— A mí no me amenazas. — dijo Logan, con la mandíbula tensa.
— Y tú a mí no me llamas puta y te quedas tan tranquilo.
— Eso es lo que eres —espetó Logan. —Soy un hombre que se anda sin rodeos. Un hombre que dice lo que siente y lo que ve.
— Me das lastima Logan. — Ruth se alejó.
Miré a Logan y luego a Ruth.
— Vamos _____. — me llamó.
Fruncí el ceño. — ¿A dónde? — pregunté.
— No, ____ se queda conmigo. — exclamó Logan, iracundo.
— No seas estúpido. — Ruth rió sin gracia. — Las visitas se terminan dentro de cinco minutos y _____ es una visita.
Logan me miró, con una ceja fruncida y expresión confusa. — Estoy seguro de que alguien puede quedarse. — musito.
— ¿Qué? — Ruth se rió nuevamente. — ¿Acaso te da miedo quedarte solito?
— Joder. Ya lárgate. — Logan señaló la puerta.
— Me largo pero con _____. — se acercó a mí, y me agarró del brazo.
Me jaló hacia la puerta, sin tener en cuenta las advertencias de Logan.
— ¡Que la sueltes! — repitió Logan, pareciendo frustrado.
— Debe irse. Quieras o no. — dio media vuelta y se alejó cuando salió por la puerta. — Te espero _____. — gritó.
Miré la cara de Logan. — Debo irme.
— ¿Te irás sin despedirte? — preguntó Logan, parecía molesto.
— Espero que tengas una buena noche. — Me acerqué a Logan. — También espero qué te sientas mejor para mañana. — susurré, incliné mi cara hacia la suya, y planté un pequeño beso en sus labios.
Cuando estaba a punto de alejarme, Logan me cogió de la nuca y me besó nuevamente, A diferencia del beso anterior, este era salvaje y lleno de necesitad.
— Te amo, ____. — Logan rompió el beso con delicadeza. — No lo olvides.
Yo también te amo. Quise decirlo, pero simplemente no podía. Ni siquiera sé él porque accedí a besarme con él. Esto afectaría mis planes.
— Descansa Logan. — no correspondí a sus palabras anteriores. Caminé hacia la puerta.
— Eres solamente mía. — lo oí decir, antes de que pudiera salir.
Cerré los ojos con fuerza y di un grito ahogado.
Cerré la puerta, y me contuve. ¿Eso fue todo? Lo eché a perder. Una vez más me había dado cuenta de que en los planes de Logan no estaba cambiar. Él no iba a dejar de presionarme con su posesividad. Nunca.
— Vamos. — me dirigí a Ruth.
*****
Me tiré a la cama luego de que salí del baño. Me había dado una larga ducha, y efectivamente había logrado olvidarme de los problemas por unos minutos. Alcancé el control remoto y encendí la televisión. Pasaban "I knew you were trouble" de Taylor Swift por MTV.
— Now i'm lying on the cold hard ground. Oh, oh, trouble, trouble, trouble. — tarareé.
Estaba a punto de levantarme para ir al baño cuando recibí una llamada, miré la pantalla, me di cuenta de que era Ruth y contesté.
— Hola Ruth.
— Hola _____. — saludó, parecía animada. — ¿Adivina qué?
— ¿Qué? — fruncí el ceño.
Oí que se rió. — Acabo de encontrarme con unos viejos amigos. Estamos pensando en ir a una fiesta. Nada formal, es en una hora.
— ¿Tan temprano? — solté.
— Sí. — informó. — Arréglate, estamos debajo de tu casa.
Me sorprendí. — ¿Qué? — exclamé.
— Sí. — carraspeó. — Sabía que me dirías que no, así decidí venir.
— Ruth... No creo que sea prudente luego de lo que ha pasado con Logan.
— El maldito de Logan está bien. — escuché enojo en su voz. — Arréglate y baja. — colgó.
Maldije, y me levanté de la cama. Caminé hacía la ventana, y miré a través de la persiana. Observé un auto negro, era deportivo. Observé adentro y vi a Ruth acompañada de otros tres chicos, a los que no les pude distinguir. No los conocía.
¿A dónde se supone que iríamos? ¿En que estaba pensando Ruth?