Han pasado exactamente siete días desde que volví a mi casa, no diré que estoy bien, porque estaría mintiendo. Desde que mamá llegó, me trata como si fuese su empleada. Se que esta delicada de salud y que no puede hacer mucho, pero otra cosa son las noches de insomnio que me ha hecho pasar y la forma en la que me lo pide no es la más amable que digamos; según el doctor ella estará mejor en un par de días.
Con respecto a los chicos...
Johnny me ha invitado a salir dos veces, dos veces en las que sólo estuve con él en una por diez minutos, debido a que mi madre me necesitaba.
Blake ha venido a visitarme un par de veces y me ha dicho lo mucho que extraña mi escandalosa risa resonando en su casa. Cada vez se lleva mejor con mi mamá.
Blue. Me ha dejado una nota cada día, diciendo lo bella que es mi sonrisa y que siempre estoy radiante. Mis dudas por saber quién es cada vez aumentan más y más.
Mario publicó el vídeo y ha tenido un buen resultado, no dejan de etiquetarme en la redes sociales y preguntarme cuando sacaré el vídeo de mis Musical.lys privados.
El entrenamiento con las porristas ha sido divertido, cabe admitir que esas chicas no son tan postizas como creía, son agradables.
En este momento estoy en clase de Matemáticas, estoy muy aburrida. El maestro habla y habla y habla cosas que no entiendo y hace geoglifos en el tablero mientras yo trazo líneas sin ningún orden ni patrón en mi cuaderno.
Tengo esta clase, solamente con Brandon Rowland y sinceramente prefiero no dirigirle la palabra. No es que lo odie, no que le tenga miedo a Bella, es que simplemente no es sociable y le tiene mucho miedo a su novia.
Decido dejarle una nota para el próximo desafortunado que tenga esta clase.
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Hola tu!!
Estoy en la misma clase que tu, pero horas antes y estoy aburrida.
¡ODIO LAS MATEMÁTICAS!
Son insoportables y no las entiendo.
Ayudame a no aburrirme.
Cuéntame algo gracioso.
Atentamente: Maths Hater ❤
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No espero respuesta alguna en realidad.
Hablando de notas... Blue no me ha dejado ninguna hoy.
- señorita Wood con el señor Rowland y es para dentro de dos días.
¿Qué? ¿ahora de que me perdí?
- ¿En tu casa o en la mía? - pregunta Brandon, está sentado en la mesa de al lado.
- ¿Que tenemos que hacer?
- Crear problemas con el tema que estamos viendo y venir a exponer sobre el tema.
- En tu casa.
El sonido del timbre indicando que finalizó la clase hace que una sonrisa aparezca en mi rostro, salgo del salón y voy a donde se encuentran los demás.
Están sentados en el césped, los saludo y me siento con ellos. Al poco tiempo llega Brandon sin Bella.
- ¿Ya viste? - pregunta Jordyn - Nicholas volvió - mira sobre mi hombro, me giro y ahí lo veo, mirándome desde lejos.
- No lo sabía.
- Nath - saluda Mario y besa mi mejilla - Felicidades - se sienta junto a mi y me abraza. Yo lo miro desentendida - Estas en la obra.
Había olvidado mencionarlo, hice la audición hace un par de días junto a Jordyn, Carson, Kenzie y Johnny.
- ¡¿Enserio!? - exclamo con emoción y lo abrazo, haciendo que nos caigamos al césped.
- y tú también Jordyn - informa y chocamos los cinco.
- We Get a power - cantamos al tiempo y nos abrazamos.
- ¿Yo no pase? - pregunta Kenzie un poco triste.
- No lo sé, sólo mire los dos primeros. Jordyn supongo que será la protagonista y Nath le sigue.
- ¿y Carson? - pregunto ya que no lo veo.
- ¿Me extrañabas? - pregunta Carson detras mío y se sienta a mi lado.
- Siempre - le beso la mejilla.
- awwww - dicen Ariel y Jordyn al unísono - se ven tan tiernos.
- Pero pues ya ni modo - dice Johnny y aparta a Carson de mi lado - tendremos una cita hoy - se sienta en el lugar de Carson y pasa un brazo por mis hombros.
- No puede - se apresura a decir Jordyn - Tiene entrenamiento hoy y ¡Nath! Te llegó el uniforme, hoy te lo entregarán.
- Me tengo que ir. - informó.
- Te acompaño - dicen Johnny, Mario y Carson al unísono.
- Mmm... No, prefiero ir sola.
- Yo soy tu mejor amigo, tengo derecho - Mario me mira suplicante y yo termino cediendo ante sus pucheros.
- ¿Crees que le gustas a Carson?
- ¿Qué? No, no digas estupideces, Mario - abro mi casillero y cae una nota azul.
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¡Hey Nath!
No te di mi nota antes porque cuando la fui a dejarla en tu casillero, te vi con Johnny. Él te susurraba algo al oído mientras tú reías.
Se que no te importa o a mi no debería importarme, pero me importa porque no te imaginas la forma en que alegras mis dias.
Al menos se que el te hace feliz y que así podré seguir viendo tu bella sonrisa.
Con cariño...
Blue.
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- Hasta a mi me enamora - comenta Mario.
- Quisiera saber quién es.
- Yo igual, por el hasta me vuelvo Gay.
- Estaría genial!! Siempre quise tener un amigo gay - suena el timbre - Tenemos español ¿no?
- La maestra no dará la clase el día de hoy y como es la última podrías venir a mi casa.
- No creo que mamá me deje, ya sabes cómo está.
- ¿No te dijo? - Niego con la cabeza - se supone que tu mamá ya debería estar bien, ya puede ir al trabajo.
- Ah.. eso ya lo sabía, sólo estoy esperando a que ella me lo diga.
- Anda... ven a mi casa, estoy solo y todos tienen cosas que hacer.
- Tengo entrenamiento de porristas.
- No, no hay. Jordyn te mintió.
- Está bien vamos.
Minutos más tarde nos encontramos frente a la casa de Mario, está vez vinimos en su auto.
Entramos y nos dirigimos a la sala.
- ¿Qué película quieres ver? - pregunta con una sonrisa.
- Pon cualquiera.
- Cincuenta sombras de Grey.
- Si, supongo.
La película transcurrió normal. Esta película es flipante, me encantó.
En las escenas de sexo, Mario y yo nos mirábamos y reíamos debido a que nunca hemos vivido una situación así.
- ¿No te da curiosidad? - pregunta cuando la película finaliza.
- Confieso que si, muchas veces me da curiosidad.
- A mi igual. Sólo que no hay con quien y no tengo experiencia.
- Opino lo mismo. Bueno me daré una ducha.
- Claro. Ve.
Mientras me duchaba, me di cuenta que... El no tiene experiencia en lo absoluto y es más que lógico que tuviera curiosidad sobre muchas cosas y siendo sincera yo también.
Salgo de la ducha ya cambiada.
- Nathalie Wood - Me llama y yo volteo a observarlo. Esta sin camisa, sólo tiene unos shorts.
«Vaya jamás lo había visto sin camisa» Pienso evitando ver la parte de su anatomía que más curiosidad me da. No soy ni una pervertida, ni una ninfómana; pero Mario ha abierto un abanico de curiosidades.
Un mundo nuevo que me da curiosidad por conocer. Explorar con él y de su mano, la mano de mi mejor amigo. Pero no se cómo decírselo sin que lo malinterprete.
- Mario yo... -empiezo
-¿Tú qué? - me interrumpe.
-Yo no tengo experiencia para esto y me gustaría que...
Mario sonríe.
-He pensado que tengo curiosidad por saber que se siente y entiendo que tú curiosidad es tan activa como una bombilla de luz - asiento con la cabeza.
- Me has leído la mente y quiero que te sientas libre de hablar, preguntar lo que quieras, ¿te parece?
-De acuerdo.
Yo en realidad me siento a gusto hablando con el sobre este tema, ya que el también es virgen y es mi mejor amigo.
-¿De que quieres hablar primero?
¿ A que se refiere con eso? la respuesta a esa pregunta no la sé, pero algo que siempre me ha dado vuelta por la
cabeza...
-Sexo oral.
Mario levanta las cejas sorprendido.
-Nunca haz...
-No. No he hecho eso y se que tu tampoco.
-¿Qué te lo practiquen o practicarlo?
- Pues no he hecho ninguna de las dos cosas - Me encojo de hombros y el sonrojo toma prisioneras mis mejillas.
Para Mario esto le parece maravilloso, y muy nuevo, el estar hablando de sexo como de una materia del colegio. Verme decidir, sobre por dónde quiero comenzar, es Prometedor. O al menos eso demuestran sus mejillas y su mirada.
-Mmm... Pero, creo que practicarlo - respondo y el se sonroja más y creo que yo igual.
Escondo la mirada entre mis pestañas y parece que que no fue tan buena idea hablar de eso, no aún.
A Mario le entro el nerviosismo, pero aún así me mira con ternura y a la vez lujuria, y ambos sentimientos se materializan en un nudo en la garganta.
Me coge de la mano y juntos nos sentamos en el borde de la cama. Me coloca entre sus piernas y tira una almohada al suelo.
- Arrodíllate -ordena señalando la almohada.
- ¿Qué? - pregunto algo confundida.
- Arrodíllate - repite - Ambos somos nuevos en esto y podemos dejar de serlo. Somos mejores amigos y esto no lo cambiará.
Perder la virginidad con mi mejor amigo... No parece tan mala idea; se que el es candidato indicado, no me juzga, es lindo, le gusta leer, es virgen también y es mi mejor amigo.
Decido obedecerlo y observo la dura masculinidad de Mario pulsar semierecta hacia el techo. Involuntariamente me lamo los labios.
- Ahora tócala con las manos. Despacio y lento - Así lo hago - Eso. Acostúmbrate a su forma, grosor y longitud. - dice entre suspiros. Su frente suda.
- Juraría que ya te lo han hecho - digo con la voz agitada.
- No, con los libros aprendes mucho - da un suspiro hondo.
- ¿Crees estar preparado para esto?
- No lo sé. Sólo se que eres la mejor candidata para esto - dice con su voz un poco más calmada. Con tanto nerviosismo recorriendo mi cuerpo no me ha quedado tiempo de detallar su pene con claridad. Lo miro.... es... más grande de lo que pensé ¿se supone que esto tiene que caber en mi cavidad bucal? Puedo notar las venas con ganas de salirse. Mis ojos están abiertos de una forma estrepitosa, juraría que se van a salir.
- Cuando te sientas preparada, coloca la punta del glande en tu boca y succiona como si estuvieras chupando un caramelo -Cierro mi mano entorno a su masculinidad - No seas tan dura... Uff así. Mmm - gime Mario mordiendo salvajemente su labio inferior. utilizo ambas manos para tocarlo completamente y me siento terriblemente avergonzada.
Mis mejillas sonrojadas son muestra de ello. Mi amigo lanza la cabeza para atrás porque, al parecer, le gusta que lo toque y aprenda con él a hacerlo.
Repaso una vez más su gran erección. Sin pedir opinión, acerco la boca y dejo escapar parte de mi aliento.
Mario gruñe como un animal y me meto lentamente la punta en mi boca.
Uso solo mis labios, camuflando mis dientes para no dañarlo pero sin ninguna profundidad y sin ayuda de la lengua. Es cálido y suave.
-Ahora usa tu len... - dice entre gemidos y se calla cuando doy el primer lametón. Este sentimiento es electrizante.
Pienso que es un caramelo que debo chupar. Eso lo hace más fácil.
-Por Miley Cyrus - gime él.
Recorro desde la mitad de la erección hasta la punta misma que terminó incrustada a mi cavidad. De repente me dan arcadas cuando intento tomar más y obligó a detenerme.
No traspases esa línea, aún no Hazlo con calma. Nath, Hazlo con calma.
Pasaron varios minutos en los que ambos sentimos novedades. Yo senti los latidos de su erección en mi boca, su sabor y mientras intentaba buscar mi propio ritmo, Mario se quedaba quieto. Apretando las sábanas con los dedos e intentando no descontrolarse cuando hacía algo más. El deseo crece a nuestro alrededor y ahí es cuando me doy cuenta que aquello me excita. Puedo notarlo por la humedad de mis bragas y por mis pezones que se rozan ardientemente contra mi camisa.
- Para, Nath.... Para! - suplica Mario con la voz entre cortada - No puedo más - dice casi en un susurro.
Me levanta del piso y me arranca la camisa. Me recuesta en la cama boca abajo.
- Ya que estamos probando cosas nuevas, arrodíllate...- Demanda.
-¿Mmmm así?-pregunto haciendo lo que me pide y colocando las manos sobre la cama.
La respuesta de Mario es restregar la punta de su erección en la entrada expuesta de la mujer. Yo cierro las piernas y bajó el trasero por la extraña invasión que siento.
Aún no puedo creer que vaya a hacer esto ¡con mi mejor amigo!
Aunque supongo que es mejor porque el no me romperá el corazón y después no me arrepentiré de haberlo hecho.
-Solo relájate, no creo que duela -suspiro y antes de reaccionar, me penetra ligeramente, abriendo mi estrecho canal.
- Arquea tu espalda, eso, cariño, déjame entrar. - gime fuertemente.
Gimo también y suelto un jadeo arrugando la almohada y lanzando mi cabeza para atrás.
-Oh... Mario... Ahhh.... - digo entre gemidos.
- ¿Qué sientes, cariño? - quiere saber saliendo y embistiéndome un poco más fuerte, provocando que grite de placer.
-Me siento repleta... Oh, por Dios... ahhh... Mario..
Intento enderezarme, pero él me pone una mano en la cintura baja haciendome recostar un poco más.
-Falta un poco más - Me anima Mario embistiéndome de nuevo, esta vez con fuerza - ¿Sientes cómo te lleno? - Me susurra inclinándose hacia mi oído -Estoy enterrado hasta lo más profundo en ti, y ahora voy a moverme, eso, nena, muévete conmigo. Sí... ahh...Nath... - puedo notar en su voz que está más que excitado.
-Por favor... Mario... ahhh..
Aquel ruego acabo con el autocontrol de Mario, al parecer, porque comienza a penetrarme con dureza y profundidad,
logrando que hasta la cabecera de la cama golpee contra la pared. La cama cruje, nosotros jadeamos, gemimos y gritamos el nombre del otro como si estuvieramos haciendo una plegaria. Mario siente llegar al orgasmo en medio de un gemido, así que busca mi clítoris con la mano mientras bombeaba con su miembro duro y parejo en mi interior buscando su propia descarga de placer.
Vuelvo a tocar el cielo con el orgasmo, pero esta vez de la mano de él, Mi mejor amigo.
Caigo boca abajo sobre la cama con Mario encima, que gruñe mientras mi interior se comprime entorno a él.
Se vacía y me abraza. Estaba muy satisfecho, a él igual que yo.
-¿Te ha gustado? - Me pregunta entrecortadamente, pero yo solo me abrazo a él con suspiros cansados.
Sonrió.
-Mucho. - suspiro - ¿y a ti?
- Me encantó.
- Deberíamos repetirlo... pronto - decimos al unísono y damos una sonora carcajada.
- Lamento que tengas que ducharte de nuevo. - habla Mario.
- Tu sólo encargaté de botar eso - señalo el envoltorio del preservativo - en donde tú madre no lo encuentre.
Entro al baño y abro el agua fría, recorre mi cuerpo eliminando todo el calor que sentía. Estoy agitada, cansada y todos los sinónimos que existan.
De repente siento unas manos dirigirse lentamente hacia mi feminidad, haciendo que abra los ojos de golpe.
- Mario.. - digo entrecortadamente.
- Nathalie... - dice con su voz sexy - Podemos bañarnos juntos ¿no crees? - enarca una ceja y da una sonrisa de medio lado.
- Total... no hay nada que no hayas visto ya.
Que bueno que su ducha es inmensa.