Me recogí el pelo nerviosamente en una coleta baja malhecha, poyé una mano en repisita del espejo y tiré las pocas cosas que tenía allí sin querer.
—Agh... —me quejé en voz baja al sentir la hojilla cortar mi palma —mierda.
Pum, pum, pum
—¿Subin estás bien?
—Eh, sí, todo bien. —respondí con voz temblorosa.
—Abre. —demandó.
—S-sí, un momento.
Intenté recoger todo lo más rápido que pude sólo para tirar y desordenar otras cosas.
—Subin, abre, ahora. —su tono se tornó más severo.
Apenas podía controlar los nervios, él debió detectarlo.
—Un segundo.
Tomé el papel higiénico y envolví mi mano con este.
—Ábrela, ya. —su voz bajó varios tonos.
Limpié la máquina de afeitar y me apresuré a terminar de recoger los productos que quedaban en el suelo. La puerta cedió tras el golpe seco en ese punto estratégico que todos conocían y Jimin irrumpió más que molesto, cerrando la puerta tras él.
—¿Y si estaba desnuda qué?
Recorrió el pequeño baño de invitados con la mirada y suspiró.
—Subin, que susto, pensé que...
Su mirada se topó con mi mano, la escondí detrás de mí como si fuera una niña.
—¿Qué mierda?
Caminó hacia mí enfurecido, se detuvo a escasos centímetros y me miró desde arriba.
¿Había crecido? Dios claro que sí, Subin, los años pasan estúpida.
Ahora Jimin me sacaba unos cuantos centímetros sin esfuerzo.
De repente se veía amenazante y menos niño bonito.
Me pegué al lavamanos, para ganar algo de espacio.
—No es lo que parece.
—Muéstrame la mano.
—Jimin, no es nada, fue un accidente.
—Entonces enséñamela.
—No me crees ¿verdad?
—Subin.
—Sé que vas a hacer un escándalo.
—Voy hacerlo igual si no cooperas.
—¿Por qué no me dejan todos en-
Se pegó a mí y agarró mis muñecas desde atrás, tirando de ellas con cuidado, yo puse resistencia. Él frunció el ceño.
—¿Qué coño te estás haciendo ahora?
Tras un breve forcejeo y con algo de dificultad, logró tomar mi brazo. Sus ojos se abrieron.
—Subin, maldita sea.
Me dio la vuelta y abrió el grifo. Quitó el papel y colocó mi mano bajo el agua. Con la otra, abrió el espejo y sacó el alcohol y el líquido cicatrizante.
—¿Ahora te cortas?
—Jimin, no lo hago. —me giré a mirarlo —te juro que fue un accidente.
—Entonces ¿por qué la escondiste? —su tono seguía siendo duro, acusatorio.
—No quería que pensaras justamente esto. —mis lágrimas se estaban acumulando de nuevo.
Me dolía que me viera tan débil, que pensara que aún lo era. Yo había cambiado, estaba cambiando, joder es un puto proceso. Uno malditamente largo, pero yo sí estaba mejorando. Empezaba a creer en mí. Necesitaba que los demás lo vieran también. Necesitaba que creyeran en mí. Necesitaba saber que estaba funcionando, que se notaba, que no sólo era algo interior. Mierda, necesitaba saber si estaba cambiando mi realidad. Si de verdad lo estaba haciendo. Su duda, era un paso atrás. No podía, permitirme más pasos atrás.
—Demuéstralo.
—¿Cómo? —lo miré casi desesperada, con algo de esperanza.
—Déjame curarte y te creeré ¿de acuerdo? —asentí.
—¿Me vas a soltar?
—No.
Desconfiaba. Su cuerpo se pegó más a mí y apretó ligeramente el agarre en mi muñeca.
—Sé que no soy muy fuerte y que probablemente puedas conmigo, pero no te voy a dejar así.
Me dolió, pero también me sentí protegida.
Me resigné, debía volver a ganarme su confianza. Lo entendía, pero dolía.
El ardor me sacó bruscamente de mis pensamientos. Él tapó mi boca.
—Shhh... sé que duele, pero Jungkookie se va a preocupar.
Luego vino el escozor del cicatrizante, le hice caso. Envolvió mi mano en gaza y la anudó. Me abrazó desde atrás, desde donde había hecho todo, y apoyó su frente en mi cabizbaja nuca.
—Jimin... te juro que...
—Está bien, te creo. Ya está, no llores.
Pero esa misma respuesta supuso tanto alivio que no pude evitar inspirar entrecortamente y empezar a derramar silenciosas lágrimas.
—Si vuelves a tener un accidente, por favor dínoslo. No volveremos a pensar mal de ti, lo juro. Pero no te vuelvas a arriesgar así.
—Lo haré. —sollocé.
—Júralo.
—Lo juro por las papitas fritas de McDonald's —dije sorbiéndome la nariz.
—Bien —rio —, esa es una promesa solemne. —reí entre lágrimas.
Dejó un pequeño beso en mi cabeza y respiró allí un buen rato, mientras empezaba a apaciguarse.
—Agh, debo oler a Jungkook. —se rió libremente sin importarle si el maknae nos escuchaba.
No me había duchado anoche antes de caer rendida.
—Yo también huelo a mocoso narcisista, no te preocupes.
Reí, ya casi tranquila.
Nunca olía mal realmente, pero cuando nos juntábamos con él después del gym, mientras iba a su casa a cambiarse y ducharse, aprovechábamos para meternos con él. Sabiendo lo obseso que es con los olores, aunque como mucho oliera a transpiración, sin mal olor, en lugar de a jabón y algún perfume caro.
—¿Mejor?
—Sí, gracias.
Él me soltó, y limpié la humedad restante. Me lavé la cara para luego mirarme al espejo, me encontré con su mirada en... ¿estaba mirándome el culo?
Sus ojos descendieron, recorriendo mis piernas descubiertas por los shorts de ayer. Me giré rápidamente y estos se dispararon a mi cara. Al verme se tiñeron de preocupación de nuevo.
—Estoy bien, de verdad.
—¿Segura? —se volvió a acercar a mí, posando su mano en mi hombro. Agaché la cabeza.
—Jimin... sé sincero... tú me ves mejor ¿no? —suspiró y me temí lo peor.
—Sí, Subin... pero a veces tengo miedo de que recaigas cuando estas así.
—Entiendo...
—Ven aquí. —me estampó contra su cuerpo y mis brazos quedaron atrapados entre nuestros troncos.
—Si necesitas un abrazo sólo pídelo, a quien sea. Si necesitas hablar hazlo, como ahora, sabes que estamos para ti.
—Hueles a mocoso narcisista. —él se carcajeó de nuevo
—Lo siento, pero ahora no te voy a soltar.
No se lo dije, pero no me molestaba. Me sentí extraña. Esta vez sí correspondí a su abrazo, liberando mis extremidades como pude, porque me apretó más fuerte creyendo que intentaba quitarme.
—Gracias Jiminnie, gracias por todo.
Corto, lo sé, pero intenso, para mí, al menos. Tengo que admitir que aunque apenas dije algo, me costó un poco escribirlo, porque me dolió. Estas cosas no son fáciles y la gente no lo comprende.
En unos pocos días otro cap, aviso que voy a tardar otro rato con F[wb] porque me está costando la vida seguir. Todo es más sencillo con fx FG. Lo siento, están siendo unos día un poco duros.
Gracias por su apoyo, gracias por comentar, son demasiado cómicas xD me levantan el animo y hacen que la inspiración vuelva a mí y escriba más. Gracias!
Espero que estén teniendo una buena semana, y sino aquí tienen mis mejores deseos para todas desde mi rotito corazón.
Eating: biscocho de vainilla (ay la dieta...)
Listening: Subin - Circle's Dream (yeeaaah el nombre de nuestra prota)
Es mi diosa escúchenla, la amarán lo juro!
Cap dedicado a Marta mintaeyoon porque hace que quiera actualizarle mil capítulos aun si no los tengo. Gracias por hacerme avanzar en la historia tras cada escena, eres combustible puro para mi motivación e inspiración. Te admiro y aprecio como no tienes idea <3
Las amo.
Gracias!
Rose