Lo siento, se me subió el cap y no estaba listo todavía, faltaban unas escenas.
Mil disculpas, los amo.
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-¡Oh, vamos! ¡Quédate quieta!- le riñó Daphne.
-¡Es que no puedo!- Daphne dejó la brocha y miró a Hermione con frustración.
-Si quieres te puedo dejar así, no hay problema, yo no me voy a ver horrible el día de mi boda....además, yo me casé hace 10 años-.
Hermione rodó los ojos por lo que dijó la rubia.
Unos suaves toquidos les interrumpierón y la puerta fué abierta y por ella entrarón Luna y Ginny con una sonrisa.
-¿Necesitas ayuda, Greengrass?- preguntó Ginny.
-De tí no ocupo na- Luna le dirigió una mirada de advertencia a la rubia y esta bufó.-Adelante, una ayuda no me vendría mal-.
Luna sonrió satisfecha y Daphne rodó los ojos al ver la emoción con la que la pelirroja se acercó.
Ginny tomó la otra plancha y con cuidado comenzó a alisarle el pelo, al igual que Daphne.
Mientras que Luna terminaba de aplicar las sombras en los ojos de la castaña.
La puerta fué abierta y por ella entró Narcissa Malfoy, con un elegante vestido y un recogido en el cabello.
-Mira lo que te traje- mencionó con una sonrisa.
Sacó de detrás de ella unos elegantes tacones blancos de aguja y Hermione arrugó la cara.
-Cissy, sabes que ese tipo de tacón no me gusta-
-Oh vamos Jean, es el único día que te haré ponertelos, lo prometo-.
Hermione bufó y asintió, aunque ella sabía que eso no era cierto. Siempre la orillaba a ponerse tacón de aguja en lugar de plataformas.
-Listo- dijó Luna.
La puerta fué abierta abruptamente y por ella entró Tamara Potter con una cara de pocos amigos mientras Scorpius venía detrás de ella con un elegante traje.
-Oh vamos Tammy, te ves hermosa-
-¡Eso lo dices porque soy tú novia!- gritó la pelinegra y él rubio rodó los ojos para salir por la puerta nuevamente.
Hermione frunció el ceño y observó a su hija con detenimiento.
Tenía un hermoso vestido blanco y amplio, tenía unas pequeñas zapatillas blancas, algo de maquillaje y un elegante moño.
-¡No sé porque la abuela Cissy quiere que me ponga esto!-gruñó Potter.
-Merlín...me dijó abuela- susurró la mencionada con los ojos cristalinos y Tamara rodó los ojos.
-Lista- susurró Daphne terminando de colocarle un par de pasadores en el cabello.
Luna asintió mientras ponía los últimos toques del brillo de labios en su amiga.
Tammy observaba a su madre desde la cama.
Se veía hermosa, ella sabía que su mamá era hermosa.
Papá siempre le repetía que su mamá era hermosa y que no se arrepentía de haberla tenido, por que ella se parecía a su mamá.
También sabía que Draco estaba enamorado de mamá.
Veía la forma en la que Draco la miraba.
Y acababa de ver lo ansioso que estaba Draco por ver a Hermione ya con el vestido de novia.
Sólo esperaba que Scorpius la viera de la misma forma que Draco a su madre el día de su boda. Y una sonrisa apareció en su rostro al pensar en eso.
Narcissa alzó una ceja al ver a la pelinegra en su mundo.
-¿Qué tanto piensas, Potter?-.
-Nada- respondió con una sonrisa y salió del cuarto ante la mirada confundida de todas las mujeres en la sala.
-¡Ahora el vestido!- exclamó Ginny y todas asintierón de acuerdo con lo que decía la pelirroja.
(...)
-¡Llegó él padrino!- gritó Harry mientras las puertas del cuarto de Theodore se abrían estruéndosamente.
-¡Y Chris también!- gritó el rubio entrando detrás de él.
Draco rodó los ojos y siguió con los brazos estirados mientras el sastre terminaba de confeccionar el traje.
Era patético, pero la mansión Malfoy parecía más un hotel que nada.
Ya la mayoría se quedaba allí.
Por el momento sólo Theo, Daphne y Blaise junto con sus hijos vivían allí. Y lo sorprendente era que a Lucius y a Narcissa no les molestaba, ya se habían acostumbrado a su prescencia allí.
-Son patéticos- habló Theo quien se acomodaba la corbata delante del enorme espejo.
Harry rodó los ojos y se sentó en la enorme cama del castaño.
-¿Cuándo haces el amor con Greengrass usas toda la cama?- cuestionó mirando con el ceño fruncido la inmensa cama.
Draco dejó de mirar sus zapatos para verlo.
Chris dejó de husmear las fotos de Greengrass para mirarlo.
El sastre picó a Draco por accidente para verlo.
Blaise se paró estupefacto en la puerta.
Y Theo lo miró atónito mientras le entraba un ataque de tos.
Chris se acercó y palmeó la espalda de Theodore para que se calmara.
-Eres un caso, Potter- dijó Chris mientras negaba con la cabeza y Harry rió.
-¿Por qué la pregunta?- cuestionó Theodore con las mejillas rojas de la vergüenza.
-Curiosidad- respondió el azabache encogiéndose de hombros.
Blaise terminó de abrocharse el saco y miró a Harry.
-¿Eso quiere decir que cuándo le haces el amor a Astoria usas toda la cama?- cuestionó Blaise alzando las cejas pícaramente y Harry soltó una carcajada.
-As y yo no estamos juntos- dijó él.
-Por Merlín Potter, ¿lo hacen a a diario y dices que no tienen nada?- le preguntó Chris.
-¡No estamos casados!-
-Pero si divorciados-acotó Draco.
-Si, pero pues a uno le llega la calent...¡¿Por qué demonios estamos hablando de mí?!- cuestionó Harry con una sonrisa y todos se encogierón de hombros.
-Listo señor Malfoy- dijó el sastre, tomó sus cosas para salir posteriormente por la puerta.
Draco lo observó irse y se giró hacía sus amigos.
-Todavía estás a punto de arrepentirte y ponerme a mí de padrino- le dijó Chris mientras se dejaba caer en la cama de Theo y este lo miró con cara de pocos amigos.
-Dame una razón para ponerte de padrino- respondió él.
-Si yo no hubiera librado del contrato a Hermione hace un par de meses quien estaría en tú lugar sería yo-.
Draco arrugó el rostro. No le gustaba recordar eso.
-No hagas eso cuñado, te saldrán arrugas- le avisó Nathan entrando al cuarto mientras cargaba a Alissa en brazos.
Blaise lo miró ansioso.
-¿Puedo cargar a está princesita?- preguntó con voz melosa, provocándo que Alissa le prestara atención y Blaise se derritiera con ese acto.
-¡Los negros no pueden cargar a Alissa!- le gritó Chris desde la cama, provocando la risa de todos.
-¡Basta del racismo, mierda!- se defendió mientras el chico le pasaba a la pequeña bebé.-No te preocupes Ali, el hombre malo ya no nos va a molestar-.
-Idiota- respondió Chris mientras rodaba los ojos.
La puerta fué abierta y por ella entró Astoria con una sonrisa y se dirigió a Harry, besando rápidamente sus labios y todos alzarón sus cejas.
-Todo está listo Draco, ya puedes bajar- le dijó la castaña, antes de salir del cuarto, no sin antes dirigirle una mirada a Harry y este le sonrió.
-Is y yi ni istimis jintis- le arremedó Draco.
-¡Oh, cállate!- dijó este lanzándole una almohada mientras reía.
-¿Alguien sabe dónde se metió la comadreja?- cuestionó Nathan.
-Tal vez está comiendo algo allí abajo- Chris se encogió de hombros y todos le dierón la razón.
-¿Listo?- le preguntó Theo a su mejor amigo.
-Listo- respondió Draco.
-Bien yo iré por Hermione- le dijó Theo antes de salir.
-Y yo la acompaño- siguió Harry.
Chris se paró de la cama y miró a los demás.
-Yo iré a buscar a Anabelle- anunció.
-Yo me llevo a esta princesa con su mamá- avisó Nathan, tomando a su hija y saliendo del cuarto dejando a Blaise y Draco solos.
Draco miró a su amigo y suspiró.
-Sé lo que pasó con Daph- susurró.
Los ojos negros de Blaise chocarón con los suyos y Draco detectó el miedo en ellos.
-No le digas a Theo- susurró él.
-No lo haré- le respondió con una sonrisa y Blaise lo miró nuevamente.
-¿Me vas a dar un sermón cierto?-.
El rubio negó.
-¿Entonces?-
-No quiero que la rubia salga lastimada Blaise, es cómo mi hermana-.
-No lo hará, sé qué me equivoqué y no debí besarla, pero sus labios son tan tentadores y...-
-¿Los labios de quién son tentadores?- preguntó Theo entrando al cuarto.
Draco miró a Blaise y este bufó.
-Los de Ginny-
-¡¿Qué?- cuestionó.
-Si los de Ginny, ahora andando- dijó Draco mientras rodaba los ojos, caminando al patio.
Lugar dónde se realizaría la ceremonia.
(...)
Hermione daba vueltas por todo el cuarto, arrastrando el velo y haciendo que Harry y Chris rueden los ojos cada 5 segundos.
-Todavía puedes correr sí así lo deseas- susurró Harry y Chris lo fulminó con la mirada.
-Estoy nerviosa- anunció.
-No me digas-ironizó Chris y Hermione sonrió.
Harry se acomodó mejor en el suelo de la recámara de Draco y Herms y miró a la castaña con una sonrisa.
-Escucha Mione, te doy dos opciones. Uno, te calmas y te llevo al patio tranquilamente...Dos, nos fugamos a por un helado hasta que se te quite lo nervioso-.
Chris miró a Harry sin poderse creer lo que le decía a su ex-novia y vió a la castaña morderse el labio.
-No lo sé-.
-Si quieres huir, sólo dílo- le dijó Harry.
Hermione negó con la cabeza y vió al rubio y al azabache acostados en el suelo observándola con interés.
Si le hubieran dicho 5 meses antes que estuviera a punto de casarse con el amor de su vida, en la misma recámara que su ex-prometido y el padre de su hija, se hubiera reído, sin embargo la situación era diferente.
Chris extendió su mano hasta Hermione y ella lo miró dudosa.
-Acuéstate- pidió este.
-Aquí- dijó Harry, palmeando a lado de él.
-Pero el vestido-
-Disfrútalo- susurró Chris.
Ella suspiró y se acostó mientras veía las estrellas que ella había pegado en el cuarto.
-Esto es relajante- susurró para si misma, pero aún así ellos la escucharon.
-Ese es el punto- acotó Chris.
La puerta se abrió y la sonrisa del rostro de Anabelle se borró al ver a su mejor amiga, su novio y su amigo en el suelo.
-¿Qué hacen allí...?- Chris alzó una mano impiéndole a su novia hablar y luego miró a Hermione.
-¿Cómo te sientes?- cuestionó Harry.
Una enorme sonrisa apareció en el rostro de la castaña al escuchar eso.
-Tenemos una boda a la cuál asistir- afirmó y Anabelle los miró confundida.
(...)
-¡Ya es hora!- exclamó Narcissa mientras veía a Hermione llegar del brazo de Harry.
Delante de ellos venían.
Luna, Daphne, Astoria, Ginny, Cassandra y Anabelle con el mismo atuendo y peinado, mientras sostenían unos pequeños ramos en sus manos.
Harry paró hasta dónde estaba Daniel Nott y le entregó a Hermione para después irse a lado de Draco junto con los demás.
-¿Lista?- preguntó Daniel al ver a su hija y esta asintió.-Estás hermosa-.
-Te amo papá-
-Yo más Jean-.
Mariana Nott llegó junto con su nieta Tamara y Scorpius y los hizó pararse delante de las madrinas.
-¿Ya saben qué es lo que hacen?- inquirió la castaña.
-Aventamos pétalos mientras caminamos lento- dijó Scorpius y Mariana asintió.
-Te ves hermosa cielo-
-Gracias mamá-.
-Ya es hora- anunció Cassandra.
Tammy abrió la puerta que da al jardín y se apreció el camino al altar por una alfombra roja que Cissy había puesto.
Harry, Ron, Chris, Blaise, Theodore, y Nathan esperaban a lado del novio quien se removía ansioso.
-Basta hombre, no es cómo si se haya arrepentido de casarte contigo- le dijó Theo con una sonrisa.
-Yo en su lugar lo haría, ni que estuviera tan guapo- canturreó Blaise y Draco lo fulminó con la mirada.
-Relájate Hurón- le dijó el pelirrojo.
Inmediatamente comenzó a sonar la marcha nupcial y Draco elevó la vista.
Sus ojos grises se encontrarón con los marrones de la mujer que amaba y sintió cómo sus piernas comenzaban a fallar al verla.
Siempre se veía hermosa, pero hoy era diferente, el rubio no encontraba las palabras para describirla.
Era simplemente perfecta.
Y estaba a minutos de ser sólo suya para toda la eternidad.
Una sonrisa apareció en su rostro al ver a Tammy y a Scorpius aventar pétalos de rosas blancas mientras avanzaban delante del cortejo de su novia.
Se veían bastante tiernos.
Hermione apretó el brazo Daniel y este le dirigió una sonrisa tranquilizadora.
-¿Todavía me puedo arrepentir?- cuestionó en un hilo de voz al sentir cómo su corazón se aceleraba al ver a Draco parado al final del altar.
Daniel sonrió y negó con la cabeza.
-Todo va a estar bien-susurró.-Tranquila princesa-.
Los ojos de Harry comenzarón a escocer al ver a su mejor amiga apunto de dar este gran pasó. La amaba, pero sabía que el corazón de ella le pertenecía a Draco y si ella era feliz, él también lo era.
Además cuándo Tammy estaba con él era cómo tener a Hermione con ella. Sus mismos gestos, su sonrisa, su carácter, era todo de ella y nunca se iba a arrepentir de haber tenido una hija con ella.
Y por eso lo iba a intentar con Astoria nuevamente, a fin de cuentas era la madre de sus otros tres hijos.
Bien dicen que dónde hubó fuego cenizas quedan.
Por otro lado Chris sonreía cómo un padre orgulloso al ver a su ex-novia caminar hacía Draco. Miró a Anabelle quién estaba de detrás de Cassandra en el cortejo y sonrió.
Definitivamente haber librado a Hermione del contrato era lo mejor que le pudó haber pasado. No hubiera conocido a esa fastidiosa bruja que había puesto su vida de cabeza en sólo segundos.
Las madrinas se colocarón del lado contrario, al de los hombres y esperararón con una sonrisa a que Hermione se acercara junto con su padre.
Draco extendió su mano y Hermione la tomó con una sonrisa.
-Cuídala- pidió Daniel mirando a Draco severamente.
-Con mi vida- aseguró el rubio, provocándo las llamadas mariposas en el estómago de la castaña.
Daniel asintió y después de depositar un beso en la frente de su hija se fué a sentar a lado de su esposa Mariana.
Draco miró a Hermione con una sonrisa.
-Te ves hermosa princesa-
-Y tú te ves sexy- susurró ella y Draco le guiñó el ojo, haciendo que ella riera.
El ministro carraspeó y ambos le prestarón atención.
-Estamos todos aquí reunidos hoy, para atestiguar la unión de el señor Draco Lucius Malfoy y la señorita Hermione Jean Nott-.
(...)
-Yo, Draco Malfoy prometo amarte lo que me queda de vida, estar a tú lado en la salud y en la enfermedad- deslizó el anillo por el dedo de la castaña y esta le miró con los ojos cristalizados.-Prometo que mientras esté a tú lado nunca te va a faltar nada, y que procrearemos a nuestros hijos y nietos juntos y prometo serte fiel y tener ojos sólo para tí hasta que la muerte nos separe-.
Narcissa empezó a llorar, Lucius la abrazó mientras depositaba un beso en su cabeza y miró a su hijo con orgullo.
-Por el poder que me concedo yo mismo cómo ministro de magia los declaro marido y mujer- dijó Kingsley con una sonrisa.-Ya puedes besar a la novia, Malfoy-.
Draco sonrió con arrogancia y se giró hacía Hermione.
Colocó una mano en su cintura, acercándola peligrosamente a él, provocando una risita por parte de Hermione.
-¿Siempre?- susurró él viendo los labios de Hermione.
-Siempre- respondió ella antes de besarlo con ternura.
Todos se levantarón y aplaudierón al ver la escena.
Cassie miraba a su hermana con lágrimas en los ojos y tenía una inmensa sonrisa.
Daphne se acercó a Theo y lo besó, al igual que Astoria con Harry y Chris con Anabelle.
-Ya era hora- dijó Luna mientras veía al pelirrojo con una sonrisa.
-Lo sé- susurró mientras abrazaba a su esposa por detrás observando con una sonrisa a los recién casados.
Scorpius sonrió y miró a Tammy.
-Algún día tú y yo nos vamos a casar- le aseguró mientras veían a sus padres con una sonrisa.
-Obvio- le dijó Tammy y Scorpius rodó los ojos.
-A veces eres insoportable Potter-
-A veces te odio, Malfoy-le respondió con una sonrisa y Scorpius rió levemente.
-¿Por qué?-
-Todo el día me molestas- la pelinegra hizó una mueca de asco y él rubio rodó los ojos.
-Está en mis venas el placer de molestar a un Potter-.
-Idiota, pero no sé porqué lo haces si se supone que soy tú novia-
-Cierto- respondió y ninguno de los dos volvió a decir algo y mirarón a sus padres nuevamente.
Draco tomó la mano de la ahora señora Malfoy y emprendierón el camino por la alfombra roja, mientras Tammy y Scorpius aventaban arroz.
Salierón a dónde estaban todos los demás y Draco no pudó evitar besar nuevamente a su esposa y posteriormente su vientre con una sonrisa.
-También a tí te amo, no te pongas celosa- le dijó Draco a su esposa y esta rodó los ojos.
-¡Una foto con todos nosotros!- chilló Daphne y la pareja asintió.
-¿Listos?- preguntó Narcissa.
Draco y Hermione se pusierón delante y la guardía de honor atrás.
-¡Digan sangre sucia!- gritó Blaise recordando cómo Draco molestaba a Hermione antes de que se diera a conocer que ella era una Nott.
Los recién casados rierón al igual que los demás y mirarón a Narcissa.
-¡Sangre sucia!- gritarón al mismo tiempo.