Contradicciones (#1 El Negoci...

darlis_steff tarafından

17.2M 1.5M 1M

Dakota Monroe no es una chica mala, no es una nerd, no es la chismosa, no es la zorra y no es la maliciosa. E... Daha Fazla

CONTRADICCIONES
El Negocio
Nota no entregada a Jagger
Prólogo
Capítulo I: Dulce
Capítulo II: Favores y pagos a ciegas
Capítulo III: Cerrando el trato.
Capítulo IV: Mi caso especial
Capítulo V: Un rehén a cambio de otro rehén.
Capítulo VI: No mientas.
Capítulo VII: Impulsos
Capítulo VIII: Chica dulce.
Capítulo IX: Resultados
Capítulo X: Drama barato.
Nota no Entregada a Jagger
Capítulo XI: Un poco de información
Capítulo XII: De peticiones y concesiones
Capítulo XIII: Un poco sobre Jagger
Capítulo XIV: ¿No lo eres? Yo tampoco
Capítulo XV: Fuego y pasión
Capítulo XVI: Ilusiones compartidas
Capítulo XVII: Jagger, Mick Jagger y Dubái
Capítulo XVIII: De los Monroe, reuniones y visitas indeseadas
Capítulo XX: De lo malo emanará lo bueno
Nota No Entregada a Jagger
Capítulo XXI: Honestidad.
Capítulo XXII: No te metas con Dakota
Capítulo XXIII: Hablemos de Jagger.
Capítulo XXIV: Sin rastro.
Capítulo XXV: Pistas de la oscuridad
Capítulo XXVI: Atajo a una historia oscura
Capítulo XXVII: Decisiones
Capítulo XXVIII: Tiempo después...
Capítulo XXIX: Vulnerabilidad
Capítulo XXX: Contradicciones (Capítulo final)
Nota no entregada a Jagger
El Negocio
Negociaciones (El Negocio #2)
Contradicciones en papel

Capítulo XIX: Mezcla de emociones

444K 39.3K 23.7K
darlis_steff tarafından



Capítulo XIX: Mezcla de emociones.

Dakota.



Abro uno de mis ojos cuando siento una caricia en la nariz. Me encuentro con el rostro de papá, él lleva uno de sus índices a sus labios pidiéndome que guarde silencio. La música hindú relajante suena, mamá y Rose se ven relajadas en sus posiciones de meditación, cosa que yo no lograba. Así que le sonrío a papá y tomo la mano que me ofrece para ayudarme a levantarme.

Contengo las ganas de reír mientras caminamos hasta la cocina, al llegar encuentro un trozo grande de pastel de chocolate con fresas. Papá me alza y me sienta sobre el mesón mientras él se sienta en una de las sillas altas, toma una pequeña cucharilla para él y otra para mí. Compartimos el pastel.

—Creo que nunca aprenderé a hacer meditación —confieso tomando un bocado—. Solo pensaba en cuándo podría abrir mis ojos y que quería poner algo cómo Queen a sonar.

—Esa es mi bebé —Se ríe—. No te sientas culpable, llevo más de veinte años con tu mamá y nunca aprendí a hacer meditación o yoga.

—Polos totalmente opuestos.

—A veces así sucede y funciona, cariño.

— ¿Estás muy entusiasmado por el nuevo bebé, verdad? —pregunto sonriendo, él también lo hace en respuesta.

—Mucho, pensé que teníamos cerrada esa fábrica hace mucho. Fue toda una sorpresa, pero luego de hacernos a la idea, estoy muy feliz con ella. Me gusta ser papá.

—Y eres uno muy bueno —garantizo—. Él mejor.

—Me alegra escuchar eso. Sé que no todos los niños tienen padres cómo tu mamá y yo, somos poco clásicos, pero lo hacemos lo mejor que podemos.

—Mi hermanito o hermanita estará feliz de tener padres cómo ustedes —tomo otro bocado—. Nunca le faltará el amor, diversión y apoyo.

Comemos otro poco y me cuenta sobre su trabajo, sus planes de un nuevo tatuaje y que mamá tiene una conferencia en Manchester a la que quiere acompañarla.

—Ahora, cuéntame sobre Mick.

— ¿Mick?

—Mick Jagger.

—Oh, por favor, papá. Te he dicho que se llama Jagger.

—Él no tiene ningún inconveniente con mi apodo, pero no desvíes mi pregunta. ¿Están en una relación formal?

—Estos tiempos no se manejan cómo antes, papá.

—Precisamente por cómo se manejaban en mi tiempo, fue que tuvimos a Rose de manera apresurada —Se burla, hago una mueca.

—No quiero que esto sea incómodo entre nosotros, papá.

—No tiene que serlo, solo quiero saber si las cosas con ese muchacho son serias, si te trata bien...

—Apenas estamos saliendo y me trata muy bien —Me sonrojo, nunca esperé esta conversación—. Es una buena persona.

— ¿Lo seguiremos viendo a nuestro alrededor?

—Supongo que si las cosas funcionan, será así.

—Bien, me agradó —Me guiña un ojo, toma lo que resta del pastel y camina hacia el fregadero llevando el plato que ensuciamos.

No puedo evitar mi sonrisa ante el hecho de que papá apruebe a Jagger, no sé si nos espera un futuro juntos, si esto es más que una simple relación corta y pasajera, pero me gusta que mi familia se sienta cómoda con la idea.

—Qué extraño —dice papá alejándose de la ventana de la cocina y caminando hacia la sala.

Bajo del mesón y lo sigo, lo encuentro abriendo la puerta y observando alrededor.

— ¿Qué sucede? —cuestiono llegando a su lado.

—Puedo jurar que vi desde la ventana de la cocina a un hombre parado afuera observando a nuestra casa —Me dice revisando alrededor—. Creo que se fue, pero estuvo aquí.

—Tal vez le gustaba la fachada.

—No lo creo, cubría su rostro con gafas y llevaba una gorra. Eso en mi lista lo hace un sospechoso. Entra en casa, daré una vuelta para ver si lo encuentro.

Obedezco llena de nervios. ¿Nos han perseguido hasta acá? ¿Tiene que ver esto con las notas y los mensajes? Cada minuto que pasa me pone más angustiosa, cuando papá vuelve y me dice que no lo encontró, eso no me deja más aliviada.

Por el contrario, estoy muy preocupada.

***

Mamá me da un fuerte abrazo y suspira en mi cabello. Ella no es teatral, dramática o intensa. Ella solo dice que ve mi energía un tanto empañada, pero que está segura solo es por estrés pre nuevo semestre. Le sonrío y luego acaricio su pequeño vientre abultado. Finalmente creo que me familiarizo con la idea de que tendré un hermanito o hermanita.

Rose está siendo teatral mientras se despide de papá; mamá besa mis mejillas y luego las toma en sus manos. Me da una de sus bonitas sonrisas, creo que el que sea relajada y lleve una vida tranquila es lo que le ha ayudado a lucir más joven de lo que por sí es. Parece una especie de hermana mayor.

—Cuídate, bebé. Mantén buenas vibras y energías, no te cierres a nuevas experiencias y sal de tu cascarón.

—Gracias, mamá —Rio—. Trataré de hacer todo eso, siempre y cuando mis calificaciones no sean terribles.

Me da otra cálida sonrisa antes de pasar a Rose. Me giro hacia papá justo cuando me alza haciendo que mis pies dejen de estar sobre el suelo, rio y siento sus besos llover en mi mejilla. Papá es un tipo rudo, pero con sus hijas es todo amor y ternura. Cuando vuelve a depositarme sobre mis pies, pellizca mis mejillas y luego con su dedo índice golpea mi nariz.

—Se buena chica, no dejes que Mick Jagger meta sus manos debajo de tu falda.

— ¡Papá! Ni siquiera voy a clases con falda.

—Entonces no dejes que te toque sobre el jean —Se encoge de hombros—. También fui joven y recuerdo cómo creé a mis hijas.

—Vale, ya comienzas a volverlo incómodo —Me lazo sobre las puntas de mis pies y él baja, beso su mejilla antes de abrazarlo una vez más—, te voy a extrañar. Los extraño mucho cuando estamos lejos.

—Y nosotros a ustedes, pero me gusta tener niñas inteligentes. Estaremos visitándolas pronto, ¿De acuerdo?

—Está bien, papá.

Besa una vez más mi frente y luego nos atrae a las tres dándonos un gracioso abrazo familiar que nos tiene riendo. De verdad no me avergüenza que nuestros padres nos hayan traído y que, en mi caso, me ayudarán a mudarme a mi nuevo espacio en la residencia. Sigo con Laurie y Avery de compañeras, ahora nuestro lugar es más grande y tristemente se me acabó la racha de no compartir habitación con alguien, puesto que se ha notificado de la permanencia de Rose en su hermandad, estaré teniendo una compañera de habitación. Solo espero ella no sea malvada.

Puedo ver a algunas chicas pasar y dejar la vista en mi papá, a mamá no le afecta, creo que lo ignora o lo deja pasar, yo frunzo el ceño y Rose es abiertamente más hostil mostrándoles el dedo medio mientras abraza a papá, quien parece ajeno o finge no saber que aún enloquece a las mujeres de cualquier edad.

Después de otra despedida breve, vemos a nuestros padres subir al auto, mamá nos arroja otro beso antes de hacer un corazón con sus manos. Amo demasiado a mis padres y aunque son peculiares, me siento afortunado de pertenecer a su familia.

—Dale mis saludos a Dubái, nena.

—Se llama Mick Jagger, Virginia.

—Se llama Jagger —corrijo, ambos me ignoran mientras me sonríen y ponen el auto en marcha.

Los veo irse y luego siento el brazo de Rose pasar por alrededor de mis hombros. Recarga su cabeza de la mía.

— ¿Melancólica? —pregunto con diversión.

—A veces solo me gustaría quedarme para siempre en casa —Suspira—. Estoy un poco asustada de todo este silencio aquí.

Sé a lo que refiere. Palmeo su trasero, muy deseado, sobresaltándola.

— ¡Ánimo! Será un mejor semestre, solo escoge mejor a tus citas.

—No creo que sea tan fácil —Se lamenta con un deje de tristeza en su voz.

Volteo a verla de inmediato, saliendo de su brazo, ella muerde su labio inferior pareciendo muy melancólica, cómo si hablara de algo muy imposible. Hay muchas alarmas en mi cabeza, ¿Qué está sucediendo ahora?

—Rose...

—No es nada. Por primera vez no actuaré sobre ello, no quiero problemas —Me besa la mejilla—. Iré a la hermandad, ¿Te veo luego?

—Seguro —respondo antes de verla irse. Cruzo mis dedos para que de verdad sea un mejor semestre e inicio de segundo año de carrera para ella.

Suelto un profundo suspiro antes de sacar mi celular, ningún mensaje de Jagger, él aún no planea volver, al menos no hasta unos días. Guardo de nuevo mi celular y me adentro al nuevo edificio en el que estaré viviendo durante un año.

Al llegar le sonrío a Avery, ella me devuelve la sonrisa tímida.

— ¿Y Laurie?

—Todavía no llega —Me responde.

— ¿Qué tal estuvieron tus cortas vacaciones? —pregunto, ella alza de manera breve la vista de su libro.

—Un poco caóticas, me hicieron ir a eventos sociales —Se estremece—. Regresé hace unos días, me gusta más estar aquí.

—Sí, este lugar tiene su encanto —digo antes de que ella vuelva a enfrascarse en su libro sobre robótica o algo como eso.

Camino hasta mi habitación y me dejo caer en la cama que he tomado como mía. Bostezo y decido dormitar un poco. No sé cuánto tiempo pasa, pero me despierto debido a un fuerte sonido de cosas cayendo. Me incorporo encontrándome a una chica intentado recoger todo.

—Lo siento, de verdad que lo siento —Cómo puede arregla todo de una muy mala manera.

—No te preocupes, no planeaba dormir de igual manera, ¿Serás mi nueva compañera o solo eres una invasora ocasionando desastres?

—Compañera —Ríe.

Se incorpora y me regala una sonrisa. Es una chica muy bonita de cabello claro, en un primer momento no niego que mi vista va al lunar rojizo que cubre el lado izquierdo desde su sien hasta un poco más debajo de su pómulo, incluso está en su oreja. Pero salgo rápido de mi sorpresa porque no me molesta lo diferente y ella luce amable y nerviosa. Creo que mi mirada la ha incomodado un poco, porque intenta cubrirlo con su cabello.

—No, no lo hagas. Quiero decir, eres preciosa y... De acuerdo —Sacudo mi cabeza—. Empecemos de nuevo.

»Soy Dakota Monroe y asisto a mi tercer semestre en la escuela de negocios. Estudio administración empresarial.

—Soy Charlotte Wesley, comenzaré mi segundo semestre en sociología. He sido transferida.

— ¿Por qué? —No puedo evitar cuestionar mientras estrecho su mano. Hace una sonrisa incómoda antes de rascar su brazo; noto, entonces, un tatuaje en su muñeca, bajo un relieve de lo que luce como una cicatriz.

Es una flor llena de colores muy vívidos, nota de nuevo mi mirada, esta vez en su tatuaje, y baja su mano. De acuerdo, debo dejar de ser tan indiscreta.

—Tuve algunos inconvenientes en mi antigua universidad —Se encoge de hombros—. Honestamente, debería estar empezando mi cuarto semestre, pero todo a su tiempo, ¿Verdad?

—Seguro —Alcanzo a decir—. Tomé esta cama, espero no te moleste.

—Estoy bien con que tengas la ventana. Me disculpo de antemano porque a veces sin saber resulto desordenada. No soy loca cuando estudio, pero los nervios me hacen comer un montón, por lo que no te asustes cuando me atrapes comiendo sin parar.

—Hecho. Yo cuando estudio soy un poco loca con el silencio y cuando estoy irritable es mejor no hablarme porque suelo ser pasivo-agresiva con mis palabras.

—Muy bien. Una vez dicho eso, creo que podemos ser buenas compañeras.

—Espero y así sea —sentencio.

Me siento de nuevo en mi cama observándola intentar acomodar, un poco, sus pertenencias. La verdad es que el lunar en su rostro ya no es algo que veo fijamente, creo que fue la sorpresa inicial. Es una chica muy bonita, es de mi estatura y es muy delgada, casi un poco desgarbada porque parece que lleva un peso con ella, algo emocional. O solo soy yo haciendo suposiciones erradas.

Voltea a verme y le sonrío, me devuelve el gesto con algo de timidez, antes de pasar un mechón de su cabello detrás de su oreja, dejando a la vista el lunar que hace poco tapó de mí. Quiero tomar eso como una leve señal de confianza.

— ¿Podrías mostrarme un poco la universidad? ¿Decirme dónde está mi escuela? No quiero perderme el lunes y no me gusta preguntar a los desconocidos.

—Claro, vamos.

Me incorporo y espero a que ella tome un pequeño bolso junto a su teléfono antes de cerrar la puerta con llave detrás de nosotras. Avery alza la vista de su libro.

—Iremos a dar una vuelta, ¿Vienes?

—Preferiría —susurra, luciendo incómoda con Charlotte. Suele sucederle cuando en su entorno entran nuevas personas— quedarme leyendo un libro, pero gracias.

—Pero ¿Te animas a salir a cenar más tarde?

—Eso creo —Se sonroja y alza su libro—. Cuando lo termine.

—Está bien. Laurie ya debe estar por llegar.

—El terror —Se atreve a bromear fingiendo un estremecimiento, eso me hace reír.

Camino hasta la puerta siendo seguida por Charlotte y apenas estamos afuera vamos hacia el ascensor. Hacemos una conversación ligera y mientras caminamos entiendo por qué se incomodó cuando observé la primera vez a su lunar. Es muy molesto que algunas personas la miren sin disimulo como si desearan evaluar desde todo los puntos de vista esa área de su rostro, le incomoda, pero trata de fingir que no es el caso.

Le muestro los puntos más emblemáticos de la universidad y decido que he obtenido una buena compañera de habitación. Me cuenta que tiene veinte años recién cumplidos y que originalmente es de Liverpool, pero desde su adolescencia vive en Londres. Terminamos tomando un café en uno de los locales del campus.

— ¿Estás nerviosa? —pregunto.

—No, de hecho estoy emocionada. Vine a hacer muchas cosas a esta universidad, espero alcanzar cada meta que me he propuesto al venir.

—Siempre he creído que escogí a la universidad correcta, me gusta mucho. No me arrepiento de mi elección —comparto.

Y es verdad, tuve tres opciones antes de venir, no mentiré diciendo que eran Cambridge o Harvard en América, pero eran buenas ofertas universitarias que decidí dejar a un lado por esta elección de la que no me retracto, ni siquiera ahora que las cosas se han tambaleado tanto para las hermanas Monroe.

Hay una caricia en mi cuello y me estremezco por la sorpresa, luego hay un aliento en mi oreja.

—Mi querida Dakota —susurra la voz masculina.

No me toma más que un segundo darme cuenta que se trata de Drew. Me inclino hacia adelante para alejarme y creo que lo escucho reír. Volteo para verlo caminar a mi lado y deslizarse, sentándose sin preguntar. Encuentro eso muy molesto.

—Estaba pasando por aquí, te vi y decidí acercarme a saludarte. Siempre es bueno verte, Dakota.

—Hola —Es todo lo que digo frunciendo mi ceño. Él lleva la atención hacia Charlotte.

—Soy Drew.

—Yo Charlotte.

—Eres nueva, puedo asegurarlo —dice con su sonrisa encantadora, luego vuelve a darme tu atención—. Entonces, ¿Qué harás más tarde, cariño?

Hace un tiempo esa pregunta se hubiese sido significativa para mí, ahora, solo me parece un idiota jugando a conquistar.

—Mis planes no te incumbe, Drew —Lo corto y por un momento parece sorprendido de que no esté solo revoloteando con su insinuación.

—Ya sabes, pensé que podíamos pasar un buen momento, cómo antes.

Me inclino hacia él como si planeara besarlo, él muy descarado sonríe y se inclina un poco más, siento su aliento mentolado contra mi rostro.

—El único que tuvo un buen momento antes, fuiste tú —susurro—, porque yo todo lo que tuve fue la ansiedad de un orgasmo que nunca llegó —concluyo antes de alejarme.

Escucho un leve jadeo de Charlotte y veo la sonrisa de Drew borrarse, por el contrario la mía crece, mucho.

Doy un sorbo a mi café y peino con mis dedos mi cabello, volteo a verlo de nuevo, tiene una sonrisa dudosa, no sabe qué hacer. Sabe que no miento porque tal vez es ahora cuando está recordando y analizando que ningunas de mis reacciones fueron reales y que nunca sintió a mis partes bajas apretarlo en medio de un frenesí de placer.

—Si nos disculpas, tenemos cosas privadas de las cuales hablar, Drew —doy la indirecta.

—Te veo luego, Dakota. Podemos volver a conversar.

—Estoy demasiado ocupada.

No dice nada más, solo se retira. Respiro hondo y sonrío, me siento muy bien con lo que hice. Siento que finalmente encontré mi voz para poner a Drew en su lugar.

—Eso fue bastante tenso —dice Charlotte.

—Me enrollé con él en el pasado, un fatídico error.

—Conozco de esos errores y esas fueron un infierno de respuestas.

Ambas reímos y seguimos conversando, sé que seremos grandes amigas.

Horas después volvemos y Laurie ya se encuentra ahí, hace algún comentario sobre que ahora vive con tres raras y de manera grosera le pregunta a Charlotte si no ha intentado ir a un dermatólogo, pregunta que le incomoda mucho, sin embargo, le responde que es una marca de nacimiento.

No soy violenta, pero en ese momento siento la necesidad de tirar del cabello de Laurie por ser tan grosera y agresiva verbalmente. Para la hora de la cena, Avery, Charlotte y yo salimos por una pizza, Rose se encuentra con nosotras y me siento orgullosa cuando mi hermana ni siquiera repara en el lunar de Charlotte y procede a decirle lo bonita que la encuentra y lo genial que es su tatuaje. Rose como siempre se encarga de llenar la conversación haciéndole preguntas, es un momento agradable el que compartimos al cenar.

Al volver, cuando estoy revisando mi nuevo horario, mi celular suena y no puedo evitar sonreír cuando leo que se trata de Jagger.

—Hola —Me acuesto en mi cama.

—Hola, Dulce. ¿Qué tal la universidad sin mí?

—Tal como la dejaste —Mi respuesta lo hace reír.

—No es la respuesta que esperaba.

—Es la que tendrás —garantizo. Él ríe otro poco más y me siento tonta porque eso me tiene sonriendo aún más.

—Tengo muchas ganas de verte.

— ¿Es esa una clave para el sexo?

—No. Por supuesto que deseo tener mucho sexo contigo, pero también me gusta cuando solo hablamos o respiramos el mismo aire.

— ¡Vaya! Eso fue casi romántico —bromeo.

—Y no lo intenté —Me sigue la broma—, pero de verdad, me he dado cuenta que siento muchas ganas de verte, ¿Qué te parece eso?

—Es mutuo, también me gustaría verte.

—Eso es bueno, eso supone que no soy un pobre diablo teniendo sentimientos por una chica que no le da la hora.

— ¿Sentimientos? —Me incorporo.

—Escuchaste muy bien —Se ríe—. Ahora, no te asustes, no estoy hablando de amor y cosas muy comprometedoras, pero ¿Sabes de lo que hablo, verdad?

—Lo entiendo.

Permanecemos unos segundos en silencio, luego él suelta un profundo suspiro.

—Tengo algo que decirte cuando te vea.

—No puedes decir eso y esperar que permanezca tranquila.

—Será mejor hablarlo en persona.

—Jagger...

—De verdad, solo espera a que nos veamos.

— ¿Y cuándo será eso?

—Lunes, estaré llegando ese día. Tengo que ir a unas reuniones con papá y el abuelo, pero ese día estaré ahí.

—Bueno, trataré de no estresarme pensando sobre ello.

—Ahora cuéntame ¿Qué tal la nueva compañera de habitación? ¿Es loca como lo predecías?

—No, ella es muy agradable —Me avergüenzo de haber divagado sobre eso con Jagger—, nada como mis predicciones.

—Oh, eso quiere decir que ya no tendré que ir a ser tu compañero de habitación para que te sientas a gusto.

—Una lástima —Rio—. Siempre podrías recibirme en tu habitación de la hermandad. Apuesto a que es muy amplia.

—Te daré un recorrido si eso quieres.

—Tendrías que cambiar tus sabanas.

—Yo no he follado a chicas en mi cama, solía ir a sus lugares. Mi negocio es mi prioridad y no me da confianza tener a mujeres con las que sostengo cosas casuales alrededor de documentos importantes o equipo de trabajo.

—Entonces, ¿No podré ir a tu habitación? —Sueno un tanto insegura. Él ríe.

— ¿Te dije que eras algo casual? Pensé que había sido claro cuando te dije que lo iba a intentar contigo. Puedes venir cuando quieras.

—Eso se llama confianza.

—Estoy confiando en ti, Dulce, no me defraudes.

Son palabras con un gran peso, me hace sentir mucha responsabilidad, pero me creo capaz y merecedora de esa confianza.

—No lo haré, Jagger.

Continuamos hablando un poco más, él me hace reír y sonreír. En un momento dado, bostezo y él lo nota por el sonido que emito.

—Ve a dormir, Dulce. Te veo el lunes.

—Buenas noches, Jagger.

Estoy con una sonrisa tonta durante largos minutos, mi celular suena anunciando un mensaje. Emocionada lo abro pensando en que puede tratarse de Jagger, pero es número privado y es una fotografía junto a un mensaje.


«El tiempo corrió.

No son amenazas vacías.

Pasemos al siguiente nivel de este juego.

¿Estás preparada?

Tengo ganas de tatuarla...»


La foto cómo lo esperaba es de Rose, en bragas sonriendo mientras se encuentra arrodillada en una cama. Sus senos están a plena vista, uno de ellos siendo sostenidos por una mano, en esta sí se visualiza el rostro de Simon Clark.

No me da tiempo a capturar todo, una vez más, el mensaje desaparece como si nunca hubiese sucedido.

Estoy tan asustada.

***

El lunes llega con una sorprendente rapidez, pero es ausente de calma. Mi mente no deja de pensar en el último mensaje que recibí. Le escribí a Rose para preguntarle si había recibido algo, pero me dijo que no y cuando le comenté a Jagger, maldijo y me dijo que lo hablaríamos cuando volviera.

No quiero ser solo la damisela en apuros, me gustaría ayudar, hacer algo. Pero cuando los mensajes son borrador, no conozco en quién sospechar y mis contactos son nulos, mis manos están atadas. Es frustrante depender de que alguien más.

Mi primera clase no es tan temprano y por suerte no es finanzas III con el profesor McCain, no es la manera de empezar mi semana. Esa tortura puede esperar. Desayuno en una cafetería y camino a mi primera clase, todavía afectada por lo que el mensaje podría significar.

No he dado muchos pasos dentro de la escuela, cuando comienzo a percibir que las personas están susurrando, me digo que solo estoy siendo paranoica, pero avanzo unos pasos más y el café que llevaba en mi mano cae al suelo antes de que jadeé viendo con horror lo que sucede.

Está en todas partes. Ahora entiendo el mensaje. Esto es un juego enfermo que ha sido llevado a otro nivel.

Tengo una mezcla de emociones, todas son desastrosas y negativas. Las personas me están viendo y estoy segura de que algunos están esperando con sus celulares para grabar mi reacción.

Es cuando mi temperamento se desata, no tengo control sobre mis emociones.





Holaaaa, aquí llegué con nuevo capítulo.

Quizá lo vean y digan "Ah es tranquilo, seguro no tenía tiempo", pero la verdad es que el capítulo llevaba tiempo escrito y ahí, oculto, en claves ahí ciertas cositas muy necesarias para el futuro de esta historia.

En esta ocasión el hada se encarga de señalar a @SMliamgirl  gracias por todo ese loco amor, finalmente te ha tocado tu momento de brillar hahaha. Me alegra ver y saber que mis historias te tienen tan adicta, aprecio y agradezco un montón todo el apoyo que tienes para ellas y para mí, así como todo el amor que envías.

Espero les guste.

Un beso.

Okumaya devam et

Bunları da Beğeneceksin

306K 19.8K 35
[SEGUNDO LIBRO] Segundo libro de la Duología [Dominantes] Damon. Él hombre que era frío y calculador. Ese hombre, desapareció. O al menos lo hace cu...
98.7K 12.6K 17
Dos años después de la captura de Mason, Damien tiene una nueva vida en Nueva York, Zoe cursa su último año de universidad y Auro es finalmente decla...
1M 88.7K 44
Emma Brown es una chica que desde niña supo que todos los hombres eran iguales. Cuando creció se permitió salir con ellos pero dejando los sentimient...
48.6K 3.8K 13
Alexandra crecerá con un don que la separará de su familia. A cambio vivirá una gran aventura y conocerá a su gran amor. Pero también tendrá que lid...