahogados en una voz que probablemente se vuelva ronca en el futuro. Subo al automóvil sentándome al lado de mi hyung, limpio mi rostro con mis mangas e intento calmarme.

Tengo tanto miedo, jamás he experimentado algo parecido. No quiero perderle, si fuera por mí, daría lo que sea para estar en su lugar.
Porque así debía ser, yo era el que merecía estar en ese estado.

Después de todo, fui el inmaduro que no quiso escuchar su justificante, el que no se fijó al pasar la calle, el idiota que actúa sin pensar...

Lo último que le dije fue gritarle que estaba decepcionado, no pueden imaginar la culpa que siento ahora mismo. La carga en mi conciencia que nunca desaparecerá si es el último recuerdo que Yoongi tendrá de mí.

Paso una mano por mi cabello hacia atrás para intentar distraerme, también comienzo a morder mis uñas en signo de nerviosismo y desesperación.

Creo que los padres del pálido deben estar presentes, busco en mi celular para llamarlos cuando recuerdo...

Yoongi está solo.

Sólo me tiene a mí, también a Hoseok hyung.
¡HOSEOK HYUNG!

Busco entre toda la lista aquel número, marco el botón de llamar esperando una respuesta del otro lado.
Impaciente, comienzo a pisar constantemente el suelo.

—¿Jimin?

—... Yoongi tuvo una accidente, estamos en el hospital.

Es entonces cuando escucho un silencio duradero por parte del pelirrojo, seguido del sonido de que la llamada ha finalizado.
No sé como lo tomó, pero estoy seguro de que viene en camino.

Recuerdo que mi chico me habló sobre su hermano mayor, Seokjin hyung...
Pero no tengo ningún contacto con él, ya que mi chico no suele hablar del tema. Las pocas veces que lo ha hecho, mencionó que vive en Daegu.

De ahí en fuera, no sé nada más. No tengo ni siquiera su número telefónico... Tendré que esperar a que Yoongi despierte, porque lo hará, despertará.

Ahora me encuentro en el hospital, sentado. Esperando, juego con mis dedos bastante ansioso y nervioso. Ya ha pasado mucho tiempo, no me han dado ninguna noticia sobre él.

Es entonces cuando escucho unos pasos acercarse hacia mí, los ignoro totalmente manteniendo la vista al suelo, pero siento como me tocan el hombro; así que levanto la mirada para saber de quien se trata.

—¿Cómo está? Jimin, necesito que me lo digas —suplicando, allí estaba el pelirrojo.

Solté un suspiro, puesto que yo estaba igual que él, quería respuestas. Las quería ya, pero no me han notificado sobre nada.

—No lo sé —se sienta a mi lado, cabizbajo.

—¿Qué sucedió?

—Un automóvil.

—Eso es imposible, Yoongi no es idiota, siempre se fija al pasar la calle —frunce el ceño.

—Eso es porque lo hizo a propósito, pero yo soy el que debe estar en esa cama...

Ante eso, Hoseok se da la vuelta para tomarme del cuello de mi camisa, acercándome hacia él en un brusco movimiento, de forma amenazante.

—Si algo le pasa, no te perdonaré —me susurra clavándome la mirada.

Pocos segundos después de eso, una enfermera se nos acerca haciendo que nos separemos forzosamente, mejor dicho, el pelirrojo me soltó para evitarse problemas.
La mujer nos cuestiona con una voz bastante amable.

—¿Son familiares del paciente Min Yoongi?

Ambos asentimos de inmediato, la mujer nos indica que la sigamos. Acatamos su orden, nuestros pasos son temblorosos, tememos la respuesta que nos darán sobre la salud de mi chico.

Es entonces cuando entramos en aquella habitación de paredes blancas, donde el pelinegro yace en la cama, sin despertar.
Tanto Hoseok como yo nos acercamos lentamente.

—Afortunadamente está estable, pero su brazo sufrió una fractura. Ya nos hemos encargado, despertará en un rato.

Le agradecemos a la enfermera, quien nos advierte que solo podemos estar allí un momento corto. Nos deja solos, yo me acerco a mi chico para apoyarme sobre la camilla, mientras me siento en un pequeño banco de allí. Las lágrimas comienzan a salir de nuevo.

—Hyung, lo siento tanto —mi voz comienza a entrecortarse —Por favor perdóname, es mi culpa que estés así... Hyung, yo te amo. Quiero que lo sepas —con esfuerzo, intento compartirle una sonrisa.

Hoseok se mantiene de pie cruzado de brazos.

—No te escucha, tonto.

Decido ignorar su comentario, para dedicarme a mi chico quien me necesita ahora mismo. Acaricio sus suaves hebras negras, espero impaciente a que sus ojos se abran y su voz ronca me invada los oídos. Es lo que más deseo ahora mismo, estar con él, ver su sonrisa...

Hoseok textea unas cosas en su celular, decido prestarle algo de atención respecto a eso, quizá él tenga el contacto de Seokjin hyung.

—¿A quién llamas? —sorbo por la nariz.

—Su hermano mayor, debe estar aquí.

Me limito a asentir en mi sitio, para después regresar mi mirada hacia el chico que está frente a mí, con los ojos cerrados, la piel fría... Tomo una de sus manos para acariciarla, intentar darle calor. Después puedo escuchar un quejido por parte del pelinegro.

Mis ojos se abren en gran magnitud, me acerco a su rostro para apreciar lo que estoy viendo. No puedo creerlo, estoy tan feliz, tan aliviado, ¡No sé como describirlo! ¡YOONGI ESTÁ DESPERTANDO!

—¡Yoongi despertó, Hoseok hyung! —me giro para verlo quien está totalmente en shock, observándonos.

Soy un llorón, el verlo despertar ya me está haciendo sacar lágrimas de nuevo, lloro por el accidente, ahora lloro porque está bien. Soy un desastre.

La voz adormecida el pelinegro se hace presente, sus ojos se van abriendo con lentitud, se mantiene observando el techo, parece confundido...

—¿Dónde estoy? —se gira a verme por fin.

—Estamos en el hospital, hyung. ¿No recuerdas lo que pasó? —ladeo la cabeza al percatarme de su extraña reacción.

—Pregúntale algo —sugiere el pelirrojo, quien ya se encuentra detrás mío.

Asiento inmediatamente para después limpiar el rastro de lágrimas en mis mejillas, acerco mi rostro al pelinegro quien me mira bastante confundido.

—¿Cuánto es veinte por doce? 

Es entonces cuando siento una mano golpearme en la cabeza, llevo mis manos inmediatamente para sobarme mientras suelto un leve quejido de dolor.

—¡Algo que sepa, tonto! —Hoseok me ha golpeado.

—¡Eish! —lo miro con disgusto para después regresar a Yoongi —¿No recuerdas el accidente?

—¿Quién eres? —el pelinegro ladea su cabeza.

Llevo una mano a mi boca para cubrirla, aterrorizado totalmente. No puede ser, Yoongi no pudo haber perdido la memoria, no, no lo acepto. No puede ser.

Es entonces cuando escucho una risa malévola por parte del pálido, eso sólo me tiene más que confundido. No me digas que...

—Hubieras visto tu cara —ríe sin parar —¿Dónde está mi celular? Necesito tomarte una fotografía.

Bien, esa broma debió de haberme enojado. Sin embargo, no me siento de esa forma, de hecho, ahora mismo una sonrisa se ha formado en mis labios, unas lágrimas de felicidad salen y simplemente siento que soy el ser más aliviado en este momento.

Me lanzo hacia mi hyung para envolverlo en un abrazo, me escondo en la curvatura de su cuello. Huelo su aroma, cierro mis ojos. Siento como Yoongi se sorprende por lo que estoy haciendo, pero poco después se involucra también, llevando una mano a mi cabeza para palmar suavemente.

—Estoy bien, mi Mochi. Estoy bien...

Asiento en silencio mientras me aferro cada vez más a él, porque lo necesito en este momento. Necesito oír su voz, saber que está bien, quiero asegurarme.

—Sigue hablando —solicito —Necesito oírte más. 

—Eres un idiota, si tan sólo te fijaras cuando cruzas las calles, no estaría aquí. Por cierto, ¿qué le pasó a tu cara? Te ves terrible con esas ojeras.

Río levemente para después levantarme, hacer contacto visual con él, puedo apreciar su sonrisa, esa sonrisa que me encanta y hace sentir que todo está bien. 

—¿Quieres que te traiga algo? Agua, no sé, lo que sea.

—Te quiero a ti —me guiña un ojo para después tirarme sobre él en la camilla.

    |•••| 

Aunque no se lo dije, me hace muy feliz saber que soy yo el que está en este estado. No me gustaría ver a mi Jiminnie así, para nada. Creo que moriría. A pesar de que no llevamos mucho tiempo saliendo, este chico de cabello rosado, se ha vuelto en lo más importante en mi vida.

Sin él, perdería la poca cordura que aun me queda. 

Puedo observar sus mejillas rosadas, aquellos ojos marrones me miran con brillo en ellos, puedo escuchar los latidos de su corazón aumentar. Llevo mi mano a su mentón, él comienza a cerrar sus ojos. Sonrío ante tal imagen, cierro los míos dispuesto a besarlo. Es un beso dulce, inocente, cariñoso...

—Estoy aquí, por si no lo recuerdan —la voz de mi mejor amigo hace que nos separemos, que Jimin se levante.

—Lamento haberte preocupado, amigo —me intento sentar en la camilla —Estoy bien, no es nada del otro mundo.

Hoseok se acerca a mí, mientras que mi chico pelirrosa retrocede para dejarnos hablar.

—¿Sabes? Estuve a punto de perderte, hyung. Por segunda vez —unas lágrimas que extrañamente aprecio en sus ojos, empiezan a salir.

—No me perderás, estoy aquí —llevo mi mano libre a su mejilla, él cierra los ojos ante mi tacto para después colocar la suya sobre la mía.

Segundos después de eso, escucho la puerta abrirse. Puedo ver a varias personas allí, quienes entran totalmente preocupados caminando hacia mí.

Namjoon, Taehyung, Jungkook... Incluso él está aquí, que me odia. Incluso está llorando. Entre todos ellos, está Seokjin, mi hermano.

—¿Qué haces aquí? —desvío la mirada para no verle la cara.

—Viajo de Daegu hasta acá para que me digas eso, que amabilidad —se sienta a mi lado.

La verdad es que no sé quien lo llamó, precisamente por eso no quiero verlo. Él trabaja duramente en Daegu, hacerlo venir hasta aquí me parece una pérdida de tiempo. Nunca me ha gustado interrumpirlo, además de que me encuentro bastante bien. No lo necesito.

—¿Te quedarás callado? 

—Debes regresar a casa, estoy bien...

—No, no estás bien. Mira tu brazo —lo señala con su índice —Alguien tiene que cuidarte.

—¡Yo puedo hacerlo! —Jimin levanta su mano derecha —Puedo cuidarlo, hyung, no se preocupe por eso.

Llevo una mano para chocarla contra mi frente. Dejo salir un suspiro. Mi hermano gira su vista hacia el pelirrosa, quien infla sus mejillas en señal de nerviosismo.

—¿Quién es este? —me mira ladeando su cabeza.

—Jimin, mi chico —suelto sin más.

Un silencio incómodo se apodera de todos nosotros, nadie dice nada. Mi hermano me mira confundido, arqueando su ceja. No sabe que me gustan los hombres también... 

—¿Debería impresionarme? —se levanta para quedar frente a frente con el pelirrosa —Seokjin, mucho gusto —le extiende su mano.

Jimin la estrecha con mucha emoción y una sonrisa enorme en sus labios —¡Es un gusto, soy Park Jimin!

—No me sorprende el hecho de que seas un hombre, ¿sabes? Lo que me impresiona es que lo soportes —me señala.

—¡Yah! Cualquiera quisiera estar conmigo —miro hacia otro lado mientras ruedo los ojos.

—Lo he aguantado por tres meses —cuenta con los dedos para después hacer un puchero de tristeza fingida.

Ahg, este chico, es un idiota. Escucho una risa por parte de Seokjin, quien se acerca nuevamente a mí. Toma mi mano libre para acariciarla entre las suyas.

—Pediré permiso para cuidarte, Yoongi-ah —me sonríe y yo no puedo evitar sacar la lengua en forma de asco.

—No necesito que me cuiden, entiéndelo. 

—Hyung —el pelirrosa se acerca a nosotros —De verdad, yo puedo cuidarlo. No tienes de que preocuparte —coloca sus manos sobre los hombros de mi hermano.

—Está en las manos de un futuro médico —interviene Taehyung con una sonrisa.

—Eso es genial, parece que tienes muchos amigos que se preocupan por ti, Yoonnie.

Es verdad, sin que me diera cuenta, seis personas están aquí preocupados, por mí. Todos están atentos a mis movimientos, mis palabras, mis acciones...
Hace unos años esto no pasaría, el único en la sala seguramente sería Hoseok, pero conocer a Jimin me ha hecho conocer a otros. 

Me hace sentir especial, saber que me quieren. Ahora la vida parece mucho más interesante.

Me rompí el brazo, eso me recuerda que no podré andar en mi moto durante un buen tiempo. Tendré que estar encerrado en casa, haciendo estupideces, haciendo nada. Si me dan a elegir, prefiero mil veces que Jiminnie me cuide, pero tiene que ir a la universidad. No quiero ser un dolor de cabeza para él, es por eso que rechazo su propuesta.

—Cuando Jimin esté ocupado con la uni, yo puedo cuidar de ti hyung —sugiere el pelirrojo quien me sonríe cruzado de brazos.

Bien, eso es una muy buena idea. Creo que así, sí acepto.

—Está bien, ustedes ganan. Siempre y cuando no interfiera en tus estudios —miro al pelirrosa quien asiente inmediatamente —Ni en tu trabajo —ahora observo a Hoseok.

—Te traje estos chocolates —Jungkook se me acerca mientras sorbe por la nariz —No te odio, quiero que lo sepas. 

—Me sorprende que estés llorando, pensé que no me querías ni un poco —tomo la cajita para colocarla sobre la mesa de al lado.

—Eres un idiota pero me agradas, además, eres el novio de mi mejor amigo así que debemos de llevarnos bien.

Parece que ya me he aliado con este chico, genial. Todo en este día está marchando bastante bien, sin contar mi accidente, claro. Saber que para todas estas personas soy importante, me hace bastante feliz.

   |•••| 

Nos encontramos en el departamento de Yoongi, su brazo está enyesado. Todos ayudamos, Seokjin cocinó para todos, Taehyung se la pasó contándole sus anécdotas de viajes a mi chico, en lo que estaba la comida. Por otro lado, Hoseok estaba buscando una película para que todos la veamos, pero es tan indeciso que no ha elegido alguna. Mientras que Jungkook y yo estamos ordenando la habitación, para que yo duerma aquí.

Seguramente se preguntarán, "¿por qué no duermes con tu chico?" pues porque tiene que guardar reposo, me asusta la idea de lastimarlo mientras duermo a su lado... Es por eso que, dormiré en un colchón de aire en el suelo. Jungkook me ayudó a sacarlo, en fin, a ordenar todo.

Esta noche me quedaré con él, tengo que cuidarlo.

Ambos caminamos hacia la sala, donde están todos. En la mesa puedo ver unos nachos y algo verde. Tomamos asiento, yo junto a Yoongi y Jungkook junto a Hoseok.

—¿Qué es eso? —señala Tae con su índice mientras observa a Seokjin.

—Es salsa de aguacate, con los nachos sabe muy bien —toma uno para untarle aquello.

—Paso, no me gusta el aguacate —Taehyung cruza sus piernas para después apoyarse contra el respaldo del sofá.

Yo me encojo de hombros, tomo un nacho para sumergirlo en la salsa. Lo llevo a la boca de Yoongi, quien no lo duda dos veces para comer. Sonrío al ver como lo hace, realmente es un hombre tierno.

—Quítate —Jungkook empuja al pelirrojo quitándole el control remoto, para seleccionar por fin una película.

—Yah, soy mayor que tú —se cruza de brazos inconforme con el trato del castaño hacia él.

—No seas tan indeciso hyung, ¿así eres con las chicas? —le sonríe ladino para después ajustar el idioma y subtítulos.

—¿Por qué no lo averiguas? —una sonrisa pícara se refleja en su rostro.

Ante ese comentario, todos nos mantenemos en silencio. Incómodo, eso sonó tan homosexual... Claro que no es eso el problema, sino que Taehyung está presente y no quiero siquiera voltear a ver su expresión ahora mismo.

—No, gracias —le sonríe para volver a la película.

—Tengo que irme, mi departamento está lejos —el rubio se levanta de su sitio, despidiéndose exclusivamente de Yoongi dándole una caricia en la cabeza.

Todos lo despedimos, me sorprende que el castaño no corra detrás de él, se supone que vinieron juntos... Así que decido intervenir.

—¿No se irán juntos? —siento como Yoongi recuesta su cabeza sobre mi hombro.

—Vean la película, no la puse para que estén hablando.

De acuerdo, eso fue... extraño. Quizá estén peleados, igual no es mi deber involucrarme demasiado. A menos que pidan mi ayuda, claro está.

La película es una de terror, Seokjin junto con Hoseok no han parado de gritar en todo lo que va de la noche. Es gracioso porque ellos estaban totalmente decididos a que no se asustarían ni un poco. Creo que tendrán pesadillas esta noche. Yoongi no deja de pedirme nachos, estoy casi seguro de que él se los acabó casi todos.

Esporádicamente beso los labios de mi hyung, cuando los chicos están distraídos. Es bastante lindo, estar así con él. Siento que cada vez nos volvemos mas cercanos.

Ha finalizado, todos encienden las luces, son unos miedosos. Seokjin tiene que regresar a Daegu, así que Hoseok se ofreció para acompañarlo hasta la estación. 

—Jungkook-ah, puedo llevarte a tu casa después —sugiere el pelirrojo poniéndose su chaqueta.

—Claro, por mí está bien... Cuídense mucho, chicos. Que te mejores pronto, Yoongi —se pone su suéter para despedirse de nosotros con su mano.

—Gracias calamardo.

Doy un golpecito a su hombro en señal de reclamo, pero no puedo evitar reírme después por su comentario. Afortunadamente, el chico no alcanzó a oír aquello.

Ahora estamos solos, totalmente. 

—¿Me das una mamada? —me cuestiona mientras se recarga en el respaldo del sillón, ladeando su cabeza sin dejar de mirarme.

—Te la doy mañana hyung, ya es tarde —me levanto del sofá colocando mis manos sobre mi cintura.

—Las tuyas son las mejores —desvía la mirada —¿De verdad tenemos que dormir?

—Es gracioso que digas eso cuando nunca te he dado una —lo ayudo a levantarse para después caminar hacia su habitación.

—No tienes que dármela para que sepa eso. Aunque si me la dieras ahora, estaría mejor.

Solo río ante su petición absurda, tomo su mano para sentarlo con suavidad sobre su cama. De hecho, eso me ha estado dando vueltas últimamente...

—S—Supongo que puedo intentarlo...

Entonces una sonrisa ladina se asoma por su rostro.

.   .   .

• Éxito en su regreso a clases (trabajo si es el caso)

Nota. Disculpen la tardanza con este cap, sufrí un bloqueo grande. Espero que les guste este capítulo <3  


Continuer la Lecture

Vous Aimerez Aussi

7.3K 314 16
¿Qué pasa cuando la eternidad es demasiado aburrida? en esta historia Naruto aprenderá la historia de su mundo y tendrá que adaptarse a su nueva vida...
245K 18.9K 52
𝗼𝗼𝗼. 𝗞𝗜𝗡𝗚𝗦 𝗔𝗡𝗗 𝗤𝗨𝗘𝗘𝗡𝗦 !𖧧 ━━━━━━━━━ ❛ 𝖾𝗌 𝖻𝖾𝗅𝗅𝖺 𝖼𝗈𝗆𝗈 𝗎𝗇𝖺 𝗋𝗈𝗌𝖺, 𝗉𝖾𝗋𝗈 𝗍𝗂𝖾𝗇𝖾 𝖽𝖾𝗆𝖺𝗌𝗂𝖺𝖽𝖺𝗌 𝖾𝗌𝗉𝗂�...
39.1K 3.5K 14
Min Yoongi y Park Jimin, unidos por el amor de uno y el despecho del otro; quedan enredados en un trama pasional de celos y venganzas ... ¿Habrá luga...
497K 50.9K 127
La verdad esta idea es pervertida al comienzo, pero si le ves más a fondo en vastante tierno más que perverso. nop, no hay Lemon, ecchi obviamente, p...