Era un día poco común para la modelo después de tener siempre la agenda llena tenía un día libre entre semana por lo que se despertó tarde ese día, aún con su pijama puesto bajo para desayunar para su sorpresa la sala estaba vacío.
-Esto es extraño- se dijo así misma para luego dirigirse a la cocina para prepararse algo para desayunar.
Paso frente a la tabla de actividades y paro en seco al ver que todos estarían ocupados ese día hasta tarde y ella había olvidado marcar que tenía libre.
-Bien no debo perder la calma, debe haber algo para almorzar luego- se dijo tratando de tranquilizarse.
Abrió la heladera sólo encontró algo para desayunar, había suficientes ingredientes para prepararse algo pero no se arriesgaria. Se preparó panqueques y desayuno, al terminar lavo todo lo que había ensuciando y fue la sala, se acostó en el sillón largo y empezó a meditar en voz alta.
-Bien no es tan malo- se dijo tranquila, no era la primera vez que se quedaba sola, pero si lo era desde que llegó a Japón- hay suficiente ingredientes para prepararme algo- las imágenes de lo que había pasado la primera vez que intentó cocinar algo vinieron a su mente- bueno eso tal vez fue porque estaba con ellos- se dijo tratando de animarse, pero luego recordó la vez que casi quema su casa por quedarse dormida mientras cocinaba, si no fuera por que su amigo llegó a visitarla ella tal vez no estaría acostada ahí en ese momento- bien definitivamente cocinar no es una opción.
Se quedo mirando el techo un largo rato tratando de pensar que haría, se levantó de golpe una idea había pasado por su cabeza.
-Tal vez tengan comida instantánea en la alacena.
Fue rápidamente a la cocina y empezó a buscar por todos los muebles en busca de algo que pueda hacer sin mucho esfuerzo.
No encontró nada.
-Pensándolo mejor, con lo poco que conozco a Ukyo tal vez piense que eso no es sano y nutritivo así que no los compra.
Volvió decepcionada al sillón nuevamente con la mirada en el techo.
-A estas alturas tengo tres opciones- se decía a sí misma, estar en un lugar tan silencioso la ponía incómoda- puedo ir al almacén a comprar comida instantánea o irme a algún restaurante a comer sola- para ambas opciones tenía que ir a cambiarse y salir de la casa así que no le convencía del todo- o también puedo pedir comida y que me lo traigan acá, no tendría que salir de casa ni cambiarme, bien, decidido comida rapida será- se volvió a levantar animada- ahora ¿Donde guardan los números del delivery?- se cuestionó dudosa.
Luego de un largo rato buscando los dichosos número los encontró en una agenda cerca del teléfono, un lugar más obvio imposible.
-¿A quien se le ocurre dejar los números anotados en un cuaderno a lado del teléfono?- dijo frustrada busco en todas parte y en todos los pisos sin entrar a ninguna habitación antes que mirar cerca del teléfono.
Aún faltaba para la hora de almorzar así que no había apuro en llamar por lo que después de mirar la lista de números y decidirse por uno volvió a dejar la agenda en su lugar y fue a poner música, la casa era demasiado silenciosa y eso le incomodaba demasiado.
El día paso muy rápido para ella también fue aburrido se la paso jugando y escuchando música hasta que se cansó, por lo que decidió explorar la residencia a ver que encontraba que pudiera entretenerla hasta la llegada de alguno de los hermanos, los cuales no deberían de tardar en llegar.
Luego de husmear por casi toda la casa ya que no se atrevió a entrar a ninguna habitación o mejor dicho lo dejó a la suerte, si la primera puerta estaba abierta miraría en todas los cuartos, pero si estaba cerrada con llave lo tomaría como una señal para no entrar en ninguna y así fue para la fortuna de todos la habitación de Azusa estaba cerrado, por lo que desistió de la idea de entrar en los demas cuartos.
-Lo único que encontré de interesante fue los álbum de fotos- decia bajando las escaleras para regresar a la sala- bien, echemos un vistazo a la infancia de los Asahina tal vez encuentre algo interesante.
Al llegar a la sala se acomodó en sillón y empezó a ojear las páginas de aquel álbum.
-Pero que bonito ¿Quien será?- se cuestionaba mientras veía la foto de un bebé.
-¿Será Wataru o Fuuto?- se quedo observando detenidamente- ¡Oh! ya se es Masaomi- seguidamente saco una foto con su celular- esto quedará para el recuerdo.
Seguía pasando página del álbum cuando una foto llamó la atención de la modelo.
-Son Masaomi y Ukyo se ven tan lindos- decia mientras volvía a sacar fotos con su celular.
-Es Miwa con Louis en su regazo, esos son los trillizos, así que ese es su color natural de cabello-miró detenidamente la fotografía- ¡Oh no!, este es Hikaru no puede ser, tengo que mostrarle esta foto a Leo- dijo mientras sacaba la foto del álbum para poder tener una buena foto de cerca- pero tal vez se enoje si le muestro, mejor lo dejó para mi.
-Esté es Louis se ve tan tierno y estos son Tsubaki y Azusa se ve que siempre estaban juntos.
-Yuusuke de bebé se ve tan chiquito y su cabello es rojo natural creí que se lo pintaba- decia con asombro pasando la siguiente página.
-Esto es cuando Masaomi se graduó no ha cambiado nada igual que Ukyo.
-Hikaru cuando tenía el cabello corto no le queda mal, pero lo prefiero como lo tiene ahora- dijo sacándole una foto- Tsubaki siempre fue animado pero Natsume y Louis se ven muy tranquilos y por alguna razón Kaname parece un playboy.
-Se ve que siempre se llevaron bien entre todos, este debe ser Fuuto, es el penúltimo y este entonces es Iori- decia mientras señalaba con su dedo.
-Esto debió ser en alguna clase de deportes, siempre salen juntos.
-Al parecer siempre les gustó los videojuegos, Subaru se ve que estaba apegado a Natsume.
-Hasta hacía ejercicio con él, igual que Yuusuke.
El tiempo había pasado más rápido de lo que creía mientras miraba los álbum con curiosidad, las fotografías que más le gustaba terminaba sacándole foto desde su celular todas destinadas a una carpeta de recuerdos de los Asahina, antes que pudiera darse cuenta se había quedado dormida con los álbum a su alrededor y la música aún sonando desde el equipo.
Cuando el sol ya se había puesto y las estrellas brillaban en el cielo, algunos hermanos regresaban a la casa.
-¿Entonces me dirás que sus labios no son suaves?- decia el escritor mientras sonreía burlonamente a su hermano mayor.
-Eso ya lo debería saber tu- respondía con molestia el abogado, el peli-naranja cada vez que podía sacaba el tema sólo para molestarle.
-Oh si, lo se y muy bien ella es bastante cariñosa cuando te toma confianza- su voz realmente irritaba al rubio quien no podía esperar que el ascensor abriera sus puertas.
Para su suerte el ascensor había llegado a su piso y salió prácticamente disparado de el, no queria escuchar a su hermano jactarse de la "bonita e íntima" amistad que tenía con la albina.
Cuando ambos salieron escucharon la música que venía de la sala.
-Que raro creí que todos vendrían tarde el día de hoy- dijo el rubio dirigiéndose a las escaleras.
El peli-naranja reconocía la canción que sonaba, era de un grupo que le gustaba a su amiga.
-Llegó temprano- se dijo a sí mismo antes de seguir al mayor.
Al llegar a la sala pudieron observar a la modelo durmiendo en el sillón con los álbum dispersos a su alrededor y una consola de juego aún conectada a la televisión.
-Creí que llegaría hasta después de las nueve- decía el mayor llevando las bolsa de las compras en la cocina.
-Al parecer tuvo mucho tiempo libre- dijo el escritor acomodando los álbum en la mesa.
En ese momento llegaron los gemelos quienes traían a rastra a su trillizo.
-Ya llegamos y trajimos a Natsume- gritó el peli-blanco bajando las escaleras.
-Bienvenidos- le dijo el mayor saliendo de la cocina mientras se colocaba el delantal.
-¿Estaban viendo los álbum?- cuestiono el peli-naranja.
-Nosotros acabamos de llegar- respondió el escritor tomando el último de los libros de las manos de la modelo que aún dormía pacíficamente.
-¿Entonces Alessia estaba viendo las fotografías?- pregunto el peli-negro observando a la joven que dormía en el sillón.
-Así parece, tal vez llegó temprano y como no había nadie empezó a husmear los estantes- volvió a responder el escritor.
-También estuvo jugando con la consola- comentó el abogado mirando la pantalla de la televisión que decía "Gamer Over".
-Esperen Azusa ¿Ese no es el juego que salió hace unos meses y que no pudimos conseguir?- preguntaba emocionado Tsubaki.
-Si lo es- respondió el mencionado agarrando el estuche del juego- pero esto esta en inglés- terminaba de decir algo desanimado.
-¿Qué? No puede ser- dijo el peli-blanco tomando de la mano de su hermano el estuche- no puede ser, creí que podríamos jugarlo.
-Les puedo traducir a medida que juegan ¿Si quieren?.
Todos voltearon a ver a la modelo quien se desperezaba tranquilamente mientras frotaba sus ojos para despertarse mejor, ante sus ojos ella se veía muy tierna.
-¿Qué hora es? ¿Cuanto tiempo dormí?- decia mientras abría sus ojos y miraba la hora en su celular- dos horas no fue tanto- miró a los hermanos- ¡Ah!, buenas noches ya regresaron- dijo con una sonrisa y luego miró al trillizo- ¡Oh!, hola Natsume tanto tiempo ¿Cenaras con nosotros?
-Si, Tsubaki y Azusa insistieron en traerme.
-¡Que bien!
-Alessia ¿En serio me traduciras lo que dice mientras juego?- pregunto Tsubaki acercándose a la joven.
-¿Eh? Si, si, claro no tengo problema con ello- respondió algo confundida pues lo de antes había dicho aún adormecida.
-Siii podré jugarlo al fin- dijo abrazando a la modelo.
-Tsubaki dejala la vas a asfixiar- decia su gemelo antes de golpearlo pero la modelo lo detuvo.
-Tranquilo Azusa no me molesta.
El peli-blanco le saco la lengua a su hermano en señal de victoria.
-¿Siempre son así?- pregunto el peli-naranja al escritor algo molesto por la cercanía de su hermano con la albina.
-¿Ellos? ¡Oh no!, no son así tranquilo a Tsubaki le gusta pegarse a Alessia en cualquier oportunidad y a ella no le molesta, después de todo ella también es así conmigo- le respondió con malicia y con una sonrisa burlona su hermano mayor.
-¿Eh? ¿Ustedes ya se conocían?.
-¿No sabías? Crei que ya te lo habrian dicho.
-No, ellos no me dijeron nada.
-Oh bueno el caso es que la conozco desde hace dos años, pasamos mucho tiempo junto cuando va a Italia o yo voy a Francia.
-Ah ya veo ¿Entonces están saliendo?
Él sonrió y el peli-naranja sintió una punzada en el pecho.
-No hace falta que pongas esa cara no estamos saliendo, aún así que puedes estar tranquilo.
-¿Aún?-alzó las cejas.
-No pienso entregarla a nadie hermanito.
-Yo no me daré por vencido tan fácilmente- dijo serio mirando como la modelo traducía el juego a Tsubaki.
-¿Entonces es una declaración de guerra?- decia mirando a su hermano, le sorprendía que fuera tan directo, aunque sabía que los demás también entrarían en la batalla, nadie lo había dicho tan abiertamente- bien, siendo así necesitarás suerte eres el único con desventaja en esta guerra.
-No necesito vivir acá para ser cercano a ella- dijo confiado pues no perdería tan rápido.
-Siendo ese el caso, que gane el mejor.
Su conversación fue interrumpida por la modelo que los llamó a ambos para que vieran el videojuego que estaban jugando.