Dedicado a todas las pecadoras que deseaban el smut<3
(* * *)
—Así qué... ¿un hermanito? —pregunté con sorna.
Rick había llegado hace pocos minutos, luego de ir a dejar a Carl en la casa de su madre –todo plan de él para quedarnos solos-.
—Carl da las ideas y yo solo las acepto —se encogió de hombros mientras una sonrisa juguetona aparecía en su rostro.
—Qué buena persona eres, créeme que Carl no daría esas ideas si supiera como se hacen los bebés.
— ¿No estás muy tapada para estar solos? —me miró con duda.
Me levanté de la cama y alcé una ceja.
— ¿Desde cuando estás tan atrevido? ¿Y desde cuando me deseas tanto?
Rick rió suavemente y se sonrojo levemente. Por más que lleváramos juntos diez años –y casados cinco- nunca me dejaría de enamorar de él. Rick tenía esos simples detalles como: decirte lo linda qué estas –aun cuando no lo estás-, traerte libros que llevabas demasiado tiempo buscando, comprar comida chatarra cuando el periodo se hacía presente o los simples que ''te amo'' que me decía cada vez que tuviera la posibilidad.
—Sabes que siempre te he deseado —sonrió—. Sería un pecado no hacerlo, eres preciosa.
Mordí mi labio para evitar chillar de la emoción. Cabía destacar qué mi cuerpo siempre había sido un problema para mí, sobre todo después de tener a Carl, pero Rick siempre se encargaba de hacerme sentir bien conmigo misma.
—Es qué te tengo una sorpresa —me volteé para observarlo. Rick se encontraba parado en la mitad de la habitación mientras yo me encontraba en una esquina de está.
— ¿Qué clase de sorpre-
Me saqué el polerón –de él- que andaba trayendo para dejar a la vista el conjunto qué me había comprado tiempo atrás.
—Oh dios... —dijo.
Rick se acercó para agarrarme de la cintura y comenzó a besarme con algo de intensidad, tomó mis piernas y yo me encargué de enrollarlas en su cadera. Cuando Rick llegó al borde de la cama nos desestabilizamos y terminamos cayendo bruscamente sobre está.
—Lo siento cariño —mi esposo murmuró y reí.
Rick se subió sobre mí y siguió su recorrido de besos por mi cuello –lugar qué él sabía que era mí punto débil-, mientras yo me encargaba de sacar la poca ropa que llevaba puesta.
—Por más que te encuentres preciosa en esté conjunto, odio estás cosas —dijo refiriéndose al brasier con el cual estaba luchando para sacarlo.
Me encargué de sacar mi brasier y él sonrió con satisfacción. Rick se colocó entre mis piernas y comenzó a besar mis pechos, los gemidos se oían en la habitación. Arañé su espalda y entré quejidos nos volteamos para yo quedan encima de él; ambos nos acomodamos y Rick entro con algo de suavidad en mí, los movimientos comenzaron por inercia, y es qué nos complementábamos tan bien que nuestros cuerpos parecían uno.
—Oh dios, te amo tanto —dijo entre gemidos.
Rick agarro mi cintura y se encargó de recostarnos otra vez para seguir con nuestros movimientos. La lujuria y él amor se podía sentir en el ambiente de la habitación. El orgasmo llegó casi al mismo tiempo para ambos y se dejó saber cuándo ambos entre gemidos gritamos el nombre del otro.
—Te amo demasiado —dije. Rick sonrió.
—Te amo demasiado —repitió.
(* * *)
[cuatro meses después...]
—Entonces tendré un hermanito —Carl dijo emocionado.
—En realidad... —comencé y ambos hombres me miraron con atención—, es hermanita.
—Oh no, tendré qué espantar hombres —Rick se dejó caer en el sofá.
— ¿No podemos cambiarla por un hombre? —Carl preguntó—, no quiero después tener que espantar hombres igual que papá.
—Tranquilo campeón tal vez más adelante podremos buscarte un hermanito —Rick me miró con una sonrisa.
—Eres un pervertido Rick Grimes —negué entre risas.
—Como si no te gustará —Rick rodó los ojos.
— ¿Qué es pervertido? ¿Qué le gusta a mamá? ¿Cómo se hacen los bebés? —Carl nos miró a los dos con dudas. Rick me miró con las cejas alzadas.
—Deberíamos empezar a buscar nombres para tu hermana, campeón —Rick palmeó su hombro cambiando el tema.
(* * *)
Espero que les haya gustado -aun cuando sentí que el smut no salió tan bien, pido disculpas por eso-, mañana tal vez suba otro con motivo navideño ya que estamos en la época y blah, blah, blah.
¡Las amo!