- Está bien, perdí tú estúpida apuesta, dime el castigo ya, cuanto antes pase, mejor. - Dijo el más bajo del grupo cruzando los brazos.
- Quiero que te pongas esto y lo lleves durante la hora de la comida con los demás miembros. -Contestó el líder, entregándole una cajita rosa a su compañero.
El menor la abrió, sacando uno de aquellos juegues sexuales llamado 'vibrador'.
- ¿acaso estás bien de la cabeza? ¿cómo pretendes que tenga esto metido en el culo mientras que como con los demás chicos? -Soltó un Jihoon de orejas sonrojadas, y enfadado.
- Mira, pensaba dártelo cuando fuéramos a comer afuera, pero pensé que eso sería muy cruel, además, perdiste una apuesta, te toca tu castigo, bebé, voy afuera a poner la mesa, más te vale tener eso puesto.- Dicho esto, salió, sin antes apretujar el pequeño trasero de su compañero.
Después de unos minutos, el más bajo salió de la habitación, con unos andares muy peculiares y una cara de película, haciendo que Seungcheol sonriera.
Los trece chicos se sentaron en aquella mesa llena de comida, el mayor decidió sentarse en un sitio donde podía verlo entero, desde muslos hasta cabeza, pero no estaba lo suficientemente cerca como para tocarlo, el sitio perfecto para llevar a cabo el castigo de aquella apuesta que ganó.
Pasó un rato hasta que los miembros consiguieron llenar cada uno sus platos y empezaron con ansias a comer, menos Seungcheol, este metió su mano en el bolsillo, y apretó un pequeño botón.
El pequeño compositor soltó un pequeño y suave quejido, acompañado de un leve movimiento de cadera, al sentir aquel aparato vibrar dentro de él.
Seungcheol cada vez iba notando como su ereccion crecía al ver a su pequeño compañero haciendo su mejor esfuerzo para no gemir y gritar, intentando no dar saltitos y mover su cadera, mientras que mordía su labio, y, joder, eso estaba matando al mayor.
- Jihoon, ven, me acabo de acordar de una cosa, es importante. - De repente, dijo el antes mencionado, provocando una mirada de parte de todos los miembros.
El pequeño se levantó intentando no gemir ni hacer ningún movimiento extraño, y siguió a su compañero hasta el baño.
Seungcheol cerró la puerta con pestillo lo más rápido que sus manos le permitieron, y acorraló al compositor, juntando sus labios en un beso cargado de deseo, unos segundos después, el líder comenzó una guerra de lenguas, la cual iba ganando, y poco a poco la habitación se fue llenando de los chasquidos provocados por ambas lenguas y ese característico sonido de los labios juntándose, mezclado con los agudos quejidos de Jihoon, y los graves de Seungcheol, creando una mezcla más que perfecta.
Cuando se separaron por la falta de aire, el más alto desnudó a su compañero, dejándolo solo con la ropa interior, dejando ver aquel líquido que salía de la punta de su duro miembro.
El menor se puso de rodillas delante del lavabo, apoyando sus manos en este, y levantando su trasero, dejando a Seungcheol unas maravillosas vistas de su entrada ya dilatada gracias al juguete que se encontraba dentro de esta.
El líder se acercó, y sacó el objeto del interior de Jihoon, el cual soltó un agudo y fuerte gemido.
El alto se agachó, y con sus dos manos separó los pequeños y pálidos glúteos de su compañero, dejando ver su entrada.
- Podría follarte ahora mismo pero tu castigo no ha terminado todavía, chúpamela, Jihoon.
El mencionado obedeció, claro, ¿quién no lo haría?
Se dio la vuelta, seguidamente se agachó, y lentamente fue bajando los pantalones de su compañero, después, su ropa interior, hasta liberar a su no tan pequeño compañero.
No se lo pensó dos veces y metió toda la extensión en su pequeña boca, la sacó, lamió la punta, y la volvió a meter, a la misma vez que movía sus caderas y soltaba pequeños gemidos ahogados.
Seungcheol bajó la cabeza y observó a su compañero, este estaba con sus ojos cerrados, con una de sus manos rodeando su miembro, moviendo su cabeza de atrás para adelante, mientras que daba pequeños saltitos, levantaba su trasero, movía sus caderas, como si estuviera montando a alguien en ese mismo momento, sin ninguna vergüenza.
Y esto volvía loco a Seungcheol, haciendo que se le escaparan varios gemidos.
Gracias a dios, que al ser tantos miembros, tuvieron que hacer un baño bastante grande, lo cual en casos como estos les viene ideal.
El mayor separó a su compañero, ordenándole que se acostara en el frío suelo, mirando hacia arriba, Seungcheol se colocó encima, apoyándose en sus brazos para no caer sobre el pequeño, y, sin previo aviso, empezó a frotar ambos miembros, creando una húmeda fricción que los hacía gemir a ambos.
Jihoon comenzó a mover otra vez las caderas, su compañero lo besaba y sus lenguas peleaban bruscamente.
El de cabellos más claros separó las piernas de su compañero y levantó su trasero.
Lentamente, introducía su duro miembro mientras que el peli negro gemía y jadeaba demasiado fuerte, pero en ese momento, solo existían ellos dos en el universo, y les daba igual todo.
El pene de Seungcheol ya estaba completamente dentro de Jihoon y después de esperar un rato a que este se acostumbrara, empezó a dar movimientos leves.
- Ah...Seungcheol hazme gritar ya joder, no me vengas ahora haciéndote el bueno. - Dijo Jihoon cerrando sus ojos.
Justo al terminar esta frase Seungcheol embistió a su compañero de tal manera que el pequeño gimió su nombre lo más alto que pudo.
A partir de ahí ambos empezaron a moverse bruscamente y la habitación se llenó del chasquido de ambas pieles, gemidos y maldiciones.
Seungcheol sentía la apretada entrada del menor, observaba su sudada cara, su boca entre abierta, y sus gemidos eran música para sus odios - M-mierda, a-ah...Jihoon. - Dijo.
- Ah! S-seungcheol, ahí! a-ah... mgh. - Contestó este, gimiendo aún más cuando notaba al mayor dar justo en ese punto, ese punto de total placer.
Los gemidos y gruñidos de Seungcheol eran graves, tenían el mismo tono que cuando rapea, pero, esta vez, eran mil veces mejor, sus grandes ojos cerrados, dejando ver sus largas pestañas, sus labios rosados entre abiertos, su pelo revuelto, su cuello sudado, marcando perfectamente su manzana de adán y aquellas venas; esa era la vista de Lee Jihoon.
Ambos se vinieron casi a la vez, Seungcheol beso al menor, lentamente, a la vez que sacaba su miembro.
Después de limpiar aquel desastre de manchas en el suelo, se vistieron, y se fundieron en un cálido abrazo.
Jihoon estaba de puntillas, y seungcheol levemente agachado - No se que se te da mejor, si follar conmigo, o componer - Habló en mayor, causando una tímida risa del menor.
Pudieron permitirse unos minutos de relajación en el baño, abrazados, dándose suaves besos por todas partes, tonteando, riendo, hasta que volvieron al mundo real, y decidieron salir, no sabían cuándo tiempo habían estado ahí dentro, pero jurarían que había sido demasiado.
Salieron ambos del baño, y sin decir nada, se metieron a la habitación.
A los pocos minutos ambos dormían profundamente abrazados.
- Ya me gustaría a mi tener castigos así. - Dijo una voz en el salón.
- ¿Hyung, hacemos una apuesta? - Le contestó otra.
🎐F I N🎐
Estoy escribiendo algo sobre la Hip-Hop Unit, se viene interesante 🌚.