*Narra Laurel*
Estaba preparándome para dormir. Esta tarde había sido exhausto. Me había encantado mi vestido, y solo esperaba una sola cosa...
Que a Aarón le gustara.
En eso, suena mi celular. Con un bostezo lo agarro y checo el mensaje que me ha llegado.
_______
Mensaje:
Ey, hola lindura. Lo de hace días fue raro... jamás pensé que te juntarías con una persona tan contraría a ti. O bueno, en todo menos la estatura xd Pero en fin, sabes que no te guardo rencores, ¿Verdad? Aún estamos a tiempo de ser algo...
_________
¿Qué? ¿Yo volver con él?
JAJAJAJA no.
Decido dejarlo en visto, y pongo en silencio el chat con él. Me acuesto en mi cama y me pongo a acariciar a Coqueta, la perrita que apenas mi tía me había regalado a escondidas. Era una chihuahua de color canela. Muy bonita.
De un momento a otro, sin darme cuenta, me quedo dormida.
*Flashback*
—¿Entonces, qué dices?—
Mi mano sigue cubriendo mi boca. Las piernas me tiemblan y me está a punto de dar taquicardia.
— S-Si...— Murmuro.
— ¿Si qué?—
— S-Si quiero ser tu novia, Max.—
***
— ¡Melanie!— Corro hacia ella, llegándole por atrás.
Esta solo se ríe, mientras trata de sacarme de su espalda.
— ¿Que pasó niña fea?— Rió mientras me volteaba.
— ¡Ayer en el parque se me declaró!—
—¡¿Qué?! ¿Acaso... ¡Ya tienes novio!?—
—¡Si!—
— ¡Dios! ¡Tú primer novio, Lau!—
—¡Si!— Suspiro.— Siento como si fuese un sueño...—
Se ríe.
— Y para empezar, ¿Quién es el afortunado?— Me sonríe con picardía.
— Max... Maximiliano Campbell.—
***
Max y yo veíamos una película en el cine. Estábamos celebrando el primer mes juntos. Lo mejor era que él seguía siendo tan atento como el principio, incluso quiere llevarme a conocer a su padre. El director.
Pero de tan solo pensarlo, un nudo se forma en mi estómago...
Trato de agarrar palomitas, pero en eso, nuestras manos chocan. Miro lentamente su rostro, el me mira a los ojos, y de repente se empieza a inclinar. Por inercia yo también lo hago. Miro sus mechones rubios caer, y me quedo encantada.
Pero, paro en seco al recordar algo.
Yo nunca he besado a alguien.
—¿Qué pasa?— Pregunta confundido.— Creí que... qué me querías... yo, si ya no me quieres, lo entenderé, yo...—
— ¡No!— Lo interrumpo de manera rápida.— N-No, claro que no. Yo te quiero, y mucho. Solo es...— Me pauso.
—¿Es...?—
Oh, pamplinas. Tengo que decirlo.
— Jamás he besado...—
¡Ya! ¡Lo dije! Y sonará ridículo, pero en mis Catorce años no he besado a nadie. NADIE.
Entonces, él se ríe.
—¿T-Te estas burlando de mi?— Pregunto, algo dolida.
—N-No.— Para de reír.— Es solo que, te miras tan apenada. Y te vez tan linda...— Me sonríe.— No te preocupes. Solo déjate llevar...—
Y se vuelve a acercar.
Rendida, hago lo que él me aconseja. Me dejo llevar. Nuestras narices chocan y las respiraciones se mezclan. El olor a fruta llega a mis fosas nasales, encantándome aún más. Y pum. Nuestros labios se encuentran. Claramente la preocupación sigue ahí, pero —Como había dicho antes— me dejo llevar. Me muevo al son de él. Sus labios me guían. Y pasa algo inesperado. Inconscientemente nuestras lenguas se unen.
Nos besamos de manera rápida y larga. Duramos muchos tiempo besándonos, a tal grado de entumir mis labios.
No es hasta que me quedo sin respiración cuando me separo de él. Miro sus labios rojos, y presiento que los míos están igual o peor.
—Lo hiciste bien.— Murmura, para después volver a besarme.
***
—¿Ustedes...?—
— Si...— Me sonrojé.
Melanie Se queda pensativa, y de pronto truena los dedos, como si se le hubiese ocurrido algo.
— Ahorita vengo, Lau.— Y se va, dejándome sola en los pasillos.
***
Dos meses. No puedo creerlo.
Ya comí con el papá de mi novio, y creo que le caí bien. Me agrada la idea de tener de mi parte a aquel hombre Yam amable y chistoso.
Aunque hay algo que me desconcierta... últimamente se ve serio. Me preocupa que le esté pasando algo malo, le preguntaré...
***
— Melanie, ¿Para qué me ocupa...?— Mis ojos de abren como platos al ver aquella escena.
Melanie y Max. Besándose. Toqueteándose.
Melanie abre los ojos y me mira. Pero no se detiene. Max no parece percatarse de mi presencia, así que sigue. Y cada vez el nivel de toqueteo sube.
Me dan náuseas. Por Dios, apenas estamos cumpliendo los quince...
Salgo corriendo, con lágrimas corriendo por mis mejillas. Me encierro en el primer salón que veo, y dejo que mis sollozos salgan.
***
—Vaya, vaya. Aquí la sola y triste Laurel.— Melanie se ríe, junto con su nueva amiga Roxana.— ¿Qué pasa? ¿Dónde está tú novio Max...? ¡Ups! Perdón, tu ex novio.— Se ríe.
Me es imposible no soltar algunas lágrimas. Al fin y al cabo ella era mi mejor amiga.
—¿P-Por qué?— Pregunto dolida.
—¿Por qué no?— Respondió, con una sonrisa malvada.— Él siempre me gustó, y se fijó en mí primero. Estábamos quedando... hasta que tú me lo quitaste. ¡Ladrona!— Me empuja, haciendo que choque con los casilleros.
—¡Yo no soy ninguna ladrona!— Chillo, tratando de empujarla, pero Roxana me detiene y niega con la cabeza, para después darme una cachetada.
—Lo eres.— Se acerca a mi y me susurra:— Y te dejó por imperfecta. Por gorda. Por fea. Por deforme.— se ríe y me agarra de las greñas.— Adiós, Lau.—
*Fin del flashback*
Despierto de manera abrupta. Me siento en mi cama y tocó mi cara. Las lágrimas brotaban sin permiso alguno.
Suspiro.
Ese sueño... son más bien recuerdos de una época mala. Aun recuerdo ese dolor en mi pecho.
También recuerdo que a los meses llegó Valentina, y se apoderó de todo. Pensé que iba a ser para mejor... pero me equivoqué. También se nombró la reina. Le quitó el lugar a Melanie, y esta no hizo nada al respecto, solo se quedó en las sombras de ella. Sin embargo, después ya no fueron solo empujones y jalones de greñas... sino también golpes a puño cerrado, robos, rompían mis cosas y me quitaban todo lo Preciado para mi.
Incluso un collar que me dió mi abuela Anto...
Max Solo me había dejado un par de mensajes. Y bueno... yo rompí con él al siguiente día de ver aquella asquerosidad. Él claramente lo negó, y cuando le dije que lo había visto... no volvió a intentarlo. Me dió coraje. Y Max Jamás me volvió a dirigir la palabra
Pasaron aproximadamente dos años se sufrimiento.
Hasta que llegó Alicia.
Aquella chica peli negra que desafiaba a todas y a todo. Ella sacó mi lado malo, y mi lado bueno. Ahora gracias a ella ya no sufro tanto bullying. Es... fantástico.
No. Ella es fantástica.