____'S POV
Entré abriendo las puertas de la cafetería más que furiosa, haciendo que todos me miraran y guardarán silencio. Estaba que me llevaba el Diablo. Los murmullos de las personas, al ver mi cara sabían perfectamente a quien buscaba. Christopher Vélez. Según las porristas, había vuelto a decir una de sus tantas mentiras, donde yo me veía involucrada. "Christopher dijo, que ella había estado una vez en su cama y que lo volvería a estar dentro de poco". Había dicho una rubia anorexica a su amiga, refiriéndose a mi.
Un chico delgado y moreno, con el miedo en los huesos, me indicó con su cabeza, haciéndome girar y ver a Christopher en una de las mesas. Con sus amigas y amigos. Reía, mientras toqueteaba la pierna de una de las rubias. Apreté los puños y camine a paso rápido hasta la mesa de los "Populares". Zabdiel al verme, dejo de reír. Luego todos los de la mesa lo hicieron y segundos después Christopher cayó, mientras abría los ojos, yo me encontraba fulminándolo con la mirada.
– Sugiero que te levantes, si es que quieres defenderte – Hable mientras levantaba una de mis delgadas cejas. Christopher río sarcástico y se levantó, haciendo que todos en su mesa, se giraran sin dejar de mirarnos.
– ¿Ahora qué pasa ____ ?
– Tu lo debes saber perfectamente – Me acerque a él con toda la intención de rasguñarle la cara, pero el fue más rápido y me tomó de las manos, pegándome a su cuerpo.
– ¡Que gatita!
–¡Ya estoy cansada! no tienes que estar inventando cosas estúpidas, sobre mí.
–¿De qué hablas?
– De lo que tu has dicho a todos. ¡En ningún momento me he acostado contigo! Y no pienso hacerlo ¡Nunca!
– Eso dicen todas.
–¡Todas! Yo no soy como las demás – Christopher me apretó más a su cuerpo y me hizo gemir. Su respiración rozaba con la mía, y sus ojos penetraban los míos.
—Eso crees ____. Pero ninguna se resiste a mi encanto, por mucho tiempo.
–¡Eres una mierda!
– A la que deseas.
– ¡Eres un repugnante! – Comencé a forcejear, tratando de salirme de su agarre.
Todas las personas de la cafetería, estaban pendientes de nosotros y de lo pegados que estábamos. Todos hasta el personal de la cafetería. – ¡Suéltame imbécil!
Acercó su cara, tratando de besarme, gire la cara evitando todo. De su boca salió un "Mejor". Y succionó una parte de mi cuello, fue algo ardiente. Sentí como si estos me quemaran y algo dentro de mi se movió. Mis pezones se hicieron erectos y sentí como si mojara mis bragas. Cerré los ojos y luego los abrí bruscamente. Todos miraban boquiabiertos la escena. Christopher aún seguía perdido en mi cuello. Trague saliva y subí mi rodilla, hasta darle un golpe en su miembro, instantáneamente me soltó y se toco su parte baja.
– ¡Vete a la a mierda. Hijo de Puta!
Y salí de ahí, dejando a Christopher en el suelo. Podía sentir las miradas fijas en mi. Pero no importaba, solo quería olvidar lo sucedido. Una voz habló dentro de mi "Te gusto, admítelo". Mi cuerpo aun estaba caliente por dentro, las manos y las piernas me temblaban. Mi respiración era agitada. ¿Coraje?, ¿Excitación? ¡No!. Excitación no podía ser. ¿Quien podía sentir excitación, por la persona a la cual aborrecía con toda su alma? "Uno nunca sabe". ¿Nunca sabe?. Lo único que sabía en estos momentos, era el odio y la ira – mezclada con algo de excitación – Hacía Christopher Vélez. Y según creía, nada iba a cambiarlo. "