Taehyung salió del agua consternado y se secó con un trapo que Jin había llevado, para luego vestirse con la ropa prestada de Jin. No entendía nada, pero sabía que tenía que volver a la casa de Jin por su bicicleta. Caminó hasta allá y vio a Jungkook esperándolo con ella, y con un gesto de odio en su mirada.
"Llévate esto y no vengas a molestar acá"
"¿Quién te crees que eres pendejo?" Taehyung ya no tenía paciencia.
"Estás en mi casa, hijo de puta, o te vas ahora o te echo a los perros"
"Me cago en tu casa, pásame eso" Taehyung le quitó la bicicleta, y Jungkook lo agarró por la ropa pidiéndola de vuelta, rasgándola, para luego reaccionar con horror y casi llorar.
"La ropa de Jinnie" dijo cubriéndose la boca, con un gesto exagerado. "Rompiste su ropa, imbécil"
¿Qué? Taehyung no entendía nada, Jungkook acababa de rasgar la camisa y ahora lo culpaba a él.
"Tú la has roto idiota, por estar tirándola como un estúpido"
"Te las vas a ver con Namjoon"
Jungkook empezó a gritar y salió corriendo hasta la casa para buscar a Namjoon. Taehyung no supo cómo se subió a la bicicleta y aceleró hasta llegar a la seguridad de su parcela.
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Al día siguiente, Taehyung sudó la gota gorda al ver como Namjoon se acercaba amenazante. Sin embargo, sólo le explicó algunas cosas sobre Jin y Jungkook que, si bien le permitieron entender todo, no le quitó la sensación de que Jungkook era extraño.
Resultaba ser que en la casa vivían muchas familias. Años atrás, cuando la peste había azotado el lugar, algunos niños quedaron huérfanos y aprendieron a cuidarse entre ellos. La plaga duró varios años, pero la gente irresponsable siguió trayendo niños al mundo para luego morir y dejarlos huérfanos. Namjoon y Jin apenas caminaban cuando todo empezó, pero sobrevivieron, y pasaron a ser los mayores entre los niños. Se dedicaron a cuidar a los más pequeños junto a los pocos adultos que quedaban, y eran las únicas figuras de apego para muchos de los niños del pueblo.
Jungkook era especialmente cercano a Jin, y Taehyung no iba a entrometerse ahí.
Por ahora.
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Taehyung aún tenía la ropa de Jin entre sus cosas y sus padres se habían mostrado preocupados. "¿De quién es esa ropa Tae? ¿Por qué está rota?" lo habían interrogado duramente en casa. Taehyung finalmente les dijo media verdad, que fue 'bautizado' en la escuela y le ensuciaron la ropa y un chico muy amablemente le prestó unas prendas mientras lavaba las suyas. No quería hacer pensar a sus papás que estaba teniendo dificultades de convivencia así que inventó que rasgó la ropa pasando por un cerco de alambres de púas.
Al final lo sacó peor, porque la madre lo obligó a ir con ella donde el chico para regalarle una camisa nueva.
"Mamá, por favor espera aquí, yo iré"
"Más te vale no irte para otro lado" le advirtió la madre, mientras esperaba a unos metros de la casa de Jin.
Taehyung cruzó la cerca y llamó a Jin a viva voz. Jin salió de la casa y se sorprendió gratamente al verlo en el patio.
"Jin hyung, gracias por la ropa. Por una estupidez rompí tu camisa, pero te he traído otra nueva"
"Oh, no digas eso, ya sé que fue Jungkook" suspiró "no tenías que molestarte comprando otra camisa"
"No es una molestia. Espera... ¿Jungkook te lo dijo?"
"Sí, ya sabes, se puso a llorar y todo eso... en fin, gracias Taehyung"
"Gracias a ti, hyung"
"¿Te veo mañana en la escuela?"
"Sí hyung, nos vemos"
Taehyung corrió hasta su madre apurado y llegó con el corazón casi en la boca. No recordaba tener tan poca resistencia para correr. De seguro era porque esa parte del terreno era en subida.
"¿Ves como las cosas se arreglan siendo cortés y pidiendo disculpas?"
"Ay ma, ya sé eso"
Volvieron a casa y Taehyung se echó en el sillón a descansar y pensar. Jungkook había reconocido su culpa... eso era extraño. De seguro se vio acorralado por la mentira y tuvo que hablar. Nada de eso quitaba que Taehyung le tuviera desconfianza.
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La escuela ya se había vuelto parte de su rutina habitual. Ya poco recordaba a quienes eran sus amigos en la ciudad, y su madre lo había llamado 'frío' tras recibir unas cartas de sus compañeros y de la niña que le gustaba, y dejarlas olvidadas encima de la mesa por salir a andar en carreta con sus nuevos amigos. Recientemente había conocido a otro chico más de la 'familia' de la casa grande, pero que no iba a la escuela. Yoongi era menor que Namjoon y Jin, y había dejado el colegio hacía años por dedicarse a trabajar en el campo. Era increíble como la vida sacrificada había sumado años en su rostro y en sus manos. Es cierto que Namjoon también trabajaba, pero por algún motivo desconocido para Taehyung, no había desertado de las clases.
Yoongi tenía una carreta con dos caballos, con la que salía a vender verduras por el pueblo. Los fines de semana sacaba de paseo a los niños de la casa, a un lago que había cerca, pero al que implicaba demasiado esfuerzo llegar caminando.
Los más experimentados se subían a un árbol altísimo y se lanzaban clavados desde ahí. Taehyung no se atrevía aún, pero no se sentía mal por eso, muchos chicos tampoco lo hacían. Lo que sí aprendió fue que la norma era bañarse como Dios los envió al mundo, y de tantas idas al río y al lago, ya había superado esa vergüenza.
Le encantaba esa inocencia que se vivía en el campo. Nadie parecía preocupado de qué ropa o zapatos usaban los demás, ni si estabas muy flaco, o muy gordo. Las bromas siempre eran con cariño, y nadie se miraba con morbo ni competían por aparentar una vana masculinidad. Taehyung aún recordaba con un dejo de tristeza cómo se habían reído en su antigua escuela, de un niño que no se había desarrollado a la par con los demás y se había quedado pequeño de todas partes.
En el campo, la mayor tensión en cuanto a competencia masculina se llamaba 'quién mea más lejos', inventada por Namjoon y que había dejado a Taehyung como nuevo campeón.
Jin no solía participar de esas cosas, pero sí se reía mucho al ver el entusiasmo y fervor que los chicos ponían para sus juegos. Casi siempre era el encargado de llevar la comida y vigilar a los más pequeños. Taehyung miraba desde lejos como Jin estaba sentado en la orilla del lago, con Jungkook casi colgado del brazo y otros niños alrededor conversando. Jungkook casi giraba la cabeza por completo con tal de seguirle los pasos al 'chico de ciudad' y que ojalá no se acercara a Jin. La verdad es que Taehyung ya le había perdido el respeto hacía rato a ese niño y se acercaba a Jin con naturalidad, mientras que el menor más se aferraba a Jin y ponía su mentón en el hombro del mayor como marcando territorio.
Taehyung podía ver que Jin siempre estaba suspirando cansado, y que la cabeza de Jungkook parecía pesarle como una bola de hierro en su espalda.
Segundo capítulo :)
Jungkook es todo un personaje~