Hikaru's PoV.
No estaba en la mejor posición ahora mismo. Era el interrogado y debo decir que no hago muy bien este papel. Me pongo muy nervioso, estoy muy nervioso. Mis hermanos me miraban casi sin pestañear y eso contribuía a que mi corazón bajase a mi estómago y subiese otra vez a mi garganta.
Como una montaña rusa dentro de mí que me hacía picar las piernas para que me sacaran rápido de allí.
Pero ya había aguantado suficiente y sé que solo no lograría mucho.
—¿Entonces? Te escuchamos— Habló Nao en uno de los sillones. El de mi izquierda, para ser exactos.
Suspiré profundamente intentando encontrar las palabras... Y ordenarlas.
//Diles "Soy gay", y ya//— Aconsejó Kage— //O simplemente diles lo que pasa. No sería tan malo...//.
Claro, ¿Qué tan malo podría ser? Además de que me envíen a un manicomio.
—¿Entonces?— Me insistieron Sorato y Ryu al mismo tiempo.
Son unos impacientes.
Quería ahora mismo volver a ser pequeño y enterarme de algunas cosas para evitar todo esto. Seguir a los Contreras, hablar con mis padres, nunca olvidar nada... Y si a pesar de todo no hubiese logrado nada, simplemente me encantaría abrazar a Kage más veces.
—Puedo escuchar a Kage— Dije luego de cerrar los ojos— Lo tengo dentro de mi cabeza como un prisionero condenado a sufrir en la oscuridad sin ser escuchado, ¡No lo hago a propósito!
Inhalé y exhalé.
—Él...— Comencé a llorar sin poder evitarlo— Él ha estado presente en mis sueños... Por lo que recuerdo y por lo que ha pasado me queda claro que muchas cosas fueron así.
Sentí a mis hermanos soltar aire al mismo tiempo, como si hubiesen estado aguantando la respiración durante todo este rato. Se miraban entre ellos algo acomplejados, pero serios. Miraban la habitación buscando algo, tal vez color para sus rostros.
—¿Cómo qué?— Preguntó Ryu finalmente, apoyando sus antebrazos en sus piernas— ¿Qué recuerdas?
Recuerdo sus frases tristes, sus comparaciones metafóricas, nuestro...
—Recuerdo nuestro lugar secreto— Respondí suspirando entre hipidos.
Vi como Sorato se levantaba para secar mis lágrimas con cariño. Me miraba con tristeza y nostalgia, pero a pesar de eso, mantenía una leve sonrisa.
—¿Qué más?— Preguntó.
Lo pensé un poco, ¿Estaban haciendo tiempo para que no saliera corriendo antes de que llegue el médico?
//Nuestras escapadas, las navidades juntos en la cabaña...//— Comenzó a decir.
—Nuestras odiseas en el bosque, las aventuras por un par de rosas... Nowaki— Justo al final mi voz tembló y mis lágrimas saltaron aún más.
//Oh, mi niño, mi pajarito. No llores que me dueles//— Me pidió triste.
¿Cómo me pedía que no llorase? Si con decir cada cosa en voz alta mi corazón y mi memoria de agrietaban poco a poco.
Sentía a mis hermanos algo tensos. Sorato miraba a Nao con algo de decisión, mientras que este último con duda. Ryu, en cambio, miraba sus manos con rabia.
Me perdía de algo gigante, y lo sabía.
—Mira Hika-onii...— Hace mucho no me llamaba así— Sucede que... Bueno...
—Pasa que en parte te hemos mentido, creo— Terminó por decir Ryûnosuke, palabras que golpearon mi estómago de alguna manera— Te hemos ocultado cosas y eso es mentir, ¿No?— Miró a Nao.
Nao rodó los ojos y me miró.
—Sí, lo es— Respondió— Bueno, no. Es ser poco sincero.
—Pero un "No sincero" es un mentiroso sólo que en otras palabras— Murmuró.
//Oh, sí tiene cerebro//— Comentó notablemente sorprendido.
—¡Da igual!— Les gritó Sorato— Hikaru, todos te hemos estado ocultando cosas, ¡Hasta madre y padre!— Dijo muy seriamente— Eres la víctima de toda esta farsa y estoy harto de ir en contra de lo que amo, lo cual son ustedes dos— Dijo mirándome sólo a mí— Y a ustedes, pero es innecesario decirlo, supongo— Miró a los otros dos feos que se habían cruzado de brazos.
//Está más claro que el agua que nos ama más a nosotros//— Rió Kage.
Pero yo no reí por obvias razones.
Me habían mentido.
Y bueno... Lo sospeché durante un buen tiempo el que Sorato podía escuchar a Kage. A pesar de esto, mi estómago se revolvió del impacto.
En ellos era en los que más confiaba junto a mis amigos de la escuela. Sorato más que a nadie.
—Conocemos a Kage, sabemos lo que pasó hace un tiempo y las cosas que no recuerdas... No todo, pero lo logramos ver de lejos— Me contaba Nao— Pero a pesar de todo esto, no sabemos dónde está ahora.
—Mamá, papá y los Contreras crean diálogos en algún lugar de la casa con tal de que los escuches o que nosotros lo hagamos para creer que él está muerto o en algún otro lugar— Dijo Sora esta vez.
—Estoy seguro de que hablan en clave— Comentó Ryu.
Escuchaba atentamente, pero mi cara no era la mejor, puesto que me sentía defraudado y un completo tonto. Sorato al verme bajó la mirada y susurró un "lo siento" de lo más triste, pero esas dos palabras no mejoraban mucho mi estado. Habían roto la confianza que les tenía, puedo entender que existían sus razones... Aún así...
—Me pasaron por un tonto, por una alfombra para pisotear y un ciego— Les dije hasta casi con leves gruñidos— ¡Yo confié en ti, Sorato!— Exclamé mirando al antes nombrado— ¿Por qué lo hicieron? Si tenían sospechas de lo que le pasó a Kage, ¿Por qué no se acercaron a mi? ¡¿Acaso creen que no me interesa?!
Los tres se mantuvieron callados, mirando lo que sea menos a mí. Sorato abría la boca con la intención de decir algo, pero pronto la cerraba nuevamente como si se arrepintiera justo antes de hacerlo.
—¿Qué me ocultan todavía?— Pregunté casi más enojado, si es que era posible.
Los tres volvieron a mirarse como si dudaran de hablar o no, lo cual me desconcertó muchísimo teniendo en cuenta que ya me habían ocultado algo importante durante tanto tiempo y aún dudaban seguir sincerándose conmigo.
—¿Es una broma?— Espeté frustrado.
—Perdónanos, Hikaru— Me pidió Nao— Las cosas no son tan como piensas.
—Los escucho— Dije acomodándome en el sillón.
Nao miró a los chicos encontrándose con la mirada fija de ambos en él. Estaba claro que lo estaban lanzando al fuego y él no tenía más que resignarse. Sonreí para mis adentros por lo cómico que se había visto intentando convencerlos con miradas.
Lo cual fue inútil, claro. Ellos no hablarían.
—Bueno...— Comenzó a decir— A nosotros nos hubiese encantado contarte todo lo que sabíamos.
—¿Por qué no lo hicieron?— Le pregunté.
Nao suspiró mirándome con un "Déjame hablar, por favor" en los ojos. No pude hacer más que obedecer quedándome en silencio en espera de sus siguientes palabras.
—Hikaru, lo intentamos. Muchísimas veces encontramos la manera de estar solos contigo y... No importa lo que hiciéramos o dijéramos, tú no entendías nada— Me hablaba con cierto pesar— Para nosotros era como si te hubiesen lavado el cerebro y así nuestro pequeño Hikaru desapareció. Ryu cambió, Sorato se volvió menos Sorato y, finalmente... Yo quedé solo— Esto último lo dijo con tanta tristeza que el hecho de que una dolida sonrisa apareciera... Me sorprendió— Eras nuestra chispa, Hikaru. Y no recordabas nada— Desvió la mirada, ahora cambiando a estar enrabiado— Queríamos saber qué era lo que te hicieron. A escondidas de todos comenzamos a investigar, pero éramos niños, era obvio que nos descubrirían.
—Nos alejaron de ti— Gruñó Ryu.
—Más bien, te alejaron de nosotros— Corrigió Sorato— ¿Acaso crees que siempre has vivido en una mansión? A padre siempre le ha ido muy bien, pero no ha vivido aquí tanto tiempo como crees— Se cruzó de brazos— Compró esta cosa gigante para aislarte.
—¿De qué?— Pregunté bajito.
—Aislarte de todo aquello que te pueda hacer recordar— Respondió Nao.
Ahí estaba, una de las piezas se estaba aclarando. Al parecer, no estaba tan equivocado sobre que mi padre se había encargado de tirar a la basura todo lo de mi infancia.
Lo que me tenía aún confundido era el hecho de que ellos no estuviesen aquí desde un principio. No tiene sentido.
—Si te lo estás preguntando, nos dejaron volver a ti hace poco, cuando se aseguraron de que "nos lavaron el cerebro"— Respondió Ryu a mis dudas haciendo comillas en el aire— Aunque claramente no fue así— Sonrió con suficiencia y orgullo— Tuvimos que actuar muy bien como para lograr llegar aquí.
—¡Así es! El señor Contreras no es nada fácil de engañar, ¿Sabes?— Comentó haciendo una mueca— Al tiempo tenía que mentir sobre los dulces que me llevaba. No los amaba, al contrario, hacía fogatas con ellos— Confesó haciéndome reprimir una risa.
Hikaru, por favor, es algo serio. Aún así no pude evitar ser atacado por lo gracioso de aquel detalle.
—Pero... Lo que me dijiste esa vez sobre trabajar...— Decía vagamente mirando a Ryu.
Ryu se me quedó mirando largo rato, claramente estaba intentando recordar lo que me había dicho. Si será un tonto y descerebrado. Obviamente no podrían lavarle el cerebro si no tenía uno.
Bien, eso había sido cruel. Que nunca se entere de que pensé algo así.
Luego de un rato más, su rostro se iluminó dándome a entender de que al fin había recordado aquel momento.
—Bueno, sobre eso...— Llevó su mano a la nuca y suspiró desviando la mirada.
—¿Qué?— Pregunté cruzándome de brazos y enarcando una ceja al tiempo que le mirada de manera mordaz— ¿Es mentira? No me sorprende.— Me adelanté a decir.
Y por la mirada que me dio me quedó claro que me adelanté bastante, al punto en el cual no debía.
—¿Puedes sólo cerrar tu pequeña boca y escuchar? No cuesta mucho— Me dijo molesto— Y si acaso es Kage el que te lo impide, mándalo a callar.
Me limité a asentir repetidamente, pero me percaté del prolongado silencio que había mantenido hasta ahora Kage. Era preocupante teniendo en cuenta que aquel cascarrabias reaccionaba a la mínima provocación hacia su majestuosísima persona.
—Yo sí trabajé arduamente para conseguir la total comodidad para mis hermanos— Aclaró— Te preguntarás "¿Cómo si a padre se le rompen los bolsillos y le faltan billeteras por tanto dinero que posee?", pues simple... Padre pensó que sería un gran castigo ponernos la vida más difícil con tal de hacernos cambiar de opinión sobre contarte la verdad.
—No estaba solo, claro— Dijo Nao.
—Ahí estaban el señor Contreras y...— Alargó la "Y" Sorato esperando a que yo terminara la frase.
—¿Madre...?— Dije no muy seguro.
—¡Ding, ding, ding!— Exclamó el mismo.
Me sentía estúpido por haber creído durante un tiempo que podía confiar en ella. Sabía que no debía hacerlo y mucho menos nombrarla "Madre". De sólo recordar lo último siento un sabor amargo en la boca.
—Sé que estás enfadado con nosotros, pero entiéndenos también— Me pidió Ryu— Y sé que no soy el más indicado para pedirlo, me comporté como una reverendísima mierda contigo e hice muchas cosas que sobraban— Admitió con una mirada tan sincera que me causó escalofríos— Si quieres seguir enfadado, está bien, lo respeto.
Imbécil, estoy triste y frustrado. Y también algo feliz, pero triste y frustrado.
—Pero ahora mismo necesitamos pensar con la cabeza fría para crear un plan— Dijo seriamente Nao
—¡Bien!— Exclamó un emocionado Sorato con una sonrisa pícara y traviesa— Manos a la obra, hermanos.
* * *
No entiendo cómo llegamos a estar de traje mientras veíamos Kung Fu Panda. Era extraño el simple hecho de imaginarlo y más si tenías a tus hermanos mayores atentos a la película o hasta entretenidos.
//Siempre amé al gatito gris//— Escuché decir a Kage.
Suspiré aliviado y sonreí instintivamente. Estaba preocupado por su silencio y el vacío que me causaba aquello.
Supongo que esto último era por lo cercano que somos... Ya saben...
Somos mejores amigos de infancia.
—¿Cómo puedes decir eso?— Me miró Sorato, pero estaba claro que le hablaba a Kage— Es el malo y es puro gruño.
//Pero es de ojitos lindos, fuerte y sexy//— Siguió defendiendo a... ¿Tai Long?
—¡Independiente de eso...!
—Discúlpenme por interrumpir su importante discusión, pero... ¿Qué se supone que estamos haciendo?— Pregunté al fin, ya aburrido de intentar entender la situación.
—Estamos... ¿Aprendiendo movimientos de Kung Fu?— Me medio respondió Ryu.
¿Era en serio? ¡¿Totalmente en serio?!
No pude hacer más que llevarme la palma a la cara y tirar levemente mis párpados inferiores hacia abajo, mirándoles feo.
//Me rio, JA-JA-JA. Ya está, no hay nada más ridículo//— Comentó con sarcásmo.
—¿Ridículo? ¿Acaso tienes una mejor idea?— Le preguntó un amurrado Sorato que se cruzaba de brazos.
//Cualquiera es mejor que ir a golpear a todos y alertarlos de que se revelaron y que yo estoy aquí//— Respondió serio, ¿Se dan cuenta? SERIO— //Siguen siendo unos niños para ellos y no les costará llevarlos lejos otra vez, matarlos o lo que sea. En cuanto a Hikaru, le lavarán el cerebro de nuevo y no quiero comenzar de cero//.
Sorato bajó la cabeza y asintió, pronto poniendo al tanto a los chicos de lo que dijo Kage. Todos le encontramos razón.
—¿Ustedes saben sobre los niños desaparecidos?— Pregunté en cierto momento de silencio.
Mis hermanos se miraron entre ellos y asintieron algo pesarosos, como si estuviesen intentando disimular algo. Claramente no tendrían un buen futuro de actores. Por la fea mirada que les mandé les quedó claro esto último y desviaron sus miradas avergonzados.
Si hasta tienen las mismas reacciones, qué miedo.
—Es que no nos esperábamos que supieses sobre ese tema— Habló Nao carraspeando luego de decir eso.
—¿Y no pensaban contármelo?— Les pregunté con un tic en el párpado inferior del ojo derecho.
Sorato rió de manera estrepitosa luego de unos segundos y me dio palmadas en la espalda.
—¿Eso crees? ¡PFFT! CLARO QUE TE LO CONTARÍAMOS— Prosiguió a decir.
—Sólo que no era el momento y... Debemos pensar en el plan— Lo apoyó Ryu moviendo mucho sus manos para explicarme eso.
//Pobres ratas asustadas//— Murmuró con una notable falsa pena.
Rodé los ojos y preferí volver al tema central: Crear un plan.
—¿Qué buscamos hacer?— Preguntó Ryu de la nada.
Nos miramos entre nosotros y nos dimos cuenta de que la pregunta de Ryu no era tan estúpida como se creía y... Sentía. No se nos podía culpar luego de que fuese él el que normalmente hiciese las preguntas o los actos estúpidos.
—Supongo que deberíamos obtener información para tener ciertas cosas claras— Propuso Nao.
—Y así sabremos dónde buscar— Siguió diciendo Ryu, cosa que nos hizo mirarnos otra vez sorprendidos— Ay, por favor.
—¡No te quejes! Tú ganaste éste tipo de fama— Le apuntó Sorato haciendo boca de pez.
Ryu estuvo a punto de alegar, pero le lancé un almohadón antes de que lo lograra. Después de todo Sorato tenía razón.
—Fama de idiota— Le gruñí.
No porque se disculpase y comenzase a ser sincero me iba a desenojar por todas las estupideces que hizo.
—Ow, hace mucho no te escuchaba decirme idiota— Me dijo con ojos brillantes y una sonrisa enternecida.
—Hace mucho no te hablaba— Se burló Nao.
Preferimos mirarnos feo y comenzar a planear cómo lo haríamos para conseguir información de cada integrante de la familia. Sería difícil, pero estaba claro que haríamos cualquier cosa con tal de encontrar a Kage y descubrir una que otras piezas que no estaban ni por debajo de las rocas, pero deberían estar dentro de algunas bocas.
Sólo buscábamos la verdad, ¿Acaso es tan difícil?
Estaba claro que la mayor parte de mi vida había sido una mentira, algo ideado por los mayores que me rodeaban. Es un asco toda esta situación. He estado dando pasos premeditados por personas manipuladoras que mantenían oculto a mi mejor amigo -Y primer amor-, además intentaron volver a mis hermanos como ellos.
Realmente todo es un asco.
Menos ellos, bueno... Un poco.
//Es una duda que tengo desde un principio...//— Comenzó a decir Kage.
Me hacía una idea.
—¿Debemos usar estos trajes?— Preguntamos Kage y yo a la vez.
Sorato rió sin poder evitarlo.
—Pensé que nos veríamos más como en 007— Susurró Nao, sorprendiéndome.
—Sí, Nao también puede tener éste tipo de ideas— Me respondió Sora.
//Increíble//— Se limitó a decir.
* * *
Nota: Holi 👋🏻
¿Cómo están? Yo con hambre.
Estoy en una junta y estoy pegada al celular, imaginen lo asocial que me veo.
Todo por terminar éste capítulo para ustedes, bebés. ✨💐
Últimamente me ha costado, por lo que aprovecho cada pedacito de inspiración que consigo. Ahora mi inspiración es el riquísimo aroma de la carne asada. 💕💚💙
Espero que les haya gustado, mis miguitas de maldad. ✨
Los adoro, bye. 💃🏼