Me despierto con dolor de cabeza, todo me da vueltas, intento pararme, pero me es imposible, unos fuertes brazos impiden mi movimiento.
Me volteo y puedo ver a Blake dormido.
¿Que pasó anoche?
—Veo que ya despertaste—. Dice adormilado.
—¿Que pasó?
—No lo sé, no recuerdo nada.
Me levanto rápido, puedo sentir un dolor en mi entre pierna y ahí es cuando me doy cuenta de que estoy desnuda.
Blake me mira y muerde su labio.
—Te ves linda—. Alaga.
—¿Pero que mierda hicimos?—pregunto con frustración mientras intento tomar las mantas para cubrirme.
Mala idea, Blake también está desnudo y deja a la viste su enorme y erecto pene. El hala las cobijas, haciendo que yo caiga encima suyo, me incorporo y me acuesto a su lado dándole la espalda.
—No sé que pasó, en verdad, pero estoy seguro que la pasamos bien.— comenta y besa mi hombro.
Me acaricia la espalda y una corriente eléctrica pasa por mi cuerpo, su mano ahora acaricia mi estómago y va bajando lentamente hasta llegar a mi intimidad, por alguna razón no puedo hacer nada al respecto, no protestó, podría decir que... lo disfruto.
Empieza a acariciar mi clítoris y ya pronto estaba mojada.
—¿Tan rápido estas lista para mi? — pregunta con voz ronca e introduce un dedo dentro de mi. Gimo como respuesta y el introduce dos con mayor fuerza.
—Bla...Blake, para—suplico. El obedece, se separa de mi y después de unos segundos, me da la vuelta quedando boca arriba. Blake se hace encima mío y me toma las manos.
—¿Quieres jugar?—Me pregunta con malicia y antes de que pueda responder me penetra con dos de sus dedos de una sola.
Un grito se escapa de mis labios y entierro mis uñas en su espalda, la miro y está totalmente rasguñada.
Ya sé que hicimos ayer.
—Chicos—. Grita al parecer Carson.
Blake y yo nos miramos con los ojos muy abiertos. Blake sale de mi, pero se mantiene arriba.
—Carson, me estoy cambiando, Blake se está bañando, enseguida salgo.
—Te espero abajo, hay algo que quiero decirte.
—Vale.
Escucho como se aleja y volteo mi vista a Blake.
—Eso estuvo.. ¡¡¡Ahhhh!!!— soy interrumpida por la penetración de Blake.
El se mueve rápido y con intensidad mientras me besa para callar mis gritos.
—Nece...sito ba..bañarme—digo entre gemidos.
—pues vamos— se levanta aún conmigo al rededor de su pene y camina, de lo húmeda que estoy su pene se va saliendo de apoco, él se percata de esto y me pega fuertemente contra la pared, haciendo que su pene entre más en mi, yo gimo su nombre.
Entramos a la ducha y el agua empieza a bajar por nuestros cuerpos.
—Me corro—murmuro.
—Hazlo, quiero que te corras para mí, Bizcochito.— cumplo sus deseos y me corro. El sale de mi, se quita el preservativo y se corre tambien.
Blake sale de la ducha y me baño, después de unos minutos salgo y busco ropa de Jordyn, ya que es su habitación.
Blake entra y se baña, yo aprovecho para tender la cama.
Él sale después de unos minutos.
—Esto se queda entre nosotros, lo de anoche no debió pasar y lo de ahorita tampoco, sólo fue un error. Por lo tanto, nadie lo tiene que saber—. Demando y la sonrisa que Blake tenía en el rostro se apaga.
—¿Y lo de Mario si lo pueden saber todos? No, ya sé. No lo hago taan bien como él ¿verdad? Si no te gustó, simplemente me lo hubieras dicho—. Dice casi en grito.
—¿Como sabes lo de Mario?
—El me lo dijo.
—Aun así no entiendo porque te importa tanto, no quiero que nadie lo sepa.
—¿Sabes cuanto me costó emborracharte, Para que al final digas que fue un error?
—¿¡Que hiciste que!?— pregunto estupefacta.
—Yo.. yo...— tartamudea.
—Eres un maldito hijo de puta—Le espeto con enojo y mis ojos cristalizados —No eres quien yo pensaba, eres una maldita basura. Nunca en tu maldita vida me vuelvas a hablar.
Y sin más que decir salgo de allí, pero no bote ni una lágrima, aunque si me dolió.
—Hey!¿Que pasó?—. Pregunta Carson.
—Nada, estoy algo cansada, eso es todo.
—¿Que hiciste n mi habitación anoche, con Blake?— pregunta Jordyn.
—No hicimos nada, la dormí para que no besará a nadie—. Contesta Blake.
—Johnny estaba súper molesto—. Comenta Jordyn.
—Ajá, no me importa, gracias por todo, Jordyn, me voy a mi casa.— digo.
—Te acompaño.—Dice Carson.
Tomo mis cosas y me acompaña, tomamos un taxi y nos vamos en silencio.
Entramos casa y me dirijo a la sala.
—Feliz cumpleaños, Nath—. Dice Carson y me abraza.
—Gracias, ni yo sabía que día es hoy.
—Ayer mientras estabas en la audición vine y traje tu regalo.
—¿Como entraste?
—Blake me prestó su llave—. La sonrisa se me borró por completo.
—¿Que quieres hacer hoy?
—Llevame a una biblioteca, quiero leer y aún no se donde hay una.
—Esta bien, pero no debe estar abierta.
—Bien, voy a pedir pizza para el almuerzo — así lo hago.
—Oye, ¿es verdad lo que dijiste anoche?— Pregunta cuando termino la llamada.
—¿Que cosa?
—Que te parecía lindo, casi me besas, de hecho.
¿Es normal que mis mejillas ardan?
No puede ser, que pena.
Si es lindo, pero ¿casi besarlo? No mames.
—Yo... lo siento. Estaba algo borracha.
El sonríe —Te ves linda sonrojada—. Alaga.
....
—Gracias, Cars, por los libros y por mostrarme la biblioteca —. Agradezco mientras caminamos a no se donde.
—Por nada, fue todo un placer pasar el día contigo.
—¿A donde vamos?
—Es sorpresa.
Ya eran las siete de la tarde
Caminamos durante unos veinte minutos mientras bromeabamos y jugábamos hasta que nos paramos frente a una casa muy bonita, la de Ariel.
Carson cubre mis ojos con sus manos y caminamos.
—Espero que te guste—. Susurra en mi oído, Carson y destapa mis ojos.
—¡Sorpresa!—Gritan todos mis conocidos aquí, incluso mi madre y mi hermana están aquí.
Este noche va a ser espléndida.