Contradicciones (#1 El Negocio)

Capítulo IX: Resultados

Capítulo IX: resultados.

Dakota.

Cuatro días.

Cuatro días desde que Jagger hizo un desastre...Con su boca. Literalmente. Desde que sacudió mi mundo. Soy consciente de la fila avanzando para comprar mi almuerzo. Ben habla con Avery, pero para mí esto cuatros días han sido muy despistados.

Ante el recuerdo mis piernas casi flaquean.

No ha sido la primera vez que obtuve sexo oral, Drew me dio al menos un par de sesiones antes de botarme, y aunque en un principio fueron los únicos modos en los que me dio orgasmos – recordemos que cuando comenzaron los orgasmos con penetración me abandonó – no sé sintió de la manera en la que con Jagger lo hizo, lo cual es un poco loco teniendo en cuenta que por Drew tenía sentimientos y Jagger se supone solo es una atracción.

Pero él me hizo sentir cómo fuego, me hizo olvidar hasta mi propio nombre y, bueno, tengo que darle crédito porque dudo que toda esa hazaña le llevara más de ocho minutos. Casi quiero llevar una mano a mi frente de forma teatral y suspirar un «mi héroe».

— ¿Qué deseas?

Alzo la vista saliendo de mis ensoñaciones para ver a una de las vendedoras. Aclaro mi garganta sintiendo mis mejillas sonrojarse ante mis pensamientos orgásmicos.

—Milanesa de pollo con patatas fritas.

Le doy dinero en efectivo porque no he recargado mi tarjeta estudiantil, tomo el ticket que me ofrece con mi número y camino hasta la mesa en donde Avery y Ben ya se encuentran. Avery está conversando con Ben, ocho meses fue lo que tomó para que ella finalmente pueda hablar abiertamente con él sin obtener alguna ansiedad o estrés, de alguna manera Ben fue paciente, nunca creyendo que ella era rara, solo esforzándose poco a poco para conseguirlo.

Ubico mi mano bajo mi barbilla mientras los observo conversar, dormí, pero tengo flojera, razón por la que tapo mi boca mientras bostezo. Cierro mis ojos unos pocos segundos y luego los abro de nuevo, veo a mi alrededor y ruedo mis ojos cuando veo a Alondra, pero luego me siento mal porque ella nunca me ha hecho nada, bueno, ella ni siquiera repara en mi existencia. No es su culpa que Drew me rompiera el corazón. Suspiro y desplazo mi mirada hacia otro lado.

No pienses en Jagger, no pienses en Jagger.

— ¡Jagger! —Ríe una chica y de inmediato mi cabeza voltea hacia la voz.

Millie, la única razón por la que sé su nombre es porque mucho los saben, está riendo fuertemente junto a los demás en la mesa, bueno, excepto la chica del cabello castaño rojizo que es del círculo de amigos de Jagger. Millie es una bomba sexy, la imagen de una mujer que despierta cualquier tipo de pensamiento sexual y ¡Demonios! Bien por ella, siempre admiro a una mujer con confianza de saber lucir sexy sin ser vulgar. Creo que lo que encuentro más encantador en ella son sus geniales y alborotados rizos rubios. Pero no es que ella sea la razón por la que mi vista permanece en la mesa.

Jagger.

Estoy orgastrapada.

Orgastrapada: dícese de esa persona que tuvo un orgasmo y quedó atrapado en ello recordándolo una y otra vez.

Él tiene una gran sonrisa, se inclina hacia Maddison, luego vuelve su vista de nuevo a Millie y ella acaricia su muñeca, supongo que sus tatuajes, mientras se inclina y susurra algo para él. Llevo mi índice y pulgar a mi labio inferior y tiro de el deseando tener algún súper poder sónico. Cómo si sintiera mi mirada, sus ojos conectan con los míos. Enarca una de sus cejas y esboza una pequeña sonrisa. Tiro de mi labio una y otra vez sin poder retirar la mirada, eso es hasta que hay un beso húmedo en mi mejilla. Rompo el contacto visual.