Dulce Debilidad © Libro 1 [✓]

By johanavmillan

5M 405K 109K

« ¿Qué pasaría si el abominable hombre de las nieves resulta ser, en realidad, un chico lindo y adorable? » ... More

Antes de leer...
Dedicatoria + BookTrailer
Libro 1
Personajes
Sinopsis
Prefacio | Inevitable
❅ | 01 | ❅
❅ | 02 | ❅
❅ | 03 | ❅
❅ | 04 | ❅
❅ | 05 | ❅
❅ | 06 | ❅
❅ | 07 | ❅
❅ | 08 | ❅
❅ | 09 | ❅
❅ | 10 | ❅
❅ | 11 | ❅
❅ | 12 | ❅
❅ | 13 | ❅
❅ | 14 | ❅
❅ | 15 | ❅
❅ | 16 | ❅
❅ | 17 | ❅
❅ | 18 | ❅
❅ | 19 | ❅
❅ | 20 | ❅
❅ | 21 | ❅
❅ | 22 | ❅
❅ | 23 | ❅
❅ | 24 | ❅
❅ | 26 | ❅
❅ | 27 | ❅
❅ | 28 | ❅
❅ | 29 | ❅
❅ | 30 | ❅
❅ | 31 | ❅
❅ | 32 | ❅
❅ | 33 | ❅
❅ | 34 | ❅
❅ | 35 | ❅
❅ | 36 | ❅
❅ | 37 | ❅
❅ | 38 | ❅
❅ | 39 | ❅
❅ | 40 | ❅
❅ | 41 | ❅
❅ | 42 | ❅
❅ | 43 | ❅
❅ | 44 | ❅
❅ | 45 | ❅
❅ | 46 | ❅
❅ | 47 | ❅
❅ | 48 | ❅
❅ | 49 | ❅
❅ | 50 | ❅
❅ | 51 | ❅
❅ | 52 | ❅
❅ | 53 | ❅
❅ | 54 | ❅
❅ | 55 | ❅
❅ | 56 |❅
❅ | 57 | ❅
❅ | 58 | ❅
❅ | 59 | ❅
❅ 60 | Final ❅
❅ Epílogo ❅
EXTRA I | Stefan
Secuela: Perversa Oscuridad
¿Serie o película?

❅ | 25 | ❅

77K 5.3K 848
By johanavmillan

Giselle.

El sábado en la mañana, cuando regresamos a Hemsworth, lo primero que hago al pisar mi habitación es agarrar mi laptop y empezar con la investigación. Frente a mí se abre un montón de información, y no dudo a la hora de agarrar un cuaderno y empezar a anotar los datos que me resulten más importantes. 

La investigación me lleva a la primera víctima. Un adolescente llamado Blake James fue hallado en el bosque de Hemsworth el día 14 de diciembre del pasado año. Realizaron la autopsia y determinaron que su muerte fue a causa de un paro cardíaco. Se me hace extraño todo: tanto la causa de muerte como el sitio en el que fue encontrado, pero no me centro en ello y sigo investigando.

Voy a la siguiente página y leo. El día 27 de diciembre del año pasado se halló muerta a Savannah Clark, una adolescente de 17 años y la causa de muerte fue tachada como desconocida. Rob Light de 16 años fue encontrado muerto el 3 de enero del presente año, en el bosque de Hemsworth, bajo circunstancias sospechosas. Halston Pierce fue encontrado el 10 de enero, muerto, bajo circunstancias desconocidas. Nikki Malone tuvo el mismo destino que los anteriores, y las muertes siguientes son con tres días de diferencia, todas bajo circunstancias desconocida o misteriosas.

Frunzo el ceño.

¿Causas misteriosas? ¿Circunstancias desconocidas? No era eso lo que me esperaba. De hecho, estaba esperando leer algo sobre ataques de animal, mordidas o qué se yo, no algo así: vacío y sin respuestas.

Dejo salir el aliento y sigo leyendo. Ahora sé que todas ellas son personas de condición yeti y eso solo me hace cuestionar todo. La investigación me lleva a encontrar el nombre de la más reciente víctima. Adan Boston, un joven de 16 años que fue hallado muerto la mañana del día anterior, y un escalofrío me recorre por completo.

" — Te gustan lo chicos misteriosos y extraños.

— ¿Misteriosos? ¿De qué me hablas?

— Ya sabes… con los asesinatos que han ocurrido en Hemsworth.

— ¿Y eso qué tiene que ver con Chase?

— Más de lo que creer.

— ¿Podrías hablar claro de una maldita vez?

— No te alteres, reina. Yo solo estoy comentando, y tú deberías investigar. Se dicen cosas, linda, y ese adorable yeti al que le agarras la mano no es una perita en dulce.

— ¿Chase tiene algo que ver con los asesinatos?

— No de forma directa. Pero sin duda sabe algo"

¿No de forma directa? ¿Qué mierda quiso decir Douglas con eso? ¿Qué mierda tiene que ver Chase en todo esto? ¿Qué mierda puede saber él de las víctimas? ¿Acaso… él sabe el nombre del asesino?

El ruido de mi teléfono me hace volver a la realidad. Echo el recuerdo de la conversación con Douglas a un lado y leo el mensaje que Chase me ha enviado, informado que dentro de un rato pasará por mí para llevarme a algún lugar. Le respondo un «Okay» y vuelvo a mirar la información en mi laptop. Encuentro un número telefónico que, según la información, pertenece a la mamá de la última víctima. Agarro mi teléfono y marco el número antes de presionar llamar.

Mi pulso se dispara cuando empiezo a escuchar los tonos y, al quinto, suena la contestadora.

Dejo salir un gruñido de frustración y decido dejarle un mensaje.

— Hola — digo, relamiedo mis labios —. Disculpé la molestia, señora Boston. Mi nombre es Gigi Dixon y… mmm… soy estudiante de primer año de la carrera de periodismo. Y formo parte de un blog en Internet. Estoy haciendo un reportaje sobre las víctimas que ha tenido Hemsworth en estos últimos meses y… si no es mucha molestia, yo… me preguntaba si podría programar una cita con usted para hacerle una pequeña entrevista — digo sin titubear, y cierro los ojos ante la tontería que he formulado. Aún así, continúo —: Si está interesada puede comunicarse conmigo a este número. Espero su pronta respuesta. Que tenga un buen día.

Al cortar la llamada, me siento como una tonta.

Ahora solo me queda esperar su respuesta y rezar par que acepte.

Estoy a punto de tirar el teléfono sobre la cama cuando vuelve a sonar. De nuevo es un mensaje de Chase.

CHASE:  Usa algo cómodo.

Sonrío y le respondo un «Okay»

Tiro el teléfono sobre la cama y voy camino hacia el baño para darme una rápida ducha. Al salir del baño, con mi cuerpo envuelto en mi toalla, vuelvo a mi habitación para alistarme. Chase dijo que usara al cómodo por lo que termino vistiendo ropa deportiva.

Mi teléfono vuelve a sonar y, al tomarlo, leo el mensaje de mi madre.

MAMÁ: ¿Quién es ese?

Pregunta, haciendo referencia a la foto que le envíe ayer, más temprano. Ahora es que lo está viendo.

YO: Estoy saliendo con él. Se llama Chase Lachowshi.

MAMÁ: ¿Saliendo? ¿Eso qué quiere decir? ¿Son novios?

YO: Sí.

MAMÁ; ¿Y Liam ya lo sabe?

Frunzo los labios y tomo asiento en la esquina de la cama.

YO: Sí. Vino a cenar y todo. Chase trabajó con papá hace un tiempo.

MAMÁ: Es guapo.

Sonrío.

YO: En persona lo es aún más.     

MAMÁ: Ten mucho cuidado. Y recuerda siempre usar protección.

— Oh Dios… — Jadeo ante su mensaje y niego con la cabeza.

YO: Estamos empezando. Basta.

Siento que mis mejillas se ponen rojas.

Su respuesta es un Sticker de un perrito riendo. Voy a responderle con otro Sticker que deje claro el como me siento, pero la llamada entrante de Chase me interrumpe.

Con una sonrisa atiendo.

— Hola — saludo.

— Hola. Ya estoy aquí abajo.

— Okay. Estoy ahí en un momento.

— Te espero.

Y después de eso corta la llama.

Agarro el abrigo, mi bolso, y voy hacia las escaleras. Cuando estoy en el local, me despido de papá y salgo.

Una vez afuera veo a Chase apoyado en su auto, esperándome con una sonrisa de lado en los labios. Va vestido de manera deportiva, como yo. Su cabello está revuelto y se agita un poco con el aire gélido que sopla.


— Hola. — Saludo, dándole un rápido y corto beso en los labios.

Chase me responde el saludo con una sonrisa y me abre la puerta del copiloto. Una vez que estoy adentro del auto me cierra la puerta y yo me acomodo el cinturón de seguridad. Lo veo rodear el auto antes de subirse. Se coloca el cinturón también y luego nos ponemos en marcha.

— ¿Adónde vamos? — Quiero saber, mirando su perfil derecho.

— Es una sorpresa.

— De acuerdo. — Suspiro. A pesar de mi curiosidad, no insisto y me dedico a mirar por la ventanilla.

El silencio se abre paso entre nosotros durante el viaje; sin embargo, no es para nada incómodo, al contrario, es agradable. Noto, entonces, que Chase aparca el auto frente a lo que parece ser, a simple vista, una especie de gimnasio.

Frunzo el ceño, confundida.

— ¿Qué hacemos aquí? — Elevo una ceja.

— Ya vas a ver — Chase sonríe, saliendo del auto. Yo hago lo mismo.

Guía mi camino hacia la entrada del lugar, y no puedo estar más confundida. No sé qué estamos haciendo aquí exactamente, menos cuando el letrero de cerrado luce pegado en la puerta. No obstante, Chase hace caso omiso a eso cuando juntos nos adentramos al lugar.

Parece estar vacío, y aprovecho para mirar todo a detalle. Es un lugar amplio, de paredes blancas. Hay varios sacos de boxeo guindados en el techo, y otros tirados en el suelo. También puedo visualizar unos guantes de boxeo colocados dentro de uno de los tantos y enormes rings ubicados en el centro del lugar.

— ¡Pero qué sorpresa! — La voz sarcástica de una chica se hace escuchar, logrando que la enfoque de inmediato. Es alta, delgada, de cabello negro largo. Viste unos pantalones negros cortos y una camisa pequeña del mismo color que deja ver su ombligo. Parece ser mayor que nosotros, tal vez ya pasa los veinte años.

— Hola, Emily — Chase saluda, besando la frente de la muchacha cuando está frente a nosotros.

— Nada de eso, Lachowshi. Nos tienes abandonadas. Mi madre se morirá de la alegría cuando te vea aquí — la tal Emily dice, cruzado los brazos a la altura del pecho.

— Lo lamento, Em — Chase se escucha avergonzado —. He estado teniendo muchos problemas…, ya sabes.

— Sí. Stefan me ha informado — Emily asiente — ¿Sabes lo del nuevo cadáver que encontraron en el bosque?

— Sí, ¿escuchaste sobre eso, Chase? — De pronto, la voz de Stefan se hace presente, y noto de inmediato algo extraño en el tono de su voz. Está apoyando en una de las paredes cercanas, mirándonos fijamente. Viste unos pantalones holgados de color negro y una franela. Está descalzo y su cabello está completamente revuelto. Luce sorprendido cuando me mira, pero rápidamente vuelve su vista hacia Chase, con expresión neutral.

— Sí, Stefan. Escuché de eso — mi novio gruñe, mirando a su hermano de forma fija, y eso me hace apretar los labios.

« Se dicen cosas, linda, y ese adorable yeti al que le agarras la mano no es una perita en dulce » Las palabras de Douglas vuelve a mi cabeza y niego, tratando de alejar el recuerdo.

— Bien — Stefan declara, satisfecho y con burla.

Aclaro mi garganta, incómoda de pronto por el repentino silencio tenso que nos envuelve.

Chase me mira y, entonces, vuelve a sonreír.

— Emily, ella es Giselle, mi novia.

Sonrío un poco cuando Emily me mira.

— Es un placer, Giselle. Soy Emily Manson — se presenta, estirando su mano en mi dirección.

Yo la acepto gustosa.

— Mi madre no está, pero no debe tardar. Pueden esperar aquí — Emily dice, y me regala una última sonrisa antes de subirse al ring seguida de Stefan.

Miro a Chase, esperando a ver qué haremos ahora, y él solo se encoje de hombros. Guía mi camino hacia uno de los ring, donde me ayuda a subir. Al entrar ahí, tomamos asiento, con las piernas guindando afuera de las cuerdas. Rodea mis hombros con uno de sus brazos y me atrae en su dirección.

— ¿Qué es lo que estamos haciendo aquí exactamente? — Pregunto, mirando sus ojos azules.   

— Vamos a esperar a Nadia. Ella es la mujer que te dije que es como mi segunda madre — me sonríe —. Le vas a encantar. Me hizo prometerle que, cuando encontrara a alguien especial para mí, se la presentaría de inmediato.

Sus palabras me hacen sonreír.

— ¿Soy especial para ti? — Juego, relajándome entre sus brazos, tocando su nariz con mi dedo, cariñosa.

— Eres más que eso, Giselle — asegura, inclinándose hacia adelante para besar mis labios.

❅ ❅ ❅

Jadeos, gruñidos y gritos, eso es lo único que se escucha en este momento, mientras Stefan lucha con Emily en el ring de boxeo. Ambos parecen muy concentrados, y las sonrisas de autosuficiencia que se lanzan me hace creer que es costumbre este tipo de  lucha entre ellos.

— Se están golpeando fuerte. — Digo, con la mirada fija en ellos dos. Abro un poco más los ojos cuando Emily le mete un puñetazo a Stefan justo en el abdomen.

— No te preocupes. Hacen esto casi todos los días — Chase me dice, encogiendo sus hombros.

— ¿Tú lo has hecho?  

Chase ríe.

— ¿Estás loca? — Niega —. No puedo hacer ese tipo de cosas.

Asiento sin decir nada más.

— ¡Hijo de pu…! — Emily deja la oración inconclusa en el momento que Stefan la toma del cuello e impacta su cuerpo contra una de las cuerdas del ring. Con su pierna la golpea en el tobillo y, entonces, la chica se tira de rodillas.

— ¿Te rindes? — Stefan pregunta con burla a lo que Emily responde con una sonrisa de autosuficiencia. Lo toma por la muñeca y en un rápido movimiento logra someterlo. Le echa un brazo hacia atrás y Stefan termina de rodillas.

— ¿Te rindes? — Ahora es el turno de Emily para soltar con bufa. Echa el brazo de Stefan más para atrás, logrando que él suelte un gruñido de dolor. Escucho a Chase reír y, entonces, Stefan con su mano libre agarra el tobillo de Emily. La chica pega un grito antes de soltarlo con brusquedad — ¡Sin poderes, idiota!

— ¡Mi brazo! — Stefan exclama, tocándose el área dolorida. Emily ríe y Stefan emboza una sonrisa — Has mejorado, Em.

— Lo sé — la chica sonríe —. Ahora nadie se podrá meter conmigo. Soy una chica mala — le guiña un ojo a lo que Stefan ríe nuevamente. Veo como ambos bajan del ring y, sin siquiera mirarnos, empiezan a caminar hacia un largo pasillo.

— Se ve divertido — Chase comenta de pronto, y cuando lo veo noto su mirada fija en el ring que estaban usando Emily y Stefan para pelear.

— ¿Estás jugando? ¿Qué tiene de divertido golpearse como locos? — Chase ríe ante mis palabras y, en un movimiento rápido, se baja del ring en el que estamos y se coloca de pie frente a mí.

— Ven. Vamos a intentarlo. Te dejaré ganar — dice, estirando su mano en mi dirección.

— Creí que no podías hacer eso — levanto una ceja; sin embargo, termino por aceptar su mano. Chase tira de mí y me ayuda abajar. Su pecho se pega al mío y reprimo una sonrisa.

— ¿Qué es lo peor que podría pasar?, ¿que el Yeti se enoje? — Juega, muy cerca de mi rostro.

— Yo… uh… — Siento que mi voz falla cuando sus ojos azules se posan en mis labios.

Me sonríe.

— ¿Lo hacemos?

«Mente sana, Giselle.»

— No creo que sea buena idea — rodeo su cuello con mis brazos —. No quiero un chimpancé enfurecido con el que tenga que lidiar.

Chase muerde su labio inferior en una acción que me deja sin aliento. Coloca sus manos en mi cintura antes de unir sus labios con los míos en un beso suave que no tardo en responder.

— Me encantas, Giselle — dice en medio del beso, y no puedo evitar sonreír.

— Y tú me encantas a mí — aseguro en un susurro, rompiendo el beso.

Doy un paso hacia atrás porque, de pronto, necesito poner distancia.

Me siento acalorada.

Chase mira un punto a mis espaldas y sonríe.

— ¡Qué sorpresa, Chase! — Exclama una mujer detrás de mí.

Curiosa me giro para mirarla. Es un señora que parece mayor. Baja y regordeta. Tiene el cabello negro y los ojos increíblemente claros, hermosos. Noto las arrugas que se dibujan en su rostro ante su semblante alegre.

Chase acorta la distancia que lo separa de ella y luego la enrolla en un abrazo que parece fuerte y afectuoso.

— Me tenías muy abandonada. Tu hermano viene casi todos los días, pero tú estás muy perdido — expone la mujer, en tono cariñoso, una vez que se aleja de Chase.

— Lo sé. He estado demasiado abrumado en estos días. Prometo que no volverá a pasar — Chase asegura, dándole un beso en la frente a la mujer — Ven, Nadia. Te voy a presentar a alguien — la agarra de la mano y camina en mi dirección. Una vez que están frente a mí, me sonríe —. Nadia, ella es Giselle, mi novia. Giselle, ella es Nadia, la mujer que cuidó de mí y de Stefan después de la muerte de mis padres.  

La mujer llamada Nadia abre sus ojos con sorpresa y, en una acción que me pilla por sorpresa, me abraza de forma cariñosa. Abro los ojos ante aquella reacción tan inesperada, pero no dudo a la hora de responder el abrazo. Chase nos mira con expresión divertida, como si fuéramos la cosa más curiosa del mundo.

— ¡Pero que guapa eres! — Nadia exclama, mirándome de pies a cabeza con una enorme sonrisa.

— Gracias — susurro, sin saber qué más decir.

Nadia sonríe un poco más y noto como la comisura de sus ojos se arrugan. 

— Ahora solo falta Stefan. Vamos a ver cuándo me trae una chica por fin — comenta, mirando a Chase.

— No creo que sea pronto — Stefan le responde desde algún lugar y, cuando lo miro, noto que ya se ha cambiado de ropa, y su cabello está mojado, como si se hubiera bañado —. Lamento mucho decepcionarte — Stefan se acerca a Nadia antes de darle un beso en la cima de la cabeza.

— Me hago vieja, Stefan — Nadia le recuerda —. No te voy a durar toda la vida, y deseo por fin conocerte una novia.

— Adivina qué, Nadia — Stefan agarra la nariz de la mujer entre su dedo índice y medio y tiró de ella —. Yo tampoco me hago más joven — le sonríe a lo que Nadia niega con la cabeza, como si Stefan fuera una especie de caso perdido —. Debo irme. Nos vemos en casa, Chase — y, sin esperar alguna respuesta, se marcha.

— Ese chico es…

— Desesperante — Chase termina la oración por Nadia.

— Y así lo quieres — le responde a cambio la mujer, regalándole una sonrisa.

— Es mi hermano. Es una obligación. — Ríe, obteniendo una mala cara por parte de Nadia.

— Siempre se dicen cosas feas, pero la verdad es que no pueden vivir sin el otro — Nadia declara, mirándome. Solo sonrío.

 — Bueno… También tenemos que irnos — Chase informa, tomando mi mano.

— ¿Tan rápido? — La mujer suena triste de pronto.

— Sí — Chase asiente, haciendo una mueca —. Tengo que llevarla a casa temprano. No quiero tener problemas con su padre.

Nadia hace una mueca de pesar.

— Es una pena. ¿Por qué no vienen a cenar? — pide, y me mira de manera breve antes de volver la vista a Chase y añadir —: Prepararé esas arepas que tanto te gustan.

Chase sonríe.

— ¿Qué opinas, Giselle? ¿Quieres venir a cenar?

Asiento de inmediato ante su pregunta.

— ¡Genial! Entonces nos vemos esta noche — Nadie sonríe, contenta —. Y cuídate mucho, Chase. Ya sabes lo que está pasando.

— Claro, Nadia. No te preocupes. Te veré pronto, ¿sí? — Chase dice a cambio, acunando el rostro de la mujer —. Te quiero.

— Yo también te quiero, cariño — habla en tono cariñoso antes de enfocarme y sonreír —. Fue un placer conocerte, Giselle.

— Igual — le sonrío, y como respuesta recibo un beso en la mejilla de su parte.

Una vez que salimos del gimnasio, Chase y yo empezamos a caminar hacia el auto, agarrados de las manos.

— ¿Ella sabe lo que eres?

— Sí. Ella es uno…

— ¿Y la chica?

Chase niega con la cabeza ante mi pregunta.

— No. Ella no nació con los genes del Yeti. Su padre era un Cazador así que siguió sus mismo pasos.

— ¿Murió?

Chase asiente.

— Enfermó y murió un par de años después — me explica de manera breve.

Asiento una vez más y, cuando llegamos al auto, Chase se apresura a abrirme la puerta. Una vez en el interior, me coloco el cinturón y espero que él suba.

— ¿Y qué puedes decirme sobre los asesinatos en el bosque?, ¿tienes algo que ver con lo que ocurre? — Decido preguntar una vez que está a mi lado y pone el auto en marcha.

— ¿Yo? — Cuestiona, viéndome horrorizado — ¿De dónde sacas esa tontería?

— Douglas me dijo que estabas involucrado de manera indirecta con los asesinatos.

El entendimiento aparece en su semblante y asiente.

— Ya veo… — Dice — ¿Qué más te dijo?

— Que todas las víctimas son de condición yeti.

— Es cierto.

— ¿Y…?— Lo aliento a continuar cuando se queda mudo.

Chase deja salir el aliento, afligido.

— No lo sé, Giselle. ¿Qué quieres que te diga? Esto es algo que ha estado preocupando a todo aquel que tenga mi condición aquí en Hemsworth.

— Sí. Eso debí suponer. Pero… ¿sabes quién lo está haciendo?

— Me hago una idea, sí. Pero prefiero mantenerte al margen de todo esto.

Frunzo el ceño.

— ¿Por qué?

— Por tu seguridad, Giselle. Es mejor dejar las cosas así. Mientras menos sepas, mejor.

Aprieto los labios.

— Bien. — Acepto, no muy convencida. Se nota que este tema le afecta, y a pesar de mis ganas por querer inmiscuirme un poco más decido dejarlo estar.

El ambiente entre nosotros se vuelve tan pesado, que creo que incluso se puede cortar con un cuchillo, y esa sensación no me gusta. Decidida a disolverlo, abro la boca y digo:

— Si mi papá se enterara de todo esto se moriría  — Chase me mira de forma rápida — ¿Sabes?, él está obse... — dejo las palabras en el aire cuando la resolución me golpea con fuerza, de manera divertida.

Mi padre está obsesionado con el Yeti y el Yeti es Chase, y Chase es mi novio: eso significa que mi padre está obsesionado con mi novio.

Una carcajada se construye en mi garganta, y no pongo resistencia cuando la dejo salir.

Chase ladea una sonrisa y vuelve a mirarme.

— ¿Qué es tan tan divertido?, ¿eh?

Aprieto los labios e intento retener las carcajadas mientras niego.

— No es nada — suspiro —, sólo me acordé de algo.

Sin dejar de verse divertido, asiente y sigue conduciendo. Cuando llegamos al café, aparca el auto y se gira para despedirse de mí con un beso casto en los labios.

— Te vengo a buscar a las seis.

Le sonrío.

— De acuerdo. Estaré lista.

Vuelve a inclinarse para darme otro beso en los labios y luego bajo del auto.

Continue Reading

You'll Also Like

22.1K 2.8K 68
Bridget Wilson tiene un único propósito este verano: desconectar de los problemas que la separación de sus padres le lanzó encima, y supervisar que s...
149K 3.8K 20
HOT
165K 11.3K 23
Todo en mi vida era normal. Hasta que entre a ese bar. ¿Dirás cuál es el problema? Ahi los conocí, conocí el secreto de este pueblo. No puedes confia...
18.4K 1.6K 49
Twilight al saber que la ex alumna de Celestia le robó la corona decide junto con Spike ir a recuperarla, para eso debe viajar a un mundo diferente a...