El día después de navidad el clima empeoró en la capital alemana, alcanzando temperaturas de hasta menos quince grados centígrados, Zabivaka junto con su amigo Leonard compartieron la habitación en casa de Hunter, por parte de Rudy y Cosmic éstos durmieron en una situada cerca de las escaleras que conducían al vestíbulo de la casa, Hunter volvió a su trabajo y Zabivaka tenía considerablemente dos días para firmar su contrato con el equipo de fútbol español para que a comienzos del siguiente año siguiente año pudiese tramitar y conseguir un departamento en la ciudad de Madrid.
Rudy y Cosmic pasaban tiempo juntos contando historias acerca de cómo habían sido sus vidas mientras estuvieron separados, el consulado español contactó a Zabivaka y el lobo programó una cita para el veintiocho de Diciembre, aquella tarde luego de comer se dispusieron a recoger sus cosas y regresar al departamento de Zabivaka que se encontraba en el centro de la ciudad. Al llegar se dirigieron a sus cuartos, Rudy los había acompañado para no quedarse sólo en casa de Hunter, ambos Husky optaron por platicar en la cocina, Zabivaka y Leonard se dirigieron a la habitación del lobo y tomaron asiento en el sillón que se encontraba frente al televisor.
-Leonard- dijo Zabivaka- quisiera decirte algo que quizá ya te lo he dicho todos estos días desde que te volví a encontrar, pero estoy muy feliz de volver a verte y sé qué, bueno... he considerado a Rudy y Hunter mis hermanos.
Leonard se arregló el pelaje del rostro con la pata derecha y miraba sonriendo a su amigo.
-Pero, tú y yo nos conocemos desde pequeños y quiero considerarte un hermano también- Leonard se acercó al lobo- desde los cuatro años te conozco y no pienso volverte a dejar ir- Zabivaka derramó una lágrima- porque... óyeme bien, eres el único que me ha querido desde que tengo memoria.
-En el orfanato nadie te quería, todos te tenían miedo porque eres un lobo, pero al conocerte supe que serías bueno- declaró Leonard- me agrada saber que me consideras tu hermano, Zabivaka, y espero nunca más estemos separados de nuevo.
Zabivaka abrazó por enésima vez al zorro, no le importaba lo que pesaran los demás de él ni cuantas veces tuviese que hacerlo, de pronto se le ocurrió una gran idea.
-¡OYE! ¡¿Por qué no jugamos todos en la habitación de fútbol?!- propuso el lobo- sería genial si todos con los que he compartido momentos increíbles jugaran conmigo.
Leonard se levantó decidido como un soldado y asintió con la cabeza.
-¡Señor, sí señor, excelente idea!- corrió a abrir la puerta- ¡Cosmic! ¡Rudy! Suban, por favor.
Por el corredor del piso de abajo se escucharon las sillas de la cocina y posterior a ello pisadas que iban subiendo la escalera de caracol, Zabivaka buscó en sus cosas algo especial para la ocasión, el primer balón oficial que éste había tenido sería el que tendría el honor de ser parte de aquel partido amistoso.
-¿Jugamos fútbol en la habitación donde tengo el mini campo?- propuso Zabivaka con el balón en la pata derecha- ¡intentémoslo!
-¡Vale!- respondieron al unísono.
Zabivaka y sus amigos se reunieron en la habitación de fútbol para acordar los equipos de parejas, como era de esperarse; Cosmic con Rudy y Zabivaka con su amigo Leonard, el zorrito radiaba de alegría al ver que jugarían con el balón que había reparado para Zabivaka.
-Lo haremos sin portero, seré tranquilo, lo prometo- Dijo Zabivaka y observó que Rudy se acercaba con algo en las patas.
-No puedes jugar sin estrenar esto- le tendió las gafas tecnológicas que le había regalado en navidad- las dejaste junto al árbol, tonto- Todos rieron y Zabivaka se pudo las gafas.
Rudy se acercó más para explicarle cómo funcionaban:
-Las enciendes con éste botón- señaló a uno que estaba por debajo de su oreja izquierda- tienen una visión que te permitirá visualizar con zoom, y sobre todo un mecanismo que te ayudará a marcar mejor los ángulos del gol.
-¡Wow! Son excelentes, gracias Rudy.
Zabivaka se veía genial con aquellas gafas, el lobo ahora lucía como todo un ingeniero físico matemático con un toque galán y al mismo tiempo deportivo, Zabivaka dio un volado y la moneda cayó a favor de Cosmic.
-Que comience el primer tiempo.
El balón rodó de las patas de Cosmic a las de Rudy, inmediatamente Zabivaka sintió como sus gafas lo guiaban hasta allí con la tecnología de zoom que tenían incorporadas, el lobo corrió e impidió que Rudy se acercase al centro, Leonard llegó del lado izquierdo y goleó el balón hasta que Cosmic lo tuvo entre las patas, Zabivaka no se encontraba en posición de defensa, Leonard tampoco, por lo que Cosmic pasó el balón a Rudy y éste con una patada anotó un gol.
-¡Wow! Le he anotado a Zabivaka- exclamó.
-No por mucho tiempo- dijo Leonard sacando el balón de la portería y enviándolo a Zabivaka.
El zorro corrió a defender a su amigo que movía las patas rápidamente para correr y al mismo tiempo evitar que tanto Cosmic como Rudy se hicieran con el balón.
-¡Leonard!- gritó Zabivaka haciéndole un pase al zorro- La llevas, te acercas y giras para evitar a Rudy- Zabivaka narraba los sucesos mientras los presenciaba- lo has conseguido, apuntas y ¡Tiraaaaaaas! ¡Goooool!
Leonard corría por el pasto sintético y Cosmic tomó rápidamente el balón.
-No, Cosmic- gritó Zabivaka mientras el husky reía.
Inmediatamente Leonard tomó el balón y lo pasó a su amigo lobo, Cosmic sonrió y guiñó un ojo a Zabivaka, el lobo giró en ciento ochenta grados con el balón entre las patas y un deslizamiento profesional, pero Rudy llegó inmediatamente y aprovechó que Zabivaka cerraba los ojos para quitarle el balón.
-Cosmic, posición- gritó Rudy.
Cosmic se adelantó a Leonard y Zabivaka e inmediatamente empató el partido.
-¡Sí! ¡Goooool!
Leonard y Zabivaka corrieron para tomar el balón, el zorro lo tuvo entre sus patas y esquivó a Rudy para pasarle el balón al lobo.
-¡Vamos, Zabivaka!- lo alentó Leonard- ¡Eres el mejor! ¡Ya voy, hermano!
Rudy y Zabivaka se peleaban por el balón, Cosmic llegó para contraatacar pero Zabivaka logró liberarse de ambos y anotó un victorioso Gol desempatando el amistoso partido.
-¡Goooool!- gritó Leonard
Zabivaka se tiró al suelo aullando con fuerza y apretando los puños como acostumbraba a celebrar cuando anotaba sus goles, Leonard corría desde la otra portería sonriéndole a su amigo. El zorro se detuvo a la mitad de la habitación encorvándose y tocándose los muslos.
-Ven, Leonard- dijo Rudy- celebremos su triunfo, amigo.
Leonard siguió en la misma posición, su respiración comenzó a escucharse forzada, se irguió nuevamente y se llevó las patas a la cabeza, la atención de los tres se centró en el zorro cuando éste comenzó a gruñir y gemir de una manera extraña, Cosmic se dio inmediatamente cuenta de lo que pasaba.
-¡Leonard! ¡NO OTRA VEZ!- Gritó yendo hacia el zorro.
Zabivaka corrió hasta el centro del césped sintético donde Leonard se encontraba, seguido de sus dos amigos, Leonard intentó dar unos pasos pero sus fuerzas no fueron suficientes para sostenerlo, sus patas se doblaron y el zorro cayó inconsciente nuevamente como aquella mañana en Polonia, Zabivaka se arrodillaba junto a su amigo mientras Rudy salía corriendo para llamar a una ambulancia, Cosmic se había quedado con sus amigos, Zabivaka ya sacudía inútilmente al zorro inconsciente en el suelo.
-¡Leonard! ¡¿Qué te pasa?! ¡Despierta, por favor! DESPIERTA- gritaba Zabivaka mientras las lágrimas le resbalaban por las peludas mejillas.
El hospital se encontraba considerablemente vacío, la sala de espera solamente contaba con dos pacientes que solamente tenían motivos de consulta, allí se encontraban tres amigos esperando respuesta del doctor encargado del caso y rezando para que el zorro estuviese bien. Zabivaka se llevaba las patas a la cabeza y había perdido la cuenta de cuántas horas había pasado derramando lágrimas.
-Descuida, Zabivaka, así fue cuando estábamos en Polonia- dijo Cosmic intentando tranquilizarlo- ya verás que se pondrá bien, tranquilo.
Rudy se puso de pie y camino para encontrarse con el lobo, Zabivaka lo abrazó con fuerza y su amigo correspondió.
-No puedo, Rudy, simplemente esperé tanto tiempo como para que Leonard...
-¡ZABIVAKA!- Rudy lo miró directo a los ojos- la esperanza es lo último que se pierde, hermano, respira y esperemos noticias.
Unas horas antes, Leonard llegó al hospital en una ambulancia, Zabivaka y sus amigos llegaron en el auto y no volvieron a ver al zorro desde que este subió al vehículo... Pasaron cinco horas y dadas las nueve de la noche no tenían ninguna noticia de Leonard.
Zabivaka preguntó más de cinco veces y respondieron la misma cosa una y otra vez, la desesperación estaba matando a Zabivaka, Rudy y Cosmic parecían muy tranquilos, Eliot llegó luego de que Rudy le comentase acerca del caso y Hunter llamó por teléfono para avisar que llegaría en la madrugada para echarles un vistazo.
-Eliot, yo no sé qué pensar ahora- dijo Zabivaka- Rudy y Cosmic me dicen que me tranquilice y eso intento pero simplemente no puedo.
Eliot no supo que responder y se sobresaltó al escuchar que alguien llamaba a los acompañantes del paciente Leonard, Zabivaka se incorporó de un salto y acompañado de Eliot se dirigieron con el mismo doctor que había atendido a Leonard unos días antes.
-Doctor, por favor, se lo suplico, ¿podría darme razón de Leonard? Por favor- insistió el lobo muy nervioso.
El doctor asintió y condujo a Zabivaka junto Eliot al despacho que éste tenía en la segunda planta del hospital, la habitación era blanca pero elegante, con una computadora de una marca sofisticada sobre su escritorio y pinturas en las paredes, el doctor se sentó detrás del escritorio mientras que Zabivaka y Eliot lo hacían de la parte correspondiente a los visitantes.
-Zabivaka, Leonard presenta severas complicaciones con lo que vienen siendo los vasos sanguíneos del cerebro, hemos investigado su caso y según antecedentes hemos llegado a determinar que todo esto fue causado por altos casos de estrés e impresiones que fueron tan seguidas que repercutieron en el bombeo de la sangre al cerebro de Leonard- El doctor miraba fijamente a Zabivaka, entre sus patas tomada una pluma para explicar la situación- me apena mucho decirte que el caso de hoy ha ocasionado que una arteria principal dejase de funcionar como debe de ser- Zabivaka bajaba la mirada y Eliot lo rodeaba con su pata derecha- Leonard se encuentra en terapia intensiva por el momento, no ha recuperado la conciencia y no se sabe hasta cuándo reaccione.
Zabivaka se paseaba la pata nerviosamente por el pantalón y miró de nuevo al doctor.
-Pero ¿existe algún tratamiento? Una cura, algo que usted sepa, doctor por favor- insistió Zabivaka resistiéndose a romper en llanto.
El doctor suspiró y respondió:
-Lamentablemente se ha detectado muy tarde, la operación no valdrá la pena por lo deteriorado que se encuentra su vaso sanguíneo, además eso ha dado lugar a otros problemas, millones de neuronas deben estar actualmente destruidas- El doctor se incorporó y suspiró para darle la noticia a Zabivaka- lo mantendremos a salvo mientras esté a nuestro alcance pero... no le veo futuro a este caso, Zabivaka.
El doctor se quitó los anteojos y se puso en marcha junto con Zabivaka al corredor, Zabivaka sintió como si le hubiesen clavado una daga en el corazón al escuchar la declaración del doctor así que pidió:
-¿Podría verlo? Por favor.
El doctor dudó y se llevó las patas al hocico.
-E... es complicado y más si se trata del área de terapia intensiva, necesitas estar preparado psicológicamente, Zabivaka.
El lobo miró a Eliot y ver a su amigo le dio ánimos para contestarle al doctor.
-Lo estoy, doctor.
-Vamos entonces y tu amigo puede acompañarnos.
Recorrieron el largo pasillo que era igual de sofisticado como lo eran los de la sexta planta, los candelabros en los vestíbulos y las lámparas con acabados elegantes iluminaban el hospital que daba impresión de parecer un hotel, tomaron un ascensor y el doctor presionó el botón del piso 22, el contrapeso se sintió y al son de una campana las puertas se cerraron iniciando el ascenso. Zabivaka vió el letrero del tablero de los botones, aquel botón que marcaba el número 22 hacía referencia a terapia intensiva. El ascensor abrió las puertas y la campana se escuchó al instante, el corredor era completamente diferente al de los pisos inferiores, en esta ocasión se presentaba el color blanco clásico de los hospitales y las puertas grises con números en ellas, en aquel piso había menos enfermeras y enfermeros, caminaron por el pasillo y después de girar a la derecha siguieron por otro más largo.
Terapia Intensiva
A partir de cruzar dos enormes puertas la tensión se apoderó del ambiente, el trío se vistió con trajes especiales para entrar en el área y avanzaron hasta el fondo del pasillo donde se encontraba la puerta enorme, dentro de allí había ventanas con cortinas cerradas, Zabivaka tuvo miedo de entrar en aquel lugar pero al recordar quien estaba allí tuvo valor y detrás del doctor entro buscando con la vista a Leonard.
El pitido de una máquina cardiaca se escuchaba y buscando el origen del mismo Zabivaka se percató de la presencia de Leonard, el lobo se acercó a la cama de su amigo zorro dando largos pasos para estar cerca de él lo más rápido posible.
-¡Leonard! Aquí estoy, soy Zabivaka- su voz se escuchó detrás de un cubre-hocicos.
La escena hizo que Zabivaka derramara más lágrimas, era demasiado para su conciencia estar presenciando algo como aquello que estaba frente a sus ojos. Leonard se encontraba acostado vestido con una bata blanca quirúrgica que todos los pacientes portaban, en ambas patas tenía dos gruesas agujas con suero líquido, pero lo que más impactó a Zabivaka fue que su amigo estaba ¨conectado¨ a un aparato grade que mostraba datos en una pequeña pantalla, del hocico de Leonard salía un tubo que se hallaba también conectado a una máquina con oxígeno artificial, de su pecho salían cables que llevaban a la máquina que registraba los latidos del corazón. Zabivaka tuvo un deseo tan grande de abrazarlo pero tan solo pudo tocarle su pata trasera.
De regreso al departamento con sus amigos tuvo la mirada perdida, explicó a Rudy y Cosmic su experiencia en terapia intensiva y lo que el doctor había dicho acerca del caso de Leonard, luego de que terminara su relato todos partieron a sus respectivas habitaciones, Zabivaka decidió entrar a la habitación de los hechos, ésta seguía con la luz encendida y el balón dentro de la portería. Al poner la pata sobre el apagador se percató que algo blanco sobresaltaba del suelo, el lobo se acercó lentamente, se arrodilló justo en el lugar donde Leonard había caído y se encontró con un papelito un poco deteriorado doblado por la mitad, lo tomó y con delicadeza lo desdobló para ver que tenía en el interior, se sobresaltó al leer:
Su nombre es Zabivaka, les ruego lo cuiden bien.
Inmediatamente se llevó una pata al hocico y contuvo las ganas de llorar, era una linda letra y a pesar de que la tinta estaba deteriorada compendió aquella nota, la letra de una chica, su madre quizá, pero ¿cómo es que Leonard tenía aquello? ¿Se lo mostraría en alguna ocasión? No quiso hacerse más preguntas y salió de la habitación con el papel para posteriormente guardarlo bajo llave en un cofre en forma de balón en su armario.
No podía con más impresiones, con dificultad logró quedarse dormido y perderse en sueños que al siguiente día no recordaría.
La mañana siguiente seguía igual de nublada, no podría firmar un contrato internacional teniendo en la consciencia que Leonard se encontraba muy mal en el hospital y ni siquiera le pasó por la cabeza llamar al consulado español, Rudy y Cosmic prepararon un desayuno sencillo que Zabivaka no probó, al llegar al estacionamiento abrió la camioneta y condujo con cuidado hasta el hospital, Cosmic preguntó por Leonard y una buena noticia le fue dada por parte de la recepcionista.
-Ha sido transferido a la habitación 335 en la cuarta planta, sección trece- tomó el altavoz- necesitaremos autorización del doctor para que puedan pasar.
Cosmic esperó hasta que el doctor volviera, Zabivaka se encontraba sentado con la mirada perdida en el techo.
-¡Zabivaka!- Cosmic llegó corriendo- Leonard fue transferido a una habitación normal, está bien, alégrate.
Zabivaka se incorporó nuevamente de un salto y su expresión de derrota cambió iluminando su rostro.
-¡¿En serio?!- exclamó- Vamos, vamos.
El doctor de Leonard llegó y posterior a ello condujo a Zabivaka y sus amigos a la habitación de Leonard.
-Cabe mencionar que no ha recuperado la consciencia, pero según datos de sus exámenes de hace unas horas se encuentra estable- dijo examinando el aparato que registraba los latidos de Leonard.
Cosmic y Rudy se acercaron a la camilla donde se encontraba el zorro, por buena suerte éste ya no tenía los tubos ni se encontraba conectado a diversos aparatos, Rudy se acercó a Zabivaka y dijo:
-Parece que está dormido- pasó su pata por los ojos del zorro- inténtalo, sus nervios responden al tacto, despertará, Zabivaka tenlo por seguro.
Cosmic se acercó al zorro y suspirando tomó la pata derecha de Leonard y se la llevó a su rostro.
-Mi zorrito, por favor despierta- sollozó un poco-él ha sido mi compañía desde el instituto, hemos pasado por tanto que... no soporto verlo así, es tan valiente.
Rudy escuchó que su estómago y el de Cosmic rugían un poco de hambre, se incorporó luego de inclinarse en el suelo para estar a la altura de Leonard y propuso ir a comer a la cafetería.
-¿Vienes, Zabivaka?- preguntó sonriendo.
Zabivaka se encontraba inclinado tomando la pata de su amigo zorro y subió la mirada para contestarle a Rudy.
-Ahora no tengo hambre, Eliot vendrá a hacerme compañía junto con Hunter... vayan por favor.
Rudy y su hermano se acercaron con Leonard para verlo nuevamente.
-Leonard, gracias por darle tanto cariño a Zabivaka cuando fueron cachorros, estoy seguro que él se encuentra muy agradecido contigo al igual como yo- Dijo Rudy tomando la pata de Leonard y acariciándole el pelaje de su frente- no he tenido la oportunidad de conocerte más pero creo que serás un gran ejemplo a seguir para todos nosotros.
Cosmic se acercó con Leonard y después de que Rudy se cambiara de lugar dijo:
-Hermano, eres un guerrero, supiste cómo sobrellevar las cosas en Uzbekistán y nunca te diste por vencido, de no haber sido por ti probablemente no estaría sosteniendo tu pata en este momento, nos comenzamos a llevar bien después de que Zabivaka cantó el himno en aquel concurso y desde entonces hemos sido grandes hermanos, gracias por tu compañía, zorrito- abrazó la pata y volvió a colocarla en el costado de Leonard- Ya volvemos, Zabivaka.
Cosmic fue el último en salir y tras él la puerta se cerró, Zabivaka se quedó abrazando la pata izquierda de su amigo de tal modo que perdió la noción del tiempo, el único sonido en la habitación era la máquina que registraba cada latido de Leonard, Zabivaka sintió que la pata de Leonard se movía, el lobo se incorporó y se sorprendió al ver que su amigo se llevaba la pata derecha a la cabeza.
-¡Leonard! ¡Estás bien!- exclamó poniéndose de pie rápidamente.
El zorro volteó y en su rostro se veía que estaba algo confundido, al ver a Zabivaka sonrió.
-Hola, Zabivaka eh.... ¿qué estoy haciendo en un...? ¿Hospital?
Zabivaka se arrodilló de nuevo y habló:
-Otro ataque pero has salido bien, solo estuviste inconsciente- mintió para no alterar a Leonard y levantó el teléfono- Si llamo de la habitación 335, el paciente Leonard ha despertado.
Luego de llamar a la enfermera y que ésta anotase la bitácora en el registro colgó y se volvió a su amigo zorro.
-Creí que no volvería a verte hablando- contuvo las ganas de llorar- pero estás bien, Leonard... le contaré a Cosmic, ya vuelvo- se dio la vuelta.
-¡NO!- gritó Leonard extendiendo una pata hacia Zabivaka- no te vayas, debes estar aquí, significa mucho para... ambos
Zabivaka recapacitó y consideró que Leonard tenía razón, el zorro se escuchaba un poco diferente a su tono normal de voz, sin embargo era muy importante que estuviesen juntos después de lo ocurrido.
-Zabivaka... cuando pensabas en mí ¿cómo lo hacías?- se interesó y aquello hizo sonreír a su amigo.
-Bueno, me gustaba mirar a las estrellas en la mayoría de las ocasiones y recordar aquellos momentos del instituto.
-¿Recuerdas cuando la señorita Anastasia se enojó por los chocolates de Cosmic?- Leonard rió.
Zabivaka soltó una carcajada y sintió que el ambiente se estaba suavizando con esa alegre conversación.
-No lo superó en una semana, jajaja- respondió Zabivaka.
Leonard y él sonrieron el uno al otro y posteriormente el zorro rompió el silencio.
-La noche que robé los rublos de su oficina, quise ver tu registro y encontré un papel con una letra muy linda, era un pedazo pequeño que pensaba dártelo...pero lo he perdido- bajó sus orejas- todo parece indicar que era la letra de tu mamá, ella fue quien te puso ZABIVAKA, el lobo goleador que no se le escapa ni un solo gol.
El lobo sonrió y para quitarle la preocupación a Leonard le explicó lo que había encontrado la noche anterior en su habitación de juego.
-Y entonces lo guardé...
-Me quitas un peso de encima.
Ambos guardaron silencio por un momento, Rudy y Cosmic no llegaban y Zabivaka caminó por la habitación contemplando de nuevo la ciudad por la ventana del cuarto.
-Zabivaka... ¿Has anotado goles en ligas y copas internacionales, verdad?- cuestionó Leonard sonriendo desde el lado opuesto de la habitación.
Zabivaka volteó y caminó de nuevo hacia su amigo, se sintió algo tonto por haberse alejado de él para contemplar la ciudad.
-Así es, y vaya que han sido bastantes pues como soy delantero, y además la destreza y movimiento de mis patas han mejorado mucho con la experiencia.
Leonard tuvo una intención con su amigo y lo invitó a que se acercara lo más que pudiese a la camilla, Zabivaka se inclinó de nuevo y estuvo cara a cara con su amigo.
-No sé si sea mucho pedir pero... el mejor gol que anotes, el que consideres el más especial en tu carrera ¿Lo podrías dedicar para mí? Y además dile a Cosmic y a Rudy que los aprecio mucho- Leonard se sonrojó un poco.
-Oh pero por supuesto que lo haré, con mucho gusto que sí, cuando lo sienta en el corazón gritaré tu nombre tan alto como pueda- Levantó su pata derecha- Lo juro.
Leonard se recostó, su respiración se escuchaba lenta y posteriormente observó a Zabivaka, el lobo no volvió a alejarse del zorro y se quedó junto a él escuchando la máquina.
-Zabivaka... acércate, por favor- Leonard respiraba con un poco de dificultad- Solo quiero decirte... que agradezco que me consideres...- Su respiración le impedía gesticular bien las palabras- tu hermano.
Zabivaka se dio cuenta que la presión de Leonard bajaba, la máquina emitía el sonido cada vez menos y el zorro se desvanecía en la cama.
-¡Leonard! ¡NO! – Zabivaka salió corriendo pero Leonard lo detuvo.
El zorro no se incorporó pero pudo decir:
-No te vayas... no tiene caso, por favor no te vayas, no lo hagas.
Zabivaka con el dolor de su corazón solo tomó el teléfono y llamó a las enfermeras.
-En seguida vamos, señor.
Luego de colgarlo observó que la máquina registradora de latidos emitía cada dos segundos el sonido, Leonard ya no podía moverse pero volteó con dulzura su cabeza mirando fijamente a su amigo que ahora se había convertido en su hermano, con esfuerzo alzó la pata derecha y Zabivaka la tomó con lágrimas en los ojos, el lobo echó a llorar mientras la máquina tardaba más en dar el sonido, Leonard tomó un suspiro más y apretó con fuerza la pata de Zabivaka, una linda sonrisa se dibujó en el rostro de Leonard y aquel suspiro bastó para decir:
-Zabivaka, gracias por ser mi familia.
El zorro cerró sus ojos y la pata con la que sostenía a Zabivaka perdió fuerza, la máquina de latidos tenía ceros por todas partes, marcaba una línea recta y un largo sonido como un pitido.
-¡NOOOOO! ¡LEONARD! ¡NOOO! ¡AUXILIO!- Zabivaka salió corriendo y golpeó a Eliot que iba entrando a la habitación- ¡Pide ayuda! ¡Pide ayuda, Eliot! ¡AYUDA, POR FAVOR!
El doctor corría por el pasillo seguido de Cosmic, Hunter y Rudy, entraron de golpe en el cuarto junto con tres enfermeras e inmediatamente se dispusieron a examinar al cuerpo de Leonard, Zabivaka respiraba rápidamente y tenía su mente completamente en blanco, Hunter lo abrazaba y tanto Cosmic como Rudy derramaban lágrimas, Eliot miraba confundido la escena y se sobaba la parte del peludo rostro donde Zabivaka lo había golpeado accidentalmente, luego de intentos para hacer revivir el corazón de Leonard el doctor se volvió a todos los que estaban presentes.
-Lo lamento mucho, Zabivaka.
Zabivaka corrió hacia la camilla y abrazó con todas sus fuerzas el cuerpo sin vida de Leonard, llorando a lágrima viva gritaba sintiendo su alma desgarrarse, los presentes se retiraron quedando solamente Hunter con él, el lobo no dejaba de llorar y con todas sus fuerzas abrazaba al zorro como si éste estuviese dormido.
-¡¿POR QUÉ?! ¡¿POR QUÉ, LEONARD?! ¡MI HERMANO! ¡LEONARD, NO TE VAYAS!... ¡NO! ¡NO!
Los llantos de Zabivaka se escuchaban hasta el ascensor, la tristeza era tan contagiosa que sus amigos, quienes lloraban igual, tuvieron la necesidad de ir hasta el vestíbulo para no escuchar los lamentos del lobo.
Todo aquel problema por el que Zabivaka había pasado no fue comparado con aquel golpe tan duro que la vida le había dado, simplemente no lo soportaba ni lo soportaría jamás, más que Cosmic, Leonard era el cachorro que Zabivaka más extrañó desde aquella noche en el instituto.
Zabivaka no tuvo corazón para solicitar los servicios funerarios, por lo que Hunter fue el encargado de hacerlo, cientos de aficionados y Fans acudieron para dar el pésame a Zabivaka en la sala fúnebre de una sofisticada y distinguida capilla funeraria de Berlín. Blanco representando el color de la paz se encontraba el ataúd con el ser más querido por Zabivaka, Leonard parecía como si estuviese dormido y a pesar de la conservación de sus lindas facciones Zabivaka no tuvo la fuerza suficiente para si quiera acercarse a verlo.
Con trajes negros y rosas blancas partieron al cementerio en el que Hunter había logrado conseguir un sofisticado y lindo lugar para el eterno descanso del zorrito, independientemente de las religiones profesadas decidieron que un sacerdote católico les acompañara para cumplir con la ocasión como se debía.
El cementerio se encontraba concurrido de compañeros de trabajo de Hunter, compañeros de trabajo de Rudy y Zabivaka, la presencia del equipo Force Berlín y la mayoría de los amigos de la liga juvenil de Zabivaka los acompañaban sentados frente al blanco ataúd.
La ceremonia no duró mucho tiempo y finalmente se dieron las oraciones, que independientemente de la religión profesada se consideraron esenciales para que Leonard descansara en paz.
-En el nombre del padre, del hijo y del espíritu santo- comentaba un alto Husky blanco con una sotana negra y una cruz colgada al cuello- roguemos al señor, Dios padre todo poderoso, creador del cielo y de la tierra perdone todos los pecados de Leonard, y así mismo le dé la oportunidad de gozar del reino de los cielos, que sus familiares y amigos encuentren recuperación pronta y sobre todo se haga tu voluntad, señor, para que nuestro querido amigo pueda ver la luz al final del camino, que descanse en paz Leonard y luzca para él la eterna luz.
-Amén- dijeron todos al unísono.
Zabivaka observó cómo el ataúd de su amigo bajaba lentamente, a su lado se encontraban tanto Cosmic, Eliot, Rudy y Hunter para presenciar el sepulcro, un instinto le llegó al lobo y como último acto de amor a Leonard lanzó la rosa blanca que cayó en medio del blanco ataúd.
-¡Hasta siempre, Leonard!- Zabivaka sollozó y abrazó a Hunter.
Regresaron a casa de Hunter muy callados, no se escuchó ningún ruido luego de que todos subieran y el lobo se quedase completamente solo en el salón, vestido aún con su traje negro sostenía un pétalo de la rosa que había arrojado para Leonard, fue entonces cuando Hunter se acercó y sacó un envuelto blanco que le entregó a Zabivaka.
-No es hora de regalos, Hunter- Dijo Zabivaka con la mirada perdida en la chimenea- por favor, quiero dormir.
-Antes de eso debo insistir que lo abras, por favor.
El lobo lo miró fijamente y accedió a abrir la envoltura, las patas de Zabivaka resbalaban, pues aún las tenía muy temblorosas, quitó un moño azul y posteriormente la envoltura blanca, el lobo sonrió y sollozo al ver lo que Hunter le había regalado.
-Pero ¿cómo la conseguiste?- se trataba de nada más y nada menos de un retrato con la fotografía de Leonard, Zabivaka sonrió y la puso en su corazón.
-Bueno, le prometí que tomaría una fotografía de recuerdo de su paso por Alemania y... bueno olvidé imprimirla antes, pero estoy seguro que a Leonard le hubiera gustado que la tuvieras.
Zabivaka la volvió a mirar y la abrazó como si el peludo zorro estuviese ahí mismo.
-Gracias, Hunter- Zabivaka abrazó a su hermano mayor.
El lobo subió a su habitación y se acurrucó lentamente en la cama después de haberse cambiado el traje negro por un pijama, puso la fotografía de su Leonard en su pecho y con facilidad volvió a quedarse dormido.
Leonard había sido un zorro huérfano que conoció a Zabivaka a los cuatro años, considerando que eran de la misma edad se llevaban fenomenal, siempre se apoyaban el uno al otro durante su estancia en Rusia, jugaban y se divertían a pesar del mal carácter de la señorita Anastasia, la noche de la invasión el lobo sintió que Leonard estaba muerto, pero la esperanza no se apagó al nunca haber sido confirmado, luego de once años al volverse a encontrar sintió que una parte de su deteriorada alma volvía a regenerarse, tan solo habían pasado unos días de su reencuentro y la tragedia llegó, pero esos pocos días fueron aprovechados al cien por ciento, de parte del lobo como por parte del zorro. La cama que en navidad compartió con Leonard ahora solo se encontraba ocupada por Zabivaka, ya no había esperanzas de que Leonard apareciera once años después, se había ido para siempre y gracias a Hunter el lobo logró tener un recuerdo físico del rostro del zorro.
Zabivaka se concientizó que su amigo no volvería, como una estrella fugaz fue el andar de Leonard por este mundo, al lobo le quedaba el consuelo que de ahora en adelante alguien velaría por él en el cielo.
Sería muy difícil aprender a vivir sin la compañía de Leonard, pero para Zabivaka el recuerdo de la sonrisa del zorro sería la mejor manera de seguir adelante.