—Escorpio...detente un momento.
—No puedo—Escorpio ronronea en su oído.
—Pero es que-
—¡Escorpio!—Tauro abre la puerta de golpe y salta encima de la cama entre ellos dos cubriéndose con las mantas—. ¡Ayuda! ¡Escondeme!
—¿Qué demonios, Tauro? ¿Esconderte de que?—Escorpio le trata de quitarle la manta de encima pero Tauro se aferra a ellas.
—¿Dónde está? ¡¿Dónde está ese maldito?!—se escucha una voz furioso desde la entrada.
—¡Arthur, cálmate!—le grita Acuario tratando de detener a su hermano pero éste está fuera de sí.
—¡Lo voy a matar, le voy a cortar las bolas y le voy a arrancar el pe-
—¿Qué está pasando aquí?—lo interrumpe Virgo saliendo de la cocina con el delantal rosa de Cáncer. Y Piscis sale detrás de él.
—¡Ayuda Virgo!—ella dice colgándose de la cintura de su hermano— ¡Mi hermano está loco!
—¡Sal maldito cobarde!
—Se entero de que estoy embarazada y-
—¿Dónde está? ¿Dónde está ese basta-
Virgo se acerca a él y da una cachetada para después simplemente acomodar sus gafas. Arthur se queda viendo a la nada y Acuario lo mira sorprendida.
—Porfavor vamos a tranquilizarnos todos—él pide calmadamente.
Acuario arrastra a su hermano para sentarlo en el comedor y ella se sienta frente a él.
Escorpio llega molesto agarrando a Tauro del cuello. Lo sienta a lado de Acuario y él se sienta del lado de Arthur y Virgo.
—Quiero una explicación—exige.
—¿Porqué le debo explicar a ustedes?—la chica frunce el ceño.
—¿Porqué Tauro quería que lo defendiera? ¿de quién y porqué?
—Acuario está en cinta—le dice Virgo.
—¿En que?
—Que está embarazada—el de lentes rueda los ojos.
—Ah...¿qué? ¿Acua está embarazada?—Escorpio mira mal a Tauro y pone sus manos alrededor de su cuello apretándolo.
—¡Escorpio suficiente!—Cáncer llega y trata de separarlos.
—¿Qué no sabes usar un maldito condón?—Escorpio le grita mientras Tauro trata de quitárselo de encima desesperadamente.
—¡Rompe su cuello!—lo alienta Arthur levantándose eufórico del asiento.
—Suficiente—Virgo le lanza un cucharón de madera en la cabeza.
—¿Acabas de golpearme?—Escorpio le lanza una mirada asesina.
—¿Qué está pasando aquí?—Ofiuco llega sin camisa, con una toalla en su cuello y cabello aún húmedo.
—Nada de tu incumbencia—escupe el escorpión.
—¡Oye! ¿qué demonios te pasa?—Ofiuco lo mira mal.
—Ya todos tranquilos, es malo para el bebé—dice Aries—. Bola de ineptos
—¡Tranquila, yo solo quiero matar a ese sujeto que se atrevió a embarazar a mi hermanita!—Arthur gruñe.
Todo se sientan en la mesa incluso Ofiuco que no tiene nada que ver termina ahí. Aries llega a sentarse junto a él con un tazón de palomitas.
—Me voy a hacer responsable, no entiendo porque todo el alboroto—habla Tauro cuando Escorpio lo suelta.
—¿Será porque no tienes bien que caerte muerto? ¿Qué me vas a ofrecer a mi sobrino, eh? Pedazo de imbécil—dice Arthur exaltado.
—No los voy a abandonar, haré todo lo que pueda, de verdad—el chico dice asustado escudándose con sus manos.
—¡Ya basta!—Acuario golpea la mesa—. Nosotros seremos los padres, ¿lo olvidan? ya veremos cómo sacaremos adelante el bebé pero lo haremos.
—Acuario...—el toro la mira esperanzado.
—Aun así, tendremos que tomar medidas para que esto no suceda de nuevo—dice Virgo.
—Pfft, la mayoría son gays y Capricornio y Virgo no son capaces de embarazar a alguien—le comenta Aries a Ofiuco mientras mete una palomita a su boca.
—¿Y que hay de mí?
—¿Tu?—ella lo mira—. Pensé que pertenecías a los gays.
—¿Qué? no soy gay, ¡oye!—él la mira ofendido.
—Hagan lo que quieran, pero no se metan en nuestro asunto—Acuario mira a su hermano—. Tú tampoco.
—¿Pero ya pensaste en como lo tomarán nuestros padres cuando les digas?
—No me importa, que lo tomen como quieran—Acuario se levanta de la silla con los ojos llorosos y agarra a Tauro del brazo para levantarlo también—. Nosotros nos vamos.
—No te vayas, vendré a hablar contigo en un momento—le dice Tauro a Arthur mientras es arrastrado por Acuario.
Acuario arrastra a Tauro hasta su habitación y en cuanto la puerta es cerrada ella abraza al chico con todas sus fuerzas y ahoga su llanto en el pecho del toro.
—Tranquila—el chico sonríe levemente acariciando su cabeza—. Todo estará bien, linda.
—¿Cómo puedes saberlo?
—Porque yo haré que sea así—él dice abrazándola fuertemente—. Confía en mí un poco más.
—Lo siento, es solo que todo este asunto me tiene tan...no lo sé, tengo tantas emociones encontradas—ella dice sorbiendo la nariz.
—Lo entiendo, bueno un poco ya que no soy yo quien está embarazado, pero...—le levanta el rostro y limpia las lágrimas de su mejilla mirándola a los ojos—. No te preocupes por nada, yo me encargaré de todo, sólo no llores ¿Sí?
—Es que...aún no puedo creer que vamos a ser padres—ella dice en voz baja.
Ambos se quedan callados y Tauro comienza a reír.
—Vamos a ser padres—el toro repite.
—No te vayas a desmayar de nuevo.
—No lo haré lo prometo—él sonríe y la abraza se nuevo—. Sólo déjamelo a mi.
—De acuerdo—ella asiente. Tauro la toma del mentón y le da un beso en los labios.
—Ya vuelvo, iré a traerte algo de comer—el dice al separarse de ella— ¿Qué tal pollo frito? ¡Alitas! Te encantan las alitas.
—Esta bien, te espero—Acuario termina de limpiar los restos de agua salada de su rostro.
Tauro sale de la habitación y toma una bocanada de aire recargandose en la pared. Aprieta los labios decidido y se da una leve bofetada para tranquilizarse.
El chico camina a la cocina de nuevo encontrándose con solo Arthur, mira a todos lados buscando a alguno de los chicos para que sea testigo de su asesinato.
—Se fueron.
—Lo note—Tauro se sienta frente a él sin realmente saber que decir.
—¿Y? —Arthur lo mira atentamente.
—Bueno—Tauro junta sus manos sobre la mesa y aclara su garganta—. Sé que nada te gustaría más que matarme pero no puedo morir ahora, mi novia y el bebé me necesitarán. Así que necesito mantenerme vivo por ellos.
Arthur se cruza de brazos y alza una ceja.
— No se me ocurre algo más para decir, estoy temiendo por mi vida en este momento—Tauro dice rascando su nuca nervioso.
—Realmente estoy furioso así que me iré a casa antes de que te asesine—el rubio se levanta de la silla—. Este fin de semana los espero en la casa de mis padres.
—¿Eh?—Tauro asiente frenéticamente—. ¡Claro! Gracias
—Bien, dile a Acuario que lo siento, no me volverá a ver así—él saca un tenedor del bolsillo de su pantalón y lo deja sobre la mesa—. Supongo que no necesito esto.
Tauro deja caer sus hombros y su cabeza sobre la mesa soltando un suspiro de alivio cuando escucha la puerta cerrarse.
—¿Realmente pensaba matarme con un tenedor?—el toro niega al sentir escalofríos—. No quiero imaginarme las posibilidades.
...
—¡Mira estás fotos Leo! Tienen muchos likes y mira esos comentarios—Libra entra a su habitación emocionada y se deja caer en su cama.
—Vaya, si sigues así podría hacer un canal de YouTube, como esos guru del maquillaje—le dice el chico echándole un vistazo al celular de la chica.
—Si lo había pensado, por eso quiero que me sigas ayudando.
—Sabes qué cuentas conmigo.
—Y tú cuentas conmigo también—ella baja su celular y lo voltea a ver—¿Porqué no me dijiste que te gustaba Sagitario?
—¿Qué?—el rubio abre los ojos demás— ¿Cómo es que...?
—No tienes que ocultarlo sabes—ella muerde su labio—. Ya había notado que tú y él tenían una relación extraña, entonces... ¿si te gusta?
—Bueno, es complicado—él rasca su cuello incómodo.
—No lo es realmente—la castaña alza la mirada—, es un si o un no. Si no te gusta simplemente no lo quieres cerca, pero por lo que he visto no es así, más bien no quiere aceptar que te atrae un chico.
—Nunca me había pasado y hasta hace poco me gustaba...alguien más.
—Lo sé—ella sonríe de lado y suelta un suspiro—. Es una lástima realmente, pero que se puede hacer, así es el amor.
—Entonces...estamos bien
—¡Claro que si! Antes que nada somos amigos y tienes mi apoyo—Libra alza su pulgar con una sonrisa.
—Leoncito~—entra Sagitario con una bolsa de plástico y al ver a Libra sólo hace un gesto de confusión.
—Sagitario—Libra se levanta de la cama—. Me voy, hablamos después Leo.
— No, yo mejor me voy, no es algo urgente—Sagitario rasca su nuca soltando una risa incómoda.
—Vamos, lo sé, no tienes que tratar de ocultarlo de mi—la chica sonríe divertida.
Sagitario desvía la mirada a Leo esperando a que éste diga algo.
—Lib, más tarde iré a buscarte.
—Claro, y no hagan cochinadas—ella ríe traviesa y sale rápidamente.
—¿Qué estaban haciendo?—pregunta sagitario con una leve sonrisa y se sienta en la cama del león.
—Nada, Libra me estaba diciendo de lo bien que va su proyecto—Leo sonríe satisfecho—. Estoy muy feliz por ella.
—Ah eso es genial, si tú le ayudas claro que le irá bien. Tomás buenas fotos.
—¿Las has visto?—el chico ladea la cabeza.
—El dia que limpie tu habitación husmeé un poco—confiesa el arquero.
—Maldito chismoso—el empuja al chico con su hombro—. ¿Qué traes ahí?
—Solo frituras, y dos películas que me recomendó una chica que hacía fila detrás de mí cuando las fui a rentar.
—¿Y que te recomendó?—Leo comienza a sacar las cosas de la bolsa.
—Bueno, me recomendo una llama Secreto en la montaña y Moonlight, ¿Cuál quieres ver primero?
El león al verlas frunce el ceño
—¿Le dijiste algo más?
—No, ¿porqué?—él hace un gesto pensativo—. ¡Ah espera! le dije que las vería con mi novio.
—Eres un idiota ¿quién anda por ahí diciendo que tiene novio?—el rubio niega soltando un suspiro.
El celular del centauro suena y cuando esté ve la pantalla abre los ojos demás.
—¿Sagitario? ¿Qué pasa?
—Mi hermana, mi hermana está en la puerta—pasa saliva espantado.
—Vaya, qué rápido paso el mes.
—¡Escondeme!—le levanta la camisa a Leo y se mete debajo de ella.
—¿Qué estás haciendo?
—¡Esconderme! no dejes que me vea...oye, hueles muy rico.
—Estás loco ve y abrele la puerta a tu hermana—el chico lo empuja y se levanta de la cama
—No, deberías créeme está loca, no quieres conocerla—Sagitario sigue a Leo mientras éste camina a la puerta.
Leo abre la puerta y se encuentra con una chica de cabello rosado, una ropa que deja en claro que la mujer tiene unas buenas curvas y bastantes tatuajes en brazos y piernas.
—Hola—ella mira a Leo de arriba abajo y sonríe en grande—. Que lindo niño.
—Alejate de él bruja, es mío—le dice Sagitario pegándose al brazo de Leo.
—¿Qué?—su sonrisa se vuelve retorcida—. Así que aquí estabas enano.
—No estoy enano estoy más alto que tú.
Ella lo agarra de la oreja haciendo que el castaño suelte unos quejidos.
— Pero sigues siendo más débil que yo—lo suelta y entra a la casa mirando alrededor—. Se ve muy limpio para vivir doce personas aquí.
—Somos trece, Ofiuco llego después—Le informa Leo.
—¿Eso existe?—ella hace un gesto acercándose a Leo—. Eres muy lindo, ¿qué edad tienes?
—Es muy joven para ti pedofila, además es mío ya te dije—Sagitario se pone entre los dos.
—Deja de ser molesto, no es como si te fuera a robar a tu amigo—ella reniega.
—No es mi amigo—pasa su mano por el cuello del chico—. Es mi novio
Ella abre la boca demás.
—Sagitario...—Leo se masajea la frente.
—¿Qué dijiste?
—Que es mi novio y no lo toques, le vas a pegar el sida—hace un gesto de asco.
Ella suelta una sonora carcajada.
—¿Ahora eres gay?
—Algo así....creo.
Leo sólo baja la mirada avergüenzo maldiciendo por dentro que Sagitario sea tan idiota.
—No le diré a mamá—ella sonríe maliciosamente—. Si me haces un favor.
—No, ya sé qué tipo de favores—el castaño niega.
—Aún ni te digo nada y ya estás de delicada—ella chasquea la lengua.
—Se que quieres el celular de Géminis, ya te dije que ella no le hace a eso.
—Tu cállate, que sabes.
—!Ya llegue! ¿Hay comida? Muero de hambre.
Géminis entra a la cocina encontramos en con los tres chicos, al ver la hermana de Sagitario se queda en blanco y sale corriendo despavorida a su habitación.
—¿Ves? Te tiene miedo—Sagitario se burla.
—Dios se ve más linda que antes—Sarah dice en tono empalagoso.
—Pobre Géminis.
—Cállate idiota—ella le da un zape—. La verdad no me interesa conocer a los demás así que llévame a comer y no le dire a mis padres ni a Sergio que eres un marica.
—¡No! diles y yo les diré que eres lesbiana—la reta.
—No soy lesbiana, soy bi.
—¿Eres una bipolar? ¿Y eso que tiene?—frunce el ceño.
—Se refiere a que es bisexual, le gusta hombre y las mujeres—Leo rueda los ojos.
—Ah, si, ya sabía—el chico dice—. Igual no me importa que les digas.
—¿Estás seguro?—Ella alza una ceja.
—Bien, bien—Sagitario suelta un bufido—¿Leo vienes verdad? No me dejes solo con ella—le murmura casi suplicante.
—Si pagas mi comida claro—Leo le susurra de vuelta.
—Los dos son unos aprovechados—Sagitario lloriquea.
El arquero toma las llaves del auto de Capricornio y los tres suben para ir al restaurant-bar favorito de Sarah.
—Entonces...—la pelirosa los mira a ambos desde el asiento de atrás—. ¿Quién es el pasivo aquí?
Leo hace un gesto confundido y mira a sagitario de reojo.
—Por que si eres tú Shaggy, voy a tener que patear tu trasero.
—¿Qué es un pasivo?—pregunta el centauro.
—No tengo idea—Leo niega.
—¿No saben?—ella los mira sorprendida y sonríe divertida—. Espera, no saben nada de relaciones homosexuales ¿verdad? ninguno de los dos...
—Oh, esa canción me gusta—Leo aclara su garganta y le sube a la radio algo incómodo.
...
—Entonces son tres chiles cortados en pedazos~
Canta Ofiuco mientras trata de llevar a cabo una receta para la cena.
—Hombre, te dije que te agarras el cabello cuando estés cocinando—entra Aries a la cocina dejando un par de vasos en el lavabo.
—Es verdad, lo olvide—él mira sus manos cubiertas de comida y mira a la chica con ojos de cachorro—. ¿Me lo amarras?
—Bien—Aries se acerca a él y lo toma en una cola de caballo—. Listo, ¿que preparas?
—Algo para cenar—el pelinegro sonríe de lado señalando el recipiente que está sobre la barra.
—Huele bien ¿que es?
—Pasta, con camarones y salsa de champiñones.
—¿Necesitas ayuda?
—Necesito ayuda—Libra entra a la cocina y ambos la miran.
—¿Qué pasa?
—¿Tienes hambre?—Ofiuco ladea la cabeza.
—Tengo el corazón roto—ella suspira afligida— ¿Algún consejo?
Ambos chicos se quedan pensando e intercambian miradas.
—¿Qué tal si salimos un poco?—propone Aries.
—¡Si! ¡Me encanta la idea!—a Libra le cambia el semblante al segundo.
—Pero la cena...
—Los demás ya están grandes para hacer su propia comida—Le dice la chica empujándolo a la puerta.
—¡Ire por mi bolso!—Libra dice corriendo a las escaleras.
—Ire a ponerme unos zapatos, ya vuelvo—Aries va tras ella.
—Supongo que yo iré encendiendo el auto—Ofiuco las mira confundido.
Un rato después los tres suben al Camaro viejo del de cabello largo y se quedan en silencio.
—¿Y a donde deberíamos ir?—pregunta finalmente Ofiuco.
—No lo sé, tú dinos.
—Bueno, yo tenía planeado ir más tarde con mis amigos de la banda a comer a un bar.
—¡Nosotros vamos!—Libra dice desde el asiento de atrás.
—Si, los chicos en la fiesta se comportaron muy bien.
—Si, sólo no se acerquen mucho a ellos, son unos mujeriegos.
—Oww, se preocupa por nosotros—Aries dice en tono empalagoso pellizcandole la mejilla.
—Claro, la única amiga que tenía era Miranda, la tecladista de muestra banda.
—Ah esa chica—Libra sonríe presionando su índice en la mejilla de Ofiuco—, es muy linda.
—Creo que le gustas—le dice Aries en un tono travieso.
—¿Gustarle? no creo—Ofiuco ríe incrédulo y después pone un gesto serio—. ¿Ustedes lo creen?
—¿A ti te gusta?
—No, bueno, es muy agradable y me cae muy bien pero nunca lo había considerado.
—¿Si pudieras salir con ella lo harías?
—No lo sé...—Ofiuco al sentirse presionado tose incómodo—. Pondré algo de música.
Libra y Aries intercambian miradas cómplices.
...
Cuando los chicos llegan al bar Libra es la primera en entra. Mira el lugar algo desconcertada, la poca iluminación, el olor a cigarrillos y la lúgubre música la hacen sentirse algo incómoda.
Ella retrocede un paso chocando con alguien provocando un sobresalto en ella, al darse la vuelta se encuentra con el centauro.
—¿Libra?—él ladea la cabeza extrañado.
—Sagitario...¿qué haces aquí?— la castaña sonríe aliviada.
—Traje a mi hermana por algo de comida ¿y tú?
—Libra la mesa está po-
Aries se detiene al mirar a Sagitario.
—¿Qué haces aquí?
—Vine con mi hermana—señala una mesa al fondo—. ¿Porqué no vienen con nosotros?
—De acuerdo, aún falta un rato para que vengan mis amigos—dice Ofiuco mirando su celular.
Cuando los demás se sientan en la mesa, Sarah llega dejando algunos vasos de dudosa procedencia.
—Traje bebidas—ella comienza a repartirlas.
—¿Qué es esto? Es rosa—Ofiuco agarra el vaso algo dudoso de tomarlo.
—Es sólo una limonada mineral—la chica se encoge de hombros sentándose con ellos y todos comienzan a tomarla—. O eso me dijo el sujeto.
¡Hola!
¿Pasará algo con esa bebida rosada?
Quiero aclarar dos cosas:
• Primero, Capricornio y Géminis no se han besado en los labios. Lo que Capricornio le beso a Géminis cuando ella se declaró fue el dorso de su mano (Lo sé, lo sé, la decepción hermano, la traición).
• Segundo, NO escribiré hard, por lo tanto no habrá nada de "detalles".
Sin más que decir...
¡Nos leemos el próximo mes, digo la próxima semana!
Dreamie-san