Bruce contempló a su familia e invitado sentados alrededor de la extensa mesa del comedor principal.
Alfred había colocado la vajilla y cubiertos sobre el fino mantel que por primera vez veía.
Todos mostraban expresiones que no se esperarían en una comida familiar, una cara de fastidio por parte de Damián, claro recelo en Jason, tristeza mal disimulada en el rostro de Dick y Tim daba imagen de tener la mente en otro lado.
Oliver claramente estaba incomodo con el ambiente, su mirada estaba fija en Alfred quien de forma grácil depositaba la elaborada comida sobre los platos.
—Se ve genial, Alfred, gracias.
—Provecho, señor Queen —contestó frío el mayordomo.
Bruce negó con la cabeza ante la aversión de Alfred hacia su amigo, cuando su mayordomo se retiró, todos comenzaron a comer.
El silencio se vio interrumpido por el rubio.
—Bruce —dijo Oliver, aún con la misma mirada de arrepentimiento del día de ayer.
Bruce no dio señal de haber escuchado el llamado, seguía sintiéndose igual de incrédulo y molesto por las atribuciones qué Oliver había decidido tomar, le causaba irritación y un poco de sorpresa lo que había ocurrido entre Clark y Oliver, quería golpear al de ojos verdes por tan estúpido movimiento innecesario frente a toda la liga.
A Bruce le había costado un poco creer la reacción de Clark, la sospecha y desconfianza guardada desde que se habían convertido en amigos resurgió por lo descrito por Oliver y Diana.
La mujer maravilla se había comunicado con él, preocupada por la actitud de Superman, también la reacción de todos la inquietaba, y no era para menos, Bruce sentía que debía estar alerta.
Según Barry, Clark se había mostrado demasiado serio los últimos días y ensimismado en sus pensamientos, también con una actitud borde mal disimulada.
Técnicamente la kryptonita almacenada en la cueva lo mantenía un paso adelante de cualquier desastrosa situación que involucrará a un Superman fuera de control, pero pensar en dañar a Clark lo desequilibraba.
Primero que nada debía averiguar lo que realmente ocurría con Clark, sabía que no se debía a la infantil y sin sentido provocación de Arrow, quizás algo relacionado con Martha o Lois.
Bruce debía mantener la cabeza fría y pensar en la forma de enfrentar a Kal-El, una forma de ayudarlo y estar en su presencia sin recordar lo que había pasado entre los dos.
Alfred entró a la sala y se acercó a Bruce.
—El joven Timothy tiene una visita —susurró el mayordomo a su oído,
Bruce lo miró interrogante.
—El joven Conner esta en la entrada principal.
Bruce comprendió la actitud del mayor y simplemente asintió.
—Tim, Conner vino a buscarte —habló, mirándolo directamente.
Tim lo miró entre sorprendido y asustado, trató de dejar su lugar con cuidado pero accidentalmente golpeó a Dick.
—Lo siento —murmuró.
Bruce lo observó e inmediatamente comprendió que el color en las mejillas del chico no era por haber golpeado a Dick quien contemplaba a Tim confundido.
Notó una mueca burlona en Damián y una mirada enfadada y calculadora en Jason.
Bruce entendía el desapego de Jason, merecía su odio y el que estuviera aquí hablaba de que trataba de nuevamente integrarse a la familia, sin embargo, había algo más del rencor normal en su mirada.
Se sentía juzgado, pero extrañamente al mismo tiempo percibía lastima de su parte, podía vislumbrar cierta retorcida comprensión.
Mantuvo la mirada en su segundo hijo, tratando de averiguar de donde venían esas emociones. Cuando Tim estaba a punto de salir, Conner prácticamente apareció tras un borrón negro y azul en el comedor, contemplando a todos con alarma, miró alrededor deteniendo su mirada sobre su tercer hijo.
—Creí decirle que esperara en el salón, joven Kent —masculló su mayordomo con desaprobación.
—Superman esta desaparecido —anunció con aprensión.
Bruce depositó de manera lenta sus cubiertos sobre la mesa y alejó su plato, tomando la servilleta limpió su boca, todo eso para no levantar la mirada, ocultando lo que sus ojos podrían revelar.
La noticia mermo la serenidad que forzosamente aparentaba, levantó la mirada hacia Conner y el parecido del chico con Clark fue como un balde de agua fría. Una opresión se hizo presente en su pecho.
—Superman no pudo simplemente desaparecer, Conner. —Su voz le sonó falsamente gélida, pero pareció funcionar por la reacción indignada del chico.
—Lois llamo a Má, le dijo que Clark no se había presentado hoy a trabajar y que no lo había visto en todo el día de ayer —soltó.
—Contactare con Flash y la Mujer maravilla —declaró Oliver, poniéndose de pie y saliendo de la habitación.
Alfred salió silencioso seguido por Jason, quien parecía aburrido, al llegar junto a Conner lo miró mal, fue visible la manera en que este en respuesta se tenso y dio un paso adelante hacia su segundo hijo, Tim se interpuso entre ambos viéndose desconcertado por la repentina hostilidad.
—Jason —advirtió Bruce, dejando su silla al igual que Dick.
—Tengo cosas mas importantes que hacer —dijo su hijo para después salir, lo dejó ir al percibir el mar humor.
Bruce tocó su frente, Superman estaba desaparecido, uno de los héroes mas fuertes del universo posiblemente fue capturado, el enorme problema y miedo entre sus manos hizo que le doliera la cabeza, darse cuenta de que el temor venia por la seguridad de aquel que lo había desechado como basura hizo que se le presentara una migraña por lo ridículo de sus conflictivos sentimientos.
—Dick ve a la computadora y ve si puedes encontrar algo, quizás Luthor tenga algo que ver. —Bruce miró a su hijo mayor.
—Lo haré —respondió con seriedad.
—Vayan con él. —Les dijo a Tim y a Conner.
Damián en algún momento había salido, seguramente al no tener ningún interés en la situación al igual que Jason, su hijo menor nunca había sido partidario de Superman.
Al quedar solo, Bruce se sentó y acuno su rostro entre sus manos, debía mantener a raya la intranquilidad para no analizar a profundidad la oprimente sensación en su pecho.
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Para Clark, el mundo a veces parecía estar hecho de cristal. Vivía con el conocimiento de saber que todo a su alrededor era extremadamente frágil, de vivircon la seguridad de que si decidía utilizar toda su fuerza podría destruir todo lo que protegía y por lo que luchaba.
Desde niño sus padres lo ayudaron a sobrellevar y controlar sus habilidades, dejando claro que nunca debía abusar de estos para dañar o utilizarlos por egoísmo, Clark estaba bien con eso, entendía que la línea entre el bien y el mal para algunos con poder era demasiado fácil de cruzar.
Él sabia que, muy en el fondo sentía curiosidad sobre lo que realmente pasaría si decidiera cruzar esa tenue línea, sobre exponer toda su fuerza para erradicar el mal desde raíz, esos pensamientos le causaban terror, la insana curiosidad podría ser su perdición.
Lentamente abrió los ojos, solo para encontrar que estaba en un decadente departamento en completa oscuridad, con sus manos sosteniendo el peso de su cuerpo al estar atado por lo que parecía ser una cadena al rededor de sus muñecas que conectaba con un gancho en el techo. Causándole un conocido e indescriptible dolor que lo hacía jadear.
Intentó liberarse, pero solo consiguió hacer sonar el metal y hacer crecer su doloe. Luego de varios intentos inútiles donde su fuerza se agotó, se percató de una herida en su brazo que no había sanado, una risa desde la esquina de la habitación atrajo su atención, enfocando su mirada encontró a un ex Robín recargado contra la pared, se dio cuenta del brillo verde en su mano, unos nudillos de metal recubiertos de kryptonita.
—¿Qué es esto? —gruñó Clark, adolorido y receloso.
—Kryptonita —dijo Red Hood con obviedad molesta.
Hizo una mueca por el dolor desgarrador en su cuerpo mientras Jason se le acercaba, sudor frío recorrió su frente.
—Red Hood —reprendió con voz grave.
—Oh no, no quieras reñirme Superman, no puedes.
Clark contempló al joven a unos cuantos metros de distancia.
—¿De que se trata esto, Jason? —Soltó irritado, con excesivo esfuerzo.
Red Hood se quitó el casco rojo que rodo a algún lugar de la habitación.
—Bruce jodio todo desde que dejo de verte como un peligro para la humanidad —comenzó hostil—, pero él no es el responsable, no por completo, su ego no lo deja ver mas allá de lo que le has hecho creer. —Jason lanzaba dagas con la mirada— Que Batman es el único que puede asesinarte. —Se burló— Finges ser incapaz de dañar a alguien, te ocultas bajo altos niveles de moralidad y tratas de actuar como un ser humano inocente, pero tu sabes que eres un peligro para todos, que eres un peligro para Bruce —escupió.
Clark se sacudió ante lo dicho, bajo la mirada ante el impacto de las palabras.
—Tú mientes, Kent, cada día, cada maldito minuto. Engañaste a Bruce, le hiciste creer que eras su amigo, te acercaste a él porque sabías que al principio tenía razón, al considerarte una amenaza... Estas convencido de que nadie podrá contra tu poder. —Jason se detuvo.
—No soy un peligro —murmuró Clark entre jadeos.
—Lo eres, solo que también eres demasiado estúpido para verlo.
Negó de un lado a otro, haciendo sonar las cadenas.
—Te equivocas.
—Dime... ¿Follarlo y tirarlo como basura te hizo sentir poderoso? ¿A qué se debió que te metieras en sus pantalones?
Clark alzó la cabeza para observar el desprecio en los ojos de Jason.
—No... te... incumbe.
—Lo hace si eso afecta a Ghotam.
—Hay más... ¿no? —En su sufrimiento, Clark apenas notó la mentira del muchacho.
Jason lo miró con verdadera furia para después acercarse y darle un puñetazo en el rostro, Clark contuvo un gruñido de dolor por el golpe con kryptonita. El sabor de la sangre inundó su boca.
—Claro que hay más, estúpido. Bruce dejo el manto por ti. —Lo señaló con desprecio— Lo volviste débil, ¡Jodiste todo, Kent!
Clark contempló incrédulo cuando el forajido se alejo y caminó en círculos, despotricando.
—Estas defendiendo la virtud de un padre que odias, Jason. —Logró decir.
El ex robín lo observó como si hubiera logrado su propósito.
—No odio a Bruce, me preocupo por él y las repercusiones de esas malas decisiones que le haces cometer.
—No lo obligue —contestó, mirando el piso, incapaz de detener el asalto de las imágenes de aquel día.
—Pedazo de mierda, no sé como exactamente lograste engañarlo, pero yo veo debajo a través de ti, no puedes seguir ocultando lo que sea que escondas.
Clark lo observó.
—¿Tanto te molesta que Bruce deje de ser Batman? Pensé que querías impartir verdadera justicia en la ciudad.
Clark estaba seguro que había más por lo que Jason estaba molesto y decidió no presionar.
—Eso no te importa —masculló.
—No tuve que ver con que Bruce se alejara del manto...
—¿Sabes Kent? Quizás debo demostrarte que Bruce no es el único que puede deshacerse de ti. —La declaración de Jason se vio interrumpida por el estruendo de una puerta al abrirse violentamente.
—¿Que mierda haces aquí, Damián? —exclamó Red Hood, al girar y toparse con el menor de los Wayne.
—También tengo derecho a arreglar cuentas con ese —dijo despectivo el robín.
Clark hizo algo que normalmente no haría, maldijo en voz alta.
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Hola linduras!!!
GRACIAS POR LEER!!!