Mi Nuevo Socio [MNS] [TERMINADA]

|Capítulo 10|Fiesta de compromiso|

Caminé por el pasillo nerviosa.

Y me topé con Draco a final de las escaleras.

Estaba vestido bastante elegante y sonrió al verme.

-Estás hermosa- mis mejillas se pusierón rojas y el rió.
-Gracias-.

~Genial, ahora pareces una adolescente enamorada. Tienes 26 años Hermione~.

Draco me ofreció su mano y la tomé algo dudosa.

-¿Qué haces aquí?-.
-¿No podía venir a la fiesta de compromiso del amor de mi vida?-.

Rodé los ojos, aunque sabía que realmente estaba feliz de verlo aquí.

Entrelazé nuestros brazos y nos paramos en la escalera.

Las luces nos apuntarón y todos voltearón a vernos.

-Todos nos miran-.
-A mi no. Te ven a tí porque esta noche estás más bella que de costumbre-.

-Y con ustedes la señorita Hermione Jean Nott-.

Apreté el brazo de Draco y este me sonrió con nostálgia.

-Todavía recuerdo la vez que te ví bajar por estas escaleras por la fiesta de compromiso- mis ojos se llenarón de lágrimas al recordarlo y el sonrió.-La única diferencia es que era yo el que te esperaba allí abajo-.

Aparté la vista dolida y me enfoqué en ver a mi prometido quien me esperaba con una sonrisa y de vez en cuando dirigía miradas a Draco cargadas de veneno.

Chris me extendió su mano, y yo la tomé nerviosa y con todo el dolor de mi corazón me separé de Draco.

-Estás preciosa-.
-Gracias- contesté secamente.

Todavía no estaba de acuerdo con este matrimonio, y estaba segura que nunca lo estaría.

Flashback

-Tengo que irme- recogí mis cosas rápidamente del escritorio y miré a Daphne.
-Cancela todas mis citas de la tarde Greengrass-.
-De acuerdo-.
-Comunicate con tú esposo y con mi hermana, diles que los veo en la mansión en 10-.
-Vale-.

Salí de la empresa a toda prisa y me encontré con Karl, el portero y chofer de los socios de la empresa.

-¿Necesita que la lleve señorita Nott?-.
-No hace falta. Gracias-.

Salí a paso rápido y metí una mano en mi bolso buscando los cigarrillos.

Pusé uno en mi boca y lo prendí, sientiendo como me relajaba al momento.

Entré al coche y salí a toda velocidad del aparcamiento.

¿Quién se creía Evans?

Los minutos se me hicierón eternos, hasta que divisé a lo lejos la mansión.

Aparqué lo más rápido posible y antes de tocar Litzy me abrió.

-Buenos días señorita Nott, a Litzy le agrada verla-.
-A mí también Litzy, ¿dónde está mi padre?-.
-En su oficina Señorita-.
-Vale, gracias-.

Entré a la oficina.

-Buenos días cariño- dijó mi madre, quien estaba sentada en la sala de adentro de la oficina con un libro.
-No estoy para formalidades Mariana- solté secamente y mi madre me miró de la peor manera posible.

Incluso peor que cuando se enteró que estaba embarazada, ocho años atrás.

-No le hables así a tú madre- espetó mi padre, parándose del escritorio mirándome con rabia.
-¡¿Cómo que me voy a casar?! ¡¿Acaso estás loco?!-.
-Ah, eso-.