Hija De Narcotraficantes

By Majo_Monsalve

164K 9.5K 509

"Tú tienes la mitad de nuestros poderes, yo tengo la otra. Juntos, somos un todo, juntos, somos mucho más po... More

D E D I C A T O R I A
S I N O P S I S
01
03
04
05
06
07
08
09
10
11
12
13
14
15
16
17
SEXY NOTA
18
NOTA
19
20
21
22
23
24
25
26
27
28
29
30
31
32
33
34
35
36
37
38
39
40
37
38
39
40
41
42
43
44
EPÍLOGO
E X T R A

02

7.1K 316 7
By Majo_Monsalve

Abrí mis ojos de golpe, había despertado por la misma vieja pesadilla de siempre, haciéndome perder el sueño, la misma de ayer.

Nos encontrábamos rumbo a Forks, un pueblo algo inusual que aparezca en el mapa de todo Estados Unidos, aún así no importaba aquello.

— ¿Estás bien? — pregunta mi madre.

Jhoana, la mujer que esa tarde decidió darme una oportunidad para ser su hija y esposa de Jasón. Una mujer capaz de luchar por los suyo sin importar que esté pasando.

— Si. — musite y dejé escapar un suspiro largo, deje otra vez mi vista fija en el camino.

En mi mente solo estaban palabras de mi pasado — peligro, colores, muertes — y recuerdos que hacían mi timidez peor, cosa que no me gustaba, había veces que mi timidez desaparecía y reinaba la confianza en mí.

— Se que te encantará este lugar. — comenta sacándome de mis pensamientos

La mire, y de alguna u otra manera me transmitió esa calidez que había perdido hace unos segundos atrás.

— Lo se. — sonreí de lado y ella a mi igual — Eso espero. — susurré lo último y agradecí que no alcanzo a escuchar.

— Se que te va gustar, no tienes que sentirte fuera de lugar sino, solo házmelo saber. — dice antes de indicar que paremos para tener un descansó.

Y si, sabía que ellos harían lo que sea por hacerme sentir cómoda en algún lugar, no les importaría viajar a la otra parte del mundo con tal de verme cómoda, pero aún así nunca les pediría eso, ya habían hecho mucho por mi.

Nos habíamos mudado de Inglaterra, mi país natal, mi padre sabía muy bien que este lugar le favorecía para su trabajó y no correriamos tanto peligro.

Deje estirar mis piernas luego de tenerlas flexionadas por más de diecisiete horas en el avión y ocho en auto.

Compre una bolsa de agua, y una barra de chocolate para recargar mis energías.

Me senté en una banca solitaria, deje que mis pulmones respirar aire puro, debido que en las ciudades eso no se podía.

— ¿Estás lista? — mire a mi madre.

— Si. — siempre había sido una persona de pocas palabras, pero fácil de complacer.

Nunca habia sido mimada. Me habían enseñado a como ser feliz en el mundo con lo que tuviera, fuera rica o  pobre.

Nos dirigimos otra vez al auto, para emprender marcha a nuestro destino.

— ¿Empezaremos de cero? — pregunte había tenido esa pregunta rondando en mi mente, aún sonaba tan lejano que me asustaba.

Si bien, sabía que era a lo que ellos se dedicaban. Pero habíamos tenido percances así que estaban averiguando cómo salir de ello, pero eran los mejores en esto, no era así de fácil, y ojalá lo fuera pero siempre tienes que tener una cosa en mente:

Una vez entras, jamás sales.

Y mucha certeza tenía esa frase en este mundo.

Pero, admiraba extrañamente que ellos solos allan podido crear todo este imperio, lo habían empezado juntos y según ellos tendrían que finalizarlo juntos. Sería la heredera de unas de las grandes empresas a nivel internacional, que ayudan a que todo esto pase desapercibido, pero aún así no había relación alguna.

— Algo así. — contesta sacándome de mis pensamientos.

Cada una se centra en lo suyo.

Alrededor de unas tres horas más tarde, la rejas de una gran mansión se abrieron, dejandome ver prácticamente una casa que ocupaba todo un vecindario, el hermoso jardín, la zona verde y la gran piscina que la rodeaba me habían dejado maravillada.

Bajamos del auto, seguida de varios hombres escoltandonos, está era una de las pocas cosas que más me incomodaba. Hombres de casi dos metros, con cuerpo de masadontes con armas en cada parte de su cuerpo, capaz de vencer a más de una persona sin siquiera recibir un golpe.

La puerta es abierta dejandome ver a Scott, el mayordomo que a estado en todos estos once años que llevaba viviendo con ellos... Me haría falta Francisco.

— Señora Larusso, señorita Grace. — formalmente con una sonrisa acogedora nos deja pasar — El señor Larusso la espera en el despacho mi señora.

— Gracias Scott. — sonríe y va en dirección a dónde se le había indicado.

— Tu habitación está en el segundo piso... Es todo tuyo. — eleve mis cejas del asombro.

No dije nada y decidí ir a mi nueva habitación, una gran puerta de madera habiéndola ver más pintoresca pero antigua.

Una gran cama, un armario igual de grande al de una habitación de un apartamento, un balcón, una sala pequeña con una gran pantalla plana.

Me dejó caer en la cama para divagar un rato en los miles de pensamientos que tengo.

Cerré mis ojos, pero otro recuerdo tortuoso llegó a mi, uno que no recordaba.

Aquella tarde había sido uno de los mejores días que había tenido. Me habían aceptado en esta familia, pequeña pero lo era.

"Haremos que te sientas cómoda, que te sientas como en casa"

Habían sido las palabras de Jason cuando habían conseguido todo el papeles para adoptarme.

Y lo habían hecho, aunque no estaba de acuerdo con todo sus negocios, y la cantidad de lujos, me sentía cómoda con ellos.

Nunca me habían obligado a hablar de aquello, nunca me habían preguntado qué pasó conmigo o de donde provenía, por el simple hecho de que ellos querían que yo sé los dijese por si misma.

Pero aún así, no recordaba nada de mí, ni siquiera mi nombre, o alguna otra cosa, mi trauma habia sido demasiado grande. Además de que me habían obligado y yo me auto obligues a callar y olvidar todo eso.

No hables ni digas nada, eres mala. Mala.

Las palabras de aquel hombre que me había dejado abandonada eran las que más se repetían en mi cuando quería saber más de lo que ha usado ocurrido.

Me había obligado a olvidar mi pasado. Olvidar los colores sobre las personas, no me debía enojar para que no ocurriera nada, no debía mover nada.

Me habían enseñado eso a los cinco, las personas que me tenían.

El susto y terror en sus caras era lo que me asustaba.

Abro mis ojos, despoje mi ropa y me di un baño, me puse la pijama, cuando salí mi madre estaba sentada en el sillón me mostró un cepillo y entendí lo que quería hacer.

Me senté en el suelo frente a ella dándole la espalda, ella empezó a cepillar suavemente mi cabello llevándose el estrés que había acumulado en ese momento.

— No pienses tanto. — dice ella.

Suspire. — ¿Cómo es que siempre sabes que estoy haciendo algo? — me rió levemente.

— No lo se... Creo que te conozco bien.

Deje soltar un suspiro. — A veces quisiera yo conocerme lo suficientemente para decir lo mismo.

— Pronto, dale tiempo al tiempo. — sus palabras metafóricamente me hacían pensar siempre — Ahora ve y descansa.

Tomé el control y encendí la televisión cuando ella se fue, estaban hablando de los hijos de los personajes más ricos. Cansada de eso, apague el televisor, de alguna manera u otra me había estresado escuchar de aquello.

Dinero aquí y allá.

Solté el control de golpe cuando vi una imágen.

No, me rehusaba otra vez a lo mismo.

— ¿Acaso siempre va ser así? — susurré con los ojos cerrados, los abrí y decidí ir a mi cama a dormir, la falta de suelo me tenía mal.

























***
















— Mi cielo. — veo a mi padre que entra al comedor.

Me abraza y le devuelvo el gesto.

— Hola. — sonreí de lado.

— Ahora que estás aquí, te voy a presentar a un amigo mío. — me lleva a la sala, dónde estaba mi madre hablando con una señora que rondaba por su misma edad — Hija ellos son los señores Bendict.

— Un gusto, soy Grace. — estreche la mano del señor y luego la de la señora, instintivamente di un paso atrás cuando un brillo sobre ella apareció.

Ignore aquello y seguí en ese momento, pero perdida en mis pensamientos .

— ... Espero que tu hija allá salido con la misma pasión por los negocios como ustedes. — mi madre sonrió disculpándome hacia mi, pero no le di importancia.

Habíamos acordado nunca mentir en ello, yo no me apenaba de mis raíces como tal, y ellos tampoco pero evitaban mi incomodidad .

— En realidad no me gustan los negocios. — dije haciendo una mueca lo que les causó gracia.

— Pensé que si. — dice la señora encogiendose de hombros.

— Es por qué... Soy adoptada, así que lo que en realidad me gusta es la música.

— Vaya, no debí haber preguntado eso. — dice apenada.

Mi madre sonríe y hace un gesto restándole importancia. — No pasa nada.

— Bueno si te sirve, tenemos cinco hijos... Solo chicos. — comenta el señor Benedict.

Mis ojos deben estar bien abiertos.

— ¿Cinco? — balbuceo.

— Si. — sonríe la señora.

— Bueno hija, lo que quería era que supieras que ellos son médicos, y la señora Benedict es psicóloga, por si quieres seguir con las terapias. — comunica mi padre.

No hables ni digas nada, eres mala. Mala.

Ladeó mi cabeza. — Aún no lo sé. — suspire y ellos siguen su conversación.

Decidí salir de ahí, y dejar que mi mente quedé en blanco, necesitaba descansar.

Había tenido demasiados recuerdos, en dos días, menos de los que había tenido en once años, debido a que nunca había tenido alguno.

Me deje caer en el sofá de mi habitación, tenía que seguir adelante como lo había hecho todos estos años.


































¡HELLO BABYS!❤️💙💜

HE VUELTO OTRA VEZ.

VOTEN Y COMENTEN ✌️

GRACIAS😎

Continue Reading

You'll Also Like

6K 420 15
𝐃𝐨𝐧𝐝𝐞 𝐮𝐧 𝐠𝐫𝐮𝐩𝐨 𝐝𝐞 𝐜𝐡𝐢𝐜𝐨𝐬 𝐪𝐮𝐢𝐞𝐫𝐞𝐧 𝐝𝐢𝐧𝐞𝐫𝐨 𝐲 𝐯𝐚𝐧 𝐚 𝐜𝐨𝐧𝐬𝐞𝐠𝐮𝐢𝐫𝐥𝐨 𝐜𝐮𝐞𝐬𝐭𝐞 𝐥𝐨 𝐪𝐮𝐞 𝐜𝐮𝐞𝐬𝐭𝐞...
1.2K 60 8
Eran gemelos, casi idénticos, como dos gotas de agua si no los conocías bien; cabello oscuro, ojos de un profundo color almendra y diminutos lunares...
52.2K 1.6K 48
"me gustaría ser más cercana los chicos del club, pero supongo que todo seguirá siendo igual, no?"
3.1K 110 14
Dafne Humphrey, una chica de la clase baja de Manhattan. A pesar de eso, siempre ha sido de juntarse con los más ricos de Manhattan, cosa que le trae...