PERONAJE:
JASON TODD
¡Finalmente una tarde relajante!
El equipo aún no te necesitaba, pero sabías que te llamarían pronto, lo que significaba que estos pequeños momentos de paz debías disfrutarlos al máximo. Sin embargo cuando sonó el teléfono, interrumpiendo éste precioso momento, temiste responderlo.
Afortunadamente, no era Nightwing informandote sobre una misión. Era Roy Harper el que pedía tu ayuda en nombre de los Outlaws. Jason insistió en que si tú estabas ocupada, él mismo lo manejaría.
A regañadientes, estuviste de acuerdo. Jason era un amigo cercano después de todo y estabas muy emocionada al descubrir que había regresado de entre los muertos. Lo habías conocido tiempo atrás y ambos no tardaron en entablar una amistad. Pronto también formaste una amistad con los Outlaws después de ayudar a Jason en una que otra misión. Con esa amistad llegó una invitación para unirse a ellos, pero desafortunadamente ya formabas parte de la Young Justice y aún no había una razón adecuada para dejarlos.
Para tu suerte los Outlaws lo entendieron, a pesar de que Jason no se lo tomó bien, finalmente lo aceptó y dejó todo rastro de resentimiento a un lado.
—¿Dónde estás, Roy?—Suspiraste mientras agarrabas tu traje y armas mientras escuchabas las instrucciones de Roy.
—¿Por qué nos estás ayudando (y / n)? Todavía estás con tu equipo.—Preguntó Jason sintiendo tu presencia una vez que estuviste a su lado, gracias a las instrucciones y coordenadas de Roy.
—La lealtad es una perra, Jason.—Respondiste despreocupadamente, encogiéndote de hombros.
—Oh, de verdad, ¿y qué significa eso?—Jason empujó más, intrigado por la elección de palabras.
—Por alguna extraña razón eres más importante para mí que el equipo, siempre te pondré primero.—Un gemido escapó de tus labios antes de murmurar tu explicación.
—Oh, eso es dulce T/N estoy tan conmovido.—
Jason se llevó una mano sobre su corazón y el sarcasmo que destilaron sus palabras, fue dolorosamente obvio. Sin embargo en el fondo, Jason se sintió honrado por tus palabras, pero jamás lo admitiría y mucho menos en voz alta.
—Uf, lo que sea ¿Cómo puedo ayudar Red?—
[Salto de tiempo]
Eso había sucedido hace 2 noches y estuviste feliz de decir que todo transcurrió sin problemas.
Los Outlaws y tú formaban un equipo excepcional.
Ahora te encontrabas vigilando la violenta pandilla que trabajaba para el pingüino en Blüdhaven; en nombre de la Young Justice.
Naturalmente, mantuviste la guardia alta, pero un grupo de hombres apareció detrás de ti y, sin dudarlo comenzaste a pelear contra ellos. Lanzaste patadas, puñetazos, combos y usaste tu propia arma contra ellos después de desarmar a los miembros de la pandilla.
Aunque no esperabas que un repentino dolor agudo se apoderara de tu nuca. Instintivamente tomaste la fuente de tu malestar entre tus manos, y al observarlo viste que era un dardo.
Un dardo tranquilizante supusiste.
La sensación de hormigueo en la parte posterior de tu cuello se hizo más fuerte, las piernas se sentían más pesadas que antes y las luces que brillaban sobre los muelles se hicieron más difíciles de detectar. Poco después la negrura se apoderó de tu visión borrosa y te derrumbaste en el concreto frío. Esa fue la última sensación que recordaste sentir.
Soltando un gemido de dolor y malestar. Abriste tus ojos sintiendo tus párpados pesados y lentamente regresó tu visión.
Perfecto, la pandilla te tenía cautiva.
Observaste lo que te rodeaba y dedujiste que estabas en el almacén frente a los muelles. Tenías las muñecas atadas con una cuerda gruesa, mientras colgabas incómodamente de una viga, aproximadamente a medio metro de el suelo.
No está tan mal, pensaste al cabo de unos segundos. Pero desafortunadamente pronto descubriste que esto era solo para que la pandilla pudiera torturarte para sacarte información.
Estupendo.
Sin embargo, tenías un dispositivo que era capaz de enviar una señal de socorro ubicada en tu muñeca, e informar a alguien de tu paradero por si alguna vez terminabas en este tipo de situaciones.
La noticia de tu secuestro pronto llegó al equipo cuando enviaste la señal de socorro.
Nightwing decidió ir el mismo en tu rescate y escogió a Red Robin, Cassie e Impulso para que lo acompañaran.
Lo habías salvado múltiples veces, además que era poco común que tú fueses secuestrada, lo que significaba que la banda era más peligrosa de lo esperado.
Nightwing y su equipo pudieron infiltrarse en el almacén de Blüdhaven con un alto grado de sigilo que sorprendió a Cassie. Escucharon diligentemente el plan que Nightwing había compuesto para sacarte a salvo y esperaron en silencio hasta que su líder dio la señal para moverse, y poner el plan en acción.
Un disparo hizo añicos el silencio en el almacén sorprendiendo a todo el equipo. Red Hood emergió de repente de las sombras en el techo del edificio, derribando a la mayoría de la pandilla con una serie de disparos y golpes precisos.
—¿Qué está haciendo Red Hood aquí?!—Exclamó Cassie, cubriendo rápidamente su boca debido al volumen de su voz.
—Supongo que él también quiere rescatar a T/N.—Respondió Tim, mirando a Nightwing con una mirada divertida.
Sorprendentemente, Red Hood lo estaba llevando bien solo, pero el equipo intervino para sacar a un nuevo grupo de miembros que entraron en el almacén. Después de aproximadamente 20 minutos de pelea, los matones de la calle yacían inconscientes sobre el concreto, demostrando que el equipo salió victorioso.
Red Hood cortó la soga de tus manos, cuidadosamente con su cuchillo favorito. Colocó un brazo alrededor de tu cintura para sostenerte. Llevaste una mano a la cabeza en un intento de combatir los mareos que repentinamente te invadieron y así volver a enfocarse. Con un gemido exasperado tropezaste a su lado, sin embargo el agarre de Jason, solo se apretó más alrededor de tu cintura en respuesta a tu inestabilidad. Cerraste los ojos para recuperar los sentidos y permitir que tu sangre pudiese circular correctamente.
—¿Estás bien?—La inconfundible voz de Red Hood resonó a través de tu cráneo, trayéndote de vuelta a la realidad.
—Sí, un poco inestable, algunos moretones, cortes y probablemente un dolor de cabeza, pero lo que sea.—Supusiste, abriendo los ojos para mirar a Jay.
—Nada serio entonces.—Fue la respuesta que hizo que fruncieras el ceño.
Jason normalmente se burlaba de tu condición, él no encajaba con la descripción de "serio", así que esto era de esperar. Sin embargo, si resultabas gravemente herida, encontraste a Jason a tu lado ofreciéndote curar y coser tus heridas. Constantemente te supervisaba, por no decir cuidaba, para que supieras que realmente se preocupaba por tu bienestar a pesar de comentarios como estos.
—Es fácil para ti decirlo.—Te burlaste, al mismo tiempo que el sarcasmo goteaba en tu voz.
—Woah, espera, vine desde Gotham y golpeé a estos tipos para salvar tu trasero. Tengo moretones también princesa.—Se justificó Jason, haciendo un gesto hacia los cuerpos plagados de heridas de bala no letales esparcidas por el área. Excepto el hombre que había admitido haber orquestado tu captura y tortura, él había recibido una bala en la frente por cortesía de Jason.
Su respuesta fue seguida por un gruñido agitado de tus labios mientras el equipo los miraba completamente atónito, siendo Nightwing y Red Robin las excepciones. Particularmente, por el hecho de que estuvieras interactuando con Red Hood, quién mataba personas y dirigía un círculo de drogas, como si no fuera nada fuera de lo común. ¿Eras amiga de ese vigilante? Si era así, ¿Porqué no les dijiste?
—¡Bien bien! ¿Podemos tener a T/N de vuelta?—Gritó Cassie cautelosamente tan cortésmente como fue posible.
—No, yo la tengo. ¡Gracias, sin embargo!—Replicó Red Hood, dejando a Cassie sin palabras, ya que estaba segura de que él te iba a dejar ir.
—¿Porqué estás salvando a T/N? Ella es nuestra compañera de equipo, tú tienes a los Outlaws de los que ocuparte.—Habló Impulse, obviamente preocupado por tú seguridad.
Claramente, el resto del equipo estaba desesperado por su respuesta también, ya que Red Hood de repente cautivó toda su atención.
Honestamente, Jason habría preferido un comentario más sarcástico. Señalar que eras en realidad su "compañera" o "novia" en cualquier caso, (porque el juego de palabras de compañero de equipo era intencional) pero teniendo en cuenta el hecho de que el vigilante no te había pedido oficialmente salir, no tenía ningún derecho para llamarte suya y rápidamente se retractó de esa idea impulsiva. Además, o bien comenzarías a sonrojarte locamente, un espectáculo que él personalmente disfrutaría o comenzarías a reír, lo que puede no ser lo mejor en tu condición actual.
Red Hood le echó una breve mirada antes de responder.
—La lealtad es una perra.—
Lanzaste una breve risa entrecortada y sabías que Jason sonreía por debajo de su casco, el equipo intercambió miradas, todos estaban completamente confundidos y sin palabras por segunda vez esa noche. Instintivamente, Red Robin se dirigió a Nightwing en busca de algún tipo de respuesta y aparentemente el héroe más viejo tenía una a juzgar por su expresión de conocimiento.
El héroe vestido de negro y azul dio la señal para que su equipo se retirara y permitiera que Red Hood se fuera contigo, ahora que había recuperado la mayoría de su equilibrio, pudo salir del almacén con muy pocos problemas.
Afortunadamente llegaste a una de las bases de los Outlaws en la parte trasera de la moto de Red Hood. Te bajaste primero y Jason instantáneamente perdió el calor que le habías proporcionado cuando tus brazos estaban envueltos alrededor de su cintura. Cuando entraste en el departamento, descubriste que estaba desierto, ninguno de los otros estuvo presente por el momento, así que aprovechaste la oportunidad de preparar agua tibia para limpiar tus cortes y evitar la posibilidad de que surgiera una infección.
Jason te siguió poco después, colocando una mano sobre tu hombro para obtener tu atención, ahora se encontraba sin casco y sin máscara.
—¿Te sientes bien?—Fue todo lo que salió una vez que pusiste tus ojos en él.
—Jay, estoy bien.—Aseguraste, cruzando los brazos.
Jason cepilló los mechones de cabello que habían caído en tu cara, rozando tu piel en el proceso.
— ¿Estás segura de que estás bien, T/N?—Repitió Jason. La sinceridad finalmente se reveló en su voz.
Con ambas manos agarraste la chaqueta de cuero de Jason y lo acercaste ligeramente, instintivamente una mano se fue hacia tu cintura mientras que la otra permanecía en tu cuello después de cepillar tu cabello. Tu gesto tenía la intención de demostrar que estabas bien y que habías recuperado tu fuerza pero aparentemente Jason tenía otra idea en mente.
—Escucha Jay, estoy bien, lo prometo. Y gracias por salvar mi trasero.—Sonreíste, pero trataste de mantenerte un poco severa, no te ibas a perder por la proximidad de sus cuerpos.
Sin embargo, Jason estaba haciendo eso muy difícil, su pulgar acarició suavemente tu mandíbula y su cabeza se inclinó levemente. Internamente estabas muy consciente de sus movimientos, sus labios estaban a unos centímetros de los tuyos y cada vez la distancia se reducía con cada segundo que corría.
—Siempre, T/N.—
Antes de que las cosas siguieran, una tos resonó en el apartamento y Jason se retiró inmediatamente, aunque ninguno de los dos intentó quitarse las manos de encima.
Roy se paró en la puerta levantando una ceja con Kori detrás de él con una amplia sonrisa, al ver la expresión de Roy, tanto Jason como tú miraron hacia abajo. Y mientras ellos se abrazaban el uno al otro, ustedes se separaron instantáneamente.
—¡Aww!—Emitió Kori mientras admiraba la vista delante de ella felizmente.
Miraste hacia abajo intentando ocultar tu obvio sonrojo. Y Jason quien se encontraba un metro o dos de distancia de ti, frotaba su cuello levemente incómodo.
—¿Qué los arrastró a los dos, esta vez?—Roy cuestionó a sus amigos con cariño, complacido consigo mismo por interrumpir su aparente 'momento'.
—La lealtad es una perra.—Murmuraron Jay y tú, al mismo tiempo, con evidente irritación en sus voces.
Ambos se marcharon en direcciones opuestas intentando de evitar más vergüenza.
—Esa 'lealtad' de la que hablan, tiene cualidades similares a la sensación de amor, ¿no es así, Roy?—Inquirió Kori, su curiosidad se vio marcada por las interacciones de su líder y su amiga.
—Sí, se aman sin duda, pero esos dos son demasiado tercos y rudos como para admitirlo.—Explicó Roy, feliz de compartir su sabiduría que Jason abusaba abiertamente con tanta frecuencia.
—Ya veo. Sin embargo, encuentro su comportamiento lindo.—Sonrió abrazándose aún más a Roy.
. . .
Tsk no se que decir xd