LA HISTORIA ES COMPLETAMENTE INEDITA PERO LOS PERSONAJES SON DE LA MARAVILLOSA NAOKO TAKEUCHI
MIEDO
*Serena*
Después de la llamada de Mamoru no pude dejar de pensar ni por un solo segundo en todo lo que había perdido por su culpa.
Una vida con Darien, hijos y hasta el cachorro del que una vez hablamos. ¿Cuánto se puede ensañar el destino con la vida de una persona? Es que no había sido suficiente con mi niñez, perdí a mi padre, mi madre...ni siquiera vale la pena pensar en ella, mi abuela y sobre todo él bebe que perdí fruto del amor de Darien y mío.
Cierro mis dedos con fuerza sobre la correa de boni, tratando de eliminar aquellos pensamientos de mi cabeza, no quiero pensar más, no quiero pensar más en el nuevo bebé de Darien, ni en eso, ni en la posibilidad de me haya sacado de su corazón y de su vida.
Boni, tira de la correa mientras con su patita escarba entre la paja del granero en busca de...lo que sea que busque.
—Tenemos que bajar boni—mete su trompa entre la paja y de esta sale con una rata en ella. — ¡Boni, eso es asqueroso, suéltala!—exijo con asco.
— ¿Estas bien?—Malachite se escucha preocupado.
— ¡Siii, creo!...¡¡hay no Boni...no la sueltes...no la sueltes!!—Boni se gira hacia mí con la clara intención de obedecer mi primera orden, suelta la rata y esta corre a mis pies, no sé dónde se metió el bicho asqueroso, aun así empiezo a sacudirme como loca intentando alejarla de mí. —¡¡¡rata, rata...rata!!!— grite desesperada, fue cuando sentí que mis pies dejaron suelo seguro, todo mi cuerpo caía por la escaleras, entonces sentí dos fuertes brazos aferrarse a mi cintura, a pesar del susto pude sentir una deliciosa fragancia amaderada inundando mis sentidos.
De los labios de mi salvador salió un quejido al caer en el duro suelo, dispuesta a disculparme sacudo el cabello que cubría mi rostro.
Dos enormes zafiros me observan con sorpresa, él está aquí, me repetí varias veces antes de reaccionar, sentía mi corazón golpear con fuerza en mi pecho tan fuerte que no dudaba de que él lo pueda sentir.
"Por favor no lo dejes marchar"—escuche una súplica en mi adolorido y acelerado corazón.
El verlo cambiaba todo.
—Nunca más—su voz fue suficiente para que en mi pecho estallara aquel amor retenido a la fuerza—nunca más dejare que te alejes de mi...Princesa.
—No lo hagas—sentí mis ojos arder por las lágrimas que contenía—no dejes que me aleje...por favor. —dije cada palabra que deseaba decir, no quería alejarme de él. No deseaba...
Siendo incapaz de reprimirlo aquella detestable voz retumbo en mi cabeza.
"Te quiero fuera de su vida, o juro que hare que te odie por el resto de tu vida."
El amor que antes había sentido fue reemplazado con el temor y el miedo, me aleje de Darien tan rapido como pude, la sorpresa fue evidente en su rostro.
"Soy una estúpida"—me recrimine. El hombre a al cual amo esta frente a mí y no puedo acercarme a él. Todas las llamadas y advertencias de Mamoru invadieron mi mente, provocando un dolor innegable.
—Princesa—dio un par de pasos hacia mí, levante mi mano en señal de que se detuviera—no, acabas de decir...
—Cariño, ¿estás bien?—la voz preocupada de Malachite llego hasta mí, se acercó para cerciorarse de que estuviera bien— ¿te lastimaste?—escuchaba a Mal pero me fue imposible evadir la ahora fría mirada de Darien.
—Estoy bien amor—clavo los ojos en la mirada color plata de Malachite, y tomando sus rostro entre mis manos, doy un desesperado beso en sus labios, esta vez no hay nada, no siento nada solo el dolor que destruye mi corazón.—No te preocupes estoy bien.—susurro cerca de sus labios, desvío la mirada hasta Darien encontrándome con nada.
...
—Sele, mi amor—abrazo a mi pequeña aferrándola a mi pecho.
— ¿Ella no me alejara de ti?—sus ojitos brillan por las lágrimas, me miran desesperados y temerosos.
—Claro que no mi amor, has oído bien, ella solo ha dicho que quería asegurarse de que su hermanita estuviese bien y feliz—ella asiente aun con temor—Sele mírame—le ordeno—No voy a dejar que nadie te aleje de mí, yo soy tu mami y eso nunca cambiara—limpio sus lágrimas con mis pulgares, boni se mete entre nosotras asentando su cabeza en las piernas de mi pequeña hija—ella tampoco te dejara marchar, lo vez—una ligera sonrisa ilumina su rostro.
—Te amo mami.
—Yo también te amo, mi amor—la calidez de su abrazo ayuda a calmar mi miedo. — Ahora Sele, lávate la cara, debemos salir un momento, Malachite, Alexa y...su amigo nos esperan en la sala.
Sele se aleja de mí en dirección al baño, después de que Setsuna y Michiru me explicaran lo sucedido con la hermana de Selene, decidí que sería mejor si tratara este tema en un lugar solo, así que una vez que Darien se presentó, Malachite prácticamente se quedó impávido, ofreció su casa para esta reunión y yo acepte ya que no es conveniente que nadie sepa donde vivo, y con decir nadie me refiero a él, al hombre que no ha parado de mirarme como la peor persona del mundo...Darien.
—Estoy lista mami—tomando la mano de mi hija caminamos por el corto pasillo hasta llegar a la sala, Darien se encuentra parado cerca de levantada, con la mirada perdida en algún punto allí afuera, la luz del sol se refleja en su rostro mostrándome lo perfecto que es, sus nariz recta con aquel desvió que no hace más que hacerlo ver sexy y duro, sus manos en sus bolsillos, con cada uno de sus músculos tensos bajo sus camiseta, sus hombros anchos, su cabello que invita a enredar mis dedos en él, sin casi notarlo mi pulso se ha acelerado unas octavas, mi respiración es agitada, es cuando me pregunto...¿hace cuánto no me sentía así?, hace cuanto había recorrido con mis labios cada musculo y cada línea de sus tatuajes, deslizo mis ojos por sus brazos, sus hombros, su cuello, ¿Hace cuánto no me sentía así por un hombre?
Sorpresivamente mis ojos hacen contacto con los de él, un destello de una sonrisa se fluye en sus labios.
Siento como mi rostro se calienta al ser consciente de que se ha dado cuenta de mi escaneo a su cuerpo.
—Alexa, Selene está aquí—Anuncia Darien, agradezco a los cielos al darme cuenta de que Mal y Alexa estaban de espaldas hacia mí, no hubiera podido explicar mi descarado escaneo hacia Darien, ya bastante tenía con la incomodidad de Malachite al saber que el hombre por el cual había dejado todo atrás estaba aquí.
—Hola bonita—La chica frente a mi secaba sus manos una y otra vez en la pernera de su pantalón, su cabello caoba estaba recogido en una coleta, no me pasó desapercibido que es el mismo color de cabello de Selene, sus ojos verdes no se apartaban de Selene la observaba con esperanza y anhelo.
—Cariño, porque no le muestras a Alexa la alberca que Malachite tiene en el patio—mi pequeña asiente insegura, su hermana extiende su mano, empujo ligeramente a Sele y ella toma su mano, boni avanza a su lado dándole más seguridad.
Las observo desaparecer por la puerta de la cocina hacia el patio trasero.
La tensión se siente en el ambiente, mientras Malachite camina hacia mí, la mirada de Darien se posa en la mano que mi novio posa en mi cintura de manera posesiva. Me remuevo incomoda.
— ¿desean algo de tomar?
—No, gracias—el azul intenso de sus ojos no se apartan de mí.
—No creo que sea apropiada la manera en que miras a mi novia—mi corazón se exalta ante las palabras de Malachite.
—Creo que te equivocas—esa mujer que tienes a tu lado, ha sido mi novia por cuatro años, ya que cuando decidió dejarme tirado en la cama de un hospital, no tuvo la dignidad de terminar conmigo—siento como los dedos de Mal se tensan en mis cintura—así que, evidentemente eres tu quien no debería tener esa mano allí—mete las manos en sus bolsillos de manera perezosa, como si el tema no tuviese relevancia.
En este momento no sé qué decir mi cerebro y mi boca están totalmente desconectados, y aturdidos por lo que acaba de decir.
...
*Darien*
Estoy seguro que ella no esperaba eso, es más yo no esperaba que el idiota de su novio se atreviera a reclamar la forma en miro a Serena.
Observo como Serena abre y cierra la boca sin poder articular palabra, por otro lado su "novio" no despega su gélida mirada de mí.
Desde el momento en que la vi supe que nos debíamos muchas explicaciones, pero solo Dios es testigo de lo mucho que me cuesta contenerme de arrancarle las manos a ese idiota por ponerlas en ella.
La conozco, se cómo es ella y hace un rato cuando beso a aquel imbécil frente a mí en el granero lo supe, trata de alejarse de mí y lo trata desesperadamente, solo que aún tengo que averiguar el porqué, el porqué de su desesperado intento de herirme.
—Está más que claro que tú y yo ya no somos nada, ya que tu esposa espera por ti... ¿o me equivoco?—Serena suena herida, si tan solo supiera.
— ¿Cómo es que sabes eso?—la pregunta la toma desprevenida ya que nuevamente se ha quedado sin palabras.
—Si lo sabe o no, no es el asunto, el asunto aquí es que es mi novia y no es nada correcto como la miras, así que te voy a pedir que mantengas la distancia y sobre todo el respeto.
—No la he irrespetado en ningún momento, —«aún»—además no debes alterarte, si estoy aquí es solamente por Alexa—trato de sonar relajado a pesar de que todos mis músculos se encuentran tensos— Es más, en cuanto Alexa este lista podremos marcharnos y tu novia y tu podrán quedarse tranquilos.
«Ni en tus mejores sueños idiota, la perdí dos veces, y juro que no habrá una tercera»
Paso a su lado, absorbiendo el perfume de Serena, sin que el idiota se percate roso su mano ligeramente, da un respingo al sentir mi contacto, lo que sirve para corroborar que aun siente mucho por mí. Sonrío para mis adentros cuando su irritada mirada se cierne sobre mí.
Encuentro el camino hacia donde esta Alexa y la hija adoptiva de Serena, con el solo propósito de que mi estancia en esta ciudad sea más larga de lo que había pensado.
...
—Entonces te veo mañana bonita—Alexa se inclina y abraza a Selene.
—Mi mami le dio la dirección de nuestra casa a Superman—la pequeña sonríe en mi dirección, le devuelvo la sonrisa al escuchar mi nuevo alias. —Mañana te esperare ansiosa, tienes que ver toda mi colección de superhéroes, son increiiiibles—Selene chilla emocionada ante la perspectiva de que Alexa la visite mañana en su casa.
Sonrío satisfecho, sé que soy un idiota pero logre que Selene nos hiciera una invitación a conocer su casa, por supuesto Serena había perdido el color de su rostro al escuchar que su hija le pedía la dirección de su casa para dármela a mí.
—Entonces voy a tu casa mañana en cuanto salgas de la escuela. —Selene la envolvió en un abrazo de despedida.
—Nos vemos mañana entonces, Serena—extendí la mano hacia ella y por un momento la vi dudar, hasta que estrecho mi mano, el contacto fue duro, pero quería que supiera y sintiera que esto era real, es más quería tocarla una vez para saber que esto no era un sueño como los que siempre tenía.
...
— ¿A que es preciosa?
—Se parece muchísimo a ti—la mirada de Alexa se ilumina— tiene el color de tu cabello y tu sonrisa.
—Es preciosa Darien, muchas gracias por traerme hasta aquí.
—No es nada, créeme que quien ha salido ganando mucho con este viaje he sido yo—le sonrío sincero.
—Ella es linda.
—Si es una niña hermosa.
—No, no hablo de Selene, hablo de su mamá Serena.
—Si es hermosa, la mujer más hermosa que jamás haya visto—por un segundo todo queda en silencio, desvió la mirada de la carretera para encontrarme con la enorme sonrisa de Alexa. — ¿Qué?
—Allí hay una historia ¿verdad?—sonrío.
— ¿Qué te hace pensar eso?
—Muchas cosas entrenador, como por ejemplo, llevo dos años estando muy cerca de tu matrimonio y nunca, jamás he visto que miraras a Hotaru como miraste a Serena.
—Es una larga historia hermanita, y ya deja de decirme entrenador, mis padres te adoptaron y ahora eres mi hermana.
—Me gusta más entrenador, además no me cambies el tema, cuéntame, ¿Cuál es esa historia? Se nota que allí saltan chispas.
—No es como lo imaginas, es una historia cargada de muchas cosas.
—Te duele recordar.
Asentí—Lo único bueno de toda esa historia es ella.
...
Anoche después de hablar un poco con mi hijo, me había quedado pensando en lo difícil que puede llegar a ser el destino, en lo difícil que puede llegar a ser tomar el camino correcto.
Tomas la vida y crees que es tuya, cuando no eres más que un peón en este juego llamado vida, el destino está escrito para ti desde el día en que naces y por más que quieras cambiarlo, siempre terminaras viviendo tu vida como tu destino lo dicta.
Había perdido a Serena dos veces ya, y ahora estoy aquí, la encontré y así tenga que pelear con el mismo Dios, no permitiría que nada, ni nadie la vuelva a separar de mi lado.
«No dejes que me aleje...por favor»
Esas fueron sus palabras y no pienso contradecirla.
—Ella es mía, aunque le cueste reconocerlo es mía.
*Inicio FB*
—Señorita Serena Tzukino, usted y yo hemos hecho el amor, y ha sido increíble—sus sonrisa y el brillo de sus ojos es todo lo que quiero en mi vida—Quiero que te quede muy claro que después de hoy te declaro mía.
— ¿Cómo que mía?—pregunta divertida.
—Sí, MIA...Mia como que eres mía, en el sentido de levantarme en las mañanas y lo primero que vea sea tu bonita cara, mía en el sentido de que seré yo quien te haga el amor todos los días antes de dormir y por supuesto al levantarme, mía en el sentido de que serás tú quien lleve a mis cuatro hijos en su vientre.
— ¡Cuatro!—ríe feliz.
—Si cuatro, claro que a diferentes tiempos, pero cuatro, y ya no me interrumpas que aún no termino, eres mía en el sentido de que soy irremediablemente el hombre que amaras para el resto de tu vida y eso Serena no es una condición, es una exigencia, ya que yo te amare por siempre y para siempre, así que no espero menos de ti. —
*Fin FB*
—Mia Serena y aun necesito tener ese futuro contigo, lo necesito.
Un golpeteo en la puerta del cuarto de hotel me saca de mis pensamientos.
—Alexa, aún falta mucho para...—mis palabras se quedan atoradas al ver en la puerta a mi rubio tesoro.
—Debes irte de aquí—sus manos no dejan de retorcerse frente a ella, la observo sin decir palabra, el vestido azul que lleva es suelto pero acaricia cada parte de su ser con delicadeza, decir que está más hermosa que antes es poco, ha subido un poco de peso y sus mejillas tienen un rubor adorable, sus labios...Dios sus labios lucen más suaves y carnosos que antes. —Deja de mirarme así. —frunce su ceño.
— ¿Así como?...así como tú me mirabas ayer.
—No sé de qué hablas—actúa desentendida.
—No me digas que te morías por verme Serena, ¿acaso querías saber algo de mi salud, después de que te marchaste dejándome solo, y tirado en una cama de hospital?
—No estabas solo, tu familia te acompañaba...además ya estabas bien, habías despertado y.... Sabes que, eso ya no importa.
— ¿Qué no importa?—sentía mi sangre hervir, solté el pomo de la puerta e ingrese a la habitación, trate de calmarme, aun no era momento de decir las cosas, aun había mucho que entender, pero este no era el momento. — ¿a qué has venido? A traer alguna advertencia de Thor.
— ¿Thor?
—Si tu novio, o eso fue lo que el dejo claro ayer.
—Se llama Malachite y sí, es mi novio, y es por eso que he venido a pedirte que te marches, puedes dejar a Alexa en mi casa el tiempo que quieras, y después puedes venir por ella, no es necesario que te quedes—sus postura era segura, pero sus palabras salían de sus labios un tanto distorsionadas por lo mucho que le costaba decirlas.
— ¿Quieres que me marche?—pregunte avanzando hacia ella, la vi tragar duro y ponerse nerviosa.
—Es...es lo que he dicho. —tartamudeo y yo sonreí.
—Eso no fue lo que me dijiste ayer cuando desesperada te lanzaste a mis brazos—me acerque aún más hasta que sentí su olor despertando mis sentidos dormidos hace cuatro años atrás.
—Yo no me lance a tus brazos, me caí...y con respecto a lo que dije eso...eso...
—Eso... ¿qué?—podía ver su respiración alterarse, su pecho subía y bajaba más rapido, su lengua paso por sus labios.
—Fue un error haber venido. —haciendo amago de marcharse, la tome por el codo girándola hacia mí.
—Tienes miedo—susurre cerca de sus labios—lo puedo ver, dime a que le temes Serena, no nos hagas esto nuevamente.
—No le temo a nada, yo...—no pude más, baje mis labios hasta sentir los suyos, no hubo necesidad de pedir permiso, era simple como que ella es mía, nuestras lenguas danzaban en nuestras bocas, en un beso desesperado y esperado, apreté mis manos en sus caderas, lo cual la hizo gemir al contacto con mi cuerpo.
—Solo Dios sabe cuánto te he buscado—hable volviendo a sus labios.
—Darien—pero yo aún no quería esto...por más que lo deseara aun no era tiempo.
—Serena—tome su rostro entre mis manos, sus ojos estaban llenos de lágrimas.
—Debes marcharte Darien, debes hacerlo antes de que me odies.
—Dime que has estado bien—ignore sus palabras, yo jamás la odiaría—dime que lo has superado, dime que cumpliste tu promesa—pegue mi frente a la suya, nuestras respiraciones se mesclaban deliciosamente y ella aun lloraba.
—La cumplí, cumplí mi promesa, la ansiedad ya no está más, se ha ido y todo por ti, por tu ayuda, por tu confianza...por tu amor.—Nos abrazamos, nos aferramos el uno al otro sintiéndonos y comprendiendo que aquel amor que una vez nos unió seguía allí, más fuerte que nunca.
— ¿Por qué te marchaste?—hable en su oído, la sentí tensarse, e intentar alejarse, la apreté contra mi pecho impidiéndole escapar— ¿Por qué me dejaste?—sin más se alejó de mi limpiando su rostro y evadiendo mi mirada.
Cuando volvió a mirarme ya no era la Serena de hace un momento, era una Serena alejada y temerosa.
—No estaba lista para quedarme, yo tenía muchos problemas...demasiados a decir verdad y no era justo, ya que tu debías lidiar con los tuyos.
—Te necesite—hable resentido por la distancia que tomo.
—Yo...yo no necesitaba de ti.
—No te creo—aseguré.
—Es la verdad, Darien todo lo que había vivido, había sido por tu culpa.
Sentí mi estómago contraerse por sus palabras.
—Lo sé, lo sé y lo siento—por un momento pareció querer acercarse.
—Perdí a mi bebé por tu culpa, perdí todo por ti, mi vida mis sueños—cada palabra que decía me hería, pero sabía que las merecía, era yo quien la había abandonado primero.
—Perdóname.
—No, no te perdono, así que es mejor que te marches de aquí.
—Serena. —intente tocarla, pero retrocedió como si mi sola presencia la repeliera.
— ¡No, quiero que te vayas Darien!—escupió. —Soy feliz aquí, amo...yo amo a Malachite.
Fue todo lo que necesitaba escuchar para que la rabia se apoderara de mí.
— ¡Es porque lo amas que has venido a buscar consuelo conmigo, es porque lo amas que has venido aquí a lanzarte a mis brazos y besarme de la manera en que hace un momento lo hicimos!—en dos zancadas estuve cerca de ella—No te creo—masculle cerca de sus labios.
Quería embeberme en ella, quería embriagarme de su ser, de sus besos, de su cuerpo...de su amor, pero mientras sus ojos tengan esa mirada de temor no lo haría.
—Respóndeme Serena, ¿pensaste en el cuándo venias hacia acá?—negó, su mirada se posó en mis labios una vez más, intente tocarla y nuevamente se apartó.
—Si insistes en estar cerca de mí no permitiré que Alexa se acerque a Selene—me quedé estupefacto ante su advertencia.
—Me estas jodiendo...ella no tiene nada que ver en esto.
—Tómalo como quieras, pero esa es mi advertencia—sin esperar replica se marchó sin mirar ataras, dejándome con un corazón mal trecho y con miles de preguntas a las cuales estaba muy decidido a darles respuesta.
...
*Serena*
Mi sangre corría por mi cuerpo a mil revoluciones por segundo en mi cuerpo, mi corazón trabajaba a toda potencia y lo peor de todo era que no podía dejar de sentir los labios de Darien sobre los míos.
—Cuerpo traicionero—me reprendí.
Después de años de tratamiento para librarme de ser una ninfómana, actuaba como tal cada vez que Darien se acercaba demasiado, llevo mi mano hasta el justo lugar donde mi corazón se ubica.
—No debes latir así...no más por él, sabes de sobra que no podemos estar junto a el—tomando una respiración profunda trato de calmarme—No quería herirlo—susurro, mientras una tibia lagrima se desliza por mi mejilla.
Cuando vi su mirada herida por mis palabras y por hacerlo culpable de todo lo que nos pasó, casi me rindo ante él.
Quería decirle que lo amaba y que era mentira, que no era su culpa y que todo era culpa de su propio padre.
—Maldito seas Mamoru—cerré los ojos con fuerza, recordando la imagen de la fotografía que haría que Darien me odiara—es mejor así, prefiero saber que me olvidas, antes que me odies—mis dedos acarician mis labios, cierro los ojos recordando el momento en que nos besamos—estuve a punto de rogarle que me hiciera el amor.
Darien había dejado su dirección a Michiru en caso de que sucediese algo que el debiese saber con respecto a Selene, cuando vi su nombre en ese papel lo tome sin pensarlo y vine por él. Solo que ahora no estaba segura de que eso haya sido una buena idea.
—Serena, está casado, tiene un hijo con su esposa y para joderla más tendrán otro hijo, tienes suficiente material para alejarlo de ti, tienes que dejarle claro que no sientes nada por él.
Le repetí a mi reflejo en el retrovisor.
—Debo alejarlo, Mamoru ya destruyo su vida una vez, de ninguna manera puedo permitir que lo vuelva a hacer.
...
*Mamoru*
— ¿Te ha llamado mi hijo?—pongo dos cubos de hielo en mi wisky, removiéndolo con mi mano.
—No, me ha pedido que piense en la posibilidad de adoptar a la nueva hermanita de Alexa. —Hotaru, es hermosa, ella es todo lo que siempre quise para mi hijo, educada, elegante y buena madre...ante mi hijo.
— ¿Qué piensas al respecto?—sé que eso la cabrea, apenas y soporta a su propio hijo.
—Creo que eso sería perfecto, a Alexander le vendría perfecto una hermanita—sonrío al ver la mirada esperanzada de mi esposa.
—Oh Hotaru, eso es tan lindo de tu parte, el estar dispuesta a darle una familia a esa pequeña.
—Gea, Darien y yo nos amamos mucho, es por eso que lo hago, todo niño merece un hogar.
—Es una pena que justo hoy que tengo libre Dar no este, pero bueno que le vamos a hacer, mi hermanito nunca dejara de ser un buen samaritano, ve un corazón desprotegido y se lanza a cubrirlo, es por eso que ha pasado por lo que ha pasado.
—Rei, no hables así de tu hermano, él tiene un corazón muy noble.
«Un corazón estúpido diría yo»
—Si Darien no fuese así se hubiera evitado muchos problemas, ¿verdad papá?—los ojos de Rei me observan acusadores.
—No tengo nada que decir sobre tu hermano, solo que ha sido inteligente y ha dejado sus errores de lado.
—Hotaru, linda que te parece si me acompañas un momento a ver a los niños a la escuela, ya deben estar por salir—las dos mujeres se levantan despidiéndose.
—He de decir que no estoy muy de acuerdo con tus métodos, pero sabes de sobra que Darien no se alejó de ella.
—Da lo mismo, esa zorra no se acercara a mi hijo.
— ¿Cómo estas tan seguro papá?
—Porque lo sé—entrecierra sus ojos mirándome con duda.
— ¿Aun la vez?—cerro sus puños a sus costado— ¿papá?—siseo.
—No, Rei, no la veo, pero estoy seguro de que no volverá, además a tu hermano tampoco le interesa ella, ya no, ahora tiene a Hotaru, ella es una mujer maravillosa, el tienen una familia hermosa, no dejaría nada de esto por aquella zorra.
—Por tu amante querrás decir—escupe las palabras con odio.
—Hija, ya te pedí perdón un millón de veces por ello, ¿Cuánto más tengo que decirte que yo fui débil? Ella era una mujer joven, tenía 19 años y se ofrecía a mi tan fácil que no puede resistirme.
—No te puedo perdonar papá—me miraba con rencor, y eso me enorgullecía, porque sabía que ella era igual que yo.
—Amo a tu madre, de eso no tengo duda cariño, Serena solo fue algo pasajero. Lo bueno de todo esto es que mi romance con ella sirvió para que se alejara de tu hermano.
Cuando Rei descubrió las fotografías donde Serena y yo aparecíamos teniendo sexo, me toco aguantarme sus reclamos, pero todo con tal de que no le dijera nada a su madre, Gea era simple y algo estúpida, pero era mi mujer y lo que es mío no se aleja de mi fácilmente.
—Sabes que, se me hace repulsivo hablar de esto, Serena era mi amiga y no resulto ser más que una perra que se revolcaba con mi padre y mi hermano.
No siendo capaz de seguirse conteniendo se marchó.
Una vez que me cercioro de que se ha marchado, me encamino hacia mi caja fuerte, de allí tomo uno de mis tesoros más preciados.
Una fotografía donde aparecemos Ikuko y yo abrazados el uno del otro, acaricio su rostro.
—Todo hubiese sido tan diferente si te hubieses quedado junto a mí, mi amada Ikuko. —Me pierdo en su mirada recordando el momento cuando la volví a ver.
*Inicio FB*
—Hoy no Jack—volví al escuchar esa voz, era imposible para mí no reconocerla—hoy es el cumpleaños de mi hija y debo regresar temprano a casa, ahora que su padre ha muerto yo soy responsable de ella.
El tipo junto a ella saco su mano debajo de su blusa, seguía bella, pero su mirada era vacía.
Antes de que saliera del bar la seguí tomándola por el brazo.
—Te dije que Kenji haría esto de ti—la mire despectivo, sus mirada de sorpresa no se hizo esperar.
— ¡Mamoru!
—Ikuko—seguía siendo caliente y tan sexy como la recordaba, sus ojos azules y cada curva de su cuerpo era una invitación a llevarla a la cama.
—Soy, lo que soy es porque el ya no está...Kenji...el murió—su dolor me llenaba de rabia, ella me dejo por ese infeliz y ahora sufría por el aun después de muerto.
—Yo estoy aquí—casi le suplique a pesar de todo.
—Tú, no eres el.
—Puedo serlo, incluso podría ser un buen padre para tu hija—ella se burló.
—Sentiría lastima del niño que te llame padre—me congele en mi lugar, ella salió del bar sin siquiera volver a mirarme.
*Fin FB*
—Me alegro de haberte seguido aquel día— sonreí con odio—así pude asegurarme de mandar a aquel pedófilo hacia ti. —estrujo la fotografía en mis manos—Ahora tu hija es mía Ikuko y no puedes hacer nada por ella.
...
*Serena*
El timbre no deja de sonar y una muy impaciente Selene corre detrás de mí.
—Abre mami, llevare a Alexa al lago a nadar con Boni y conmigo, y luego le diré Superman que nos lleve a la colina con una enorrrme canasta y haremos un picnic y....
—Selene, respira cariño—me pone muy feliz, verla muy feliz.
Hoy Mal tuvo una emergencia en la fundación así que llegara más tarde, confío en que Darien haya hecho caso de mi advertencia y no haya venido con Alexa, me quedo quieta antes de llegar a la puerta y respiro profundamente.
Al abrir la puerta, me encuentro con una emocionada Alexa, Selene se lanza a sus brazos, siendo recibida con muchos besos de parte de su hermana.
Observo hacia afuera, y no puedo dejar de ser presa de la desilusión.
«No vino»
—Está en el auto—Alexa me mira divertida.
—Ah....
—Darien, él está estacionando el auto, créeme que nada lo haría perderse esta visita, creo que hasta está contemplando poner un gimnasio en esta ciudad. —de un momento a otro es arrastrada por Selene, observo como desaparecen por el pasillo.
—Creo que los vestidos te van mejor—brinco del susto al sentir el aliento de Darien en mi nuca.
— ¿Qué haces?... No te acerques tanto. —lo riño, él sonríe en respuesta.
—Ahora que harás, me vas a echar a patadas de aquí y cumplirás tu amenaza o me dejaras pasar.
El no entiende lo peligroso que es que este tan cerca de mí.
« ¿Cómo se supone que lo entienda si no le has dicho la verdad?»
«Debo decirle la verdad aunque me odie, es la única manera de protegerlo de su propio padre»
—No debes decirle a nadie que me has encontrado—frunce su ceño con preocupación.
—No se lo he dicho a nadie—se acerca peligrosamente acariciando mi mejilla—Dios Serena, dime de una buena vez que es lo que te sucede.
Me alejo como puedo de su tacto.
—Recuerda que yo amo a Malachite y que no debes acercarte así a mí—evado su pregunta.
—Sí, lo que tú digas—pasa de mí, dirigiéndose por el mismo lugar que desaparecieron Alexa y Selene, dejando que mis sentidos se inunden de su fragancia, a pino, a madera, a cielo....¡¡carajo, no creo que pueda tenerlo cerca sin querer arrancarle la ropa!!
Y hay una cosa que es peor...él sabe lo que provoca en mí.
¿Cómo se supone que voy a alejarlo de mí?
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*Hola mis monnies hermosas y guapas ¡¡FELIZ AÑO!! Guapas. ¿Qué tal su despedida de año?...Espero que súper chévere.*
*Un enorme saludo a ustedes, aquí un capitulo mas para ustedes mis moonies, espero lo disfruten*
*De aquí en adelante las publicaciones se normalizan, PROMETIDO*
*¿Que les parece la actitud de Darien...les gusta? o ¿creen que debería estar enojado?
*No se olviden de comentar y darle un toque a la estrellita*
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