Las horas pasaron como un misil, si es posible compararlo de esa manera, Zabivaka despertó percatándose que Rudy lo había hecho hacia una hora aproximadamente. Todo fluyó muy rápido, bajaron a desayunar de nuevo al gran comedor que en esta ocasión como un buen platillo de desayuno ofrecía una selección de tés y a su vez huevos con tocino, yogurt con almendras, entre más variedad de alimentos. Zabivaka no desperdició nada y comió un poco de todo, mientras que Rudy permanecía en una actitud más reservada. Una zona del barco estaba destinada a una especie de centro comercial de dos pisos de altura, para mala suerte de Zabivaka no había ninguna tienda dedicada al deporte, pero encontró una excelente selección de camisas de sus tres colores favoritos que decidió comprar con una parte del dinero que ganó hacía dos días cuando jugó en la ciudad de Varsovia.
-Oye, no te queda nada mal el color blanco con el azul, Zabivaka, en realidad yo prefiero el amarillo pero bueno al menos es tu elección- dijo Rudy buscando unos guantes de su tamaño.
-Si, en realidad casi siempre uso la combinación de estos dos colores junto con el rojo, me pinta muy bien- ambos rieron.
El barco seguía navegando a una alta velocidad, las olas provocadas por la gran tormenta golpeaban con más fuerza el casco del barco y los estruendos se escuchaban seguidamente. Dieron las cuatro y media cuando Zabivaka había terminado de darse un baño, Rudy por su cuenta decidió adelantarse a la tienda de videojuegos mientras Zabivaka estuviese ausente con Hunter. Faltando diez minutos para la hora indicada Zabivaka salió en dirección al punto de reunión, esta vez llevaba una mejor vestimenta, Hunter estaba esperando cuando Zabivaka llegó al lugar.
-Me alegro de verte, amigo, fue una noche terrible, el capitán de este barco está loco, no servirá de nada ir rápido en una tormenta que es mucho más fuerte que los motores de éste barco, pero bueno solo nos queda aguantar un día más para salir de aquí.- Dijo Hunter.
-Yo me acostumbré rápido, no es cuestión de mucho esfuerzo, solo moverse en torno al movimiento del barco y adaptarse al cambio.- Zabivaka comenzó a improvisar el movimiento de barco mientras lo decía.
-¿Qué te parece si recorremos de punta a punta? aunque no me apetece salir a cubierta, no ha dejado de llover desde que zarpamos- Mencionó Hunter llevándose un dedo de su pata a su cabeza para pensar.
-Me parece bien, además es seguro estar dentro, podríamos caer al mar con tan bruscos movimientos- Dijo Zabivaka dando una vuelta al mencionar la palabra movimientos.
Recorrieron el gran salón, Hunter en ocasiones saludaba a ciertas personalidades en polaco y después ruso, pero éste último idioma era el que más hablaba, después encontraron un pasillo recto que conducía al café del lujoso trasatlántico, les fue imposible encontrar un lugar que los llevase hasta la proa del barco, así que decidieron sentarse en una banca en la zona de los ascensores de la cubierta D que pertenecía a la segunda clase.
-Así que te gusta el futbol Zabivaka, dime ¿estuviste en alguna liga?
-No Hunter, de hecho no tenía los recursos necesarios para hacerlo, ni los tengo pues verás soy Huérfano y viví en un instituto hasta la caída de la Unión Soviética, pero en realidad todo lo que sé lo he visto en televisión y lo pongo en práctica yo mismo. Solía haber una cancha en el instituto y salía con el balón de Rudy a practicar los movimientos y trucos que veía en la mayoría de los partidos.
-Maravilloso, Zabivaka, que te parece si vamos a la cubierta F, al parecer hay un gimnasio que me gustaría echarle un vistazo.
Zabivaka se sintió un poco ignorado y confundido ya que quería seguir hablando con dicha personalidad; Hunter. Pero así lo hicieron, optaron por platicar de las maravillas del barco y su gran tamaño mientras descendían por las escaleras de la cubierta para encontrar el gimnasio que no les costó trabajo identificar.
-Bien Zabivaka, como puedes ver al fondo hay una pequeña cancha con un balón, no estaría mal ir a pasar el rato por allá ¿vamos?- preguntó Hunter al mismo tiempo que le daba palmadas a Zabivaka.
-Me parece genial, podré demostrarte muchas cosas que puedo hacer.
El gimnasio era enorme, cientos de máquinas para distintos ejercicios ocupadas por un gran número de pasajeros, a su vez estaba la sección de fitnes, y como Hunter había dicho, al fondo del gimnasio se encontraba una cancha bajo techo con pasto sintético, Hunter tomó el balón y se quitó su chaqueta de cuero.
-Es todo tuyo, Zabivaka, juguemos un poco- Hunter puso el balón en el suelo al mismo tiempo se lo pasó a Zabivaka.
-Hagámoslo, será un placer.
Zabivaka tomó el balón con su pata derecha, al mismo tiempo lo elevó por el aire, dio una media vuelta y de un salto logró enviarlo de nuevo a su nuevo amigo, quien hizo algo similar pero solo con sus rodillas, posterior a ello Zabivaka tomó posesión del balón junto a la pata izquierda de Hunter que intentaba elevarlo para atraparlo con su cabeza.
-Oye, aún no terminaba- Sonrió mientras perseguía a Zabivaka.
Con un intento fallido, Hunter trató de robar el balón a Zabivaka, pero el mismo logró hacer una anotación de gol antes que Hunter pudiera percatarse de aquello.
-Siiiii, ¡El balón de oro es de Zabivaka!- Dijo el lobito mientras se deslizaba por el césped aullando contento.
Jugaron un tiempo hasta que el gimnasio anunció su hora de cerrar, al subir por el elevador Hunter verificó la hora.
-Definitivamente son las nueve y media de la noche, espero que aún quede algo en el comedor- Dijo rascándose La nuca en señal de confusión.
-Yo tengo hambre de pasión, de más juego aunque una hamburguesa no estaría mal- Rieron juntos.
El comedor aún estaba abierto, sorprendentemente no había señales de Rudy y Edmund por lo cual decidieron cenar solos.
-Zabivaka estuve en las ligas mayores de Moscú pero déjame decirte amigo mío.... En mi vida había visto una facilidad de dominación del balón como la tienes tú, me has sorprendido en verdad, cuando llegues a Alemania deberías buscar una inscripción a una liga menor, te vendrá excelente.
-¿En serio crees eso, Hunter? Te lo agradezco, aunque acepto que no me vendría mal un entrenamiento de verdad, pero sigo considerando que me dedicaré al futbol al cien por ciento.
-Es un buen camino el que escoges al igual que una excelente perspectiva amigo mío, verás que llegarás muy lejos mientras creas que puedes hacerlo.
Zabivaka sonrió y terminó su cena, dieron las diez cuarenta y cinco de la noche y salieron del comedor hacia sus habitaciones.
-Un placer, Zabivaka, toma mi número será bueno vernos de vez en cuando en Alemania, me has caído muy bien.
-Tú también, Hunter, cuídate mucho y espero verte pronto, suerte en Alemania.
-Igualmente, Zabivaka.
Agitaron sus patas y se alejaron a distintos pasillos al llegar al extremo de la escalera, el barco dio una tremenda sacudida y las luces parpadearon un poco, Zabivaka cayó de espalda dándose un fuerte golpe en la pata trasera izquierda, pero rápidamente se recuperó del mismo. El pasillo estaba muy solo, pero Rudy se encontraba despierto al momento de entrar a la habitación.
-Ya era hora de que llegaras, amigo, oye quedamos pendientes en una plática ¿recuerdas?- preguntó Rudy al tiempo que estrechaba la pata de Zabivaka.
-Oh por supuesto... Hablábamos de mis amigos del instituto, si fueron muy buenos, solo espero que estén bien, con certeza no puedo confirmar que hayan muerto en el lugar, pero sinceramente me siento muy triste por aquello- Zabivaka se acercó a la ventana bajando sus orejas.
-Oye y ese Husky que conociste ¿cómo era? Me has platicado de Leonard pero de él no- Recalcó Rudy mientras los dos ocupaban un asiento en la pequeña sala de estar.
El barco volvió a dar otra gran sacudida, y comenzaron a escucharse los motores con mayor intensidad, todo comenzó a temblar al mismo tiempo que Zabivaka y Rudy se aferraban a sus sillones, los gritos fuera en el pasillo comenzaron a escucharse al mismo tiempo que las luces comenzaban a parpadear constantemente. Todo volvió a la normalidad en dos minutos después, aunque el resultado del temblor de las máquinas no fue el mejor ya que todo dentro del camarote estaba fuera de su lugar.
-Los empleados lo acomodarán, son los responsables del barco después de todo- Dijo Zabivaka mientras Rudy asintió sonriendo.
-Bueno, en realidad Leonard y yo vivimos juntos en el mismo cuarto cierto tiempo, hasta la llegada de Cosmic, solo que siempre fue muy arrogante ya que siempre presumía que había escapado de un orfanato en Siberia y no le importaba casi nada, era un poco tonto y loco, siempre me molestaba o me hacía bromas junto con sus amigos de los cuartos de al lado. Pero en cuanto concursé para el himno nacional me gané su respeto y comenzamos a ser amigos, todo iba bien hasta que los soviéticos entraron en nuestro territorio y atacaron el instituto, Cosmic era... no te asombres mucho pero era igual a ti, es más Rudy creo que con verte lo estoy viendo a él- Rudy levantó sus orejas en signo de admiración.
-¿Es en serio? ¿Tan parecido era a mí, Zabivaka? En realidad me hubiera gustado conocerlo.
-Espera, Rudy, dijiste que tu hermano vivía en Siberia... Cosmic nació en Siberia el mismo dijo que escapó de esa ciudad, además mencionó haber tenido familia alguna vez solo que....
En ese momento las máquinas volvieron hacer un enorme estruendo, provocando un temblor peor que el anterior, todo se vino abajo y las luces se apagaron por completo, Zabivaka y Rudy observaron que a través del cristal una tempestad de gran magnitud arrasaba el barco, el temblor seguía aumentando su magnitud y los gritos nuevamente fuera del pasillo se escuchaban, Zabivaka corrió para tomar el dinero y su balón, al tenerlos en la pata una gran explosión sacudió todo el barco y las luces volvieron a encenderse, Rudy se había golpeado fuertemente la cabeza y sangre escurría por su pelaje.
-¿Qué es lo que acaba de pasar?- gritó Rudy a punto de llorar.
-Es mejor tranquilizarse...
Una alarma comenzó a escucharse por los altavoces.