Llegó el bendito viernes y yo buscaba por todos lados que ponerme. No por quedar bien frente a sus amigos, sino porque quería que vea que yo también puedo jugar, quería que sepa con quién estaba. Creerán que tengo un ego muy grande, pero la verdad es que soy bastante tímida y callada, hasta que me siento cómoda.
- Hola Felipe, ¿cómo estás?- escuché a mi papá decir desde la sala
La relación que él mantenía con mi papá era muy estrecha, por el simple hecho de que él era su ahijado. Es un enredo: mi papá es padrino de él, yo soy ahijada de su mamá, mi hermano es ahijado de su papá y mi mamá es madrina de uno de sus hermanos. No le den mucha importancia, solo sepan que estamos conectados por todos lados y si lo termino odiando después de esto, lo veré por siempre. Espero que todo salga bien.
Cogí lo primero que vi en mi armario y me vestí para luego ir a donde estaban ellos.
- ¿Vas a ir así?- me preguntó mi papá en modo protector, cuando vio mi falta corta negra, que en realidad ni tan corta era.
- Tranquilo, tío, yo la cuido- dijo Felipe antes de que yo pudiera responder, mi papá asintió y yo giré los ojos ante la situación, ni me tomé la molestia de discutir el hecho de que se sobrevivir sola.
Me despedí de mis papás y bajamos al carro, salí de la casa y le lancé mis llaves para que cierre la puerta del jardín.
-¿No querías ponerte algo que llame más la atención?- dijo Felipe abriéndome la puerta del copiloto, haciéndome saber que había logrado mi objetivo de llamé su atención
- Pensé que querías que sea tu novia ¿No creo que quieras que tu novia no se sepa vestir, no?- le guiñé el ojo antes de subir al carro y lo escuché suspirar
- Ya, pero debíamos mantener un perfil bajo, no queremos que esto se haga algo gigante- dijo subiéndose al asiento del piloto y arrancando el motor- Y con eso...- señaló mi atuendo, mirándome de arriba a abajo- Llamas la atención de todos los hombres
- Claramente llamé la tuya- sonreí de lado y él negó con la cabeza- Qué es la única que importa, ¿no, amor?
~ • ~
Llegamos a la fiesta y se notaba que estaba llena. Afuera habían pequeños grupos de amigos fumando y tomando cerveza, además de algunos que ya estaban pasados de trago.
- Okay, nos tenemos que llevar bien sólo 3 horas- me dijo al oído cuando estábamos por cruzar la puerta principal
- Puedo con eso, mi amor, ¿tú no?- le dije sonriendo egocéntrica
Felipe me miró, luego vio al frente y me volvió a ver. Apartó un mechón de pelo de mi cara, me cogió de la nuca y me besó. Todo en una fracción de segundo, cuando iba a reaccionar ya era muy tarde, oficialmente la idea de tener mi primer beso decente con alguien que quiera, murió. Tal vez me lo esperaba desde que hicimos el trato, pero por lo menos un aviso, ¿no?
Me separe de él, lo miré por unos segundos y me alejé, sin poder explicar bien lo que sentía en ese momento. Entré a la casa a perderme entre la gente.
- ¡Sofía!- dijo alto sobre la música
- Déjame, ¿okay? Solo un momento- le di una última mirada y seguí caminando hasta que estaba lo suficientemente alejada del ruido
Sentí que alguien tomó mi mano, frenándome y haciéndome girar a verlo.
- ¿Qué pasó?- su cara mostraba preocupación, a decir verdad, pero no confiaba en él como para decirle todavía
- Nada, sólo quiero estar sola un rato- me miró a los ojos por un momento, tratando de descifrar cuál era el problema, le sonreí un poco, no quería martirizarlo- Felipe, enserio, estoy bien, sólo quiero estar sola
Me dejó después de dudarlo por un momento.
Había sido mi primer beso adecuado y no había existido ningún tipo de sentimiento, ni de su parte ni de la mía. Estaba triste por eso. Llámeme ridícula, pero era algo importante para mí. Había tenido un par de besos antes, pero no califican como el que él me acaba de dar.
Me recompuse y fui a buscarlo. Lo encontré cerca del bar hablándo con sus amigos.
- Felipe...- puse mi mano en su hombro y él se giró a verme
- Nena, ven- extendió su mano y la tomé- Ella es Sofía- sonrió a sus amigos y yo también
- La famosa Sofía. He tratado de hacer que me conozcas desde que se amarraron- dijo uno de sus amigos, Marcelo
¿Desde que se amarraron? Hice una nota mental para luego preguntarle cuánto tiempo se supone llevamos juntos.
- ¿Enserio?- dije viendo a Felipe con una sonrisa y él bajó la cabeza, evitando mi mirada- Yo a ustedes
- Si, eres famosa porque lograste calmar al fuckboy- me sonrojé un poco, no sabía a que se refería, así que respondí rápido
- Alguien tenía que hacerlo...- susurré, apretando la mano de Felipe para que me salve de este tema del que no sabía nada y él sobó el dorso de la mía
- Si... Ehm... Dejemos de hablar de eso, será mejor- nos alejamos de sus amigos para acercarnos al bar, me senté en una silla alta y él se quedó parado- Soltémonos un poco- susurró en mi oído, para luego pasarme un shot de tequila
- ¿No que me ibas a cuidar?- dije haciendo referancia a lo que le había dicho a mi papá horas antes, él rió y se acercó a mi
- Exactamente eso hago- reí con él y lo tomamos juntos
Se hizo más tarde y dejé un momento a Felipe con sus amigos mientras yo iba en busca de agua. Había tomado varios shots con él y lo que menos quería era una resaca a la mañana siguiente.
- Hola- dijo un chico acercándose a mi coquetamente, yo sólo salude con la cabeza- Vienes con Moretti, ¿no?
- Si, ¿por?
- Sólo quería saber... Aunque conmigo te divertirías más- me dijo con una sonrisa ladeada, su aliento delataba que había tomado más de lo que debía
- Estoy bien donde estoy- le dije cogiendo mi vaso y alejándome de él, buscando a Felipe con la mirada, yo no conocía a nadie en esta fiesta
- Hey, ¿no quieres bailar?- tomó mi mano haciendo que me gire
- No- dije soltándome, aún buscando a mi supuesto novio
- ¿Enserio? En ese caso, podemos ir de una al cuarto- tomó mi mano por segunda vez y levantó mi mentón con la otra, haciendo que lo mire a los ojos
Me empecé a poner nerviosa, nunca me ha gustado estar tan cerca de alguien que no conozco y menos en su estado. No es ningún trauma, es más un instinto de supervivencia.
- Dijo que no- dijo a voz de Felipe detrás mío, interrumpiéndome y tranquilizando mi corazón acelerado
- Tranquilo, igual después de un tiempo se cansará de tí y vendrá conmigo, eso es lo que siempre pasa- soltó mi mano y se alejó, después de dedicarme una última mirada
- ¿De qué habla?- Felipe negó, sin responder, acercándose a mi
- ¿Estás bien?- preguntó, evitando mi pregunta, yo asentí y me llevó al carro
- Felipe, si todo esto va a funcionar, tengo que saber que pasa- frené cuando estábamos alejados de la fiesta, haciendo que él me mire
- Tú también me tienes que contar- yo asentí, sabiendo que se refería a mi comportamiento más temprano- ¿Quieres ir a un lugar más tranquilo a hablar?- asentí y él sonrió levemente- ¿Un helado? Se que amas los helados, desde pequeña lo haz hecho- sonreí
- ¿Mc Donald's?
- ¿Qué otro lugar está abierto a esta hora?- me sonrió una última vez y nos subimos al carro
Fuimos a Mc Donald's y compramos dos helados. Nos parqueamos cerca de un lago al que llamaban El Lago de la novia, debido a que muchos proponían matrimonio aquí a sus novias.
- ¿Qué paso en la fiesta? ¿Por qué no me querías hablar?
- Me da vergüenza- bajé la cabeza y cuando no me dijo nada, suspiré y hablé- Tal vez después-solté y él asintió- ¿Y tú? ¿Fuckboy? No tenía ni idea
- O sea no es como lo ponen mis amigos, pero después de terminar con una chica, que quería mucho, me puse muy mal, y sí, jugué con algunas... Eso es todo, no es el drama que ellos comentan
- Oh- fue lo único que salió de mi boca sin saber que responder ni si hacer preguntas era correcto o solo sería ser pesada
Caímos en un silencio incómodo y ninguno de los dos sabía que decir para terminarlo.
- Lo del beso... Enserio perdón, no pensé que...
- Tranquilo, está bien- sonreí perdiéndome en mi helado e ignorando que quería saber de qué se trataba
- Puedo enseñarte... - alcé una ceja sin entender a qué se refería- ... Es decir, evitar que te sientas incómoda...
- Uhm... ¿Tan mal besé?
- No no no, para nada, solo ya sabes... No te sentí ¿cómoda?- dijo nervioso y reí - Sólo si quieres...
- Tal vez... ¿En otro momento?- no sabía que era peor, si el silencio o esta conversación
- Si, sólo...
- Tranquilo, enserio, todo está bien- dije riendo por lo nervioso que estaba él
- ... Sólo me dices
- Si, está bien- le dije y nos reímos de lo incómodo que estaba el ambiente
- ¿Te puedo hacer una pregunta?- dije después de unos minutos, dejando de lado mi helado y girándome en su dirección
- Dime
- ¿Hace cuanto se supone estamos juntos?- alzó una ceja, sin entender a que me refería y luego entendimiento cruzó su cara
- Un mes o algo así- se encogió de hombros restándole importancia y yo asentí
- ¿Por qué todo este show de ser novios?- pregunté lo que me comió la cabeza toda la semana
- Esas son dos preguntas- me dedico una sonrisa ladeada y reí
- Dime, no es normal que alguien aparezca y te proponga ser su novia
- No quiero hablar de eso- dijo viendo al frente, evitando mi mirada
- Oh okay...-no sabía que decirle después de ver su reacción
- Vamos, te llevo a casa- se levantó y me extendió su mano, la tomé y luego subimos al carro y nos dirigimos a mi casa
El camino de vuelta fue callado, no había mucho que decir y muchas cosas ya habían sido dichas, más de lo que en otra época nos hubiera gustado saber del otro, todavía no sabíamos del todo cómo ser amigos.