Mathew:
Aborrezco el resfriado.
El catarro, los mocos, no hay nada más asqueroso que eso.
Vuelvo a toser y Evanna pone sus ojos verdes en mi cara, descifro que está preocupada y el solo pensar que puede sentir esa empatía hacia mí, me causa mucho más asco que el del puto resfriado.
Eva aprovechándose de mi descuido, estira el brazo y coloca su mano sobre mi frente.
—Estas caliente.
Mis hombros se tensan, siento que estoy cargando un enorme costal de piedras, junto ambas cejas y decido terminar con su molesta empatía.
Mi mano se cierra sobre su muñeca y se la bajo, ella me mira con sorpresa y yo no aparto los ojos de su rostro, entonces hace falta que baje su mirada para sentirme como un imbécil, sin embargo pierdo un segundo de mi tiempo persiviendo con mi tacto lo frágil y sosegado que es su piel.
Enseguida cobro el sentido y la suelto con rapidez, ella lleva su mano al lugar donde para mi error, la toque.
Capto lo nerviosa que esta.—Tal vez deberías recostarte.
—Estoy bien, sigamos con el trabajo.
—Mathew..
—He dicho que estoy bien.
Odio repetir las cosas y Evanna Moore me saca de mis casillas.
—Solo intento ayudar.
—No soy una maldita inútil mascota enferma que necesites cuidar. —Respondo elevando mi tono y sus ojos se abren. —No necesito tu ayuda.
Me pongo de pie en busca de más hojas para continuar, sin embargo hasta ahí llego.
(*)
Los ojos me pesan al intentar abrirlos, es más, no quiero hacerlo, por mí los mantendría completamente cerrados, todavía siento el peso de la enfermedad en mi cuerpo y batallo para no mantenerme despierto y si no fuera..
Si no fuera porque siento además de el paño húmedo sobre mi frente, mi lado de la cama lleno por un extraño peso.
Abro los ojos y los mantengo sobre el techo blanco de mi habitación, de la que no tengo ni idea como llegue.
Además de eso solo hay silencio.
Y luego está eso..
Respiraciones cortas
No tardo en girarme.
Evanna Moore.
¿Cómo se atreve esta chica a dormirse a mi lado?
¿Y seguir en ese estado ahora que yo he despertado?
El enfado crece en mi interior y se mantiene mientras mis ojos recorren toda mi habitación, desde la oscuridad que se refleja por las ventanas y me avisa que he perdido un día completo estando dormido, es frustrante, pero no tan frustrante como compartir la cama con alguien al que le he permitido sentir lastima por mí.
Mierda..
Mil veces mierda.
Maldigo en mi cabeza hasta que cometo el error de poner los ojos en ella.
Los segundos pasan y no aparto los ojos, recorro hasta el más mínimo defecto en la cara de Evanna Moore , todo lo que esta pobre chica desconoce que es verdad.
He visto chicas nada agraciadas, pero ella..
Su desagradable rostro sale de mi mente al ver las medicinas sobre la mesa de noche, desde alcohol, gasas y pañuelos húmedos se encuentran ensuciando mi mesa, no me sorprende que con lo inútil que puede llegar a ser, no supo ni por dónde empezar, una sonrisa de burla cruza mis labios al imaginarla haciendo el desagradable papel de enfermera, pero me lleno de un malestar más al descubrir que me he convertido en el perrito inútil que tiene que cuidar.
Trago saliva y el sabor amargo se desliza por mi garganta, mis ojos se vuelven a detener en su rostro y cuando separo los labios para gritarle que se levante.
Decido callar, volviendo a mirar las medicinas.
Las respiraciones de Evanna Moore se vuelven la atención principal de mis oídos, entonces solo miro al techo otra vez, sintiendo ese molesto peso a mi lado.
Esto es una mierda...
Es una horrible mierda.
Hola...
Evanna comenzara a hacer que se cuestione Mathew.
Esperen los siguientes capítulos para saber hasta donde llegara esta relación.
¿Me extrañaron?
Ya se que los he tenido descuidado, pero a partir de ahora subiré un capitulo por semana, estoy con dos novelas más que esta y apunto de agregar una más.
Gracias por seguir aquí.
Nos leemos el próximo martes y si es posible, antes.
>> Yiemir.