19.
advertencia: ninguna
género: romántico/amor
Un beso es todo lo que hace falta
Visité a mi hermano en su primer entrenamiento del club.
Harry era muy rápido, eso se destacó demasiado. Me sentía orgullosa de él.
No conocía a nadie, y no quería por el momento. Nadie sabía que era la pequeña Kane.
para enamorarte de mí.
- Mi entrenador quiere conocerte.
Me bajé con la obligación de obedecer, no le quedaría mal al chico en su primer día.
- El gusto es mío, Angélica.
Miré a sus espaldas luego de un abrazo muy cálido, un chico que no despegaba la vista de nosotros.
- Espero verte por aquí más seguido.
Posibilidades.
- Sí, bueno... es mi hermano.
- Te presento a Winks, también es un nuevo chico. Ojalá que se adapte junto a tu hermano. - se despidió con un apretón de manos, aquel joven de antes se levantó del banquillo.
Tendí mi mano y lo saludé.
- ¿Winks?
- Me llamo Harry, también.
Parece que soy todo lo que tú necesitas.
- ¿Eres de Inglaterra?
- No, Ohio. - negué sonriéndole. Era muy apuesto.
- Claro, no suenas como una inglesa de verdad... - murmuró.
- ¿Feliz de estar en el club?
- Estoy más feliz por otra cosa.
Deja que tome la noche, amo con mucha facilidad.
- ¿Tu hermano es muy celoso?
- ¿Porqué lo preguntas?
- Sólo digo...
- No tanto.
- Interesante. - en ese momento, mi hermano me hizo un gesto, era hora de irnos luego de una charla con su entrenador. Al instante de despedirme con Harry, me detuvo con un mensaje. - ¿Quieres salir conmigo mañana a tomar un desayuno en algún café antes de las 8:30?
- Por supuesto. - reí a causa de su plan.
Y sé que seguirás queriendo verme
Para el dia siguiente en la mañana, había cambiado radicalmente el clima, hacía mucho frío.
Winks pasó a la resistencia con la que compartía a lado de mí hermano mayor.
- Estás hermosa.
Luego de un beso en mi mejilla, abrió la puerta de su auto y encendió el motor.
el domingo por la mañana, con la música a tope.
- Entonces, Angélica Kane, ¿cuál es tu secreto?
- ¿De qué hablas?
- ¿Porqué eres bella? ¿Qué más escondes debajo de esa hermoso rostro? - me hizo gracia aquella pregunta. Su forma de ligar era muy tonta.
- Tendrás que venir y averiguar por tí mismo, Winks.
Déjame amarte mientras la luna siga ahí fuera.
Un viento congelado nos invadió en cuanto bajamos del auto.
Me había llevado a un bosque blanco por la nieve, pero cálido por el lago que apesar del helado invierno, no estaba congelado.
- ¿Crees que tú hermano se preocupe?
- No me importa tanto. - le sonreí. Tomó mi mano y caminamos por encima de algunas rocas gigantes, me sentía muy aventurera.
- Eres muy única.
Algo en ti iluminó el paraíso que hay en mí.
- No digas eso.
- ¿Por qué? Es la verdad, Ange.
- Pronto le dirás eso a otra mujer y la palabra única, solo es para alguien.
- Nunca se lo diré a nadie más.
el sentimiento no me dejará dormir,
- ¿Quieres que sea sincero contigo?
No respondí, y seguía con la atención en el lago alumbrado por la luz de la luna blanca.
- Me has enamorado muy rápido.
- Eso no es posible.
porque estoy perdida en la forma en que te mueves.
- ¿Porqué no me crees?
- Porque jamás había sentido esto. - estaba muy acurrucada a su lado. - ¿Y si nos equivocamos?
- Pequeña Kane, voy a cuidar de tí. - acarició mi cabello.
- Me has conocido de un día. ¿Porqué te confías tanto en mí?
- Sé que no eres como esas modelos busca famas.
La forma en que me haces sentir.
- ¿Y si me convierto en algo parecido?
- Entonces no serás Angélica. - me separé de él. Era hora de irnos, caminamos hasta el auto para entrar. - y sé que no vas a ser hací.
- Comenzaste a llamar mi atención.
- Voy a enamorarte.
Un beso es todo lo que hace falta
para enamorarte de mí.
- ¿Cómo?
- ¿Cómo? Así. - repitió mi pregunta. Se inclinó hacia su lado izquierdo, y besó mis labios con dulcura y delicadeza.
- Eso es sólo un beso. - lo reté con la mirada.
- ¿Quieres más? Bien, sólo no juegues conmigo.
Posibilidades.
Luego de dos meses, Harry Kane era el mejor jugador de la premier, ya era un icono en su club.
Todos los días que tenía un partido, no solía faltar.
Era un fuerte para ambos. Él sabía de mi relación con Winks, ese chico me enseñaba todos los días con un ramo de rosas diferente, lo hermoso del amor.
Parece que soy todo lo que tú necesitas.
- ¿Qué crees que tengan de especial los claveles hoy?
Lo pensé un momento. Me encogí de hombros y esperé su respuesta.
- Nada.
- ¿Nada? ¿Porqué? - fruncí el ceño.
Buscó en su bolsillo del deportivo negro, una pequeña caja roja vino.
- Lo significan todo
Un anillo de diamantes. Un anillo de bodas.
Un beso es todo lo que hace falta
para enamorarte de mí.
- Harry...
- Quiero que te cases conmigo, porque no quiero que pases tu vida con alguien más. - se arrodilló.
- No lo creo, Harry...
- Créeme, mi vida vas a ser tú. - sus ojos brillantes. - Dime que sí.
Posibilidades.
- Por supuesto que sí.
Sus labios nunca habían guardado ese sabor a dulce que tanto me gustaba. Hoy era un día tan especial.
- ¿Qué es este escándalo, no te gustaron los claveles? - mi hermano mayor aparecía en los momentos menos oportunos.
Me giré en los brazos del inglés, le mostré el anillo brillante a mi hermano con una sonrisa.
Todos comenzamos algo ese mismo día.
Parece que soy todo lo que tú necesitas.
Hoy disfrutábamos de un importante partido, Harry llegaba como máximo goleador de la Premier League.
Mi chico era titular desde que comenzó su éxito a lado de Kane, eran un trío perfecto a lado de Dele.
Cuatro por dos, ganaron la Champions League. Dos goles dedicados para mí, no podía creer que tenía a los mejores hombres del mundo en mi vida.
Solo quiero sentir tu piel sobre la mía,
sentir cómo tus ojos exploran.
- ¿Has visto mi gol? ¿Lo viste?
- Por nada me lo perdería. Te amo, te amo. - besé todo su rostro.
- No, yo te amo más.
- ¿Quieres demostrarme? - me abrazó. - Quiero saberlo de verdad. Te necesito Angélica.
- Quiero que sea un día inolvidable también.
Pasión en el mensaje cuando sonríes.
- Buenos días.
Me giré a ver su cara por la mañana, su cabello despeinado, su torso desnudo.
- ¿Eres mi desayuno?
- No, pero tú si lo pareces. - río. Me abracé a su cuello, no pude haberlo encontrado en mejor momento.
Me tomo mi tiempo.
- ¡Felicidades! - escuché en un grito al mismo tiempo. Mario reía sin entender nada de su alrededor, pero estaba más que segura que lo disfrutaba.
Mario Winks Kane, era nuestro primer pequeño, el bebé de un año que seguramente traería más amor y felicidad.
Es algo de ti que iluminó el paraíso que hay en mí.
- Pensé que te habías olvidado de nosotros.
- Como crees, los amo demasiado. - me acerqué a Kane y lo abracé
- Uy, también a mi? - habló Winks.
- A tí te quiero afeminado. - reimos por el comentario de mí hermano a mí esposo.
Veo un país de las maravillas en tus ojos,
- ¿Estás bien?
Subí las escaleras del yate con cuidado de no caer, estábamos de vacaciones. Mis vacaciones fuera de mi propio país.
- Sí, tranquilo.
Llevé mi mano a mi barriga, estaba embarazada de nuevo.
puede que esta noche necesite tu compañía.
- Oh, ¿cuál es tu nombre? Lilian no me lo dijo.
- Angélica, un gusto. - un chico alto, moreno, de cabello castaño, ojos a avellana.
- Bruno. - sonrió. - ¿Embarazada eh?
Algo en ti iluminó el paraíso que hay en mí,
- Así es. - me sentía demasiado incómoda. El tipo estaba un poco bebido.
- Ange, ven aquí.
Winks me tomó de las manos y me separó de él, lo miré aliviada.
- No quiero que nadie se te acerque. - se inclinó a mi mejilla y me besó.
la forma en que me haces sentir.
- Gracias Harry.
- ¿Porqué?
La vista no podía ser mejor, el mar calmado sin tantas olas, el atardecer anaranjado, las estrellas apenas saliendo. Un ángel en camino y el amor de mi vida siempre conmigo.
- Por aparecer en mi vida.
Parece que soy todo lo que tú necesitas.
- No, tú lo hiciste. - me abrazó.
- Bueno, pero gracias por quedarte conmigo. - estaba apunto de llorar.
- Te dije que iba a enamorarte
Un beso es todo lo que hace falta
para enamorarte de mí.
- ¿Y te lo hice difícil?
- Las primeras veces sí. - reímos. - Pero lo logré y eso cuenta.
- Te amo Harry.
Parece que soy todo lo que tú necesitas.
- y yo, no sabes cuánto amo a la familia que me has dado.
- Terminé siendo tu vida.