YoonGi suspiró aburridamente mientras miraba los alrededores de la cafetería, su almuerzo ya terminado y con un hambre que todavía no se saciaba del todo. El día había empezado muy mierda para él cuando su madre lo levantó con gritos de mujer menopáusica, se cayó de culo en la ducha dos veces y luego cuando iba de camino al instituto recordó que sus audífonos estaban en su habitación, así que no pudo ignorar tranquilamente la clase de historia.
Suspiró como idiota enamorado cuando vio caminar al rubio dueño de sus pensamientos, definitivamente ver al lindo omega que lo hacía pensar en arcoíris, peluches cantarines y en esas historias de amor empalagosas alegraría su día. El idiota de ChanYeol no estaba a su lado vigilando como perro guardián y YoonGi se dio el lujo de mirar un poco de más, sus ojos fijos en su pequeña cintura y luego en su linda carita tan adorable, de repente tenía ganas de llenársela de muchos besi...
—Ni se te ocurra, siéntate ahora mismo.
YoonGi miró de mala manera a NamJoon mientras se volvía a sentar. No sabía en qué momento se había levantado, y quizás también habló en voz alta pero no era su culpa que JiMin fuese tan lindo.
—No haga una estupidez o yo mismo me encargaré de matarte para entregarle personalmente el cadáver a Park ChanYeol.
—¿Desde cuándo la mayoría de cosas que salen de tu boca son amenazas?
—Desde que le pusiste un ojo a JiMin y desde que me di cuenta que lo que hagas nos perjudicará a los tres —explicó—. ¿Quieres un ejemplo? Lo que pasó ayer —soltó con un tono más bajo en su voz, aún estaba resentido por eso, el alfa levantó sus manos como señal de rendición.
—¿Podrías quitarte los lentes de sol?, que no sé si me estás mirando a mí —respondió y vio como el peli-rosa enarcaba una ceja que se veía por encima de los presuntos lentes—, y estamos bajo techo, sin sol, por si no te habías dado cuenta.
—¿Y que ChanYeol me vea? ¿Estás loco? —los reacomodó en el puente de su nariz—. Si al lunático ese aún está molesto entonces tengo que resguardarme.
YoonGi lo miró con los ojos entrecerrados, ladeando sus labios en una mueca.
—Creí que eras todo un macho que no le tenía miedo a nada —se cruzó de brazos.
—Lo soy —arrugó un poco su nariz—, pero una pelea es lo que menos necesito, menos si es por culpa tuya.
—Tienes un afán por culparme de todo —viró los ojos.
NamJoon abrió la boca para atacarlo con su buen argumento de por qué él tenía razón en lo que decía y YoonGi no, seguramente agregaría uno que otro insulto a su orgullo para hacerlo sentir mal y que cerrara la boca en lo que quedara del día, pero HoSeok se sentó desviando la atención de ambos. Jung estaba con la ropa desarreglada y medio despeinado, YoonGi se rio de su estado pero no dijo nada, NamJoon se adelantó.
—Luces como si te hubieran manoseado entero —comentó, el beta le echó un vistazo para lanzarle alguna mirada filosa pero los lentes de sol lo hicieron fruncir el entrecejo—. Ah, son prevención.
—Ah —siguió mirándolo raro unos segundos hasta que regresó su atención a la bandeja que llevaba consigo—. Hoy es día de pizza, por eso parece un jodido zoológico ahí —hizo un movimiento con su mentón hacia las personas acumuladas, empujándose para poder llegar al frente y conseguir un pedazo de la deliciosa comida—. Les traje un poco —les extendió su bandeja con una sonrisa y ambos tomaron un pedazo de los cinco que había..
—Gracias —ese fue YoonGi—, luego te pago —le dio un mordisco, sonriendo.
Los tres empezaron a comer tranquilos la ración hasta que el beta miró por un corto momento a la multitud de estudiantes, una cabellera rubia llamó su atención y regresó la mirada a la mesa, específicamente hacia YoonGi.
—Por cierto —empezó—, además de casi morir aplastado, también choqué con JiMin —YoonGi al instante fijó los ojos en su amigo, con mitad de la pizza en su boca—. Es tan lindo~, incluso me dijo "Hyung" luego pedir disculpas. Juro que casi veo corazoncitos flotando sobre su cabeza.
YoonGi soltó la pizza y esta cayó sobre su plato, NamJoon comía entretenido mientras veía como el alfa miraba al beta como si este le hubiera dicho la noticia más triste de todas, al instante ya estaba lamentándose por no haberse parado a comprar su propia pizza. ¡Había perdido una gran oportunidad para acercase! Chan no estaba a los alrededores y si HoSeok había podido intercambiar un par de palabras con JiMin ¡él también podía!
—¿Y-Y cómo se escucha un Hyung de él? —lo miró con los ojitos brillantes, HoSeok no sabía si sentir o no pena de su amigo y Nam ya la estaba sintiendo.
—Lindo~ —sonrió.
¿Es que acaso había sido alguien cruel y diabólico en su vida pasada para que el universo decidiera castigarlo de esa manera?
—¡Claro que va a ser lindo, es JiMin! —lloriqueó.
—Cállate imbécil, ¿qué pasa si Yeol te oye?, no quiero ir a operarme la jodida nariz porque alguien me la partió —le reprochó el omega de inmediato.
Curiosamente entre ellos las etiquetas de «alfa que se respeta» y «omega que obedece» estaban prácticamente borradas, no era sorpresa y había empezado desde el mismo momento que se conocieron. Cualquier alfa que escuchara a un omega hablarle tan altaneramente, lo mínimo que haría sería ofenderse y reclamarle, uno más radical lo amenazaría con su voz de comando para que fuese obediente. Pero contrario a cualquier comportamiento considerado normal, YoonGi sólo miraba con una carita triste al omega que le regañó e insultó.
—Eres malo conmigo... —dijo en tono quejumbroso mientras levantaba sus labios en un gesto típico de él.
—Pero tiene la razón —le apoyó Jung dejando la corteza de la pizza sobre su plato—, ¿qué crees que pase si el gigante te oye y venga como animal justo aho...?
Los tres pegaron un brinco cuando alguien extra se sentó en la mesa mientras chocaba su bandeja ligeramente fuerte, HoSeok se cubrió el rostro casi lanzando un grito de terror y YoonGi tomó el brazo de NamJoon como si este pudiera protegerlo de cualquier golpe. El omega fue el primero en darse cuenta de quién era y miró un poco sorprendido al extraño.
—¿Jeon?
—Hola —saludó como si nada.
Los otros dos miraron con curiosidad y lentamente se reacomodaron en sus puestos, evitando sentirse muy humillados con reacción.
—Eh, hola... —saludó HoSeok. YoonGi sólo hizo un movimiento con su cabeza como saludo.
Ninguno se imaginaba por qué el chico emo se había sentado en su mesa, ¿quizás para decirles que ChanYeol los estaba buscando para matarlos lenta y dolorosamente? ¿Tal vez quería venganza por haber sido abrazado y tirado al piso? ¿Les avisaría que los usaría para su secta? Los tres se estaban haciendo varios escenarios tétricos dentro de su cabeza y JungKook tampoco era de ayuda, se pasó unos cuantos segundos en silencio, sólo mirándolos con sus analizadores ojos redondos. Los tres amigos se sintieron ligeramente desnudos e incómodos.
—¿Qué hacían en el armario del conserje? —preguntó luego de los segundos, haciendo una pequeña mueca de confusión.
Ah... era eso.
—Si la respuesta es muy extraña entonces mejor no me digan.
Los tres intercambiaron miradas, HoSeok lucía confundido y YoonGi aliviado porque no tenía nada que ver con Chan o con una secta. NamJoon quién sabe qué cara tenía, los lentes de sol no se habían movido de su sitio.
—Antes que nada nosotros no hacemos cosas raras en los armarios de los conserjes, no te hagas ideas locas —se decidió por explicar YoonGi—. Sólo nos escondíamos.
Y la curiosidad chispeó en los ojos de Jeon.
—¿De quién?
—¿Por qué quieres saberlo? —inquirió Nam, sus cejas ligeramente fruncidas.
—Curiosidad —soltó como explicación—, pareciera que aquí nunca pasa nada y lo ayer se me hizo graciosamente interesante. También como escuché varias cosas de ustedes tres quise investigar por mi cuenta.
HoSeok frunció ligeramente los labios y se encogió un poco en su sitio, él era quien más le afectaba que las personas hablaran estupideces a sus espaldas, aunque lo negara, y sus dos amigos lo miraron preocupados un segundo. JungKook seguía esperando con ojitos curiosos a que le contaran la historia que había tenido un gracioso desenlace en el armario del conserje.
—Entonces, ¿qué clase de cosas te dijeron de nosotros, chico nuevo? —Kim le lanzó una mirada para que se callara, o al menos así lo interpretó YoonGi, no podía ver sus ojos—. ¿Qué? Quiero saber qué más inventaron de nosotros, así al menos tengo base para romperle las costillas a alguien.
—Seguro, ¿tú en una pelea? Será para que te rompan el culo de muñeca que tienes.
Jung y Jeon se rieron, este último se cubrió su sonrisa para no verse irrespetuoso.
Ese golpe fue directo al orgullo del peli-azul, los comentarios de NamJoon eran suficientes para plasmarle una cara de pocos amigos en segundos. El omega estaba sonriéndole encantadoramente luego, mostrando los hoyuelos que lo hacían lucir como alguien incapaz de matar a una mosca.
—No era necesario el comentario —lo miró con fastidio y luego se dirigió a JungKook—. Habla.
—Hm...
JungKook colocó su índice en horizontal por debajo de su nariz mientras fruncía ligeramente las cejas, los tres amigos lo tomaron como un gesto pensativo.
—Dicen que hacen tríos en los baños —empezó a enumerar con su dedos—, que el omega del grupo les sirve de juguete al beta y al alfa —HoSeok frunció el ceño—, que el único alfa los amenazaba para que estén con él —YoonGi se puso una mano sobre el pecho—, que el alfa hace de omega y el omega de alfa mientras el beta graba —los tres soltaron sonidos de asco—, que el omega en realidad es un alfa pero...
—Bien suficiente, creo que vomitaré —NamJoon intervino, YoonGi se frotaba el tabique y HoSeok se cubrió el rostro con ambas manos pensando en qué había hecho mal para merecer eso—. ¿Con qué tipo de personas te juntaste para escuchar esa sarta de estupideces? —preguntó con un tono ofendido.
—Fue lo primero que me dijeron cuando entré al salón de clase —dijo apenado—. Alguien se me acercó diciéndome que me mostraría el lugar y luego de hablar un rato me contó lo que él considera como "chismes del instituto" —hizo comillas—, y lo siguiente fue una lista de cosas que me pusieron incómodo. Por eso quería saber, los he visto un par de veces y tenía curiosidad.
—Esos rumores son más falsos que la frase "no me gusta SeokJin" que dice el gigante que está aquí —Min señaló a Nam, el omega le golpeó la nuca de inmediato.
—¡Ese comentario no tenía nada que ver! —lo miró mal, cruzándose de brazos—. Y no me gusta SeokJin, idiota.
—¡Ajá! —soltó con escepticismo, el omega estuvo a punto de golpearlo de nuevo.
—Tú... ¿tú no pensaste algo así de nosotros cuando NamJoon y yo te preguntamos sobre unirte al equipo? —esta vez preguntó Jung, ignorando por completo la pelea de sus dos amigos, más preocupado por la idea de que por esos rumores JungKook les haya negado la invitación.
—En absoluto, realmente estoy muy ocupado como para unirme —le sonrió con las mejillas ligeramente rosas—. Yo los vi como personas normales, de hecho.
YoonGi entonces supuso que el joven alfa no era alguien con quien deberían molestarse o cuidarse mucho, JungKook lucía decente y parecía tener más cerebro que los imbéciles que estaban detrás de los rumores. Colocó su mejilla sobre su puño cerrado y lo miró aburridamente, NamJoon murmuraba maldiciones intentando perder su sonrojo de alguna manera y HoSeok le sonreía más tranquilo.
—¿Y qué hacías en el instituto cuando nos escondimos?
—Me quedé porque quería ver los horarios de los clubes y un profesor con el que me encontré me pidió que buscara una escoba para el salón de arte —explicó, Min asintió.
—Bueno, nosotros no escondíamos de ChanYeol —le dijo por fin—. Estábamos... ¿espiando? —miró a sus amigos, esperando estar usando la palabra correcta, ambos asintieron—, a su hermanito. Y ese tipo parece que se inyecta testosterona o algo, porque está loco, y nosotros no queríamos morir. Ya sabes, lo normal.
JungKook miró unos segundos hacia arriba, parecía estar atando cabos sueltos.
—¿Su hermanito es Park JiMin, cierto? —miró al peli-azul.
—Sí, ¿por qué? —automáticamente se puso a la defensiva— ¿Te gusta? ¿Te parece el omega más lindo en la faz de la tierra? —se inclinó hacia delante con una mirada fija, dudando ahora sobre la confianza que desbordaba el mocoso.
NamJoon puso los ojos en blanco.
—Eh, no —hizo una mueca, riéndose luego—. Es decir, es lindo pero...
—Sí, es hermoso —JungKook volvió a reírse.
—Pero no me gusta, en serio —sonrió.
Y el peli-azul se alivió, sería bastante complicado competir contra ese chico lleno de músculos y carita de bebé. Nam tenía razón muchas veces (lo cual no admitiría en voz alta) y una de ellas era que cualquiera un poco más alto que él era perfectamente capaz de mandarlo al hospital con alguna patada o puñetazo muy fuerte.
—¿Has logrado hablar con él? —enarcó una ceja.
—Él va una clase arriba de la mía, el primer día me perdí y le pedí indicaciones, entonces llegó ese tal ChanYeol y me empujó —se encogió de hombros con desinterés—. Le grité un par de cosas y me decidí por buscar mi salón yo solo. Me siento un poco mal por su hermanito, debe ser frustrante.
—Qué triste historia —habló aburridamente NamJoon—. Aunque quien sabe, quizás JiMin pide esa protección extra, no sé, las personas sólo deberían entender las indirectas —ahora miró a YoonGi.
—Ja-ja, ¿desde cuándo te hago caso?
—Pues deberías empezar a hacerlo —defendió HoSeok—, lo que ocurrió ayer fue lo más reciente, pero ¿recuerdas lo que pasó el año pasado? Siempre te metes en problemas por no escuchar, YoonGi.
El peli-azul hizo un ademán como si estuviera espantando un mosquito.
—Silencio, mamá.
—¿El año pasado? —JungKook estaba muy curioso, estos chicos eran interesantes. Se hubiera sentado con ellos desde el principio.
NamJoon lo miró y sonrió en clara señal de que contaría la historia, YoonGi viró los ojos y Jung apretó sus labios en una sonrisa de anticipación.
—Hace un año fuimos a un taller de arte para ganar puntos extra, a YoonGi le pidieron llevar pintura en aerosol y él por idiota compró de la más barata —empezó—. Le dije miles de veces que era una mala idea y claramente no me hizo caso. El día del taller nos pusimos frente a un muro para "dejar volar nuestra imaginación" —hizo comillas—, agitamos las latas y ¡bom!, pintura en la cara de todos —JungKook levantó ambas cejas con una mueca divertida—. Creo que quedé con el pelo verde por una semana y todo lo que comía me sabía a pintura.
—Ew —Jeon hizo una mueca, Nam asintió con los ojos cerrados.
—Yo quedé con el pelo amarillo y YoonGi de naranja —se rió HoSeok, YoonGi tenía cubierto el rostro con sus manos desde que ambos empezaron a contar—. El profesor estaba tan molesto que lo obligó a lavar la ropa de todos y no le dio ningún punto —se carcajeó, JungKook también lo hizo.
—Ah~, mi lavadora quedó hecha una mierda —agregó tristemente, recordando que su madre había dejado de darle mesada para poder comprar una nueva—. ¡Pero en mi defensa...!
Un aroma se presentó entonces en la mesa, frutos rojos dulces fue lo que dejó al alfa ligeramente embobado antes de poder decir algo más. YoonGi miró hacia el origen del aroma ignorando por completo a sus amigos; JiMin se había sentado justo en la mesa de al lado, sostenía un plato con seis pedazos de pizza y de inmediato el alfa pensó que en definitiva era el omega perfecto si se iba a comer todo eso él solo. En su cabeza apareció la fantasía de ambos comiendo hamburguesas enormes con una sonrisa de oreja a oreja en sus caras, la cita perfecta.
La otra opción era que fueran para ChanYeol pero era más bonito pensar en su pequeña fantasía con JiMin.
—¿Y si se sienta con él? —le sugirió JungKook.
—A ver si aparece ChanYeol —agregó NamJoon.
—Es muy arriesgado, sólo salúdalo —quiso sugerir HoSeok.
—¿Me ven como esos juegos ridículos donde hay opción múltiple? —los miró aburridamente.
—Nah, en esos juegos los personajes son bastante atractivos —sonrió encantadoramente JungKook.
—Este niño me cae bien —se rió el omega, cubriendo su sonrisa con su mano.
YoonGi viró los ojos y volvió a mirar a JiMin de manera disimulada, estaba literalmente a cinco pasos de distancia pero no podía decidirse sobre si caminar o saludar desde donde estaba sentado. No tuvo que pensarlo mucho sin embargo, porque el omega había mirado hacia su dirección con su mejilla derecha rellena de comida, las caras de ambos se encendieron y YoonGi sintió su cuerpo entero congelarse.
El alfa apretó sus labios por la tierna imagen del rubio sonrojado y con su mejilla abultada, se encogió un poco en su sitio y saludó con su mano, sonriéndole lo mejor que podía. JiMin cubrió la sonrisa que se le escapó con su manito y terminó de masticar, saludándolo de igual manera.
El corazón de YoonGi dio un vuelco cuando fue correspondido y la sonrisa en su rostro se agrandó hasta el punto de mostrar sus lindas encías, JiMin bajó la mirada mientras se reía completamente avergonzado y justo cuando Min se decidió por abrir la boca para decir quién sabe qué, las piernas de alguien se colocaron frente a su campo de visión.
Escuchó un chillido aterrado de HoSeok y supo entonces quién era. Levantó la mirada y un ChanYeol con los ojos oscurecidos se presentó imponente en su campo de visión.
—¿Qué haces, Min? —su voz sonó dos tonos más grave, rozando la voz de comando—. ¿Ahora acosas también de cerca? —enarcó una ceja en una mueca irónica, también tronó sus dedos mientras el alfa peli-azul tragaba saliva.
Ah, YoonGi en serio no sabía qué había hecho para merecer esto.
—Eh... c-claro que no... —su voz sonó muy poco segura, ChanYeol empezó a fruncir el ceño en enojo.
La tensión era tanta que el pálido estaba empezando a sentirse sofocado, esperando a que lo mataran rápido para no sufrir. Al menos JiMin le había sonreído, podía morir feliz.
—Los odio, de verdad.
Y justo luego de escuchar esa queja, el cuerpo de ChanYeol fue empujado sobre una de las mesas cercanas, sus piernas y brazos enredados en las sillas. YoonGi miró al tipo con los ojos abiertos sin saber qué había pasado y NamJoon lo obligó a pararse de su sitio.
—Corre, corre —empezó a empujarlo, HoSeok los seguía.
Los tres escucharon un gruñido y se giraron con caras de pánico, JungKook estaba más alejado de la mesa mirando lo que sucedía con sus manos extendidas en protección a sí mismo y cerró sus puños cuando ChanYeol le dedicó una mirada de odio que duró sólo dos segundos. Quien lo empujó no había sido el menor y él lo sabía.
—¡No puedo creer que lo hayas empujado!, ¡¿por qué lo hiciste?!
—¡Pues disculpa por intentar hacer algo para salvar tu cara de idiota! —se defendió NamJoon.
—¡No es momento para que se peleen! —los tironeó HoSeok mientras veía al alfa caminar furioso hacia ellos.
Los tres gritaron y salieron corriendo, toda la cafetería los miraba como si estuvieran locos y el pobre omega rubio estaba hecho un ovillo en su puesto, muerto de la vergüenza. JungKook frunció sus cejas cuando vio a JiMin y caminó hacia él sin dudarlo.
—¡Vengan aquí trio de raros! —les gritó Yeol.
YoonGi pateó una mesa que lo golpeó y lo hizo retroceder, de inmediato la rodeó y los tres se separaron. Park corrió detrás de HoSeok y este se lanzó sobre la primera persona que vio para que lo protegiera. El cuerpo del chico se puso a la defensiva para defenderlo pero no hubo necesidad de pelear contra Chan.
—¡Imbécil, por aquí! —NamJoon le lanzó sus gafas de sol, el alfa le gruñó mientras corría hacia él, rompiéndolas con su pie—. ¡Me costaron mucho, idiota! —le reclamó mientras daba pasos rápidos hacia atrás.
HoSeok suspiró y descansó la cabeza sobre el hombro de la persona que lo ayudó, cuando se dio cuenta se separó y su rostro se encendió en rojo fuerte al momento que vio la mirada entre curiosa y confundida de Kim TaeHyung, estaba seguro que el alfa le preguntó si estaba bien pero todo lo que escuchaba eran los gritos internos que hacían por estar tan cerca suyo. ¡¿De todas las personas que estaban en la cafetería se había abrazado justamente a él?! Casi se desmaya.
—¡Quieto, omega! —ordenó mientras caminaba con paso firme hacia NamJoon, este apretó los puños y alentó su paso pero sin detenerse, su cuerpo entero temblando de la rabia por el simple hecho de haber sido obligado—. Dije: ¡quieto, omega!
—¡Quietame esta! —YoonGi lo tacleó, tirándolo al suelo lejos de NamJoon, este lo miró con una mueca de disgusto—. Sí, eso sonó muy estúpido, lo sé —ChanYeol lo agarró de la pierna y jaló hasta que también lo tuvo contra el suelo—. ¡No, no! —empezó a arrastrarse hacia atrás.
Rápidamente se levantó y empezó a correr por la cafetería, ChanYeol lo seguía echando humo por la nariz y gritándole que se detuviera. Para defenderse el alfa más bajito volteó varias mesas y le lanzó las bandejas de la comida ajena, se cayó un par de veces y gritó como niña cuando sintió al más alto a punto de agarrarlo de su camiseta.
—¡Ahg! —se quejó cuando cayó al suelo luego, alguien le había hecho tropezar y miró con rabia al chico que lo hizo. Sin embargo, ChanYeol actuó rápido y se colocó a horcadas sobre él para evitar que se moviera—. ¡Maldita sea, déjame! ¡No he hecho nada! —miró con pánico el puño elevando del alfa mientras intentaba liberarse.
—Cállate y no seré tan rudo contigo —apretó el agarre sobre el cuello de su camiseta y YoonGi escuchó al tipo que lo hizo caerse reírse junto con sus estúpidos amigos.
Cerró los ojos con fuerza y ladeó la cabeza mientras se preparaba para quedar desfigurado, ya no sería guapo y sufriría el resto de sus días por ser un alfa enano y con la cara irreconocible. ¿Quizás su madre lo negaría? Ya podía ver a sus amigos dejarlo solo como el feo que será, ¡muy malditos serían si lo hicieran porque ni siquiera lo ayudaron antes de su sufrimiento! ¡Ahora mismo le vendría bien que noquearan al tipo!
Pero el puñetazo nunca llegó.
Lo que llegó fue un grito bastante agudo y tierno, incluso YoonGi abrió un ojo para ver qué sucedía.
—¡Park ChanYeol, detente en este instante! —sí, era JiMin.
El adorable JiMin que casi no hablaba le estaba gritando a su hermano.
¿Atrás estaba JungKook? Bueno, eso no importaba ahora, el punto es que YoonGi casi se muere de ternura ahí mismo. Quizás no era muy convencional que JiMin sea quien lo salve, pero él aceptaba cualquier cosa, era alguien de probar nuevas experiencias y... Oh Dios, JiMin tenía las mejillas infladas y sus cejas fruncidas, ¡tan lindo!
—¡Ustedes dos! —ambos alfas miraron ahora hacia su costado, la mujer que servía los almuerzos estaba parada al lado de un profesor.
Ah, YoonGi sabía que ese día sería una mierda, ¿para qué se levantó?
—A ver si entendí —el alfa sentado detrás del escritorio los miró a ambos con esa típica cara de no soportar a la juventud de hoy en día—. Intentaste golpearlo porque vio a tu hermanito y tú, YoonGi, no encontraste más solución que correr y tirar abajo todas las mesas de la cafetería, ¿estoy en lo correcto? ¿O entendí algo mal?
—No fueron todas las...
—Min —habló con tono de advertencia.
YoonGi asentía tranquilamente. Ahora que el director lo decía en voz alta, su reacción sonaba más estúpida. Pero ciertamente no era su culpa, de eso estaba completamente seguro. Sus rodillas y codos le dolían, no estaba muy orgulloso al respecto de su huida, pero sí estaba feliz de seguir respirando, con su cara aún guapa y con ningún hueso roto, además de que sus amigos habían quedado exonerados de problemas cuando él respondió por el desastre.
ChanYeol a su lado respiraba fuerte por la nariz, parecía que la rabia de hacía unos minutos no se le pasaba por completo y eso hizo a YoonGi mover su silla un poco más lejos.
—Señor, entiendo que esté molesto, pero aquí claramente se ve quién tiene la culp...
—Min YoonGi, ¿por qué no simplemente se aleja de su hermanito y acabamos con esto? —le preguntó el hombre como si fuera lo más obvio del mundo, el alfa frunció sus cejas—. O al menos hubieran arreglado sus problemas fuera del instituto.
Observó a Yeol un segundo y este le lanzó una mirada rabiosa que lo hizo regresar su vista al frente.
—Escuche, yo realmente no quiero pelear contra Chan —explicó, eso era más fácil que decir que no podía olvidarse de JiMin de un día para otro—. ¿No podemos hablar y ya?
—Oh, bueno, lo siento por usted —YoonGi no entendía qué era lo gracioso cuando el hombre soltó una risa—. ¿Realmente es un alfa?
La pregunta lo dejó en blanco de repente, ¿ese tipo estaba hablando en serio? ¡Él había sido víctima de un ataque sin razón, no se iba a rebajar al nivel de Park! Casi parecía decirle que sus problemas debían ser arreglados a puños como si ellos no fueran personas con cerebro. ChanYeol a su lado también se le hizo gracioso el comentario y se rio de YoonGi.
—Los entiendo, de verdad. Ustedes sólo son alfas jóvenes y deben liberar sus energías con peleas, eso es normal, háganlo, pero no aquí.
Bajó la mirada a sus piernas mientras sentía unas increíbles ganas de mandar todo a la mierda y lanzarle el jodido escritorio justo a la cara.
—Además, ChanYeol sólo estaba defendiendo a su familia, tiene razones.
Estaba molesto, ¿no se suponía que ese hombre era alguien que debía buscar una manera de arreglar los problemas entre estudiantes? Bien, no, ese tipo no era un psicólogo u orientador ¡pero era el jodido director de una institución estudiantil! Con razón hay tantos imbéciles caminando por los pasillos.
Les ofrecía cambiar el lugar de su riña, los incitaba a pelear como si estuvieran viviendo en las generaciones anteriores donde eso era necesario para etiquetar a los «mejores» y «peores». Seguro el imbécil era de esos que usaba sus voces de comando todo el tiempo y tenía un omega que vivía con la mirada clavada en el piso en espera de órdenes, cumpliendo con trabajos caseros y que se encargaba de las crías como si sirvieran únicamente para eso.
Le dio asco.
El tipo seguía hablando, ChanYeol estaba más calmado y YoonGi ahora era el único que sentía una vena palpitar en su frente. No era la primera vez que iba a la oficina del director, pero sí fue la primera vez que lo escuchó soltar tales payasadas. Antes el tipo sólo lo miraba como si fuera un delincuente y luego lo mandaba a limpiar algo, YoonGi estaba un poco descolocado ahora.
—Así que, yo creo que ustedes...
—Sólo deme el maldito castigo para que me largue de aquí.
El hombre detuvo sus palabras para mirarlo con enojo por haber sido interrumpido tan groseramente y a pesar de haber sido regañado como nunca, el alfa no evitó azotar la puerta cuando salió de la oficina.
—¿Qué te dijo? —ese fue NamJoon, HoSeok y JungKook se levantaron de los asientos de espera, curiosos de saber lo mismo que el omega.
—Limpiar la cancha y la cafetería durante esta semana y la próxima —murmuró rabioso, sentándose con frustración en una de las sillas—. Y quiso ser "amable" conmigo, así que empiezo mañana.
Los tres hicieron una mueca por eso.
—Pero no es justo, ChanYeol fue quien empezó —y justo cuando el peli-rosa dijo eso, el alfa salió de la oficina.
Park los miró con algo parecido al desdén durante unos segundos y luego se fue de ahí, YoonGi no vio a JiMin cerca así que supuso que estaba esperando a su hermano en alguna otra parte. Tampoco es como si estuviera muy emocionado de verlo luego del tremendo castigo que le habían dado.
—Sí, fue su culpa, pero estaba defendiendo a su familia, tiene razones —imitó lo que le dijo el director de mierda y Nam lo miró incrédulo, HoSeok frunció el ceño molesto—. Él limpiará la cafetería hoy, sólo eso... —chasqueó su lengua contra el paladar.
—Eso es una mierda —los tres miraron a JungKook—. ¿Qué? Es una mierda, no es justo. Usted no hizo nada.
—Tiré un par de mesas —se encogió de hombros con desinterés—, tampoco es como si me hubiera quedado callado ahí dentro, así que... hm...
NamJoon suspiró con fastidio.
—Ni siquiera preguntaré qué le dijiste —lo tomó del brazo y lo levantó de la silla amistosamente—. Ven, te invito a mi casa a comer y a jugar un poco.
—Seguro, a menos que llamaran a mi mamá —hizo una mueca con sus labios.
—Es obvio que le avisaron —le dijo sin usar un tono que volviera más suave la noticia que ya todos sabían, YoonGi suspiró dramáticamente.
—Estás jodido igual, ¿vamos? —le sonrió HoSeok—. De cualquier manera cuando llegues te regañará, hagamos que tus horas antes de la tortura valgan la pena.
—Con comida —agregó el omega.
—Sí —asintió, luego atrapó al alfa menor mirarlos con ojitos brillantes, parecía que quería decir algo pero se contenía—. ¿Quieres venir también, Jeon?
Ahora JungKook empezó a dar brinquitos.
—Sí, por favor, sí —miró a Nam y se encogió un poco—, p-pero si no quiere entonces está bien, yo... tampoco sé si...
—Ya mocoso —le despeinó—, dije que me caías bien, vamos.
JungKook sonrió en grande y les dedicó una leve inclinación en modo de agradecimiento. Los tres se dieron cuenta entonces que las palabras "emo" y "JungKook" no pegaban para nada, el niño era todo un encanto.
Ese día los tres terminaban temprano y JungKook igual los acompañó a pesar de que le faltaba una clase, al principio no estuvieron de acuerdo por completo pero el menor los convenció con una sonrisita y un buen argumento de que esa era su mejor clase y a su madre no le importaría.
Caminaron entre conversaciones hasta la salida y mientras Min pensaba con qué cosa creativa su madre lo regañaría una vez llegara a casa, no pudo evitar mirar hacia una dirección en específico, sintiendo casi como si algo le dijese que lo hiciera. Se encontró con JiMin al otro lado de la salida diciéndole cosas a ChanYeol mientras el alfa se mantenía recargado en una pared, se veía muy molesto y movía sus manos como si intentara hacerlo entender algo. Entonces el omega también lo miró, callándose y ladeando un poco su cabeza con curiosidad, sus ojos se mantuvieron fijos en el otro unos segundos hasta que ambos rompieron la conexión justo cuando ChanYeol se giró para saber qué miraba su hermanito.
—YoonGi, apúrate —le llamó HoSeok quien ya estaba a varios metros de distancia junto con los otros dos.
—¡Sí! —empezó a caminar—. Lo siento, me distraje.
Lo que YoonGi no vio luego fue que JiMin volvió a prestarle atención una vez su hermano se distrajo, tenía una mueca entre preocupada y curiosa en su rostro mientras se mordisqueaba el labio inferior, sus manitos jugando entre ellas y con las mejillas ligeramente rojas.