Hola de nuevo. Siento la paciencia impuesta a la que os tengo sometidas, pero la inspiración no acude siempre que la llamo y esta vez ha tardado demasiado. Este capitulo es más largo ya que en un principio tengo intención de que el próximo sea el último y así no dejaros a medias mucho tiempo más.
Gracias por la espera y rezo para que la historia merezca vuestra paciencia infinita. Y también gracias por todos los comentarios, por los comentarios y por los ánimos.
-Peter, pero... estabas muerto.-
-Siento decepcionarte, pero estoy más vivo que nunca.- se acercó a ella y le mostró su sonrisa mientras el estomago de Lena amagaba con revolverse.
-No lo entiendo.-
-Tan lista para unas cosas y tan tonta para otras.-
-Peter, no sé cómo has llegado hasta aquí sano y salvo. Pero aunque no lo creas, me alegro, yo en ningún momento le dije a mi madre que te quería muerto. Solo quería que te asustaras.- Lena intentaba justificarse para evitar su venganza. –Tampoco pretendía que te dieran la paliza que... pero espera un momento, no tienes ninguna marca.-
-Siempre quise ser actor, pero me gusta más el dinero que la fama. Tu madre fue la que insistió en hacer toda esa pantomima, a mi me hubiera bastado con darte un guantazo para que se te quitara la tontería de juntarte con extraterrestres.-
-¿Mi madre y tú lo orquestasteis todo?- Lena se quedó pensativa, aun le costaba procesar la información. –Entonces, ¿te convenció para que te unieras a CADMUS?-
Peter emitió una sonora risa que retumbó en los oídos de Lena.
-Mi historia con Lilian viene de lejos, ambos creamos la organización al poco de morir tu padre. Aunque estuvimos a punto de deshacer nuestra asociación cuando tu madre descubrió que me gustaba divertirme demasiado molestándote. Supo solucionarlo a tiempo, no le interesaba perderme como aliado, te mandó a un internado y se solucionó el problema. Como vulgarmente se dice, muerto el perro se acabó la rabia.- Peter la volvió a mirar con autosuficiencia. - Si Lilian no te hubiera alejado de mí tan pronto, te hubiera podido domar y ahora serías de los nuestros, como Lex.-
-Lex está en la cárcel.- contestó con furia.
Peter se acercó a Lena y le alzó la mandíbula con fuerza para obligarla a que le mirara a la cara.
-Tú no estás en mejor posición que él.- Lena intentó golpear a Peter para alejarlo, pero el hombre que había tras ella se lo impidió. -Tu madre siempre ha estado decepcionada contigo y aun así intentó por todos los medios que te unieras a nosotros sin hacerte daño.- Peter cambio el tono de rabia por otro más condescendiente y se volvió a alejar de ella. -Tras un oportuno retorno por negocios, Lilian pensó que haciéndote el favor de librarte de mí te comportarías y nos ayudarías, pero se equivocó. De hecho todos lo hicimos, creíamos que serías más débil y te subestimamos.-
-¿Mi madre sabía que habías vuelto a la ciudad y que me estabas acosando?- preguntó asombrada.
-Tu madre se aprovechó de la poca tolerancia que me tienes para intentar que te vinieras a bajo y que le pidieras ayuda. Digamos que fui más expeditivo de lo que a ella le hubiera gustado.-
-No me puedo creer que mi madre lo aprobara.- comentó con tristeza.
-Me da igual lo que te creas o no. Y basta ya de chácharas y comencemos a hablar de negocios.-
-Pocos negocios voy a poder a hacer desde esta posición.-
-No te equivoques, estás en una posición privilegiada, si no te necesitara ya me habría desecho de ti.-
-¿Qué necesitas de mí?-
-Por tu culpa nuestros mejores ingenieros han muerto o están arrestados, así que tengo que echar mano de la mejor ingeniera que conozco y que está acostumbrada a lidiar con tecnología alienígena.-
-Ya no tengo el isotopo.-
-A la mierda ese isótopo. Ya le dije a Lilian que era un plan demasiado ambicioso, que primero teníamos que deshacernos de Superman y Supergirl.-
-Nunca os librareis de ellos.-
-Claro que sí querida y tú nos ayudaras a lograrlo.-
-Nunca.- insistió alzando la voz.
Una sonora bofetada retumbó en la sala y Lena se tocó la cara comprobando que el labio no le sangraba.
-No me asustas.-
-A estas alturas te creo, Lena. Pero también creo que aun estás aturdida y que debía despertarte para que seas consciente de lo que puede sufrir tu amiguita.-
-¿Mi amiguita?- Lena de repente cayó en la cuenta de que estaba con Kara cuando se desmayó, en ningún momento había pensado que a ella le hubiera podido ocurrir algo. –Kara, ¿qué habéis hecho con Kara?- preguntó asustada.
-De momento nada, todo dependerá de ti.-
-No pienso hacer nada hasta que no sepa si está bien o no.-
-Aquí no eres tú quien da las órdenes. Lena, me estoy intentando comportar contigo porque te necesito en plenas facultades, pero no haré lo mismo con Kara. Kara Danvers, tu novia, tu amante o tu zorra, no sé lo que sois, pero sí sé que esta vez no hemos cometido ningún error.-
-Dejadla libre y haré lo que me pidáis.-
-Haz lo que te pedimos y la dejaremos libre.-
-¿Qué queréis que haga?-
-Quiero que termines de armar un proyectil y hagas los cálculos necesarios para que llegue a la estratosfera y explosione.-
-¿Con qué fin?-
-El proyectil contendrá kriptonita y con la explosión el polvo de kriptonita se mezclará en la atmosfera haciendo que nuestros amigos de acero pierdan todos sus poderes.-
-Es una locura. No voy a hacerlo, tendréis que matarme antes de que consigáis que os ayude en esto.-
-Querida Lena, ¿sabes lo mejor de todo?- Ésta negó con la cabeza. –Que no necesito tocarte ni un pelo para que hagas lo que quiero. Pero no sé qué pensará Kara al respecto cuando sea ella la que sufra las consecuencias de tu testarudez.-
-Deja que Kara se vaya por favor, esto es solo entre tú y yo.-
-Necesito asegurarme de que no nos vas a traicionar de nuevo, así que esto no es solo entre tú y yo. Tú has hecho que tengamos que involucrar a terceras personas.- Se separó un poco y se dirigió hacia sus hombres. -Traedla.- Ordenó Peter haciendo caso omiso a las súplicas de Lena.
Kara llegó andando empujada por un hombre que la agarraba del brazo para hacerla entrar en la habitación.
Intentó encararse contra él, pero se tranquilizó cuando vio a Lena sana y salva, al otro lado de la habitación mirándola de forma preocupada.
-Kara, ¿Te han hecho algo?, ¿estás bien? -
-Como digas algo le partimos la cara a Lena.- le susurró el hombre que aun la tenía agarrada por el brazo.
Kara se limitó a asentir e intentó sonreír levemente para que Lena no se preocupara.
-No te preocupes, está bien, la hemos tratado de forma educada. Pero recuerda que su vida depende de ti. Si desde un principio hubieras hecho caso a tu madre, nada de esto estaría pasando. Yo me habría divertido un poco contigo pero me habría cansado enseguida, no habríamos secuestrado a la agente del DEO, ni te habríamos secuestrado ni a ti, ni a tu novia. Por tu culpa estamos en esta situación y lo peor de todo es que tu madre se ha ido a la tumba sabiendo que su hija la ha traicionado.-
-Yo no quería traicionarla, pero mi conciencia difiere de la de mi madre. Se lo explicaré todo cuando...- Lena frenó sus palabras en seco y analizó lo que le acababa de decir Peter. -¿Tumba? ¿De qué estás hablando?-
-Ah, se me había olvidado un pequeño detalle. Tu madre ha fallecido esta mañana.- dijo casi con desprecio.
–Mientes.- aseveró convencida.
-Ojala. No ha sido una decisión fácil. Tu madre era una gran mujer e hizo mucho por la causa. Pero aunque no lo quería admitir tenía una gran debilidad y esa eras tú y su confianza en que te acabarías uniendo a nosotros. Debíamos evitar que llegara a hablar con el DEO cuando se enterara de que te habíamos secuestrado. Enseguida habría atado cabos y habría sabido que había sido más expeditivo en mis métodos. Nuestro topo tuvo que actuar enseguida, de hecho él dio su vida por la causa.-
-No te creo.- repitió con lágrimas en los ojos.
-No me importa. Tampoco tendría porque mentirte, con Kara me sobra y me basta para poder manipularte a mi antojo.-
-Lena, no le hagas caso.- interrumpió Kara que había estado callada hasta ese momento. -No sé qué es lo que quieren pero no dejes que jueguen contigo, tu madre está bien y yo estaré bien.-
-Luke, ¿no te he dicho que la quería callada?-
-Sí jefe.-
Luke obligó a Kara a sentarse en una silla para evitar que hiciera cualquier tontería cuando Mike entrara en acción. Mike miró a Peter, se acercó a Lena y sin mediar palabra le dio con la culata de la metralleta en el estomago, dejándola por unos segundos sin respiración.
-Cabrones, dejadla en paz.- gritó Kara intentando levantarse pero siendo frenada por Luke.
-Tu novia no parece entender el castellano.- Mike cogió la melena de Lena y le levantó la cabeza mientras ésta aun se retorcía de dolor. –Pero acabará por comprenderme.- terminó diciendo mientras le asestaba una bofetada con el reverso de su mano.
Luke se acercó al oído de Kara y la intentó tranquilizar.
-No compliques más las cosas y mantente callada, ninguno de los que estamos aquí hablamos gratuitamente.-
Kara se mordió el labio y respiró varias veces intentando tranquilizarse, no había podido contenerse y por su culpa Lena estaba sufriendo las consecuencias.
-Kara, estoy bien.- es lo primero que dijo Lena cuando pudo retomar el aire.
-Sentadla bien, aún tardará un rato en respirar sin dolor.- ordenó Peter disgustado. –Mi paciencia tiene unos límites muy cortos y a cada segundo que pasa se va acortando más. Lena ya sabe que no debe sobrepasarlos, tú Kara lo aprenderás rápido.- dio un par de vueltas y continuó con su serenata. –La labor de ambas está muy bien definida. Lena, tú solo debes armar el proyectil con la Kriptonita y calcular la trayectoria correcta. Y tú Kara te mantendrás callada y dócil como mera espectadora, a no ser que Lena no quiera colaborar, que entonces te convertirás en la protagonista. ¿Os ha quedado claro?-
-Peter, déjala marchar y te prometo que haré lo que quieras.-
-Lena, si me lo vuelves a repetir os separaré a las dos y créeme que será peor lo que creáis que os estoy haciendo que lo que os haga en realidad.- marcó una pausa dramática y matizó sus palabras. –Aunque igual no, soy muy imaginativo cuando me interesa.-
Peter se sentó enfrente de Lena y comenzó a rozarle la pierna con su mano.
-Lena, quiero que seas sincera conmigo.-
-No me toques.- contestó firme, apartando la pierna.
-¿Vas a darme problemas con lo que te he pedido?- preguntó sin inmutarse.
-No sé si puedo ayudarte a matar a Supergirl y Superman.- Lena se aseguró de decirlo en un tono más alto para que Kara escuchara los planes de Peter.
-Has sido sincera y lo respeto, pero yo también tengo que ser sincero. Y me temo que si no te ves capaz de matarlos tendrás que ser capaz de ver como torturamos a Kara y créeme cuando te digo que acabarás por sucumbir y por ayudarnos. Así que el final será el mismo, pero Kara habrá sufrido en vano por tu testarudez.-
-Lena, no les ayudes.- gritó Kara. Aunque ella sufriera tenía que intentar salvar a Superman.
Peter miró con furia la interrupción de Kara y se levantó de la silla.
-Mike, procura que no sangre.-
Mike parecía esperar con ansia a que Kara hablara solo para poder golpear de nuevo a Lena. El brillo en sus ojos se acentuó cuando volvió a abofetear el rostro de Lena, pero se le notaba contenido en su forma de actuar.
-A tu novia le está costando aclimatarse a unas sencillas órdenes. Yo no quiero que sufras, pero no podemos ser permisivos con la desobediencia. Ya sabes que siempre me ha gustado que las cosas se hicieran a mi manera.- Se acercó a Kara por detrás y le puso las manos sobre los hombros. –Kara, no sé qué vamos a hacer contigo, estás siendo más rebelde de lo deseado.-
Kara apretó los músculos de su mandíbula y se obligó a no volver a hablar.
-Estás tensa y eso hace que te desconcentres en tu única labor de mantenerte en silencio.- Peter comenzó a darle un pequeño masaje en los hombros y poco a poco fue bajando por los brazos.
-Peter, si quieres que te ayude apártate de ella.- dijo Lena rápidamente.
-Que poco has aguantado, creo que nos vamos a entender bien.-
Lena se levantó, Mike intentó detenerla pero Peter le hizo una señal con la cabeza dándole a entender que le dejara libertad de movimientos.
-Peter, te ayudaré. En estos días he sufrido más de lo que puedo soportar y estoy cansada de todo esto, agotada de intentar luchar por todos excepto por mí. Pero quiero pedirte dos favores.-
-No estás en posición de pedir nada.- contestó arrugando la nariz.
-Lo sé y aun así lo hago porque yo también quiero que todo esto sea fácil.- Lena miró a Peter que seguía en silencio y decidió continuar con cautela, midiendo sus palabras. –Lo primero que quiero pedirte es que empecemos con todo esto mañana. Estoy agotada y aun tengo la mente algo aturdida. Si quieres déjame los planos y les voy echando un vistazo o...-
-No.- dijo tajante.
-Estoy agotada Peter.- insistió.
-No a dejarte los planos. Sabrás lo mínimo que necesites saber y siempre habrá alguien vigilando todos tus pasos. Pero sí, te concedo empezar mañana, no quiero errores que nos retrasen.-
-Gracias.-
-¿Y lo segundo?-
-Quiero que Kara y yo estemos juntas en todo momento.-
-Que bonito, las tortolitas quieren estar juntitas.- se burló.
-No me fio ni de ti ni de tus hombres.-
-De acuerdo.- Se acercó a Lena y la agarró con fuerza del cuello. -Pero como te salgas de mi guión ni un solo milímetro, la cosa se pondrá más peliaguda, querida.- le dio un beso en los labios, que Lena aceptó con asco y se separó mirando a Kara con malicia. -Llevadlas a las dos a la habitación de Lena.- ordenó a sus hombres. –Descansad, mañana empezaremos temprano y será un día movidito. Quiero terminar con esto en un par de días como mucho.-
Mike agarró el brazo de Lena y ésta hizo el acto instintivo de intentar soltarse, lo que hizo que el agarre fuera más fuerte y brusco.
Luke ayudó a Kara a levantarse y la frenó cuando intentó encararse con Mike.
-Kara, no compliques las cosas. Aunque no te lo parezca Mike se está conteniendo y solo necesita una pequeña excusa para saltar del todo.-
Kara lo miró a los ojos y se preguntó qué hacía aquel hombre con esa chusma, parecía buena persona y aun así las tenía retenidas contra su voluntad. Se levantó sin causar problemas y acató con sumisión todo lo que le decían aquellos dos hombres.
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-Recapitulemos los pasos de Peter y Lilian por separado a ver si lo he entendido.- dijo Alex mientras daba vueltas por el despacho. –Por lo que sabemos, Peter vino a la ciudad por negocios y se reencontró con Lena, a la que había maltratado de niña y ahora había vuelto a acosar.-
-Por otro lado Lilian llevaba bastante tiempo sin comunicarse con su hija y cuando lo hace es para pedirle el isótopo.- continuó Maggie.
-Entonces Lena la rechaza y es cuando Lilian esconde el móvil en el sofá.- hizo una pequeña pausa y continuó. –Un teléfono con un único fin, la llamada de Peter que presuponemos era para amenazarla.-
-Pero ya la había amenazado anteriormente, ¿por qué usar ese método?-
-Le gustaba humillarla, así que supongo que lo hizo para mostrarle el poder que tenía. Aun cuando a él ya no se le permitía el paso a sus oficinas, podía acosarla a través de tretas de negocios o con un móvil escondido.-
-La llamada ocurrió después de que te secuestraran y exigieran que Lena llevara el rescate. Quizá sabían a través de Billy que Lena aun era reticente a ayudarnos y decidieron usar de nuevo su miedo hacia Peter. Si veía que ella no era capaz de alejarlo, igual otra persona lo haría. Su madre ya los había separado en su niñez.-
-Es enfermizo, pero todo cuadra y nos lleva a pensar que Peter y Lilian trabajaban juntos de alguna manera.- concluyó Alex parándose en seco detrás de Maggie que seguía sentada al ordenador.
El despacho se quedó en silencio mientras ambas seguían pensando en lo que acababan de descubrir. Alex le acarició los hombros y Maggie tomó una de sus manos y la besó.
-Danvers tienes razón, pero hay algo que no me acaba de cuadrar. Porque si Peter y Lilian trabajaban juntos, eso quiere decir que quizá hay una tercera persona que quiere el control de CADMUS y es la misma que mató a Peter y que dio la orden de matar a Lilian.-
-No tiene sentido esa teoría. Lena me dijo que su madre fue quien había dado la orden de matarlo.- matizó enseguida.
Maggie se levantó rápidamente, fue a su cazadora para recoger el teléfono móvil y volvió a sentarse tras la mesa.
-¿Han encontrado el cadáver de Peter?- preguntó mientras lo conectaba al ordenador de Lena.
-No lo sé Maggie. No lo relacionamos con Lilian en ningún momento, ni siquiera sé si el DEO sabe que CADMUS lo había secuestrado. Íbamos a hablar hoy con Lena y yo tampoco he tenido tiempo de hacer mi informe.-
-Necesitamos saberlo, pregúntale a Winn.- insistió de forma nerviosa.
-¿Qué ocurre?-
-Como ya no lo necesitábamos no lo había vuelto a comprobar. Pero acabo de acceder a mis datos sobre el GPS de Peter y me indica que el coche se ha movido en estas últimas horas.-
-Puede que otra persona lo haya cogido. ¿Dónde está ahora?-
-Ahora está inoperable. Pero puedo saber el recorrido que ha hecho en estas últimas horas. ¿Y si fingieron la muerte de Peter? ¿Y si todo fue un montaje?-
Alex llamó rápidamente a Winn y le dio los datos de localización del GPS.
-Winn me ha dicho que no había rastro del cuerpo de Peter.- le comentó a Maggie tras colgar. –Pero tampoco lo buscaban, así que tienen que seguir rastreando la zona.-
-No creo que lo encuentren. El GPS muestra que el coche de Peter se encontraba aparcado cerca de la nave donde supuestamente lo mantuvieron secuestrado y que tras varias horas el coche volvió a su casa. Además, hoy por la mañana ha estado en la calle donde vive Lena y muestra el mismo recorrido que el camión de la mudanza que secuestró a tu hermana.-
-¿Y la última señal?-
-La señal despareció justo en el mismo momento en que Winn perdió el contacto con el rastreador de Kara.-
Alex miró su móvil al notar que le había llegado un mensaje y se lo enseñó a Maggie.
-Winn me lo acaba de mandar. Foto de esta mañana a través de una de las cámaras de seguridad de un comercio.- amplió la imagen y ambas se miraron. -No hay duda de que es Peter quien conduce su coche.-
-Llamaré al DEO para que vayan inmediatamente a sus oficinas. Nosotras deberíamos ir al despacho a ver si podemos conseguir recabar más información y localizar el coche.-
-Cada vez estamos más cerca Danvers, las encontraremos.-
Maggie la besó en los labios y Alex la miró con una sonrisa llena de esperanza.
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Lena y Kara entraron en el cubículo en el que se había despertado Lena hacía unas horas y se quedaron en silencio mientras dos hombres que no habían visto nunca les tiraban al suelo una almohada y un par de mantas.
Esperaron a que las dejaran a solas y sin mediar palabra se fundieron en un largo abrazo.
-Lo siento.- empezó a decir Kara entre sollozos mientras escondía su cara entre el cabello de Lena. –Te están haciendo daño por mi culpa. Lo siento mucho, soy una tonta.- Toda la culpabilidad por haber sido tan confianza con sus poderes, salía ahora a borbotones.
-Kara, no es culpa tuya, tú no eres la que me golpeas. Estoy bien y pronto lo estaremos las dos.- se separó un poco, la miró a los ojos y la besó levemente en los labios. –Supergirl nos sacará de aquí.- terminó susurrando.
-Yo no soy tan optimista, solo espero que...-
La puerta se abrió interrumpiéndolas y Mike entró seguido de los dos hombres que habían conocido anteriormente.
-Kara, ¿cuándo se te meterá en esa cabeza tuya que aún no te hemos dado permiso para hablar?- dijo Mike con la mirada encendida. –Sujetadla.-
Ambos hombres sujetaron a Kara y Mike se acercó a Lena que se mantenía altiva, tensando los músculos preparándose para el siguiente golpe.
Sacó una porra extensible y la golpeó en el estómago haciendo que Lena se agachara retorcida de dolor y aprovechando esa posición le asestó otro golpe en la espalda haciendo que cayera al suelo.
-La próxima vez seré más imaginativo, así que portaos bien. Y recordad que estáis vigiladas en todo momento, no me hagáis entrar aquí de madrugada, tengo mal despertar.- Se dirigió a Lena y le escupió en la cara. –Supergirl mañana estará muerta.-
Mike hizo un gesto de retirada y ambos hombres soltaron a Kara sabiendo que no se rebelaría.
Antes de que cerraran la puerta Kara se agachó deprisa para socorrer a Lena que se estaba limpiando los restos de su humillación.
-Estoy bien Kara.- la tranquilizó. –Dame unos segundos para recobrar el aire.-
La ayudó a sentarse en la cama y le levantó un poco la camisa comprobando que había sendas marcas rojas en abdomen y espalda.
-No me ha golpeado tan fuerte como puede parecer. No les interesa romperme una costilla.- Intentó ponerse de pie y Kara la frenó señalando la cama. –Te agradezco que intentes ayudarme, pero aun no me voy a tumbar, necesito unos segundos para ordenar mis ideas, apenas he tenido un pensamiento lúcido desde esta mañana.- intentó sonreír pero su rostro reflejaba una evidente preocupación.
Lena siguió sentada pero apoyó los codos en sus rodillas y enterró su cara entre sus manos. Kara se quedó unos segundos mirándola, impotente por no poder ser de más ayuda, se planteó sentarse a su lado, pero no podría hacer mucho y Lena necesitaba su espacio. Recogió la almohada y las mantas del suelo y las colocó en la mesa, más tarde las extendería en el suelo y dormiría ella allí.
Un llanto apenas reprimido rompió el silencio de la habitación y Kara se giró rápidamente para descubrir que Lena se tapaba la cara para intentar que no la viera. Se sentó rápidamente a su lado y la abrazó de medio lado, apoyándose en su hombro, acariciándole la espalda, dejando que siguiera tapándose el rostro y permitiéndole que fuera ella la que se relajara cuando se sintiera cómoda.
Estuvieron unos minutos así, cuando parecía que Lena se tranquilizaba, su cuerpo volvía a convertirse en un sollozo ahogado que a duras penas iba controlando. Agradeció el contacto paciente de Kara y en un momento determinado retiró una de sus manos, se la limpió en la falda y correspondió a ese contacto acariciándole el brazo y ladeando un poco la cabeza para apoyarse en ella.
Respiró hondo un par de veces y por fin logró tranquilizarse del todo. Se irguió un poco y se destapó el rostro aunque no abrió los ojos, se sentía algo avergonzada. Kara se acercó más a ella, le besó la mejilla y entrelazó una de sus manos con la suya.
-Gracias Kara. Me ha venido el rostro de mi madre a la mente y me he derrumbado. No me puedo creer que mi madre esté muerta.-
Kara le giró el rostro e hizo que la mirase mientras negaba con su cabeza.
-Sí, estoy convencida de que Peter decía la verdad. Nos tienen a ambas encerradas aquí y pueden manipularme de mil maneras, no tiene ningún sentido que me dijera eso gratuitamente y más sabiendo que él también pertenece a CADMUS.- Lena reprimió otras lágrimas y volvió a retirar la mirada. -¿Sabes Kara? Puede parecer una tontería pero es la primera vez que me doy cuenta de que la muerte es permanente. Hay tantas cosas que no decimos porque no somos conscientes de que alguna vez ya no podremos decirlas.-
Kara acarició su mano en señal de que seguía escuchándola y apoyándola, pero no podía decir nada y no quería obligarla a que la mirase.
-Lo último que mi madre supo de mí era que la había traicionado.- Lena la miró por fin con una profunda tristeza.
Kara señaló a Lena, luego señaló su corazón e hizo una L con sus dedos.
-¿Eso es una L?- Kara asintió. -¿Por Lilian?- Volvió a asentir y volvió a repetir sus gestos. –¿Yo, pecho, Lilian?- preguntó confundida.
Kara negó frustrada y esta vez unió sus manos para formar un corazón.
-¿Me estás preguntando si yo quería a mi madre?- Kara sonrió para afirmarlo. –No tuvimos una relación fácil, pero sí, la quería y más de lo que yo pensaba.-
Kara volvió a hacer una L con sus dedos, se señaló el corazón varias veces y luego señaló a Lena.
-Demasiadas veces me he preguntado si mi madre me quería, pero supongo que lo hacía a su manera. Mi última impresión de ella no fue la mejor y aún así la seguía queriendo, así que voy a pensar que a ella le pasaba lo mismo.-
Kara acarició el rostro de Lena y la abrazó con fuerza para que supiera que en todo momento iba a estar ahí.
-Kara, perdemos tanto el tiempo, perdemos tantos momentos por creer que somos invencibles, por creer que el tiempo nos sobra. Ya sé que sería imposible vivir una vida tranquila si tuviéramos siempre tan presente la muerte, pero somos tan rematadamente estúpidos.-
Se separó y tomó las manos de Kara entre las suyas.
-Te quiero Kara. No me importa si tú no estás aun en ese momento y sé que es prematuro lo que te digo y que puedes pensar que es por la situación en la que nos hemos visto involucradas, pero siento que es así y no quiero esperar ni un minuto más para que lo sepas. Te quiero. Incluso no sabiendo lo que somos es lo que siento y aunque no llegáramos a ser nada lo seguiría sintiendo y estaría contenta de sentirlo porque es lo mejor que me ha pasado nunca.-
Kara tragó saliva de forma nerviosa y sin darse cuenta comenzó a abrir la boca para contestar.
-No, no digas nada, aun me duele un poco la espalda.- Lena sonrió con ternura y Kara se avergonzó. -Solo quería que lo supieras, porque lo que no se dice no se sabe. Y no podría soportar que me pasara algo o que te pasara algo a ti y que no supieras lo mucho que te quiero, porque la muerte es permanente y no me imagino una vida sin ti.- Lena seguía hablando atropelladamente. –Aunque por otra parte es una suerte que no puedas hablar, así puedo decir todo lo que siento sin temor a oír un rechazo de tus labios.- Lena hizo una mueca parecida a una sonrisa, pero sus ojos evidenciaban tristeza por no recibir lo mismo que estaba dando.
Kara puso la mano de Lena en su pecho, sobre un corazón que palpitaba desbocado por lo que estaba sintiendo al escuchar como Lena se abría a bocajarro. Entreabrió la boca y vocalizó un te quiero lo mejor que pudo, esperando que Lena lo entendiera. Una gran sonrisa enmarcó el rostro de Lena al comprender que era correspondida y la atrajo más hasta que no tuvo otro remedio que besarla.
Estuvieron así un rato, ajenas a su situación y concentradas en lo que estaban sintiendo con cada beso y con cada caricia que se profesaban. Los besos se intensificaron y la premura por sentirse más de cerca era casi asfixiante.
Kara se alejó con la respiración entrecortada y señaló la cámara, había abierto los ojos el tiempo suficiente como para darse cuenta de donde se encontraban.
-Tienes razón, no vamos a facilitarles ningún espectáculo.-
Lena se tumbó cansada en la cama y Kara al verla empezó a extender las mantas en el suelo para tumbarse ahí.
-¿Qué haces?-
Kara se señaló y luego señaló el suelo, dando a entender que ella dormiría allí.
-De ninguna manera. Podrán ver a través de la oscuridad, pero no a través de las mantas.- Lena se alejó del borde de la cama e invitó a Kara a tumbarse con ella.
Kara se alegró de aquella invitación y apagó la luz inmediatamente. Se cernió sobre ellas una espesa negrura, no había puntos de luz que les permitieran acomodarse a ella y vislumbrar algo, pero tampoco lo necesitaban, solo necesitaban sentirse la una a la otra.
Lena se juntó al cuerpo de Kara en cuanto notó que se había tumbado y tapó sus cabezas con la manta. Subió las manos y palpó su rostro intentando ubicarla para controlar las distancias. Kara se quitó las gafas amparada en la oscuridad y las dejó cuidadosamente en el suelo, si alguien entraba tenía que tenerlas localizadas para poder ponérselas rápidamente.
-Kara, ¿estás bien?, ¿estás cómoda?-
Kara asintió y comenzó a notar las caricias de Lena en su estómago. Su primera reacción fue tensarse, le venían flases de la pesadilla del día anterior, pero entonces recordó que no tenía sus poderes, que por fin podía ser libre y que por primera vez podía dejarse llevar sin miedo a dañarla.
-No hace falta que hagamos nada.- Le susurró Lena al notar la tensión. –Relájate que no voy a intentar...-
Aquellas palabras fueron frenadas por los labios de Kara que se unieron a los suyos con un hambre desmedida. Lena la correspondió gustosamente y sus lenguas empezaron a rozarse y sus manos empezaron a reconocer sus cuerpos, sabiendo que las dos estaban en donde querían estar, una en brazos de la otra.
Kara se puso con cuidado encima de Lena y recolocó la manta que parecía querer huir de ellas, le desabrochó la ropa y empezó a recrearse en aquel tacto suave y deseado. Sus manos y sus labios se intercalaban haciendo el mismo recorrido y deleitándose en zonas más sensibles donde Lena arqueaba levemente la espalda sacudida por el látigo de la excitación.
Pero aquello no era suficiente, Lena también quería sentirla, no solo sus caricias o besos, quería sentir todo su cuerpo y comenzó a desnudar a Kara.
Kara se avergonzó levemente, más que por Lena por los que las estaban vigilando, pero cabía la posibilidad de que aquella fuera su última noche y no quería desperdiciarla por una vergüenza que dentro de dos días daría igual. Se tranquilizó, obligó a su mente a obviar las cámaras y se dejó quitar la ropa y ayudó a Lena a hacer lo mismo. Mientras le retiraba los tirantes del sujetador se sentía torpe por la ansiedad mezclada con el cuidado de que la manta no las descubriera, pero aunque su deseo la apremiaba para ir deprisa, lo hacía con delicadeza por la expectación tanto tiempo reprimida.
A Lena le pareció que el tiempo se había detenido y que no llegaba el momento de que pudieran abrazarse sin barreras emocionales o de otro tipo más superficial como la ropa. Pero cuando sintió el cuerpo de Kara pegado al suyo en su totalidad, supo que la espera había merecido la pena aunque la excitación no dejara paso a ningún pensamiento más.
A pesar de la oscuridad ambas cerraron los ojos y se dejaron llevar por sus instintos, atrás quedaron las dudas, los reproches y los miedos, no estaba dicho todo entre las dos, pero daba igual, todo lo importante quedaba reducido a lo que había debajo de aquella manta y al sentimiento de necesitar que su presente fuera aquel.
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El movimiento de la manta que las cubría se ralentizó y Lena sacó la cabeza un tanto sofocada.
-Tienes un gran autocontrol Kara, a mí se me ha escapado algún pequeño gemido.- Kara evitó reírse y buscó a tientas las gafas para ponérselas antes de destaparse la cabeza y dejarse ver. –No sé cómo me he podido reprimir tanto tiempo sin volverme loca.- le susurró. -Casi desde el primer día que te vi te convertiste en mi eterna tentación.-
Kara se acurrucó más contra el cuerpo sudado de Lena y comenzó a mordisquearle el cuello, el sentimiento era mutuo pero no podía demostrárselo de otra manera.
-Deberíamos intentar descansar algo, no creo que nos dejen dormir hasta tarde.-
Kara la besó de nuevo intentando prolongar aquel momento un poco más y Lena la correspondió sin problemas.
-Me has dejado agotada.- dijo en un susurro mientras dirigía sus besos al cuello. -¿Tú estás bien?- preguntó nerviosa. El comportamiento de Kara indicaba que ambas habían disfrutado, pero sin poder verla y sin poder escucharla quería asegurarse del todo.
Kara la abrazó con fuerza, cogió la mano de Lena y se la acercó al rostro para que notara como asentía.
-Deberíamos vestirnos. Se habrán llevado un buen espectáculo y no me apetece que mañana nos encuentren de esta guisa.-
Antes de que Lena pudiera comenzar a vestirse, Kara se tapó de nuevo con la manta y se despidió de ese cuerpo recorriéndolo con el rostro y empapándose de su perfume y de sus recuerdos.
Un cosquilleo encendió de nuevo el cuerpo de Lena, pero tomó aire con fuerza e intento relajarse, debían descansar algo y necesitaría energía para afrontar el día siguiente.
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Un pitido ensordecedor inundó la habitación durante un minuto. Ambas se despertaron sobresaltadas y salieron rápidamente de la cama sin saber muy bien qué había ocurrido. El susto había sido mayúsculo y las pocas horas que habían dormido habían hecho que estuvieran algo desorientadas.
Kara encendió la luz y sonrió al ver a Lena, pese a la situación en la que se encontraban se la veía relajada, sin el estrés de días anteriores, era como si se hubiera quitado un peso de encima.
Lena miró a Kara e hizo lo propio, aquella sonrisa radiante iluminaba la habitación y hacía que todo lo demás desapareciera.
Mike entró sin avisar, les indico a ambas que se alejaran y cogió las mantas.
-Se os acabaron las mantas, esta noche por lo menos que mis hombres disfruten también.- elevó la nariz y olfateó el ambiente como un sabueso. –Apestáis, el hedor a puta cubre toda la habitación.- Mike salió del cuarto y abrió la puerta que había enfrente. –Tenéis tres minutos para ducharos y poneros estos monos de trabajo y estas zapatillas. Cuando pase el tiempo entraré estéis como estéis, así que vosotras veréis.-
-¿Hay cámaras?- preguntó Lena imaginándose la respuesta.
-No hay ningún ángulo muerto en todo el recinto.- Mike sonrió, las dejó pasar y cerró la puerta.
Abrieron rápidamente las duchas y comprobaron que el agua salía fría.
-Kara, quítate la ropa interior sin que te vean y dúchate con tu ropa puesta. Luego nos la volveremos a poner y nos pondremos el mono encima.-
Lena parecía tener solución para todo y Kara seguía sus indicaciones a rajatabla.
Se dieron toda la prisa que pudieron y Mike entró justo cuando Kara acababa de vestirse y Lena estaba en ropa interior dispuesta a ponerse el mono de trabajo.
-¿Necesitas ayuda?- dijo con un tono lascivo.
Kara se puso entre medio de los dos y Lena acabó de vestirse con rapidez.
-Kara, no has debido taparme las vistas.-
Mike se acercó a Kara y le desabrochó el mono que tenía una cremallera central que iba de arriba abajo. Vio a Lena que se acercaba y le indicó con la mano que se estuviera quieta. Tomó los bordes del mono y lo abrió un poco, mirando su cuerpo mientras se relamía los labios.
-Tenéis suerte de que no pueda tocar la mercancía. Aunque también me conformo con pequeños placeres.- Le dio un puñetazo en el abdomen y Kara cayó de rodillas al suelo. –No vuelvas a interponerte en mi camino.-
-Eres un...- empezó a decir Lena.
-Como termines la frase le rompo la boca a tu novia.-
Lena se calló de inmediato y fue hacia Kara para ayudarle a levantarse. Kara se irguió con dificultad, no estaba acostumbrada a sentir dolor y le resultaba complicado sobrellevarlo.
-Salid inmediatamente si no queréis que os saque yo. El señor Yates os está esperando.-
Mike las guió por un pasillo largo hasta una nave más amplia donde estaba todo el material preparado. A Lena le parecía muy similar a la sala donde estaba el misil del isótopo y un pensamiento sobre su madre se coló en su mente haciendo que se forzara a no llorar. Supuso que tendrían varias naves similares diseminadas por toda la ciudad para llevar a cabo sus ataques.
-Buenos días.- gritó Peter nada más verlas. –Creo que no habéis descansado mucho, me han comentado que habéis estado muy acurrucaditas. Aunque Kara parece no habérselo pasado muy bien, trae mala cara. Lena, ¿no sabes hacer que disfrute tu zorrita?-
-No es mi zorrita. Y ha sido tu hombre, que la ha golpeado en el estomago.-
-Sin duda habrá sido merecido y si no lo ha sido me da igual.-
Peter indicó que sentaran a Kara en una silla y cogió unos papeles de un cajón.
-Las reglas son muy sencillas. Tú haces tu trabajo y Kara no sufre. Kara se queda callada y tú no sufres. ¿Lo has entendido?-
-Perfectamente.-
-Estos son los cálculos de dirección del proyectil.- comentó entregándole los papeles. –Revísalos y haz que se cumplan.-
Lena se sentó ante un ordenador y bajo la atenta mirada de varios hombres, comenzó a revisar todos los pasos que habían dado hasta ahora. Había mucha información e intentó demorarse en el tiempo todo lo necesario, de vez en cuando ponía muecas de fastidio y hacía anotaciones cambiando varias cifras por otras, de forma que no se notara mucho. Miró el reloj, sin darse cuenta había transcurrido dos horas y todo el mundo seguía impertérrito en su sitio. Respiró hondo y mientras se deseaba suerte pensó "que empiece el espectáculo".
-Tus hombres son idiotas o no terminaron de hacer bien los cálculos.- dijo intentando parecer lo más veraz posible.
-¿Por qué lo dices?-
-Porque se necesita más kriptonita. Con estas especificaciones el radio de actuación es reducido y tendrás que elegir entre matar a Supergirl o a Superman.-
-¿Por qué?- preguntó Peter sin entender a que se refería.
-Esta cantidad no cubrirá Capital city y Metrópolis. Si fuera por separado sí, pero es un solo dispositivo y también tiene que cubrir la distancia entre ambas ciudades. Tus hombres lo calcularon para actuar por separado. Además, nada te asegura de que cuando lances el proyectil Superman o Supergirl no estén en la ciudad y no les afecte.-
-Eso me da igual. Lo que quiero es que no actúen en las ciudades donde yo tengo negocios. Si se mudan a otra ciudad me la suda, el resto del mundo que se apañe.-
Peter estaba enfadado por la torpeza de sus hombres, cogió los nuevos cálculos que había hecho Lena y se los dio a un técnico para que los analizara.
-¿Tiene razón?- preguntó impaciente.
Lena lo miró con autosuficiencia, intuía que si la necesitaban a ella los técnicos que hubiera allí no tendrían conocimientos muy extensos, así que esperaba que no notaran los sutiles cambios que había realizado.
-Me temo que sí.- contestó nervioso sin entender todo lo que ahí ponía. –La cantidad anterior no nos asegura que actúe en la atmosfera que cubre el recorrido entre las dos ciudades.-
-Estoy rodeado de inútiles.- gritó impotente.
-Lo siento Peter pero todo esto no ha servido de nada.-
-No pasa nada.- respiró hondo e intentó tranquilizarse. -Tenemos más material.-
-¿Cuanto más?- preguntó asombrada por esa nueva información.
-Más.-
-Bueno, pues lo necesito todo. Si quieres garantías no podemos arriesgarnos a quedarnos cortos.-
Peter sopesó las palabras de Lena y asintió a su petición.
-La tendrás toda. ¿Qué más necesitas?-
-Necesito trabajar en el proyectil y en la lanzadera.-
-Eso lo pueden hacer mis hombres.-
-No, si quieres me pueden supervisar, pero visto lo visto no me quiero arriesgar a que el proyectil detone aquí dentro.-
Kara seguía con la mirada cada paso que Lena daba. Tenía un aplomo que envidiaba y parecía tener controlada la situación, pero Lena ignoraba que Supergirl no las estaba buscando, no contaba con toda la información y Kara sabía que estaban abocadas al fracaso.
-Necesito un descanso.- dijo Lena dejando el soplete y limpiándose la grasa de las manos. –Necesitamos comer y beber.-
-Kara no se ha ganado ese derecho.- dijo Mike receloso.
-Por favor Peter.- suplicó.
Peter asintió y les trajeron agua y unos bocadillos. Se sentaron junto a Luke que las vigilaba y empezaron a comer en silencio hasta que Lena lo rompió.
-Kara, voy a decirle a Peter que le ayudaré en otros proyectos.-
Kara negó tajantemente con la cabeza.
-Si no accedo a eso nos matará después del lanzamiento.-
Kara volvió a negar enérgicamente.
-Debes confiar en mí. ¿Confías en mí?-
Kara asintió esta vez y acarició la mano de Lena.
-Es lo más razonable.- dijo Luke, que les permitió aquel inocente contacto. –Todos saldremos ganando.-
-Pero lo haré sin coacciones y sin intimidaciones.-
-Apoyaré esa idea. No estoy de acuerdo en cómo se están haciendo algunas cosas, pero nos habéis dejado muy pocas opciones. Y muchos de los que murieron en la central eran amigos míos.-
-Las guerras no hacen concesiones en ningún bando.-
-Tienes razón Lena, por eso intento no culparte de eso.-
Terminaron de comer en el más absoluto silencio, Kara volvió a sentarse donde le habían mandado y Lena volvió a ponerse a trabajar. No había mucho más que hacer y ya no sabía cómo disimular que hacía cosas nuevas, el tiempo pasaba demasiado despacio y no podía posponerlo más.
-Peter, antes de seguir quería preguntarte algo.- No contestó y Lena lo tomó como permiso para seguir hablando. -Después ¿qué?-
-Después ¿qué de qué?-
-¿Qué vas a hacer con nosotras?-
-No lo sé. Me divierte veros juntas.- Peter se acercó y bajó la voz. -Pero a tu novia realmente no la necesito.-
-Si quieres que yo siga trabajando para ti, será mejor que la conserves. Muerta no nos beneficiara a ninguno de los dos.-
-Algo de razón tienes.-
-Sé que nos matarás después de este trabajo, así que había planteado ofrecerte una tregua y poner mis servicios a vuestra causa, por supuesto a cambio de nuestra amnistía.-
-Es interesante, me lo pensaré.-
-¿Tardarás mucho en pensártelo?-
Peter la miró con furia y agarró el brazo de Lena con fuerza.
-No tolero la insolencia. No me trates como a un cualquiera.-
-Lo siento Peter, no lo pretendía. Solo es que estoy nerviosa.-
Peter aceptó sus disculpas y la soltó.
-Peter, queda poco para que termine con esto y no tengo ni idea de lo que tienes pensado para nosotras. ¿Puedo despedirme de ella?- preguntó con resignación. –No voy a intentar nada, de verdad.-
-Claro. Date un homenaje de mi parte.-
Lena le agradeció sumisa el detalle y se acercó a Kara con paso firme, ni muy lenta ni muy deprisa, no quería dar ninguna excusa en la que Peter pudiera escudarse para retirarle aquel permiso.
Kara intentó levantarse pero Luke se lo impidió hasta que Peter le indicó que podía hacerlo.
Lena la abrazó con fuerza y Luke dio unos pasos hacia atrás intentando darles una mínima intimidad. Kara se enterró entre sus brazos y la respiración se le aceleró sabiendo que aquello podía ser una despedida.
-Escucha.- comenzó a susurrarle Lena muy cerca del oído. -Tienes que soportar el dolor sin moverte, sé que será horrible, pero tienes que mantenerte firme aunque te notes débil. Aparenta Kara, sé fuerte pero sobre todo aparenta normalidad.-
Kara no entendía todo aquello.
-Traedme la kriptonita.- gritó por fin Lena mientras Kara abría los ojos con sorpresa.
Lena besó los labios de Kara y le repitió entre susurros mientras la abrazaba.
-Que no lo vean Kara. Solo será un momento, lo armaré enseguida y quedará encerrada en plomo y no te afectará. Siéntate inmediatamente y haz ver que lloras para disimular. Que no te vean desfallecer.-
Kara hubiera objetado si no fuera porque de repente notó un dolor punzante que le atravesaba la cabeza y la partía en dos.