Todo Por Ti (Terminada)

By Monaxia-Sol18

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Se ayudaron, se amaron, se separaron, ahora cada uno tiene un camino distinto, pero la vida solo los separo... More

PRÓLOGO
EL PORQUÉ DE MARCHARME
DEJAR DE FINGIR
MIEDO
¡Tú!...Tienes mi locura.
Miedo de perderte
Cosas que suceden en un día de lluvia...
LO EXTRAÑA QUE ES LA VIDA
EL PASADO
CONTIGO HASTA EL CIELO
OBSESIÓN
NO TENGO LA CULPA
SOLO POR TI
ENTRE TÚ Y YO

En honor a la verdad...creo en ti

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By Monaxia-Sol18

LA HISTORIA ES COMPLETAMENTE INEDITA PERO LOS PERSONAJES SON DE LA MARAVILLOSA NAOKO TAKEUCHI

En honor a la verdad...creo en ti

*Serena*

La música retumba en mis oídos, el sonido estridente se cuela por cada uno de mis sentidos, la gente choca conmigo por la forma en que mi cuerpo se sacude al bailar, a pesar de que la música electrónica suena en los altavoces mis corazón la siente como la música más triste que existe las lágrimas no cesan...y el dolor, trato de ahuyentarlo pero no puedo, no soy capaz.

Una vez más lo lastime le hice daño de una manera irremediable, esto era lo que no deseaba su odio prefería mil veces su olvido que su odio. A veces me pregunto si sería mejor que nunca me hubiese conocido. Así jamás hubiese sufrido por mi culpa, mis infiernos han sido muchos y lo he arrastrado conmigo.

Y aunque no quiera, aunque no lo desee nuevamente me hundo en él, en este infierno que quiere arrastrarme a sus profundidades nuevamente, se lo permito, permito que me arrastre solo por hoy...únicamente hoy.

Un hilo de licor resbala por la comisura de mi boca al beberlo de un solo trago, el líquido de color ámbar resbala por mi garganta quemante y casi dolorosa.

Deseaba la redención, deseaba su perdón pero no llego.

— ¿Me perdonaras?— pregunto a la nada, cierro los ojos con fuerza para obligar a mis lágrimas salir ellas obedientes brotan de mis ojos bañando mis mejillas—Perdóname—susurro al ruido en mi alrededor—Necesito tu perdón.

Hago señas al camarero y este se apresura a llenar mi vaso.

—Señorita sería mejor si llamara alguien que viniese por usted—lo observo enojada y este duda si continuar o no con lo que sea que tenía que decir—em...cerramos dentro de una hora—da la vuelta y se marcha sin dejar de mirarme con algo de compasión.

—Nunca debí volver.

Mi frente pega en el mostrador las lágrimas brotan resbalando por mi nariz hasta caer al piso.

—Serena—me levanto bruscamente al escuchar la voz de mi amigo.

—Mal—todos mis sentimientos desbordan al verlo allí. —Mal—no soy capaz de decir nada más, de dos zancadas esta junto a mí con sus brazos protegiéndome del daño que la vida me ha causado—Mal.

—Shhhtt bonita, tranquila estoy aquí...estoy aquí—me aferro a su abrazo inconsciente del mundo que me rodea.

—Lo perdí—mis palabras salen ahogadas por tener mi rostro enterrado en su pecho, siento como su cuerpo se tensa.

—No es así, Sere mírame—levanta mi rostro limpiando mis lágrimas—te aseguro que solo lo está procesando es...sabes que, será mejor que nos vallamos de aquí—saca de su billetera un par de billetes dejándolos sobre el mostrador—Ven.

...

*Darien*

—Tu madre me dijo que necesitabas hablar conmigo—se desplaza en la habitación con cautela, su mirada escanea cada rincón del despacho como si temiese de que hubiese algo capaz de lastimarlo...lo que él no sabe es que quien quiere su cabeza soy yo. —Quedo muy preocupada cuando hablo contigo—de inmediato se percata de la botella de licor en mi mano, enarca una ceja dudoso y pensativo— ¿Estas bien hijo?

Doy sorbo largo al contenido de mi botella bajo su escrutinio.

— ¿Sabes a quien encontré en Dakota?—no pierdo detalle de alguna expresión o acción de su parte que me demuestre la verdad.

—No lo sé... ¿debería saberlo?

«Se acostó con nuestro padre»...mi estómago se contrae y retuerce ante el recuerdo de esas palabras.

«No lo recuerdo».

«Me aleje de ti por temor a que me odies—Su rostro bañado en lágrimas no disipan el dolor de la traición y el daño que ha causado en mi vida. «Darien...no me odies»—suplico entre lágrimas y palabras entrecortadas.

«Aquella mujer no era yo misma...no era yo»

Una amarga risa hace eco en la habitación, mi padre me observa casi sabiéndolo que carcome mi alma.

— ¿Qué es lo que te sucede muchacho? Es que acaso tu madre tenía razón en preocuparse por ti—se acerca con aire preocupado sentado a mi lado aprieta mi hombro—Anda muchacho confía en mi soy tu padre.

Lo observo con aire burlón—Mi padre...—mi voz sale ronca por el licor que he ingerido— ¿No quieres saber a quién encontré en esa ciudad?

—Hijo sea lo que sea que encontraste allí no te gusto... ¿o sí?, al parecer no por el estado en el que te encuentras.

Me asombra su capacidad para no demostrar su verdadera cara, me asombra saber que tengo frente a mí a un hombre que debería ser mi apoyo, no mi destrucción.

Poniéndome de pie retiro su brazo con brusquedad de mi hombro.

—Ella tiene una hija—espero su reacción pero no obtengo nada—es adoptada, y tiene a un imbécil que es su novio o lo era...ahora ya no lo sé—rio sarcásticamente—un novio que al parecer la acepta tal cual es.

— ¿A qué te refieres?—por un momento puedo ver tensión en sus hombros, al notar su exabrupto se relaja de inmediato—es decir... ¿A quién te refieres?

—Ninfómana—me deslizo contra la pared—sabes hace cuatro años atrás estaba dispuesto a aceptarla tal cual...en realidad no me importaba, la quería tanto que era capaz de esperar por ella... pero ahora.

Su frente se arruga en un profundo ceño—Serena.

—Sí, la encontré y me lo dijo todo.

— ¿A qué te refieres con todo?—su semblante aun es sereno, pero yo decido ignorar su pregunta.

—Me conto la verdad después de acostarse conmigo una noche antes de venir por el accidente de Alexa prometí que volvería por ella...—su semblante se torna rígido mientras su mano se cierra con ira, me pongo de pie tan rapido como mi estado ebrio me lo permite.

— ¿Volviste a acostarte con ella?—su voz sonó más dura.

—Sí, pero esta vez ella vino a mí. —su semblante era de confusión.

—Esa mujerzuela estuvo aquí.

—Así es—siento su mirada sobre mi tan dura que sé que desea golpearme.

—No puedes volver con esa mujer Darien ella...

— ¿Qué?...ella se acostó contigo—se detiene por un segundo analizando mi declaración— ¿es verdad?...—mis palabras salen con un sollozo—dime que lo que ella me dijo no es verdad—acercándome rápidamente lo tomo por las solapas de su camisa— ¡Dime que lo que ella me dijo, lo dijo solo para que la dejara en paz!—Lo sacudo— ¡Dímelo!

Cierra los ojos como si de verdad sintiera dolor por ello.

—Es verdad—su voz sale en un susurro.

—No...no...¡¡No papá, tu no podías hacerme eso!!—Lanzo su cuerpo con todas mis fuerzas hacia el sofá—Ella...

—¡¡Ella siempre fue una pequeña zorra que jugaba contigo y tus sentimientos como a ella mejor le convenía!!—Expelía cada una de sus palabras— Fue, es y será una mujerzuela capaz de sacar de los hombres lo que mejor le plazca y eso es sexo...buen sexo...eso es lo que ella obtenía de los dos al mismo tiempo.

—¡¡Cállate...maldición eres mi padre!! ¡¡ ¿Cómo demonios pudiste acostarte con la mujer que yo amaba?!!—Grite en su cara—¡¡Ella era mía!!

— ¡Y mía también!—sus rostro crujió bajo mi puño, la silla de una de las esquinas termino rota en el suelo al recibir el pesado cuerpo de Mamoru. Sus ojos inyectados de sangre se clavan en los míos, un hilo de sangre resbala de su ceja, con dificultad se pone de pie y con el dorso de su mano limpia la sangre—Golpeas a tu padre por una mujer que no vale nada.

—No, golpeo a mi padre por ser desleal a su hijo—mi respiración es dificultosa—porque por esa perra...por ella no movería un dedo contra ti—para mi sorpresa una sonrisa desafiante se desliza en su rostro.

— ¿Perra...? es decir que ahora después de su declaración ella no te importa

—Ella me traiciono y se acuesta con cualquier imbécil que se cruce delante de ella...Búscala tal vez tengas suerte y puedas gozar de ella como la prostituta que es—lo hago a un lado avanzando por la habitación, salgo de allí tambaleante con licor en mi sistema y con el corazón una vez más roto en mil pedazos por una de las personas que amaba.

...

*Serena*

— ¿Cuándo se lo dijiste?—Malachite me entrega la taza de café entre mis manos.

—Hoy...hace solo unas horas—toma asiento delante de mí sin dejar de mirarme.

— ¿Te hizo daño?—niego una y otra vez.

—No más del que yo le hice— las lágrimas vuelven a hacer presencia. Oigo un fuerte resoplido de parte de mi amigo, después de hablar con Darien lo primero que hice fue llamar a Andrew y Malachite necesitaba a mi amigo y Darien necesitaba de alguien también, debía asegurarme de que el estaría bien.

—Serena, entiendo el dolor que él debe de sentir en este momento pero debe saber y entender que no fue tu culpa... ¡maldición no lo era!—está enojado y lo sé por la forma en que las palabras salen de sus labios—toma mis manos entre las suyas—Nada de lo que te ha pasado en esta maldita vida ha sido tu culpa, todos y cada uno de los que te rodearon siempre te hicieron daño.

—Yo...

—Tu nada Sere—levanta mis rostro con sus manos—has sido una víctima de un grupo de gente que no vale nada, sin escrúpulos, ni sentimientos, él también lo ha sido aunque aún no lo pueda ver.

—Darien me odia Mal no creo que me perdone jamás—me pierdo en su abrazo.

—Ese idiota no tiene nada que perdonarte, el debería pedirte perdón por lo desgraciado que ha sido su padre contigo, te juro que ya quiero conocer a ese imbécil solo para...

—No quiero que te inmiscuyas—lo corto rotundamente—no quiero que ese hombre conozca alguien más con quien pueda lastimarme.

—Debes descansar—observa el reloj en su muñeca—son más de las tres de la mañana, descansa y en cuanto amanezca prometo que solucionaremos esto...lo prometo.

...

*Darien*

—Hola cariño—su negro cabello cubre mi escasa visión, mi cabeza esta la neblina por el licor—me alegra que al fin estés en casa—su melosa voz irrumpe en mis sentidos—ahora yo solucionare este asunto mi amor—siento sus manos trabajando en los botones de mi camisa— Prometo que esta noche será maravillosa, te he extrañado tanto.

—Hotaru...no...

—Shhhtt...cariño, no te resistas soy tu esposa—su boca se apodera de la mía sin permiso, su beso es brusco, suave sí, pero no excitante como suelen ser los besos de Serena...Serena.

«Se acostó con nuestro padre»

«Estaba inconsciente...no lo recuerdo»

— ¡Falsa!—empujo a Hotaru de espaldas sobre la cama, cierro mis puños entorno a sus brazos—Eres una falsa.

—O si cariño así, me encanta—enreda sus delgados dedos en mi cabello llevándome hacia ella.

Ella es mi esposa, es correcta, es dulce— ¡eres mi esposa y me mereces más que esa cualquiera!—arraso con su boca desesperado por borrar sus besos de mi cuerpo, de mi boca, de mi corazón—Ayúdame Hot, ayúdame a borrarla de mi ser.

—Si cariño ven aquí, la sacare de tu sistema lo juro—sus manos viajan desesperada hacia mi pantalón.

Un golpe

—Darien.

— ¿Qué es eso?

—No es nada, ven aquí —mi esposa me atrae hacia ella nuevamente.

Otro golpe.

—Maldición Darien, abre la maldita puerta.

— ¿Es Andrew?—mi mente un poco aturdida aun reconoce su voz.

—Si es ese imbécil, déjalo ya se ira es mejor lo que tenemos aquí.

Un golpe más.

—Es...Alexa, Alexa se ha puesto mal. —Me incorporo de inmediato lo que provoca un agudo pinchazo de dolor en mi cabeza— Ella te necesita.

Pongo mi ropa en su lugar saliendo despavorido por el pasillo hacia la puerta principal.

—Darien deja a ese idiota y ven aquí—escucho a mi esposa pero en este momento todo ha quedado en segundo lugar. Al abrir la puerta me encuentro con un Andrew molesto.

— ¿Qué le ha sucedido a Alexa?

—Te necesita, se ha puesto muy mal.

—Hasta esta tarde ella estaba bien—la voz enojada de Hotaru llega detrás de la puerta.

—Sí, estaba ahora ya no está bien, ¿Vienes o no?

—Si.

—Voy con ustedes.

—Hotaru no creo que sea necesario, con Darien es más que suficiente para que hable con el médico.

De momento a otro soy arrastrado por mi mejor amigo hacia su auto—metete al estúpido auto Darien Chiba.

— ¿Qué demonios te sucede?—espeto enojado más por mi dolor de cabeza que por sus palabras.

Sube al auto sin decir nada, conduce unas cuantas cuadras en total silencio

— ¿Por qué te han llamado a ti del hospital y no a mí?

—Alexa está bien, mentí para sacarte de aquella casa—su mirada sigue fija en la carretera.

— ¡Porque demonios harías eso, estaba ocupado!—detiene el auto de su marcha para mirarme furioso.

— ¡Si, maldición ya pude darme cuenta!—señala mi ropa mal acomodada.

— ¡Es mi maldita esposa!

—Lo único que hice fue impedir que hagas una estupidez más de las que ya has hecho hoy, no quiero que al menos por hoy hagas nada más que lastime a Serena.

—Estas protegiendo a esa...

— ¡Cierra la boca maldición, ciérrala porque no sé si soy capaz de contenerme!—su rabia me contagia y decido decir lo primero que sale de mi boca.

—Acaso también se ha acostado contigo, porque sería lo único que me faltara. —sus manos se cierran con fuerza sobre el volante.

—Darien juro que estoy haciendo todo lo que puedo para no hacerte la cara un maldito mapa, así que si eres inteligente cierra tu puta boca y duérmete, cuando se te pase esa borrachera hablaremos.

Me quedo en silencio, no por temor o porque no tenga nada más que decir, lo hago solo porque la sola mención de mi borrachera me ha provocado dolor de cabeza, me recuesto en silencio sobre el asiento hasta ser presa de la oscuridad.

...

*Mamoru*

— ¿Dónde está ahora?

—Está en la cabaña con ese tipo al que Darien identifico como su novio.

—Maldición—mascullo— no la pierdas de vista y avísame en el mismo momento en que ese idiota la deje sola, va siendo hora de que Serena sepa a quien se debe en cuerpo y alma.

—Bien señor en cuanto quede sola le informare—cierro la llamada.

—Se acabaron las concesiones Serenita, vas a ser mi mujer por las buenas o por las malas.

—Mamoru iré a ver a Alexa al hospital, Rei ha pasado la noche allí y quiero llevarle algo de ropa ¿vienes?

—No puedo amor, tengo algunos asuntos que atender que no pueden ser aplazados.

Gea se acerca hacia mi escritorio rodeándolo.

—No deberías trabajar tanto, sé que te esfuerzas por nuestra familia pero también debes pensar en ti. —tomo su mano cariñosamente.

—Esta familia es lo más importante que tengo, y por ella trabajo y no es ningún esfuerzo de más para mí, quiero que mi amada esposa este tranquila en cuanto a lo económico, ahora ve con Alexa y nuestra hija—beso el torso de su mano, ella se inclina y me besa.

—Te amo Mamoru Chiba, eres el mejor padre que puede existir— sonrió porque tiene razón—y el mejor esposo del mundo.

—Vete, mis hijas te esperan—sale del despacho en el momento en que mi celular suena.

—Chiba.

—Tenemos un problema—el tono preocupado de Rubeus me pone alerta.

—Habla.

—Su hija ha despertado.

—Alexa nop es mi hija, imbécil.

—Lo siento...en realidad.

— ¡Habla de una maldita vez!—demando.

—Ella me vio.

— ¿Qué? Porque lo dices.

—desde que despertó a estado diciendo mi nombre, no sé como pero esa niña sabe mi nombre.

— ¡Eres un imbécil!—mi cabeza trabaja a millón tratando de encontrar una solución, hasta que solo me queda una.

— ¿Qué es lo que debo hacer señor?

Ella no es mi hija me repito una y otra vez, no lleva mi sangre así que no le debo nada, es solo una adoptada que no necesito y mucho menos la necesito para que dañe lo que tanto me ha costado construir, o es ella o es Rubeus y para mi ella no tiene ninguna utilidad.

—Has que cierre la boca para siempre. —cierro la llamada, solo para recibir otra.

—El tipo se ha ido, ella está sola señor.

—Voy para allá.

...

*Darien*

La luz que se filtra por la ventana hace que me duelan los ojos.

— ¡Rayos!

Cierro los ojos una vez más para poder habituarme a todo a mí alrededor.

— ¿Dónde?—Mis palabras se quedan en mi garganta al reconocer en la pared una fotografía de Lita y Andrew— ¿Cómo rayos llegue aquí?—observo el reloj de mi muñeca el cual marca más de medio día.

Paso las manos por mi rostro, me levanto a paso lento dirigiéndome al baño me lavo el rostro.

—Por fin te levantas—el rostro de Andrew aparece detrás de la puerta—creí que estabas en coma, ¿Cuánto licor bebiste ayer?

—Como llegue aquí—ignoro su pregunta pasando a su lado para recostarme nuevamente en la cama.

— ¿Recuerdas algo?—Niego otra vez.

—Lo único que recuerdo es algo que deseo malditamente olvidar—mi voz sale rasposa, un par de lágrimas resbalan por mi cien.

Escucho un suspiro agotado de mi amigo, mientras se sienta mi costado.

—Serena me llamo ayer muy preocupada.

—Andrew si en algo aprecias nuestra amistad, no menciones a esa...—su mirada se torna dura sobre mí—solo...no la menciones, primero debo ir por un café. —camino hacia la puerta.

—Darien.

—Solo necesito un café...—trago las lágrimas que luchan por salir—solo un estúpido café.

Salgo hacia la cocina parta encontrarme con la inquisitiva mirada de Lita.

—Hola—saludo, recibiendo solo un asentimiento.

—Te vez fatal.

—Gracias, así me siento. —deja su plato de frutas de lado mientras yo sirvo mi café.

—Andrew hablo contigo.

—Aun no—mi amigo responde por mí, sentándose a lado de su novia, una punzada de envidia me corroe.

Poso la mirada en mi café, ¿porque simplemente no pudo ser así con Serena?, porque no solo pude conocerla y ser feliz con esa mujer que ahora me ha robado el alma.

—Ella me engaño, me uso, me mintió y luego se largó de mi vida dejándome en la más absoluta de las miserias—ellos no dicen—luego la encuentro y la encuentro más hermosa que nunca, vuelvo a amarla aún más...mucho más y luego simplemente me arroja al abismo sin contemplaciones—limpio mi rostro bruscamente.

—Eres un imbécil—levanto mi rostro furioso hacia Andrew.

—Andrew amor...

—No Lita, si el tan solo la escuchara, si por lo menos le diera la oportunidad de explicarse—me señala—te aseguro que quien se sentiría culpable y miserable serias tú.

— ¿A qué demonios te refieres? Ella es una falsa se acostaba conmigo cuando también lo hizo con mi padre. —el rostro de Lita se contorsiona enojado.

—Eres un estúpido—vocifera Lita—esa mujer ha sufrido como una condenada desde que es tan solo una niña y eso lo sabemos gracias a que Rei se encargó de decirle a todo el mundo lo que le había sucedido y créeme esa es una humillación muy grande de parte de TÚ familia, ella no tenía ningún derecho de hablar de algo que no era su asunto.

— ¿Cómo puedes hablar de lo que no conoces?

—Conocemos más de esta historia de lo que tú crees amigo mío.

—Sea como sea, ella se acostó con...

—Si con el imbécil, tu padre—soy interrumpido abruptamente por una tercera persona a la que no había notado—Y que vas a hacer, la vas a despreciar por haber hecho algo de lo que no era consiente.

— ¿Qué diablos hace este imbécil aquí?—pregunto a Andrew sin apartar la mirada de Malachite.

—Él está aquí, por Serena y aunque no lo creas por ti también.

—Esto es ridículo, yo no tengo porque hablar de mi vida privada con este imbécil, vienes por ella perfecto quédatela yo ya no la quiero. —Al decir esas palabras me lleno de ira contra mí, como puedo decir eso cuando la sola idea de imaginarla con otro hombre me destruye por completo.

Me levanto bruscamente pasando a lado de Thor ignorándolo por completo dispuesto a irme.

—En la corte cuando te sentenciaron—mi mejor amigo interrumpe—dijiste que Seiya la drogaba—me detengo—dijiste que la mayoría de las veces Serena actuaba en contra de su voluntad, dijiste también que el mismo te lo había confesado.

Me quedo quieto escuchando sus palabras, en silencio recordando el día en que Seiya casi acaba con mi vida.

«— ¡¿Qué demonios?!...Seiya no le hagas nada—mi cuerpo se sacude siendo incapaz de poder soltarme.

—Esto, amigo Chiba, es solo esencia del estimulante sexual que le estuve administrando a Serena durante meses—sonríe con odio—en ese entonces era tan obediente que tomaba sus pastillas a cada hora.»

Sujeto mi cabeza siendo golpeado por la realidad.

—Quieres que sea directo, perfecto lo seré no por ti, sino por ella que está sufriendo y estoy harto verla así, por ningún motivo voy a permitir que regrese al estado que estaba cuando la conocí, soy su amigo y no hay nada de su pasado que no conozca. Si, ella sufrió, pero aquí tanto tú como Serena son víctimas de gente que no vale nada—Malachite está furibundo.

—Yo no recordaba.

—Serena solo ha sido parte de un juego maquinado por tu padre.

—Malachite—Andrew lo reprende con la mirada.

—De qué diablos hablas.

—Eres tan idiota de creer que tu padre es solo una víctima.

—Malachite una cosa a la vez. —esta vez es Lita quien lo quiere detener.

—Todo en ella se desbordo desde que te largaste, desde que la dejaste sola en New York, desde que no estuviste con ella cuando perdió a tu hijo—con un siseo Lita se lleva las manos sorprendidas a su boca.

— ¡No hables de lo que no conoces!

— ¿Cuál es tu defensa que te amenazaban?

— ¡Lo era maldita sea, si le hacían algo a Serena yo me moriría!

—Bien amigo entonces piensa en eso, Serena está destrozada, ¿Cómo mierda crees que se sintió al ver las fotografías donde aparecía en una cama con el infeliz de tu padre?

— ¿Fotografías?

—Esa es otra parte del infierno de Serena que no conoces—suelta con rabia contenida—No sabes nada de ella, no sabes nada de nada y simplemente te dedicas a humillarla y tratarla como...Solo...dime de una maldita vez si vas a ir por ella, porque te juro que si no lo haces me la voy a llevar donde nunca puedan encontrarla ni tú, ni tu enfermo padre. Yo la amo y no voy a permitir que sufra más por ti y por tu familia.

Malachite pasa como un rayo a mi lado, hasta que cerrar de un portazo.

— ¿Por qué mi padre...?—sacudo la cabeza, ese hombre no es mi padre...no lo es.

Hay cosas que debes entender y solo lo harás cuando hables con Serena, Darien—Andrew posa su mano en mi hombro—te prometo que después si quieres aclarar las cosas yo estaré dispuesto a decirte todo lo que se.

Deslizo mis manos por mi cabello frustrado y sintiéndome como el peor de los imbéciles, el día que estuve con Serena en la cabaña no hice más que escuchar a Rei, ella me había seguido hasta allí y al entrar en la cabaña nos vio a mí y a Serena besándonos a nada de hacer el amor.

...

*Inicio FB*

—Eres una basura—la ira que Rei destilaba en su mirada me sorprendió.

—Rei, ¿Qué haces aquí?

—Ya sabía yo que algo andaba mal—ella ignora mi pregunta—cuando te vi hablar por teléfono y vi esa estúpida mirada enamorada supe que esta basura tenía algo que ver.

—Rei—Serena se desliza del mesón hasta poner sus pies en el suelo.

— ¿Qué?, dime Serena acaso no sabes que el idiota de mi hermano es casado que tiene un hijo y que su mujer espera otro.

— ¿Qué?—me sorprendo por sus palabras.

— ¿No lo sabias?—dice burlona—está embarazada y tu revolcándote con la prostituta más barata del país.

—Rei—le advierto amenazante—no te permito que la ofendas.

—La ofendo tanto como yo quiero porque se lo merece. —la mirada de Rei se torna vengativa casi gustosa—dime Serena ya le dijiste el porqué de alejarte de aquí.

Siento como el cuerpo de Serena se tensa delante de mí.

—Rei por favor—Serena suena casi suplicante.

—Oh...ya veo, no se lo has dicho, es por eso que ha caído nuevamente en tu falsa inocencia.

— ¿De qué hablas Rei?

—Díselo "amiga", espero que esta vez no culpes solo a tu enfermedad o a las drogas o prefieres que se lo diga yo.

—Serena que es lo que tengo que saber—la tomo delicadamente por los hombros girándola hacia mí, me sorprende ver su rostro bañado en lágrimas—mi vida, mírame ¿Qué es lo que tengo que saber?

—Lo siento—niega una y otra vez repitiendo las mismas palabras.

—Cuadro conmovedor Serena, ¡se lo dices tú o se lo digo yo!

—Cierra la boca Rei—espeto en dirección a mi hermana.

—Serena...

—Te juro que hoy te lo iba a decir, lo juro es por eso que vine Darien tú debes perdonarme y por favor, por favor solo entiéndeme.

—Me estas asustando— la atraje hacia mi pecho ante la mirada violenta de Rei.

—No lo recuerdo, me aleje de ti por temor a que me odies—Su rostro bañado en lágrimas me duele —Darien...no me odies—suplica entre lágrimas y palabras entrecortadas. —Aquella mujer no era yo misma...no era yo.

—Se acostó con nuestro padre—el llanto de Serena se hace más agudo, mientras en mi cabeza se reproducen esas palabras una y otra vez.

Siento como mi pecho se oprime dolorosamente, busco en ella la respuesta, busco en sus ojos la verdad y la encuentro.

—Serena—ella solo llora, la sacudo con fuerza pero ella es incapaz de mirarme—No...tu no.

—Perdóname...yo no. —me alejo de ella lleno de ira y dolor.

—Mi padre—suelto casi en un susurro mientras siento mi alma partirse en dos.

—Darien...por favor.

—¡¡Mi padre!!—grito mientras soy presa de un llanto incontenible— ¡Serena...mi padre!—retrocedo librándome de su toque.

—No lo recuerdo, no lo sé...Dios Darien esa no era yo.

—Que conveniente—Rei se mofa de mí, de ella y de toda esta maldita situación, siendo incapaz de aguantar más sin hacerle daño trato de salir del lugar.

—Darien—Serena se aferra a mi camisa mojada, la observo por un momento, algo dentro de mi grita que la escuche pero otra parte solo quiere irse, hasta hace un momento le hice el amor y ahora simplemente no quiero verla.

—No ahora—me suelto despacio de su agarre—no quiero escuchar—me marcho del lugar dispuesto a olvidar aunque sea por un solo momento el dolor.

*Fin FB*

...

*Serena*

*Inicio FB*

No entiendo por qué Rei sonríe, lo único que quiero saber es donde se fue y lo único que quiero saber es que soy perdonada.

—Una idea inteligente de mi hermano la de irse—Rei se cruza de brazos, una sonrisa triunfante se desliza en la comisura de su boca.

— ¿Por qué?

—Porque no vales nada y Hotaru vale su peso en oro, porque abandonaste a mi hermano cuando más te necesito y tuve que verlo sufrir, en una cama de hospital por recibir disparos que eran para ti, porque fuiste amante de mi padre a pesar de que mi madre te adoraba como a una hija. Porque te detesto como nunca. —sus palabras destilan odio, un odio del cual no sé si soy merecedora, porque muy en el fondo creo que soy culpable.

—No voy a decir que lo siento—murmuro limpiando mi rostro con la palma de mis manos.

—No es necesario que lo digas, me basta ver tu estado para darme por pagada.

— ¿Tanto me odias?

—Más de lo que crees.

—Cuando todo esto sea aclarado, no te voy a perdonar como lo hice antes, cuando sepas lo que has hecho y sientas vergüenza no vengas a mi porque no obtendrás nada.

Un destello de incomprensión brilla en sus ojos— ¿Cómo te atreves?

— ¡No...como te atreves tu a venir a aquí y hacer esto con tu hermano, tú no tienes ni idea de nada y haces esto!

—Esto es ridículo, eres una cualquiera que traiciono mi amistad acostándose con mi padre y por si no le bastara lo hizo con mi hermano y te atreves a decir que yo debo pedirte perdón—suelta enfurecida.

—Eres una estúpida—el dolor en mi mejilla se extiende hasta convertirse en un dolor de cabeza.

—No vuelvas a...—su rostro se gira por el golpe que le devuelvo.

—No...TU, no vuelvas a tocarme nunca más, y sí, me vas a pedir perdón, no ahora pero si pronto—me acerco amenazante, no sé qué es lo que ella ve en mi rostro pero sea lo que sea que ve, hace que retroceda un paso—Y que una cosa te quede clara amo a Darien y aunque te pese el me ama, así que no te vuelvas a meter en nuestras vidas o te juro que me las pagas. Ahora lárgate de aquí este lugar es demasiado importante para mí como para que lo pise gentuza como tú.

Toca su rostro donde antes recibió mi golpe.

—Me las vas a pagar, no pienso rebajarme ante ti, pero me las pagas—da la vuelta y desaparece por la misma puerta que entro.

Solo al sentirme sola la valentía de unos minutos atrás me abandona me desplomo en el piso con la aplastante realidad sobre mí.

*Fin FB*

—No te lo voy a permitir, no lo hare, no dejare que me odies, no puedo dejar que me odies.

Tres golpes suenan en la puerta, arrastro mis pies hasta abrirla.

—Hola Serenita.

...

*Darien*

—Fui un imbécil.

—Dime algo ¿le hiciste daño?

—Dios no...no solo me fui del lugar, precisamente por eso, no quería lastimarla.

Cierro los ojos recordando el estado en que la deje y la culpa me golpea.

—Soy el mayor de los imbéciles, debo hablar con ella—recojo mi chaqueta dispuesto a buscarla y si es necesario pedirle que me acepte en su vida una vez más.

El celular en mi chaqueta empieza a sonar.

—Hola.

—Buenos días con el señor Darien Chiba.

—Si con el mismo.

—Eh...señor Chiba le hablamos del hospital.

— ¿Ha pasado algo con mi hermana?

—Señor...lamentamos infórmale que su hermana ha fallecido esta mañana.

...

...

***♥♥♥***

*Chicas, mis bellas Dios mío como la he extrañado, estoy muy, muy, muy feliz de estar de vuelta aquí con ustedes*

*He aquí un capítulo más de esta obra si, sé que soy mala pero donde hay malos, malos hay gente que paga las consecuencias de sus locuras y delirios*

*Mis bellas les envío un enorme, enorme abrazo y espero que estén súper bien un besote de mi parte.*

***♥♥♥***

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