LA HISTORIA ES COMPLETAMENTE INEDITA PERO LOS PERSONAJES SON DE LA MARAVILLOSA NAOKO TAKEUCHI
OBSESIÓN
*Serena*
— ¿Crees que Malachite y Darien de verdad logren convencer a Rei?
Retuerzo mis dedos nerviosa.
—Eso espero.
—Aquel tipo aún sigue al otro lado de la calle. —Andrew observa por la ventana entre las cortinas al tipo que lleva vigilándonos desde que llegamos. —No ha parado de hablar por teléfono—su tono es preocupado—No fue buena idea que vinieses con nosotros.
—Tenía que asegurarme de que todo saliera bien, no podía dejar solo a Darien con todo esto.
«Ahora solo espero que todo salga bien, aunque ahora creo que todo esto es demasiado fácil para salir a la perfección»
—Todo saldrá bien solo creo que te arriesgas demasiado.
—Están tardando—camino por la sala dando vueltas—ya deberían haber llamado.
—Malachite y Darien saben lo que hacen, ahora cálmate y siéntate de una vez, solo logras ponerme nervioso también.
El crujir de un cristal suena reviso con la mirada a través del salón pero no veo nada roto.
— ¿Escuchaste eso?
Andrew tiene los ojos abiertos de par en par.
—Se...Serena—su camisa toma un color amarilla empieza a tomar un color rojo en la parte baja de su abdomen—Corre—es lo último que dice antes de caer desplomado en el suelo.
Mis manos tiemblan al tiempo que mi cerebro procesa lo que ha sucedido.
«Ayúdalo...¡¡Serena le han disparado!!»
Mi subconsciente reacciona primero.
—No—murmuro en silencio—No... ¡no, no, Andrew!—grito arrodillándome a su lado.
El esta inconsciente pero su sangre no dejas de brotar de su abdomen, levanto su camisa donde ha quedado huella de una bala.
— ¡Andrew...por favor no!—me muevo rápidamente, presiono su herida con mis temblorosas manos, busco el teléfono marcando a emergencias.
—Emergencia—la voz suena a través de la neblina de confusión y dolor.
—Mi amigo...él está herido, por favor.
—Cálmese señorita, dígame donde se encuentra.
— ¡Una ambulancia pronto por favor!—grito desesperada.
—Señorita necesito su dirección.
—Es en.... —el mundo se apaga a mi alrededor—pierdo la coordinación para hablar al sentir el golpe en mi cabeza, trato mantenerme despierta pero todo se apaga.
...
— ¿Por qué ...ces ...sto? ...espondeme ...amoru—los gritos son agudos, no comprendo lo que dicen, el dolor en mi cabeza es palpitante, escucho los latidos de mi corazón tan fuertes que casi los puedo escuchar—...e ...mo ...amoru, ...iempre lo ...ice—sacudo mi cabeza para coordinar las palabras.
Al tratar de abrí los ojos no puedo, una venda cubre mi visión.
— ¿Don...Donde?—escucho pasos acercarse.
—...rena ...ariño,¿...stas ...ien?—niego una y otra vez lo intento pero no puedo, no puedo, mi mente reconoce esa voz pero no puedo recordar a quien pertenece.—...escansa, al ...arecer te ...olpee muy ...uerte.—Siento como mi barbilla es levantada, como si revisaran mi cabeza— ...olo es un ...queño corte.
—Andrew—susurro una vez antes volver a caer en la inconciencia.
...
*Gea*
— ¿Dónde?—la persona al otro lado de la línea titubea—Dime de una vez donde están. —contesta no muy seguro.
— ¿Qué es lo que tienes pensado? Gea dijiste que querías ayudar.
—Es lo que pienso hacer, no puedo permitir que un hombre como el siga haciendo lo que hace...ya fueron muchos años, ahora estoy cansada de callar. Dime donde esta Serena, necesito decirle la verdad.
—Se los diré todo—suena resuelto a hacerlo.
—Aun no, todavía estoy yendo hacia allá, me faltan unos minutos.
—Sabes que esto es diferente de Ikuko ¿verdad?—no respondo—Gea, responde ¿esto es diferente de Ikuko y lo sabes?
—Lo sé—la respuesta es escueta, la verdad es que una parte de mi lo sabe, pero otra grita que la sangre de Ikuko late en un corazón diferente.
—Gea lo manejaste una vez y volverás a hacerlo, solo dime que harás lo correcto, solo promételo.
—Lo prometo, solo hablare con ella necesito pedirle perdón y sé que esta es la oportunidad, no después...cuando todo termine pienso entregarme a la policía. —la llamada se cierra con un clic. No dejo que me responda nada estoy resuelta a hacerlo.
Una vez hice una promesa, una vez me había equivocado, una vez el amor me había vuelto ciega y una vez había odiado con todo mí ser a una sola persona.
Una vez me arrepentí de mis actos y jure tratar de repararlo
—Lo intente Serena...lo juro que lo intente, no creí que una sola acción tuviese tanta repercusión en tu vida. —con los ojos fijos en la carretera los recuerdos llegan vividos a mi memoria
*Inicio FB*
Llegaba tarde mi madre se pondría furiosa, sonrío contenta—No importa—ahora estoy dispuesta aguantar la reprimenda, me encogí de hombros.
Mamoru era perfecto para mí, era tan dulce y tierno conmigo, aunque a veces era rudo cuando hacíamos el amor no me importaba.
«A los hombre a veces les gusta ser rudos Gea, es normal cuando haga algo nuevo solo déjate llevar, a Mamoru le gustan cosas distintas, créeme yo lo sé»
No me había gustado su referencia, sé que ella había sido su novia, pero eso ya no importaba el me había escogido a mí y solo a mí.
Me gustase o no, mi mejor amiga había sido novia de mi amado Mamoru y ella sabía lo que le gustaba al menos por medio de sus concejos podía ganarme la aprobación de Mamoru.
— ¿Así?—mis pasos se detienen en el primer escalón.
«Esa voz»
—Oh...si muchachita así—las voces provenían de la habitación de mis padres, sentí mi cara arder de vergüenza al escuchar gemidos, apresure mis pasos lo más silenciosa que pude, tenía que llegar a mi habitación y hacer como si esto nunca paso.
—Eres la mejor idea que he tenido Ikuko—me detuve en seco al escuchar de la voz de mi madre aquel nombre.
—Pues yo no me quejo de su decisión ustedes dos son fantásticos, aunque esto me guste tengo que irme—mis manos se pusieron heladas al saber lo que estaba sucediendo en aquella habitación.
—Mañana, nuestra hija se va de viaje de fin de semana, nos gustaría que vinieses nos gusta divertirnos contigo— la risa de "ella" se escucha en toda la estancia.
—Claro— mi cuerpo respondió rápidamente al escuchar como el pomo de la puerta rechinaba antes de ser abierto, me deslizo detrás de la puerta del baño, para segundos después ver como mi madre se despide de ella con un beso en los labios, tapo mi boca con mis manos para ahogar un grito, mi padre sale después uniéndose al beso, cierro los ojos con fuerza ahogando un gemido de dolor.
*Fin FB*
Todos esos días callé, todos y cada uno de esos días me quede en silencio, no podía preguntar aquello a mis padres y mucho menos a mi supuesta mejor amiga.
«Gea, cariño las personas son muy extrovertidas en cuanto al sexo, si tus padres hacen ese tipo de cosas es porque así lo desean, así que deja de meterte en la vida sexual de los demás y mejor empieza la tuya»
Ese fin de semana me entregue a Mamoru, sabía que era lo correcto, él me amaba y yo a él y si de algo estaba segura era de que jamás haría algo como lo que mis padres hacían.
En aquel entonces evitaba a Ikuko a toda costa, la última vez que hable con ella fue cuando se despidió de mí porque había conocido a un Chico llamado Kenji.
«Estoy enamorada de él, lo amo y me ha pedido que me mude con el he llevado mis notas a otra universidad—inclino la cabeza con un gesto de vergüenza—mis notas...todas son muy buenas y pues me han aceptado, solo quería pedirte que cuides de Mamoru el...él te ama»
Ella lo conocía creí en sus palabras, sí era verdad que algunas veces Mamoru era rudo pero las demás veces era casi...casi perfecto.
*Inicio FB*
—A veces me resultas insípida, nunca dejaste de ser la mojigata que eras cuando te conocí en la universidad—sus palabras dolían, pero estaba ebrio y eso lo justifica.
—No sabes lo que dices Mamoru estas ebrio—lo desvisto sobre la cama para ayudarlo a ducharse.
—Mujer idiota, los ebrios dicen la verdad—era solo uno de los golpes emocióneles que me había dado en la vida—eres tan simple.
—Calla Mamoru, no digas cosas de las que después te arrepientes—susurre al borde de las lágrimas, es que así era siempre, hoy ebrio decía todo lo que se le venía a la cabeza y a la mañana siguiente me suplicaba perdón.
—Ah...Ikuko si era una mujer de verdad—mis puños se detienen en el botón de su camisa—era tan hermosa, tan sexy y su esencia era dulce como la miel.
El alma me dolía.
— ¿Qué es lo que tanto amabas de ella?—pregunte con mis ojos llenos de lágrimas, era primera vez que me decidía a preguntarlo.
—Todo, absolutamente todo—soltó casi al borde de la inconciencia—¡¡todo!!—grito haciendo que me sobresaltara.
— Mamoru, Darien está dormido en su cuna...no grites—demande aunque él ya se había dormido.
...
—No lo quiero—las lágrimas de la mujer frente a mi caían sin freno por su rostro—No quiero nada de ese monstruo.
—No lo llames así, es mi esposo y no te creo.
—Algún día te darás cuenta, el hace que te obsesiones por él, hasta el punto de perderte entonces cuando quieres reaccionar es tarde y cuando vez el monstruo que es ya has destruido hasta a las personas que amas.
— ¡Lárgate ramera!
—Se llama Seiya—señala en dirección del bebé en sus brazos, no lo quiero porque es de él.
—Llévatelo, llévaselo a él, que sea el quien lo resuelva...y no le digas que viniste...no lo hagas. —cerré la puerta en su cara, lleve las manos hacia mi rostro secando el dolor de mis lágrimas, mire a mi pequeño hijo.
La mujer se parecía a Ikuko, su cabello, su voz, sus ojos...el me había engañado con una mujer que se parecía a ella. El aun la amaba, ese día sufrí, llore pero cuando Mamoru llego a casa, nada había pasado una vez mas no dije nada, así eran las cosas, él pensaba en ella sí, pero no podía tenerla...yo era su esposa.
No importaba si cuando terminaba dentro de mí a veces, solo a veces la mencionaba a ella...era un error... ¿verdad?
Nada de eso importaba porque yo era su esposa.
...
—Eres mi esposa y te amo—nuestros hijos nos observaban orgullosos, era nuestro décimo aniversario y era feliz.
«A pesar de todo»
Acusa mi conciencia.
«Si soy feliz a pesar de todo, él es mío, su cuerpo es mío. Aunque su mente no lo sea, sé que me ama»
...
La cama esta vacía, Mamoru no está, me levanto descalza a buscarlo, la noche había sido maravillosa, habíamos cenado, me había regalado flores y luego habíamos hecho el amor dos veces.
El sonido de su voz llega hasta mí, está en el despacho.
Con mi mano en el pomo de la puerta escucho su voz.
—Envíame su dirección por correo, la quiero aquí mañana—escucho un clic.
«Hablaba por teléfono»
Observo el reloj en la pared las dos de la mañana.
Las teclas del teléfono suenan.
—Hola...—silencio—si soy yo...—silencio...— ¿te hace feliz escucharme?...—silencio—Lo sé, lo sé ¿porque desapareciste? ¿tienes idea de lo que me ha costado encontrarte?...—silencio, a pesar de que sé que es imposible me acerco un poco más a la puerta para poder escuchar algo a través de la línea de teléfono.—Siempre fuiste mía, sabias desde siempre que ella no significa nada para mí, Gea me da asco—mis entrañas se retuercen por el dolor punzante, traición, era lo que quemaba dentro de mi ser—¡Eres feliz!...¡mentira!...No...no cuelgues...¡Ikuko...Ikuko!—masculló fúrico mientras golpeaba el teléfono sobre el escritorio.
Esa noche llegue a sentir rabia, odio y la más absoluta ansias de venganza. Ella era la culpable de mi dolor, ella se había metido en el alma del hombre que amo, todos estos años sufría en silencio, mientras ella era feliz, había construido su felicidad sobre mi dolor. Solo que ahora estaba en mis manos hacerle sentir el dolor que yo había vivido por su culpa.
—Juro que vas a llorar lágrimas de sangre Ikuko...lo juro.
Esa misma noche aguarde en silencio como siempre callando mi dolor, eso no era difícil para mí, siempre callaba y esta vez lo haría también.
Recupere el número de la persona que tenía la información para Mamoru, el dinero no era problema para mi así que le ofrecí dinero a cambio de que se largara y desapareciera, quería la información para mí y la obtendría a cualquier costo.
...
— ¡Serena cariño, ven papá vendrá por nosotras, llega de su viaje en un momento!—ella sonreía, sonreía mientras mi corazón estaba envuelto en brazas ardientes.
Creía que sería capaz, cierro los puños con dolor sobre mi falda.
—No puedo—la niña era hermosa, ella no tenía la culpa de nada.
Decidida a marcharme enciendo el motor del auto.
Un auto se parque frente a su casa, un hombre alto y bien vestido sale de este, entonces lo veo Ikuko sale de la casa y se lanza a sus brazos, una automática sonrisa se forma en mis labios.
—Un amor por otro Ikuko.
...
El sol quema en mi espalda, pero la espera ha valido la pena.
—Es el—me cercioro de que no haya equivocación, la peluca hace que mi cuero cabelludo sude, los guantes están pegados a mis manos. El saluda a un hombre al otro lado de la acera, cruza la calle y se marcha con este, ahora es el momento, salgo del auto apresurada y nerviosa.
«Ahora, no hay nadie»
Metiéndome debajo del auto corto aquel cable, lo hago sin remordimientos.
«Eres insípida»
«Ikuko me da asco»
«Eres deliosa Ikuko»
Todas esas humillaciones son tu culpa y por eso debes pagar.
*Fin FB*
—Y sufriste, fui testigo de eso ramera— escupo las palabras con ese odio aun comiéndome el alma. —Pero algo de ti que pago consecuencias y eso no me lo perdono.
«La observaba de lejos, aquella niña se veía triste y me preguntaba si lo que hice valió la pena, entonces la vi a ella, ebria de la mano de otro hombre, entonces la satisfacción me inundo.
—Eso es una pena—la mujer detrás de mi llama mi atención.
— ¿Disculpe?
—Aquella mujer es un monstruo—sonreí internamente.
— ¿porque?
—Esto es vergonzoso de decir pero a nadie le gusta meterse en problemas ajenos ¿verdad?—asentí, podía ver como la mujer estaba ansiosa por hablar—el abusa de la niña.
Mi sangre se congelo en mis venas.»
—No deseaba aquello Serena lo juro, pero no podía hacer nada.
Ese día por la tarde llame a la policía, fue horrible aquel hombre le iba a disparar pero la policía llego a tiempo.
Al menos eso había hecho bien.
Cuando vi a Serena con Selene, supe que la vida me daba una oportunidad de resarcir mi error.
— ¿Y qué hiciste tú?...¡¡ ¿Qué hiciste ramera?!!—Golpeo el volante del auto—Te revolcaste con el hombre que amo...con mi amor, fue así como me pagaste. Podía soportar a las amantes de Mamoru mientras no fuesen Ikuko...pero llegaste tú...con su sangre corriendo por tus venas, perra no te conformaste con mi hijo que tanto te amaba. Tenías que querer quitármelo a él también. Eso no va pasar...claro que no.
Encontrar la fotografías de Mamoru junto a ella fue demasiado para mí, ahora estaba decidida a cambiar el rumbo de las cosas. Solo deseaba que mi hija no estuviese tan ciega por el amor hacia su padre.
Rei, no le conté la verdad no podía hacer que odiase a su padre y nuevamente me equivoque solo espero que me perdone algún dia.
...
Parquee el auto frente al edificio, sé que van a llegar escuche a Lita decirlo.
Uno de los hombres de Mamoru está frente al edificio.
Me acerco a él.
—Mamoru me envió.
—Señora tengo órdenes.
—Y yo las estoy cambiando, lárgate—exijo, este lo hace dudoso.
Regreso a mi auto esperando, entonces veo el auto de Mamoru.
Este se parquea sin bajar del auto, acomoda una maleta en la ventanilla, minutos después sale del auto e ingresa al edificio.
Lo sigo.
...
*Darien*
— ¡¿Dónde?!—golpeo la mesa con mis puños.
—Te juro que no lo sé, yo solo quiero que él se marche...Darien es mi padre y así como el hizo con Seiya lo que hizo para salvarte yo también haría lo que fuese por el...Dios es mi papá.
Malachite está en una esquina, no ha dicho nada, solo ha estado allí pensativo.
—Rei por favor, si sabes donde están solo dilo.
— ¡Jedaite no lo sé. Yo solo creí que se marcharía!
— ¡Se marchó sí, pero con Serena en sus manos Rei!...Andrew está al borde de la muerte, él le disparo.
—No...eso es ment...—el rostro de Rei se gira a un costado en el instante en que la mano de su esposo la golpea.
—Te amo...y no puedo permitir que sigas siendo tan ciega—todos nos quedamos en silencio y estáticos—Tu padre es un ser despreciable, que más pruebas quieres.
Rei inclina su rostro llorando, cae de rodillas tapándose su rostro.
—Perdón—repite esa palabra una otra vez, no sé qué hacer es mi hermana pero su traición me carcome la vida. —perdóname Darien.
—te prometo que si a Serena le sucede algo, voy a olvidarme de que existes.
Salgo del despacho hasta llegar a la sala de la que alguna vez llame hogar, la policía se ha instalado aquí. Ya era de noche y no habíamos tenido noticias de Serena.
—Señor Chiba—El comandante Tomoe se he hecho cargo personalmente del asunto—hemos encontrado el auto de su padre a orillas de una carretera a las afueras de la ciudad.
— ¡¿la encontraron?!—me aferro a la esperanza.
—Se encontraron huellas de un segundo auto y varias huellas de personas—suelta el aire—aun no la hemos encontrado— a pesar de que su banda ha sido desarticulada, no sabemos si tiene más cómplices.
Me desplomo en el sofá, sosteniendo mi cabeza entre mis manos, jalo de mis cabellos frustrado, esto no debía ser así.
—Darien—la cara de Malachite es de terror.
— ¿Qué ha pasado?
—Yo...hay algo que debes saber.
...
*Malachite*
En toda mi vida como profesional nunca había conocido a una persona con tanta convicción y perseverancia como Serena. Su fuerza y sus ganas de superar el horror que había sido su vida eran admirable.
Había conocido personas que habían sucumbido al dolor y habían terminado con sus vidas.
Cuando me hablo de adoptar a Selene creí que no estaría capacitada pero ella demostró lo contrario, era una excelente madre con Selene.
Yo solo era su amigo o al menos eso ella pensaba ya que yo no solo quería ser su amigo. Quería ser quien la hiciese olvidar su pasado y a aquel hombre que tenía aferrado a su corazón.
El mismo hombre que ahora tengo frente a mi aterrado y con miedo tal vez más miedo del que yo tengo de que Serena no vuelva nunca más.
*Inicio FB*
—Buenas noches—levanto mi atención de los papeles que estoy ordenado.
—Buenas noches ¿en qué puedo ayudarla?—la mujer está nerviosa lo puedo ver por la forma en que retuerce la correa de su bolso.
— ¿Es usted Malachite Petrov?
—Si.
—Soy...soy Gea Chiba. —extendió su mano hacia mí, la tome. —Estoy buscando a Serena Tzukino.
—Oh...pues lamento decirle que ella ya se marchó, es muy tarde como puede ver—señale el reloj que marcaba las diez de la noche.
—Ya veo.
— ¿Puedo ayudarle en algo?—Gira su rostro y se concentra en la puerta donde está mi nombre escrito con letras negras "Psicólogo. Malachite Petrov".
—Seguro que sí, necesito su ayuda...—sus ojos de llenan de lágrimas—...la necesito.
*Fin FB*
Desde ese día conocí a Gea, guarde sus secretos como el profesional que soy, llevaba mucha culpa dentro de sí.
Ella era una excelente mujer que había conocido al hombre equivocado, al hombre que la convirtió en alguien que no quería ser.
Estaba decidida a pagar por sus errores, quería hacer las cosas bien, pero ahora.
«—Se encontraron huellas de un segundo auto y varias huellas de personas, aun no la hemos encontrado.»
¿Y si era ella?
Y si Gea y Mamoru tenía a Serena.
Eso me horrorizaba, Gea era buena pero junto a Mamoru perdía la razón. Me acerco a paso seguro hacia Darien, temo por Serena y sé que él conoce a su madre, solo él puede pensar en algún lugar donde puedan estar.
—Darien—levanta su atormentada mirada hacia mí.
— ¿Qué ha pasado?
—Yo...hay algo que debes saber.
...
Siento el sabor acerado de la sangre dentro de mi boca, me limpio el labio partido con la mano, tres policías sostienen a Darien, este batalla para llegar hasta mí nuevamente.
—¡¡Si algo le pasa juro que te voy a matar Malachite...lo juro!!—escupía sus palabras con odio.
—Soy su maldito Psiquiatra, ella no está loca.
— ¡Tal vez no, pero Mamoru sí!—lucha por volver a golpearme, la vena de su frente palpita, siento que me merecía cada uno de estos golpes.
—cálmese señor Chiba—el comandante Tomoe, trata de calmarlo—con esto solo entorpece la situación, usted—se dirige a mí—venga conmigo.
Lo sigo hasta el despacho.
...
*Darien*
Mi madre... ¿Cuándo paso todo esto?
En qué mundo vivía que no me di cuenta de nada, mi madre, mi padre...Rei.
¿Cómo no fui capaz de ver todo aquello?
¿Cuánto daño han causado en la vida de los demás?
—Mi familia—la fotografía en la pared se burla de mi existencia, de la mentira que ha sido mi vida, todo por un hombre obsesivo y sin amor por nadie más que por sí mismo.
Mi madre sonríe del brazo de mi padre, Rei saca la lengua en un gesto infantil mientras yo la abrazo.
¿Cuándo cambio eso?
Por qué las personas que tanto amas cambian tanto en el trayecto de la vida, porque te lastiman cuando son lo que tú más amas.
Donde se quedan las sonrisas, los juegos de niños, los brazos de tus padres cuando crees que algo viene de la oscuridad, ¿Cuándo cambia todo eso?
—Vivía en un espejismo...y ahora puedo perder lo único real que he tenido en mi vida. —arranco la fotografía de la pared haciéndola añicos en el piso—No la perderé por su culpa.
Me dirijo hacia los policías y sus computadoras en silencio observo la computadora y lo mapas sobre la mesa, el nombre de la carretera enciende una luz en mí.
Mi pulso explota en mi sien, las ideas viajan a velocidad en mi cabeza.
—Aquella casa—salgo de la casa sin ser visto, es una idea, pero no puedo arriesgarme y dejar pasar la oportunidad de estar con ella, de salvarla o morir en el intento.
...
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*Aquí una parte más, cada vez nos acercamos más a la recta final y paso a paso desenmarañamos esto*
*Gracias a las que votan, comentan y están pendientes de esta obra, mis bellas sin ustedes mis letras no serían nada*
*Tengo que decir que el caso de Gea es bastante real, ¿Cuántas mujeres no dejamos de ser nosotras mismas por un hombre que no nos merece? Muchas, dejamos de lado nuestra forma de vestir, nuestras reglas morales y hasta nuestra propia autoestima por hombres que no valen ni el suelo que pisamos.
*Una gran parte de mujeres terminan en suicidios o terminan siendo asesinadas por esos mismos hombres que con tanto fervor amaron. La historia de Gea en muchos casos es real;
"Él puede tener amantes, pero yo soy su esposa, conmigo duerme"
*Esas suelen ser las palabras de muchas mujeres, que confunden el amor y hacen una mezcla dolorosa y desgastante con el amor y la obsesión.*
*Mujeres hoy les digo, ustedes valen más que todo el oro del mundo, eres hermosa, eres perfecta, eres la más bella entre todas la mujeres, tienes un alma noble que merece ser cuidada, amada con devoción y cuidada por un hombre que si te merezca, por un hombre para el que signifiques todo, mereces un hombre que te haga reír, que te haga sentir que tocas el cielo cuando está contigo. Créeme en algún lugar esta esa persona lista para amarte así. *
*Mujer eres un ser divino que fue creado con el amor de Dios y mereces ser feliz, arréglate para ti, cuídate, amate, obsérvate y reconoce tus virtudes y tus defectos, y sobre todo únicamente acepta en tu vida a un hombre que te ame tal y como eres.*
*Mis bellas no las conozco, no sé cómo son, lo que sí sé es que somos mujeres capaces de enamorarnos, capaces de entregar nuestro corazón sin reparos ni medidas, muchas tenemos hijas las princesas de nuestras vidas, cuidémoslas y enseñémosles a amarse y a respetarse, solo así crearemos un mundo donde las mujeres puedan decir NO, no al abuso, no al maltrato, no a la infidelidad, no a un hombre que la quiera cambiar, que diferencien entre el amor verdadero y la obsesión. Démosle el ejemplo, seamos, madres, seamos esposas, seamos hijas siempre haciéndonos respetar y jamás yendo en contra de nosotras mismas por personas que no valen absolutamente nada*
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*Una vez más les agradezco por leerme, les agradezco por darme la oportunidad de entrar en sus vidas y tener un pedacito de su tiempo, mil gracias mie bellas*