N.A: últimamente no tengo mucho tiempo para escribir, fué un gesto muy lindo de parte de una prima ayudarme con la redacción de este capítulo.
Hay una parte con contenido un poco fuerte, si quieren leer es bajo su responsabilidad😂😂
Ya que como comprenderán ella tiene una mente algo perversa.
Ahora si, les dejo el capítulo.
Besos❤
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Salí de mi cuarto por un vaso de agua y fruncí el ceño al ver maletas en la sala de estar.
-¿Litzy?-.
En cuestión de segundos la elfina se asomó de la cocina y me miró.
-Señorita-.
-¿De quién son esas maletas?-.
-Tuyas cariño- respondió mi madre desde lo alto de la escalera.
-¿Disculpa?-.
Me serví agua mientras escuchaba el repiquetear de los tacones de aguja de mi madre chocando contra el piso.
-Señorita, no me des la espalda- dijó ella y sentía sus ojos penetrarme duramente, pero la verdad seguía bastante molesta.
Le dí un trago a mi agua y me decidí a salir de la cocina por la otra puerta.
-Hermione- bramaba con desdén.
Empecé a subir las escaleras haciendo caso omiso a lo que me decía y mi mamá gritó frustrada.
-¡Hermione Granger!- paré en seco y me dí la vuelta molesta.
-¡¿Qué?!-.
-Primero, bájale dos rayas a tú tono conmigo señorita-.
-Mamá, ¿no te es suficiente venderme para poder vivir su vida llena de lujos? Tengo 27 años, soy madre de una pequeña de 9 años y puedo mandarme sola sin necesidad de que tú interfieras en mis asuntos-.
La mano de mi madre impactó en mi mejilla y sentí como la sangre me hervía.
-Agarra tús cosas y a tú niña, porque apartir de este momento te mudas a la mansión de los Evans-.
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-¿Le falta algo más señorita?- cuestionó Karl mientras dejaba la última maleta en el recibidor de la enorme mansión.
-Wow...- susurró Tammy mientras se soltaba de mi mano para admirar la casa-.
-Me parece que es todo, gracias Karl-.
-No es nada-.
Karl cerró la puerta mientras yo dejaba la pequeña valija en el suelo.
El ruido de unos tacones me hizó levantar la cabeza encontrándome con Ariana.
-Hermione- dijó con una amplia sonrisa.
Ariana Evans bajó las escaleras con una elegancia muy propia de su edad.
Chris era el único hijo de Ariana, y Ariana lo tuvó a los 38 años, ya que según ella quería disfrutar de la vida antes de casarse y tener hijos, cosa que es muy respetable de su parte, claro, tomando en cuenta que yo tuvé a Tammy a los 18.
-¡Ariana!- dijó Tammy mientras corría a los brazos de la rubia.
Ariana la levantó con un poco de esfuerzo y besó su mejilla.
-Hola preciosa- la rubia se le quedó viendo y sus labios se curvarón en una sonrisa genuina.-Estás idéntica a tú madre, excepto los ojos...los ojos son...-
-De mi padre- la cortó Tamara con un notable orgullo en su voz que me hizó soltar una risita.
-Exacto, tienes los mismos ojos que tú padre...y que tú abuela-.
-¿Lily?-.
-Por supuesto-.
-¿Tú conociste a mi abuela?-.
-Tuvé la dicha de conversar con ella un par de veces en el colegio-.
La ojiesmeralda rió y bajó de los brazos de Ariana y corrió escaleras arriba.
-¿A qué debemos tú visita cariño?-.
-Mi madre me dijó que...-.
-Pero mira a quién tenemos aquí- canturreó la pelirroja desde la cima de las escaleras y rodé los ojos.-Si es nadamás y nadamenos que Hermione Nott-.
Hermione soltó un leve suspiro y alzó la vista a la pelirroja.-Ana Leticia- murmuró sin ganas.
La pelirroja bajó las escaleras con una sonrisa de descaro.
Llevaba un vestido tinto que apenas dejaba a la imaginación y fruncí el ceño.
-¿Qué haces aquí?-.
-Que te importa- respondió en el mismo tono condescendiente que yo, tomó su abrigo y miró a la rubia.
-Nos vemos luego...Sangre sucia- apreté los puños a mis costados cuando escuché a Ana Leticia decir eso y ella sonrió satisfecha al lograr su cometido y salió por la puerta.
Ariana rodó los ojos e inmediatamente miró a Hermione con una sonrisa.
-Bien, Herms, ¿por qué no te instalas?-.
-Lo haré, gracias-.
(-)
Saqué una foto de Harry y mía y sonreí al verla.
Me paré de la cama y hurgué en la valija buscando el cuadro para colgarla en la habitación que Ariana me había asignado.
Lo encontré y proseguí a colocarlo dentro y colgar la imagen en el muro.
Sonreí al ver todo listo.
Había colgado unas luces de navidad en la pared que da a la cabecera de la cama, y había colocado con ayuda de un hechizo un techo parecido al que había en el gran comedor en Hogwarts.
La puerta se abrió y por ella entró Tammy con las mejillas sonrojadas del esfuerzo.
-¿Qué sucede mi cielo?-.
-Una mujer fea, está coqueteando con mi papá-.
Alcé una ceja al escuchar a Tammy decir eso, y dejé mis cosas, caminando hacia las escaleras donde me encontré a Harry platicando con Ana Leticia.
Carraspeé llamando la atención de ambos y la pelirroja me miró con asco.
-Hermione-.
-Harry- dijé sonriendo y Ana Leticia nos miró con interés.
-¿Cómo has sabido que estaba aquí?-.
-Cass me ha dicho-.
-Papi, nos va a llevar a la playa mami-.
-¿En verdad?-.
Harry se rascó la nuca nervioso y luego me miró incómodo.
-Por supuesto pequeña-dijó mientras alzaba a Tammy en brazos y luego me miró.-Deberías de llevar un bañador, Mione- agregó divertido.
Le sonreí a Harry y después me dirigí a Ana Leticia.
-¿Y tú qué haces aquí?-.
-Yo...- dijó mientras pasaba de mí y abría la puerta de una recámara.-Yo vivo aquí, querida-.
(-)
-¡Tammy espera! ¡El bloqueador!- grité cuando la niña empezó a correr hacía el agua.
Al escuchar mi grito aminoró la marcha y giró al verme mientras rodaba los ojos y se regresaba.
-¡No me ruedes los ojos señorita! ¡Soy tú madre!-.
Harry soltó una carcajada y colocó las sillas junto con una manta que teníamos para sentarnos de ser necesario.
Le terminé de aplicar el bloqueador y Tamara salió corriendo al agua.
-¡Con cuidado Tamara!-.
Me quité la blusa de tirantes que tenía puesta quedando solamente en bikini y Harry me miró anonadado.
-Están más grandes- susurró mirando mis pechos.
-¡Eres un bastardo!- respondí riendo mientras le soltaba un puñetazo en el hombro y Harry soltó una carcajada.
Se sentó en la manta y sacó de la hielera una cerveza y me la tendió.
Negué con la cabeza riendo y la tomé, sentándome a lado de él.
Recargué mi cabeza en su hombro y miré a Tammy. Se veía tan feliz jugando en las olas con una pequeña tabla de surf.
-Está feliz- comentó Harry con una leve sonrisa.
Alcé mi cabeza y lo miré curiosa.
-Me dijó que quería que salieramos juntos...como una familia-.
-Tú sabes que eso no es posible-.
-¡Tú no quieres que es otra cosa! ¡Vamos Herms! ¡Sabes que tengo razón!-.
-Estoy comprometida-.
-Pero no lo amas-.
-¿Acaso crees que a tí si?-.
Harry bufó con exasperación y tomó mi mano.
-Yo sé que me amas... pero amas más a Draco-.
Apreté su mano y me recosté en sus piernas, sintiendo como Harry acariciaba mi cabello.
-Esto es lo que siempre temí-.
-¿Qué?-.
-Que terminarás enamorándote de mí-.
Harry le dió un sorbo a su cerveza y esbozó una sonrisa.
-¿Sabes Mione? La amistad y el amor son algo muy parecido... sólo que la amistad es un amor correspondido-.
Apreté la mano de Harry y guardé silencio ante lo que me decía.
-Al parecer yo siempre estuve enamorado de esa pequeña e irritante sabelotodo... simplemente disfracé mi enamoramiento con una simple amistad...al igual que Draco, pero él disfrazó el amor con su odio-.
-Mira papi- Tammy nos mostró una concha que acababa de sacar de la arena y Harry la tomó con cuidado, examinándola.
-Es hermosa pequeña...y es verde como...-
-Como nuestros ojos- respondió ella y Harry sonrió enormemente y abrió sus brazos.
-Oh, ven aquí pequeño insecto de ojos verdes- Tamara rió y envolvió a Harry en un cálido abrazo y de manera inconsciente una lágrima resbaló por mi mejilla.
La limpié rápidamente y miré a Tammy.
-¿Nos puedes dejar hablar un momento a solas a tú padre y a mí Abigail?-.
Tamara asintió con la cabeza y tomó una pala y una cubeta y se dispusó a ir a la orilla a armar castillos de arena.
-¿Qué pretendes con todo esto Harry?-.
El azabache me miró y sonrió.
-Ser una familia feliz por una noche-.
-Harry...-.
Harry me jaló y me sentó sobre su regazo y con lentitud besó mi cuello.
-Te amo Hermione- sonreí y me recargué en su pecho mientras veíamos a Tammy jugar en el mar intentando ignorar su comentario.
-Me apetece bañarme un rato-.
Harry bufó y depositó un beso en mi coronilla.
-Vale, pero tenemos una plática pendiente-.
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POV DRACO
Le dí un puñetazo a la pared del baño. Estaba furioso realmente furioso.
Cerré la llave de la regadera y me recargué con mis brazos en la encimera del baño.
¿Por qué se fué con él?
-¿Por qué? ¡¿Por qué?!- arrojé todas las cosas que estaban en el lavamanos y no lograba controlar mi respiración.-¡¿Por qué maldita sea?! ¡¿Por qué?!- tomé un frasco y con todas mis fuerzas lo arrojé al espejo, logrando hacerlo trizas.
Pasé las manos por mi cara bufando y tomé la toalla para enredarla en mi cadera y salir del baño.
Pero me topé con algo muy peculiar.
-¿Weasley?- pregunté al verla parada en el umbral de la puerta.
-Hola Draco- respondió con voz insinuante.
-¿Qué haces aquí?-.
-Quiero recordar viejos tiempos-.
La pelirroja esbozó una sonrisa ladina y dejó caer lo único que cubria su cuerpo. Una toalla.
Ginny se acercó a mí y no pude evitar que mis ojos la recorrieran desde su busto, hasta su abdomen y bajaran por sus largas piernas.
-¿Qué insinuas comadreja?-.
Ginny pasó su dedo por mi pecho y lo bajo hasta mi abdomen mientras me miraba con lujuria.
Me tumbó en la cama mientras me quitaba la toalla y la ví escéptico.
-Ginny, basta-.
Me acostó en la cama y se sentó encima de mi regazo y sentí como mi erección se empezaba a levantar.
-Te aseguro que Hermione está haciendo lo mismo con Harry-.
Sentí como la sangre me hervía y por la cara de satisfacción de Ginny parecía que sabía que había logrado su cometido.
Me dí la vuelta colocándome encima de ella mientras Ginny acariciaba mi rostro.
-Vamos, Draco- susurró antes de estampar sus labios contra los míos.
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POV HERMIONE
Harry estacionó su coche afuera de la mansión de Chris y tuvé que inhalar bastante ondo.
-Si no quieres sabes perfectamente que te puedes ir a vivir conmigo Mione-
-No hace falta-.
-Papi, puedo ir a dormir ahora contigo...James me prometió que me iba a enseñar un videojuego muggle que le acabas de comprar-.
Harry rió y me miró pregúntandome si estaba de acuerdo y yo asentí con la cabeza.
-De acuerdo princesa-.
-¡Si!- gritó Tammy efusivamente.
-Nos vemos mi amor- dije mientras besaba la mejilla de mi pequeña y ella sonrió.-Hasta luego Harry-.
Me salí rápidamente del auto y escuché a mi mejor amigo gritarme.
-¡¿Y para mi no hay beso?!-.
Me dí la vuelta y le lancé un beso con la mano antes de estallar en carcajadas y Harry rodó los ojos.
Abrí la puerta de la mansión y fruncí el ceño al ver que todo estaba oscuro.
Alguien me jaló del brazo y la luz se encendió y el rostro de Chris bastante furioso apareció delante de mí.
-¿Dónde estabas?- soltó bruscamente y guardé silencio.-¡¿Dónde estabas maldita sea Hermione?!-.
Chris se acarició las sienes y me miró furioso.
-Eres una zorra- afirmó.
Mi mano se impactó en su mejilla y la cara de mi prometido se pusó completamente roja.
-Lo siento-.
-Lo siento- respondió imitándome con una mueca grotesca-. Por Dios, ¿en verdad te cuesta tanto pensar en alguien que no seas tú? ¡Me hiciste perder toda la puta tarde buscándote! ¡¿Y todo para qué?! ¡Para que me digan que la última vez que te vieron estabas arriba del coche del elegido!-.
-Tammy quería visitarlo-.
-¡Ese es el problema! ¡Tammy siempre es el problema!-
-¡¿Que mierda te sucede?!-
Chris hizó el amago de pegarle.
Intentó agarrarla y Hermione se dió la vuelta e intentó huir. Él ya había decidido lastimarla, y ella no tenía escapatoria. La golpeó con saña. Con un puño veloz como una bala, directamente en la parte inferior de la espalda. Hermione jadeó y perdió por un momento la visión lateral, sintiendo como si la acabaran de apuñalar.
Cayó al suelo, sintiéndo como le ardía la zona del riñón, y el dolor se extendía hacia la pierna y la columna. El mundo daba vueltas alrededor de ella y cuando intentó ponerse de pie, el mareo solamente creció.
-Eres igual que todas- murmuró furioso.
Me jaló del cabello y me llevó escaleras arriba y maldecí en el momento en el que me dí cuenta que había dejado mi varita en la mochila que le dí a Tammy.
Me metió al cuarto y le pusó seguro y me estampó sobre la pared.
-Seguramente tú y Harry creen que me están viendo la cara de estúpidos- dijó mientras me besaba el cuello.
-Yo y Harry no hicimos nada- comenté en un hilo de voz.
-¡No me mientas!- dijó mientras su mano se impactaba en mi mejilla y la sentía arder.
Bajó mi short y yo negué con la cabeza efusivamente.
-No...por favor Chris-.
-Shhh...- susurró y allí es donde me pude dar cuenta del olor de alcohol que emanaba de él.
Mordió mi cuello y yo grité y patalee pero sólo lograba que me presionara más fuerte.
Arrancó mis bragas y yo sentía como mi corazón latía lacónicamente y mis ojos se llenaban de lágrimas.
-No, Chris...por favor-.
-¡Cállate!- espetó mientras me pegaba nuevamente.
Se desabrochó el pantalón y me tomó de la cintura penetrándome violentamente y grité a lo que solamente conseguí otro golpe más.
-Recuerda que eres mía... porque yo pagué tú precio-.
Las lágrimas bajaban por mis mejillas y sentía asco al sentir como me besaba el vientre y sus caricias en mis piernas.
Salió de mí y me arrojó al suelo dónde me pateó una vez más.
-Basta... Chris... basta-.
Sus ojos volvierón a su tono normal y salió por la puerta azotándola.
Me arrastré como pude hasta la cama, sintiendo mis brazos y piernas flaquear por el enorme esfuerzo que hacía.
Me hice bolita en la cama y me derrumbé completamente.
Las lágrimas salían de mí sin poderlas controlar.
Mi intimidad me dolía y el dolor en mi vientre y espalda baja era notable.
Me sostuve de la cama y logré pararme, al hacerlo levanté la cara.
La Hermione que se reflejaba ante mí en el espejo se veía débil...cobarde...desorientada.
Un moretón estaba por formarse en mi ojo izquierdo y tenía visibles marcas en el brazo, levanté mi blusa y los rasguños y marcas en mi abdomen me horrorizarón.
Las lágrimas no tardarón en salir, al igual que los sollozos de mi boca.
Tomé mi móvil y le marqué a la única persona que sabía que podía aliviar mi dolor.
Un timbre...dos timbres....tres....cuatro....
-Ah...Ginny...- se escuchaban los gruñidos de Draco y mis ojos ardían nuevamente.-Espera...¿Bueno?- preguntó él con voz agitada.
-Draco...- susurré dolida.
-¿Hermione?- cuestionó en un hilo de voz.
-¿Ginevra está contigo?- Draco guardó silencio y podía escuchar su respiración a través de la bocina.-Olvídalo, vuelvan a la suyo-.
-Granger...espe-
Corté la llamada y aventé el teléfono a un rincón de la recámara.
Otra vez Ginny me volvió a mentir...otra vez volví a creer en ella...
Eres una estúpida Hermione