Amor Clandestino

بواسطة jessace13

770K 12.9K 1.3K

(Libro 2 de la trilogía) "Pero me duele no gritar tu nombre en toda libertad; ante sospecha hay que callar... المزيد

(1) Descubriendo Sentimientos
(2) Estamos haciendo lo correcto?
(3) Una salida inocente
(4) Ayuda
(5) Enfrentamientos
(6) Golpe al Corazón
(7) Después de los Años
(8) Una Confesión
(9) Mala Suerte?
(11) Quisiera Gritar
(12) Hoy ya me voy
(13) Vuelvo a ti
(14) Tan Solo el Comienzo
(15) El Primer Paso
(16) Más Mala que tú
(17) Con Esta Soledad
(18) A partir de hoy
(19) Falsas Esperanzas
(20) Mientes tan bien
(21) Aléjate de mí
(22) Todo Basta
(23) Hasta que la muerte nos separe?
(24) Duele ser infiel
(25) Nuevos Senderos
(26) Simplemente Amigos
(27) Como hacer a un lado el pasado
(28) Después de la Lluvia
(29) Una Llamada
(30) El verdadero amor perdona
(31) Alguien
(32) No quiero escuchar un no
(33) Tú lo sabes bien
(34) Creo en ti
(35) Demasiado Bueno
(36) Que me alcance la vida
(37) Fuiste tú
(38) Si tú me lo pides
(39) Te voy a amar
(40) Carta

(10) Un Secreto en Libertad

20.2K 309 30
بواسطة jessace13

Ricardo quedó sentado mientras la desconocida intentaba cubrirse con las sábanas.

“Isabella, no te esperaba aún.” me dijo Ricardo con voz temblorosa.

“Lo noté.” le respondí en tono sarcástico.

Luchaba por aparentar ser fuerte.  La escena frente a mi me estaba desgarrando por dentro.  Sé que no era la persona más indicada para reclamar nada; pero al menos Ricardo no sabía los límites que Ezequiel y yo habíamos cruzado.  Dicen que ojos que no ven, corazón que no siente; pero mis ojos estaban observando muy bien.

Sin decir más, me marché de allí.  Caminé aún con la impresión de lo que acababa de presenciar.  No podía pensar nada, solo la imagen de lo que acababa de presenciar, pausada en mi mente.

Llegué hasta mi auto, desplomándome en el suelo y cubriendo mi rostro entre mis manos mientras dejaba libre lo que sentía.  No sé cuánto tiempo pasó, ni me interesaba saberlo.  En la vida todo se paga, y este era mi castigo.

“Isabella, por favor, ven adentro.” me dijo Ricardo intentando tomar mi mano.

“No me toques!” le grité rechazándolo.

“Por favor, vamos adentro.  Este no es el lugar para estar discutiendo.”

“Pero nuestra cama fue perfecta para acostarte con otra.” le dije aún sin mirarlo al rostro.

“Isabella, si no vienes conmigo, te juro que te llevo a la fuerza.”

Sus palabras encendieron en mí una ira enorme.  Quién se cree él?  Mucho menos después de lo que acabo de presenciar. 

Automáticamente, quedé de pie, frente a él, mirándolo a los ojos.

“No tienes ningún derecho a hablarme de esa manera.”

“Isabella, por favor.  Vamos a hablar tranquilos.”

“De aquí no me muevo!” le dije al igual que cualquier niña pequeña hubiese hecho bajo un coraje; incluso crucé mis brazos frente a mi pecho.

“Después no digas que no te advertí.”            

En un abrir y cerrar de ojos, Ricardo me había tomado en sus brazos y me cargaba hasta el ascensor.

“Suéltame!!!” gritaba intentando salirme de su prisión, pero era inútil.

Al llegar al apartamento, me sentó en el sofá y cerró la puerta con seguro.  Porqué no pensó en eso cuando estaba en la cama con aquella mujer? 

“Isabella, perdóname.  Fui un estúpido.”

“Qué bueno que lo estés aceptando.” el sarcasmo me salía del corazón.

“Isabella, lo que viste, no significa nada.  Ella, no significa nada para mí.”

“Qué bueno que no significaba nada.  Tal vez si significara algo, hubiese encontrado mis cosas en el pasillo.”

Ricardo suspiró en frustración, mientras pasaba varias veces ambas manos por su rostro.

“Tú crees que fue fácil para mí ver como reaccionaste cuando Ezequiel le propuso matrimonio a Viviana?! Tú crees que fue fácil ver como en la fiesta de Valeria y Samuel, Ezequiel te entró al baño cuando tú intentabas salir?! Tú crees que fue fácil escuchar una conversación de las enfermeras cuando estabas en el hospital luego del accidente, y hablaban de que estabas embarazada y tuviste un aborto?! Tú crees que fue fácil que me dejaras aquel día para correr hacia Ezequiel?! me gritaba Ricardo mientras lágrimas brotaban de sus ojos.

Los míos hacían lo mismo, pero estaba incrédula ante lo que mis oídos estaban escuchando.  Me levanté del sofá y caminé hasta donde Ricardo, logrando solo decirle, “Si sabes todo eso, por qué has estado todo este tiempo conmigo?”

“Maldita sea! Porqué te amo Isabella!  Te he amado siempre y no puedo arrancarme esto de adentro.”

“Ricardo, yo…”

“Ahórrate las palabras. Lamento que hayas presenciado lo que viste.  No fue lo correcto, pero sucedió.  Pienso que no eres la persona correcta para reclamarme.  Tal vez yo no te vi, pero para que hayas perdido un bebé, tuviste que haber tenido relaciones con alguien y conmigo no fue.  Si quieres romper esta relación, estás en toda tu libertad; pero la culpa no fue solo mía.”

Mis piernas no resistieron más y tuve que sentarme nuevamente.  Comencé a llorar sin poder controlarme.  Ricardo se arrodilló frente a mí y tomó mis manos.

“Isabella, te pido perdón.  Actué bajo coraje y te lastimé.  Vamos a olvidarnos de todo e intentemos un nuevo comienzo.  No quiero perderte.”

“Ricardo, me siento cansada.  Quiero dormir; intentar borrar de mi mente lo que vi, lo que escuché.  Voy a darme un baño y me voy a acostar en el cuarto de visitas.”

Ricardo se levantó, dejándome espacio para caminar.  Caminé hasta el baño, intentando que el agua que caía de la ducha, me arrancara todo lo que sentía; pero no hubo suerte.  Me envolví en una toalla y me dirigí al cuarto de visitas.  No me molesté en reemplazar la toalla por otra cosa, simplemente, me recosté y observé como mi vida se recreaba frente a mis ojos. Desde aquella tarde en el parque a mis dieciséis años hasta unos momentos atrás cuando Ricardo me confesó todo lo que sabía.

Pensando en lo que debía, o no debía hacer, más lágrimas rodaron por mis mejillas.  Decidí cerrar los ojos y, sin darme cuenta, quedé dormida.

Desperté, todo estaba oscuro, ya era de noche.  Sentí unos brazos alrededor de mi cintura y un respirar en mi oído.  Intenté salir de la cama para cubrirme con algo que no fuera la toalla, sin despertar a Ricardo.

Mis intentos fueron en vano.  Ricardo despertó, y para el colmo de los males, la toalla decidió que ya estaba cansada de cubrirme.

“Para dónde vas?” preguntó Ricardo abrazándome.

“Voy a vestirme.”

“Cómo si nunca te hubiese visto así.”

“Ricardo, por favor.” le dije, intentando soltarme, pero él me volteó para que quedara mirando su rostro.

“Isabella, vamos a intentarlo nuevamente.  Vamos a comenzar de nuevo; vamos a intentarlo pero siendo una familia.” y sin esperar contestación, me besó mientras sus manos bajaban hacia mis caderas.

Por más que me agradara lo que estaba haciendo, no podía permitirlo.  Esas manos no hacía mucho tiempo atrás, corrían por el cuerpo de otra.  Así que mis manos detuvieron las de él, mientras mi mente procesaba sus palabras.

“Qué quieres decir con familia?” le pregunté intentando eliminar la idea que acababa de cruzar por mi mente.

“Vamos a casarnos, quiero tener un hijo contigo.”

Mi respiración se paralizó y mis oídos estaban incrédulos por lo que habían escuchado.  Definitivamente, no estaba preparada para casarme con él, mucho menos para un hijo; no después de lo que sucedió.

“No estoy preparada para eso Ricardo.”

“Mi amor, yo sé que no lo hice bien.  Tenía mucho coraje.  Me arrepiento, por favor, dame otra oportunidad.”

“Ricardo, no soy quien para juzgarte, ni para condenarte.  Entiendo los motivos y no puedo reclamarte nada.  Yo también te pido disculpas por el pasado; por lo que hayas sufrido por mi culpa.  Pero un hijo es un paso demasiado grande, una responsabilidad.  Además, quiero hablarte sobre algo.”

Ricardo se inclinó nuevamente y me besó mientras corría sus manos por mi cuerpo, “Hablamos de eso luego” me dijo al oído con su voz llena de lujuria. 

Fui una estúpida, lo sé, pero ese hombre…ese hombre que me acababa de lastimar con sus actos; conocía como hacerme olvidar de todo.  Continuó con sus intenciones, hasta que consiguió lo que quería. 

Cómo idiota, no me pude resistir. Allí estábamos ambos, compartiendo una cama, y mucho más que eso.  Nos besábamos, nos tocábamos, nos satisfacíamos uno al otro; pero había algo incompleto…tal vez amor? Por lo menos de mi parte.

Ese sentimiento, ese miedo a la soledad.  Ese motivo que te lleva a quedarte al lado de alguien por qué piensas que no encontrarás a nadie más; que tienes que conformarte con quien tienes a tu lado.

Ese sentimiento mezclado con el pensamiento de que eres igual de culpable de que todo esté como está.   Que aunque lo viste serte infiel, tienes que aguantar porque tú también lo fuiste.

El remordimiento luego de tener relaciones con alguien y darte cuenta de que no hay amor, solo el deseo, la pasión del momento.  Que aunque estás ahí, quisieras estar con otra persona; pero no sabes de qué forma actuará si expresas lo que sientes.

Era mejor solo resignarse, y continuar la vida como la has vivido hasta ahora, cruzando los dedos de que todo salga bien y puedas llegar a ser completamente feliz…algún día.

واصل القراءة

ستعجبك أيضاً

2.6K 466 42
Hay experiencias que te marcan y no puedes evitar quedarte estancado en el pasado. Eso le pasaba a Morgan Preston, una infancia desfavorable le imped...
125K 8.2K 54
¿Que hacemos cuando alguien nos hace cambiar? ¿Como evitamos seguir los caminos anteriores y tomar senderos de bien? Solo que cuando ella llego a m...
6.7M 281K 74
Molly Johnson es una mesera y necesita juntar mucho dinero para salvar a su hermana. Axel Cavelli es un exitoso empresario y necesita una novia por t...
138K 29.4K 59
La mano del rubio se coló bajo la máscara del anbu acariciando su rostro suavemente, los azules lo veían con debilidad y un gran amor, Itachi se dejó...