El final del mes de Noviembre se acercaba y Zabivaka junto con Rudy se preparaban para las festividades navideñas en Diciembre, Hunter recibió en su casa a su hermano Zabivaka y a Rudy para pasar el mes final juntos, como la temporada de futbol alemana comenzaba hasta Enero Zabivaka comenzó a trabajar en una empresa encargada de fabricar partes destinadas a los ingenieros en aeronáutica.
Rudy se preparaba en casa de su tío para llevar otra maleta a la casa de Hunter, el tío Herman entró en la habitación.
-Te vas, Rudy y ¿con quién se supone que piensas pasar las fiestas?
Rudy dejó de empacar sus abrigos en la maleta y dirigió una fría mirada a su tío.
-Con Zabivaka y Hunter- respondió secamente.
El tío Herman había envejecido considerablemente, ahora necesitaba anteojos para visualizar mejor las cosas pero su corpulento cuerpo seguía igual que cuando recibió a Rudy por primera vez.
-¿Con el ruso? ¿Acaso no te cansas de juntarte con ese lobo despreciable?
Rudy se volteó hecho una fiera y tiró al suelo los libros que llevaría para pasar el mes, su tío se estremeció un poco cuando se percató que su sobrino realmente estaba furioso.
-¡Ya puedo hacer lo que se me plazca! Y no vueltas a llamar así a Zabivaka o yo mismo te daré una lección que nunca olvidarás, Herman- Rudy respiraba aceleradamente.
-¡NO ME HABLES EN ESE TONO, ESTÚPIDO!
El tío Herman levantó una pata violentamente para darle una bofetada a Rudy, pero éste logró detener el golpe apretándole con toda su fuerza la enorme pata.
-¡No permitiré que me vueltas a golpear, imbécil! Ya fue suficiente, estoy harto de tus maltratos, hubiese estado mejor en la maldita calle que en esta asquerosa casa.
-¡Eres un mal agradecido!- gritó el tío soltándose de Rudy- te di el estudio, te di de comer todos estos malditos años y así es como me pagas.
Rudy frunció las cejas.
-¿A cambio de qué? De tus maltratos y tu maldito desprecio.
El tío Herman se volvió hacia la puerta y justo en el marco de la puerta apuntó a Rudy con su gruesa pata.
-Lárgate de aquí.
-Con mucho gusto, por cierto he tomado la herencia de papá, así que no te molestes en buscarla.
Rudy empacó toda su ropa, inmediatamente tomó una mochila para guardar todas sus cosas materiales, el auto de Rudy terminó lleno de todas sus pertenencias y éste aceleró por la calle Fegelein con un propósito: No volver a ver a ese desgraciado nunca más.
Zabivaka y Hunter lo recibieron con gusto en casa de Hunter, Rudy sonrió un poco y trajo consigo tres cajas de pizza y tacos del restaurante de Juan, Zabivaka y Hunter habían terminado de poner el árbol de navidad.
-¡Bienvenido, Rudy!- dijeron al unísono.
Rudy entró con la comida en las patas, no estaba de un humor tan bueno, pues la experiencia con su tío le había bajado considerablemente los ánimos, la casa de Hunter en cuestión del mobiliario seguía intacta que cuando el lobo llegó ahí por primera vez. Zabivaka tomó la comida y después de saludar a su amigo fueron a la sala para tener una amena charla mientras Hunter preparaba el comedor.
-Zabivaka... tengo que decirte algo- Rudy respiraba muy profundo y Zabivaka lo notó un tanto extraño- no quiero que estés preocupado ni nada por el estilo pero volví a discutir con mi tío.
Ahora el escuchar ese nombre hacía que Zabivaka sintiera una rabia tan grande que se notaba considerablemente en su rostro, aquella nefasta personalidad del tío de Rudy había llevado a éste fuese uno de los perros más ruines que Zabivaka había conocido, aquel tío era una bestia por el terrible carácter que tenía, según relatos de Rudy su forma de tratar con los demás era despreciándolos y haciéndolos sentir mal al considerar los defectos que éste tenía, lo que desató la furia de Zabivaka hacia éste fue cuando Rudy le contó que había sido golpeado por su tío en dos ocasiones cuyas causas ya no recordaba.
-Y ¿ahora qué te hizo?- Zabivaka formaba puños con ambas patas.
Rudy intentó explicarlo sin llorar de coraje, pero al no poder resistirse más cayó la primera lágrima que se perdió en el peludo rostro del Husky.
-Me echó de la casa, no es que me duela pero es un coraje que llevo aquí dentro- el husky entro en llanto cuando se llevó ambas patas al corazón- Zabivaka, cuando mi padre murió ni siquiera tuvo la bondad de darme el pésame, tú fuiste el único que lo hizo.
Zabivaka lo miraba conteniendo las lágrimas, Hunter llegó a presenciar la escena, dejando lo que llevaba en las patas caminó hacia el sofá donde Rudy se encontraba y lo rodeó con un abrazo.
-Tu padre te quería mucho, Rudy- dijo Hunter tratando de calmar a su amigo.
Rudy seguía llorando y Zabivaka al no contener las lágrimas comenzó a llorar en silencio, el coraje no solo reinaba en Rudy, Zabivaka sentía en cada fibra de su cuerpo esa sensación de desprecio hacia el tío Herman.
-Rudy, te voy a pedir un favor- Dijo Hunter mirándolo a los ojos- apuesto a que Zabivaka la pasará muy bien contigo y bueno hay habitaciones de sobra aquí.
-No podría, no quiero causar molestias o lastima, Hunter...
-¡Rudy!- gritó Zabivaka poniéndose de pie- Tú me ayudaste a salir de Rusia, me apoyaste cuando más lo necesité, así que ahora tengo el derecho de regresarte todos esos favores, te quedarás con nosotros y no aceptaré un no- Zabivaka sonrió- tal y como decías, no acepto un no por respuesta.
Después de abrazar a Hunter, Rudy caminó hacia su amigo Zabivaka, al rodearlo con ambas patas sintió que no estaba completamente solo en el mundo. Zabivaka sintió lo mismo hacía ya once años y no permitiría que el perro que lo ayudó sin límites pasara por la misma situación que él vivió.
-Tú no serás el cachorro abandonado, Rudy- Zabivaka lo miró a los ojos- seremos como hermanos y créeme que me hará muy feliz que te quedes con Hunter.
Hunter se acercó a ambos y los rodeó nuevamente, aquellos individuos que se encontraron hacía tiempo en un trasatlántico ahora serían parte de una familia que era digna de ser presumida.
-Ya que insisten, se los agradecería mucho- dijo Rudy secándose las lágrimas.
-Y podrás elegir la habitación que desees, pero ¿y tus cosas?- preguntó Hunter.
Rudy se sonrojó un poco al escuchar aquella pregunta.
-Este... resulta que ya las tengo en el auto- y sonrió con Zabivaka.
-Excelente, bueno ¿Qué les parece cenar? Y después de eso ayudaremos a Rudy para que se instale cómodamente en la habitación que desee.
-Me parece una idea genial- Dijo Zabivaka mientras buscaba el control para encender la televisión.
La cena estuvo considerablemente de lujo, no se trataban de platillos elegantes, pero que mejor que tener en casa pizza y tacos, tanto Hunter como Zabivaka desempacaron las numerosas maletas y mochilas que se encontraban en la cajuela y el asiento trasero del auto de Rudy, el husky finalmente optó por dormir en la habitación que daba vista a la calle, ésta se encontraba frente a la habitación de Hunter, por lo que estarían considerablemente cerca.
Luego de adornar el exterior de la casa con un poco de labor lograron rodear tanto ventanas como puertas de luces blancas navideñas, el clima soleado del verano había quedado por completo en el olvido y las fuertes nevadas eran pronosticadas.
-Wow- exclamó Zabivaka comiendo palomitas observando las noticias en el salón de la casa- ¿Qué les parece menos quince grados para mañana? ¿Eh?
-Creo que significa que podremos ir a esquiar o lanzar bolas de nieve- gritó Rudy.
El día quince de Diciembre corría, luego de conseguir comida para la semana no volvieron a salir de la casa, la nieve junto con el helado viento del norte amenazaba considerablemente con una nevada pesada, el equipo Force Berlín no reportó actividad para el mes, sino hasta la segunda semana del próximo año, mientras Zabivaka y Rudy dedicaban una hora de lectura en la biblioteca de Hunter el celular del lobo sonó con el himno ruso como tono de llamada.
-Lo siento- dijo Zabivaka tomando el teléfono- ahora vuelvo, Rudy.
-No hay problema.
La puerta de la biblioteca se cerró detrás de Zabivaka, el lobo contestó la llamada y comenzó a caminar por el pasillo sosteniendo el teléfono en su oreja izquierda.
-¿Hola?- preguntó para responder al llamado.
-Buenas tardes, ¿es usted Zabivaka?- cuestionó una voz femenina del otro lado de la línea.
Zabivaka se extrañó de aquella llamada, pero decidió responder.
-Así es, un placer hablar con usted, por favor dígame ¿en qué le puedo servir?- El lobo adquirió un lenguaje formal y humilde que utilizaba cuando se trataba de asuntos del trabajo o de fútbol.
-Le llamo de la sede oficial española del equipo Real Madrid, nos hemos percatado de su distinguido trabajo en Alemania junto con el éxito de la copa internacional de la unión europea el pasado Julio del presente.
El lobo siguió caminando por el pasillo, pero al escuchar el nombre de aquel reconocido equipo sintió que la energía recorría todo su cuerpo, si aquella llamada era cierta repercutiría de una manera muy significativa en su currículum deportivo.
-Oh por supuesto, muchísimas gracias por el tiempo dedicado a admirar mi desempeño futbolístico- comentó el lobo.
-Al contrario, señor. Sería muy grato de su parte si nos pudiese conceder una entrevista en la embajada española de Berlín que sería hoy mismo en punto de las dos de la tarde.
Zabivaka consideró muy a fondo aquella oferta y aceptó de inmediato.
-Pero por supuesto que sí, nos veremos allá.
-Muchas gracias, que tenga un buen día, Zabivaka- el otro lado de la línea dejó de escucharse cuando la llamada telefónica fue cortada.
Zabivaka corrió por todo el pasillo demasiado emocionado, agitaba la cola de un lado a otro gritando:
-¡HUNTER! ¡RUDY! ¡REAL MADRID ME HA LLAMADO! ¡REAL MADRID ME HA SOLICITADO! ¡YUJUUUUUU! ¡LO HICISTE, ZABIVAKA!
-¡¿QUÉ?! ¡¿REAL MADRID?! ¡OH ZABIVAKAAAA!- Rudy salió emocionado de la biblioteca y abrazó a su amigo con todas sus fuerzas.
Hunter llegó corriendo por la escalera con una sonrisa radiante, Zabivaka le contó acerca de la solicitud del equipo español y los tres saltaron muy emocionados en el corredor del pasillo.
-¡Es una oportunidad que no puedes desaprovechar!- exclamó Hunter- te acompañaré, claro si es que sigo siendo tu representante.
-Oh pero claro que sí lo eres- Zabivaka lo abrazó y posteriormente a Rudy- quiero que los tres me acompañen hoy a las dos a la embajada española.
-¡Por supuesto!- dijeron al unísono Hunter y Rudy.
El lobo corrió emocionado a su habitación cantando algo que inventó por la ocasión, al estar en el baño recitó la letra de la canción mientras se tallaba con la esponja.
Se oye éxito en el futuro
El camino se ilumina,
El mejor jugador que hay
Es Zabivaka.
Luego de interpretar la misma letra al compás de un villancico navideño que anteriormente había escuchado se preparó para vestirse adecuadamente para la ocasión, junto a Rudy bajaron a comer un guisado que Hunter había preparado. Al salir juntos en el auto de Zabivaka se percataron que la calle estaba tan blanca que parecía un paraíso navideño.
-Nunca había visto tanta nieve- exclamo Rudy.
-En Rusia sí que la hay- Zabivaka aceleró el auto.
Condujo con cuidado por las avenidas principales de la ciudad de Berlín, giraron a la izquierda por el monumento de la puerta de Brandeburgo y finalmente se dirigieron a una calle menos transitada donde se alzaba la bandera española.
Zabivaka se identificó con las autoridades españolas y tanto él como Hunter y Rudy entraron en un sofisticado edificio pintado de color crema, al entrar las autoridades españolas les dieron la bienvenida y los condujeron hacia el tercer piso donde en una sala de juntas se encontraban: el embajador español, el director técnico del equipo Real Madrid y dos autoridades de la misma sede española.
-Buenas tardes, Zabivaka- dijeron al unísono.
-Es un placer conocerlos, señores.
Hunter, Rudy y Zabivaka estrecharon las patas de las autoridades y posteriormente tomaron asiento.
-Bueno, si os me permites explicar la situación, Zabivaka os lo agradeceré muchísimo- comentó el director del equipo- Como ya sabéis, hemos verificado tu historial desde si mal no recuerdo te encontrabais en la liga menor de la ciudad de Berlín.
Zabivaka escuchaba atentamente las palabras del director, intentó sonreír para parecer lo más relajado posible.
-En España hemos considerado que vos podéis mejorar considerablemente tu experiencia participando en... bueno me imagino que conocéis a vuestro equipo que es uno de los más reconocidos de Europa.
El lobo junto con Hunter y Rudy se estremecieron un poco al estar frente a una oferta considerablemente extraordinaria en el ámbito de experiencia como en el ámbito económico.
-Yo agradezco que se tomen la molestia de haberse fijado en mí, gracias a mis experiencias he aprendido demasiado y en realidad me deja muy feliz que me consideren para que tenga la oportunidad de mejorar mi conocimiento con ustedes.
Luego de halagos por parte de los directores se tomó el tema de la migración temporal a Madrid, Hunter pareció haber estado de acuerdo de muchos contextos planteados.
-Así que bueno, nos encantararía que pudierais tomar vuestra decisión y acudáis de nuevo a la embajada en un lapso de diez días para que bueno, junto con tu representante oficial podáis firmar el contrato y comenzar con el equipo a principios de año, si es que no tenéis algo fijo en Berlín...
-Pero claro que lo considero y mi respuesta hasta ahora es sí, Hunter arreglará el asunto con Force Berlín pero por ahora me daré un tiempo para pensarlo con profundidad y muchísimas gracias por su consideración, nos veremos hasta entonces.
Los directores se despidieron de Zabivaka y éste junto con sus amigos de ellos, la embajada española quedaba atrás mientras el lobo conducía por las avenidas de vuelta a casa, una oferta deportiva que no cualquier jugador recibía había sido para Zabivaka, el lobo tenía una facilidad para la cancha cuando se encontraba en acción pero sobretodo una humildad con sus seguidores que sobresaltaban en si la fama que tenía, España tendría el honor de recibir a una figura especial del futbol alemán y Zabivaka no podía sentirse más feliz.