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Me dirigí al coche negro que estaba parqueado afuera de mi casa. Iba casi que obligada, no quería salir de casa, pero no le podía hacer un desplante a Ruth, así que quisiera o no, debía ir. 

Ruth abrió la puerta del coche, entré lentamente en él, mientras los acompañantes de Ruth me hacían espacio, quedaríamos muy apretados.

— Hola. — saludé.

— Hola ____. — saludó Ruth animada. — Chicos, ella es _____, mi mejor amiga. — dijo Ruth, dirigiéndose a los tres chicos que estaban dentro del coche.

— Hola. — saludaron todos al mismo tiempo.

— Él es Simón. — señalo a un chico de cabeza rapada, el levantó la mano. — Él es Liam. — señaló a un chico de gafas, él sonrió. — Y por último él es Drew. — señaló a un chico de pelo castaño.

— Hola _____. — saludó él con una sonrisa.

— Hola Drew. — me limité a decir. —¿A dónde iremos Ruth? — pregunté confundida.

— A una fiesta, ya te lo dije. — respondió Ruth, después me miró.

— ¿A qué tipo de fiesta? — insistí, ya dudando de ir.

— _____. — Ruth colocó su mano encima de mi hombro. — Relájate. — dijo, rodando los ojos. — ¡Vámonos! —gritó Ruth emocionada. Entonces Liam comenzó a conducir a toda velocidad.

Y justo en ese momento me arrepentí de haber ido. El misterio de Ruth no me gustaba para nada. ¿Por qué tenía que ser tan tonta? Dejaba que hicieran lo que quisieran conmigo.

Muy tarde para arrepentirme.

Liam le subió el volumen a la música. Era pesada, metal. No me gustaba ese tipo de música. Entonces me dio dolor de cabeza a mitad del camino.

Cerré los ojos e intenté relajarme. La ventana estaba abierta, podía sentir el aire chocar con mi cara. Al menos eso ayudaba un poco al intenso mareo que me estaba agarrando.

Sentí mi teléfono vibrar. Abrí los ojos, e inmediatamente metí la mano al bolso para buscar entre miles de cosas hasta encontrar el bendito teléfono. Miré la pantalla y leí: Logan. Suspiré, y contesté. De lo contrario sería mucho peor y no dejaría de marcar hasta que contestara.

— Hola Logan. — saludé, casi que gritando. Escuché que dijo algo, pero no le entendí. — ¿Logan? —repetí. — Habla más duro. — pedí.

— _____, ¿En dónde estás? — sonaba molesto.

— Logan... — me quedé en silencio por un momento. — ¿Podrías llamarme al rato? — solté totalmente aturdida ante la música.

— No _____. — escuché que gritó. — ¿Qué es lo que estás escuchando? ¿Con quién estás?

Entonces Liam y Drew comenzaron a cantar la canción. Su noto de voz parecía un timbre.

— ¡_____, responde, maldita sea! — exclamó. Parecía que estaba gritándole al teléfono. Podía imaginarlo.

— Log...

— Hay... Que deje de joder. — Ruth me arrebató el teléfono, y este se fue volando por la ventana, hasta caer destrozado en la carretera.

— ¡Ruth! — exclamé, mirándole con los ojos bien abiertos. Incapaz de creer lo que había hecho. — ¿Qué es lo que te pasa? — le reclamé.

— No, ¿Qué es lo que te pasa a ti? —preguntó. — Olvídate del puto de Logan, por lo menos hoy. Vamos, que no puede andar jodiéndote la vida siempre.

— Pero Ruth, Era mi teléfono. — hablé desesperada ante la situación.

— Luego te compraré uno nuevo y mejor que ese. — me estaba intimidando.

— ¿Qué? ¿Acaso crees que soy una maldita estúpida con la que puedes hacer lo que se te venga en gana? — la pregunta salió de mi boca antes de que pudiera detenerla.

Su mirada volvió a posicionarse en mí.

— ¿Qué es lo que te pasa? — preguntó seriamente.

Miré por la ventana. — No me gustó lo que hiciste. — contesté.

— Bueno... Lo siento ¿Vale? — la oí decir. — No me culpes. Quiero alejarte de Logan, es lo mejor. — sus palabras hicieron que me volteara para mirarle a los ojos.

— ¿Alejarme de Logan? — pregunté, sin poderlo creer.

— Sí... Él no es la persona indicada para ti. — contestó firmemente.

Drew, Liam y Simón estaban en silencio, pero la música seguía sonando.

— Pero... Tú sabes que lo amo. — le dije con sinceridad.

— ¿Y estás dispuesta a seguir aguantando su posesividad? — preguntó, mirándome directamente a los ojos.

Me quedé en silencio. Volví a mirar por la ventana y suspiré.

— ¡Súbele el volumen a la música! — pidió Ruth.

¿Más volumen? Seguramente se me estallarían los tímpanos.

Entramos a lo que estaba segura era una finca. Liam aparcó el coche, y apagó la música, dejándome escuchar la música que provenía de adentro del lugar. Ruth, Drew, Simón y Liam se bajaron del coche. Yo me quedé sentada. Odiándome a mí misma por haberle seguido la cuerda a Ruth.

— ¿Vienes? — una voz me sorprendió. Alcé la mirada y me di cuenta de que era Drew.

— Prefiero quedarme aquí. — espeté.

— ¿Toda la tarde? — frunció una ceja. — Tal vez hasta sea toda una noche.

— ¿Qué? — solté con amargura.

— Sí. ¿Ruth no te lo dijo?

— ¿Decirme qué? ¿Acerca de la fiesta? — pregunté, mirándole a los ojos.

— No, sobre el tipo de fiesta al que hemos venido.

Me asusté. — ¿Qué tipo de fiesta es?

— Es una orgía. — se encogió de hombros.

— ¿Qué? — mi voz salió como un grito, mientras sentía a mi corazón queriéndose salir de su lugar.

— Sí, hemos venido a una orgía. — dijo divertido. — Así que, es mejor que vayas quitándote la ropa.

Ósea, a Ruth si le reclama porque "cree que puede hacer lo que quiera con ella" y a Logan no, ironías de la vida.   

Ex Novio Posesivo ; Logan HendersonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora