37: Esperaré.

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Cáncer y Escorpio se separan y el cangrejo se acerca a su madre torpemente.

—¡Mamá! No es...bueno si lo es, yo...no te lo querías decir aún y...

—¿Hijo te gustan los chicos?

—¡No! Bueno sólo él—dice apenado y Escorpio lo mira curioso.

La madre arrastra la mirada a Escorpio quien sólo le sonríe incómodo al sentir los azules ojos de Camila sobre él.

—¿Desde cuando?

—No hace mucho un par de meses, dos quizá.

—Todo es mi culpa, yo soy el que gusta de su hijo—dice el pelinegro.

—¿Qué? No digas eso como si me estuvieras forzando—le reclama.

—Entonces...¿él es mi yerno?

—¿Supongo?

Ella los mira sería por unos segundos y luego sonríe para acercarse al escorpión rápidamente.

—¡No lo creo! ¡Un yerno tan atractivo! Nisiquiera tu hermana había tenido un novio tan lindo.

—Mamá ¿no estás enojada?— Cáncer frunce el ceño en confusión.

—¿Enojada porqué?

—¿Porque yo y su hijo salimos?

—Oh si es una sorpresa, pero no es como si fuera imposible de imaginar que sucediera

—¿Qué quiere decir eso?—su hijo pregunta algo ofendido.

—Bueno hijo, nunca tuviste una novia o saliste con alguna chica. Eres muy lindo y que tengas un novio tan guapo—ella le hace un gesto—. Me imagino como serían mis nietos, bueno si pudieran tener ¡serían hermosos!

—¿De verdad no estás enojada?—vuelve a preguntar incrédulo de que su madre lo haya tomado tan a la ligera después de que él pasará noches pensando cómo decirle.

—Estoy bien, yo tengo que apoyar a mí cangrejito—ella los abraza a ambos—, y tú, puedes ir a casa cuando quieras, les prepararé algo rico de comer.

—Gracias mamá—Cáncer sonríe relajado.

—Gracias señora Camila.

—Tu también puedes decirme mamá—ella alza una ceja y ríe.

—Gracias mamá—Escorpio dice algo apenado.

—De nada mis niños—le da un beso en la frente a su pequeño—. Iré a conocer a los demás chicos y prepararé una rica cena para todos.

Ella sale de la habitación dejándolos solos.

—Vaya, tú mamá es muy linda y comprensiva—Escorpio rompe el silencio.

—No lo esperaba de cierta manera, pero me alegra de que nos haya aceptado.

—¿En serio puedo ir a tu casa cangrejito?—lo mira divertido.

—No me digas así.

—Tu mamá te dice así.

—Pero tú no puedes.

—¿Qué? ¿porqué no?

—No lo sé, es raro—Cáncer dice con la mirada baja.

Escorpio sonríe por debajo y abraza al menor por la espalda rodeándolo con sus brazos.

—¿Así que solo te gustó yo?

—No debí decir eso—Cáncer niega arrepentido—, fue muy vergonzoso.

La casa del Zodiaco Donde viven las historias. Descúbrelo ahora